Seguidores

viernes, 16 de noviembre de 2012

Nothing like us. {18}



Los sueños se cumplen





-          3 Semanas después –


Hoy era 1 de agosto, el verano estaba pasando volando. Durante estas tres semanas me había pasado de todo. Mi padre había vuelto de su viaje, ahora por suerte o desgracia ya estaba en mi casa, y eso significaba despertarme y no ver a Justin, comer sin Justin, cenar sin Justin, y no pasar tanto tiempo con Justin en general. Así que por una parte estaba contenta de volver a casa y volver a ver a mi padre pasar algo de tiempo con el y eso, pero por la otra quería volver a casa de Pattie y no despegarme de Justin. Suena algo exagerado, tal vez lo esté exagerando algo. Una de las cosas buenas que me han pasado en estas semanas es que Scooter ha hablado con mi padre sobre mi posible futuro con el mundo de la música. Después de una larga charla entre él y Scooter, después de cientos de preguntas que mi padre había hecho a Scooter como: ¿Y sus estudios? ¿Y si no sale bien? ¿Y si la fama la cambia? Y preguntas que ya no recuerdo, Scooter le contestó que por los estudios no se preocupase ya que me podrían poner un profesor particular o podría seguir yendo al instituto, eso dependía de mí. Y la verdad es que yo nunca he sido una chica de sobresalientes y de notas altas, pero sabía que podía hacer las dos cosas a la vez, cantar y estudiar, tal y como lo hace Justin. También dijo, que él confiaba en mí y de lo poco que me conocía sabía que la fama no me iba a cambiar, a parte a mi lado tengo unas personas maravillosas que sé que no me van a dejar que haga tonterías y que la fama se me suba a la cabeza, cosa que no quiero para nada. Scoot acabo convenciendo a mi padre tras hacerme cantar las dos canciones que había compuesto. Vi a mi padre emocionado, orgulloso de mí y eso me hizo crecer como persona.
Así que solo faltaba que mi padre firmase unos papeles de la discográfica y listo, ______( tu nombre completo) despegaría su carrera musical. Lo único que faltaba era que no me estampase contra el suelo, era una cosa a la que temía, pero ya lo dicen, quien no arriesga no gana.
Durante estas tres semanas habían pasado más cosas buenas. Como por ejemplo que Justin y yo, a pesar de no pasar tanto tiempo juntos estábamos más apegados, más cariñosos el uno con el otro, no sé si me explico. Cada vez me gustaba más, y aun no sé si podía llamarle a ese sentimiento querer.
A parte de la discográfica y Justin había dedicado la mayor parte del tiempo a estar con los chicos, me había hecho muy amiga de Mike, lo consideraba ya un buen amigo.

Hoy era miércoles, habíamos quedado todos en un parque para pasar la tarde. Eran las tres, ya había comido ahora solo faltaba cambiarme de ropa y esperar a que fuesen las cuatro para salir de casa.
Rebusqué en mi armario buscando algo que ponerme, no encontraba nada, y eso que tenía ropa. Estaba indecisa, solo iba a ir a un simple parque así que cogí algo cómodo me quité la ropa que llevaba para estar por casa y me vestí para salir (http://www.polyvore.com/like_you_like_me/set?id=61767364#stream_box). Esa camiseta dejaba los laterales de mi torso casi al descubierto haciendo que se me viesen los lados del sujetador, pero quedaba bien, quedaba sexy.

Para pasar el rato encendí mi ordenador, hacía tiempo que no lo utilizaba, algo raro en mí. Esperé a que se encendiera, puse la contraseña y me metí en Facebook y Twitter. Los seguidores en Twitter me habían aumentado, seguí a algunos ya que me era imposible seguir a todos los que me habían empezado a seguir. Luego revisé Facebook, tenía algunas notificaciones. Cuando iba a cerrar la sesión y apagar el ordenador, Christian me habló por el chat.

Christian Beadles: Hola fea:).
Yo: Beadleeeeeees:).
Christian Beadles: ¿Qué haces?
Yo: Pues nada, aquí, que de aquí nada tengo que irme, si no llegaré tarde como siempre.
Christian Beadles: ¿A dónde? :/
Yo: Hemos quedado ¿no te acuerdas? Jajajaja.
Christian Beadles: Uf, es verdad, ya ni me acordaba jajaja. Vivo en otro mundo. ¿A que hora hemos quedado, y dónde?
Yo: En el parque de siempre a las 4, despistado (:
Christian Beadles: Oh, pues me voy que si no, no llego a tiempo. Nos vemos ahora, un besito fea.
Yo: Nos vemos guapi, mua. (:


Christian se desconectó, yo hice lo mismo, apagué el ordenador y lo guardé. Tenía que salir, había quedado con Justin para ir juntos hasta el parque ya que éramos vecinos.
Cogí el móvil, salí de mi habitación y bajé las escaleras a paso ligero. En la planta de abajo no había nadie. Mi padre había llevado a mi hermano a jugar al béisbol. Cogí las llaves del recibidor y salí de casa. Crucé el largo jardín, al salir me encontré a Justin al lado de la puerta, me estaba esperando.


-          Hola guapo.- le di un abrazo efusivo seguido de un beso en la mejilla.
-          Bonita.- me devolvió el beso y empezamos a caminar hacia el parque.
-          Hacía tiempo que no te veía.- concretamente unos cuantos días.
-          Trabajo y más trabajo.- se encogió de hombros.
-          ¿Qué proyectos nuevos tienes?- me interesaba saber que tenía entre manos.
-          Muchas cosas.- rio ilusionado- ya las verás.
-          ¿No me vas a avanzar nada?- puse cara de sorprendida.
-          Sorpresa.- se encogió de hombros.
-          Muy bonito.- lo miré mal riendo.
-          Oye, ¿Scooter ya ha hablado con tu padre?- ese era un tema del cual aun no había hablado con Justin, ni siquiera le había contado que había terminado otra canción. Quería darle una sorpresa.
-          Sorpresa.- le quería dejar con la duda, tal y como me había hecho él a mi minutos antes.
-          Eso no es una cosa que me puedes ocultar.- rio- si no me lo dices tú me lo dirá Scooter.
-          Que te lo cuente Scooter entonces.- reí.
-          Venga cuenta.- insistió Justin.
-          Han hablado.- sonreí recordando el futuro que me deparaba- y bueno… ¡QUÉ MI PADRE HA DICHO QUE SI!- salté, grité como una loca, me abalancé contra Justin, estaba emocionada, muy emocionada. ¿Y quien no lo estaría en mi situación?
-          ¿¡QUÉ!?- dijo alargando la e. Mi amigo se emociono tanto o más que yo. Así que ahí iban dos locos emocionados por la calle.

Nos abrazamos efusivamente, ese era nuestro sueño, desde pequeños, trabajar juntos en el mundo de la música. Siempre nos imaginábamos los dos encima de un escenario cantando, dándolo todo. Nuestros padres siempre habían creído que era una simple afición, un pasatiempo, y eso pensaba yo al principio. Pero estaba equivocada, cuando empiezas a componer a escribir a cantar después no lo puedes dejar, es como una droga. Yo pensaba que nuestro sueño nunca se iba a cumplir, que solo se quedaría en eso un sueño. En cambio Justin siempre era el optimista, el que decía que todo saldría bien, que prosiguiéramos ese sueño. Él lo persiguió, y mirad donde esta ahora en lo más alto, y ahora me toca perseguirlo a mí. Tal vez me caiga, me estampe contra la realidad, no salga bien o miles de problemas más pero por lo menos lo habré intentado. A todo esto, mi conclusión es que los sueños se cumplen.


-          Estoy tan contenta.- dije después de soltarme del abrazo de Justin- no me creo que a mí, me esté pasando esto.
-          Pues créetelo.- Justin tenía una gran sonrisa en la cara- ¿se lo has dicho ya a los chicos?
-          No, quería esperar a que estuviésemos todos juntos, pero eres tan paciente.- le revolví el pelo bromeando- oye, ¿tu cuando tienes vacaciones?- le cambié de tema.
-          La semana que viene.- sonrió ampliamente.
-          ¡Genial!- le sonreí. Ya era hora de que se tomara un leve descanso, el pobre trabaja demasiado.
-          Por fin.- alzó los brazos, victorioso. Yo solo reí.

Nos pasamos lo que quedaba de camino hablando de chorradas. Y aunque era poco el trozo que quedaba se hizo algo más largo debido a las fans enloquecidas de Justin. Se sacaron fotos con él, le pedían autógrafos, gritaban, lloraban, otras casi se desmayaban. Algunas fans me pedían que saliera también en las fotos, otras preferían salir solo con Justin, había de todo.
Después de un largo tiempo conseguimos llegar al parque, y como siempre éramos los últimos, llegábamos media hora tarde. Todo el mundo estaba allí, solo faltábamos Justin y yo.


-          A buenas horas llegáis.- dijo Chaz señalándose con el dedo el reloj que llevaba en la muñeca.
-          Mis preciosas beliebers.- sonrió Justin.
-          Si, si, ahora échale la culpa a las fans. Que poca vergüenza.- dijo Christian bromeando.
-          A saber que hacíais.- Mike también se empezó a meter con nosotros.
-          Relajaos chicos, que hay ______( tu nombre) para todos.- dije bromeando. Todos empezaron a reír.
-          Espera, ¿estas admitiendo que acabas de tener algo con Justin?- dijo Ryan. Eso ya era el colmo, estaba pasando mucha vergüenza.
-          Yo no he dicho nada de Justin.- dije frunciendo el ceño confundida.
-          Ya, pero yo he insinuado que el tiempo que habéis tardado en venir estabais teniendo algo, y tu has dicho: Relajaos chicos, que hay  ______( tu nombre) para todos.- imitó mi voz Mike.
-          Yo no me refería a eso.- estaba desesperada, si algo incomoda más es que se metan contigo y con el chico que te gusta- joder Justin, di algo ¿no?
-          Ya esta, pidiéndole a su hombrecito que la defienda.- sorprendentemente, la que hablaba ahora era Cait. La miré con cara de no comprender porque decía eso.
-          No os paséis chicos.- por fin Justin intervino.
-          El hombrecito sale a defender a su princesa.- rio Christian.
-          Cuando os ponéis así no hay quien os aguante.- estallé.
-          Estamos bromeando _______(tu nombre), va no te enfades.- dijo Ryan poniendo cara de cachorrito.
-          Ahá.- volteé los ojos.
-          ¿Se ha picado?- preguntó Mike.
-          Se ha picado.- le respondió Chaz negando con la cabeza.
-          Que no me he picado.- aunque en realidad estaba bastante picada.
-          Pero que era broma tonta.- Christian se levantó y me abrazó por los hombros.
-          Que vale.- seguí diciendo en el mismo tono borde.
-          ¿Sigue picada?- Mike frunció el ceño.
-          Sigue picada.- afirmó Chaz.
-          Que no sigo picada.- les miré seria.
-          Eso quiere decir que antes si estabas picada.- rio Christian, que seguía abrazandome por los hombros.
-          Que no.- intentaba hacerme la dura y la enfadada pero al final siempre me acaban haciendo reír a carcajada limpia- dejemos el tema.- seguí riendo junto a Christian.
-          Justin, ¿a ti cuando te dan vacaciones tío?- le preguntó Mike.
-          El lunes que viene.- sonrió.
-          ¡Por fin!- exclamó contenta Cait.
-          ¡Ya era hora!- dijo Chaz en el mismo tonto que Caitlin.
-          ¿Vas a ir a algún sitio en especial?- le preguntó Christian.
-          He pensado en quedarme aquí con vosotros.- sonrió tiernamente Justin.
-          Que cuqui.- dije por lo bajini, por suerte nadie me sintió.
-          Van a ser unas vacaciones algo aburridas.- comentó vagamente Cait.
-          Hagamos algo.- propuse.
-          Algo como ¿qué?- preguntó Justin.
-          Eso ya no lo sé.- reí.
-          Yo si lo sé.- Mike chasqueo los dedos- podríamos pasar unas semanas en la casa de campo de mis padres.- todos nos miramos entre todos sonriendo, eso era una muy buena idea.
-          Sería genial, ¿tus padres estarán de acuerdo?-  pregunté. Estar una o dos semanas con tus amigos en una casa de campo y sin padres tiene que ser genial, y con genial me refiero a perfecto.  
-          Supongo que sí, hablaré con ellos.- sonrió satisfecho Mike- ¿a vosotros os dejaran?
-          A mí seguro que si.- sonrió Justin contento.
-          Supongo que a mi también.- mi padre no me diría que no, él iba a irse a un campamento con Alex, ¿Por qué yo no podría irme con mis amigos?
-          A mi si.- afirmó Chaz.
-          Y a mi.- afirmó segundos después Ryan.
-          A nosotros seguro que también nos dejan.- dijo Cait con una sonrisa.
-          Pues entonces perfecto.- sonrió Mike- llamaré a mis padres hoy mismo.
-          Parece que el verano se pone más interesante.- rió Ryan. Todos reímos ante ese comentario tonto.
-          Por cierto Cait, tu cumpleaños es de aquí poco.- le dijo Chaz, se acordaba más él de el cumpleaños de Cait que ella misma.
-          Faltan…- mi amiga hizo una pausa y empezó a contar con los dedos- cuatro días ¿si no? Cuatro días.- reímos, esa chica era un completo desastre- ¿no?
-          Si, Caitlin.-le confirmé a la loca de mi amiga. Aunque, un momento ¿DE AQUÍ CUATRO DÍAS ERA EL CUMPLEAÑOS DE CAITLIN? Por un momento se me paró el corazón, no tenía ni idea de lo que le iba a regalar, ni como lo íbamos ha celebrar, y solo quedaban 4 días para prepararlo- a propósito, ¿te importaría ir a comprarme unas pipas?- intenté deshacerme de ella para poder hablar con los chicos sobre su cumpleaños.
-          ¿Ahora? Me da palo.- como era de esperar se negó.
-          Anda, por favor.- le seguí insistiendo.
-          Acompáñame.- me pidió.
-          Que te acompañe Chaz.- rápidamente miré a Chaz, este hacía cara de no tener ganas de ir, pero en cuanto se cruzó con mi mirada supo lo que tenía que hacer.
-          Si, vamos, que a mi también me apetecen unas.- Chaz se levantó rápidamente del banco.
-          No sé que os a dado ahora con las pipas.- Cait se levantó y siguió a Chaz que ya se había echado a caminar.
-          ¡CUIDADO CON LO QUE HACEIS!- chilló Ryan vacilándoles.
-          Tú Butler, a callar.- le dije seria.
-          Me supongo que tus ganas de pipas tienen que ver con el cumpleaños de Caitlin.- dedujo Mike.
-          Si, me había olvidado por completo.- me eché las manos a la cabeza- ¿Qué clase de amiga soy?
-          Tranquila, a todos se nos olvidan cosas.- me consoló Christian frotándome el hombro.
-          Si, pero el cumpleaños de un amigo…- suspiré frustrada- haber su cumpleaños es este sábado, ¿Qué hacemos?
-          Podemos ir a la casa de campo de mis padres y lo celebramos ya ahí.- Mike me sonrió apoyándome.
-          ¿Y a quien invitamos?- preguntó Ryan.
-          ¿Por qué no vamos solo nosotros?- propuso Christian- le gustará.
-          Me gusta la idea.- acabé sonriendo- ¿tu que dices Justin?- lo miré, hacía rato que no decía nada, más bien no había hablado en toda la tarde.
-          Me parece bien.- sonrió- solo que a mi no me dan las vacaciones hasta el lunes.
-          Yo habló con Scooter.- me separé de Christian y me senté en el banco al lado de Justin ya que había estado todo este tiempo de pie.
-          No lo convencerás.- suspiró- lo he intentado muchas veces.
-          Que sí, tu confía en mi.- apoyé mi cabeza en su hombro. Él solo me abrazó por los hombros.
-          ¿Vamos este viernes a comprarle los regalos?- preguntó Christian.
-          Si.- dijo Justin.
-          Después de comprar los regalos podemos ir a decorar la casa de campo para el cumpleaños.- buena idea la de Mike.
-          Perfecto.- sonreí satisfecha- ya lo iremos hablando todo, que ahí vienen esos dos.


A lo lejos venían riendo Chaz y Caitlin, hacían una buena pareja, no sé como no estaban juntos. Los dos se gustaban, era más que evidente, y ninguno decía nada. Bueno yo mejor me callo, ya que no soy la más indicada para criticar ese aspecto.
Miré a Caitlin mejor, se la veía feliz al lado de Chaz, su mirada transmitía ilusión, emoción, felicidad, positividad, y Chaz… Chaz estaba igual que ella, se gustaban, incluso podría decir que se querían. Pero ninguno decía nada, y lo entiendo. A cada uno se lo impedía ese miedo que te invade al pensar que puedes perder a una persona que quieres tanto y no quieres abrir la boca hasta que estés al cien por cien seguro que estáis hechos el uno para el otro, y que ese otro siente lo mismo. Pero hay veces que puede ser demasiado tarde.  Dejé de pensar en esas cosas, y desvié mi mirada hacía Justin. Este los miraba igual que yo, parecía que también se había dado cuenta de la complicidad de esos dos. Tampoco era difícil de ver.
De repente me di cuenta de desde hace un buen rato todos nos habíamos quedado en silencio, cada uno miraba a un sitio diferente, yo miraba a Justin que este había empezado a mirarme a mí, Mike miraba al suelo sumido en sus pensamientos, Christian miraba a los árboles, habían algunos pájaros cantando y finalmente Ryan, no sé donde miraba Ryan, tenía la mirada perdida.


-          ¿Se ha muerto alguien?- nos miró extrañada Caitlin.
-          ¿Has traído las pipas?- ignoré su pregunta.
-          Aquí están.- me las lanzó- señora simpática.
-          Señorita, por favor.- reí abriendo la bolsa que me había lanzado- ¡Chicos animaros! Que parece un funeral.- me levanté de golpe del banco. Pero nadie se inmuto, así que me empecé a marcar un baile. Al que Caitlin se unió. Estábamos  haciendo el tonto, pero nos movíamos bien. Los chicos empezaron a reír.
-          Bailad algo de Beyoncé.- dijo Justin con una cara pervertida.
-          Yo no me sé ningún baile de Beyoncé.- negó con el dedo Caitlin.
-          Yo solo me sé el baile de “Single Ladies”. Pero no lo pienso bailar sola.- miré a mi lado esperando el apoyo de Caitlin pero ella ya se había sentado con los chicos- ¡Caitlin!
-          Baila tú.- insistió Christian.
-          Baila.- siguió insistiéndome Justin.
-          Que no.- me crucé de brazos.
-          Venga.- insistió Christian otra vez.
-          Que me da vergüenza, que no.- me volví a negar.
-          Justin, seguro que si le das un beso acepta.- me vaciló Christian.
-          Mira, yo bailo lo que quieras, pero deja ese tema Christian.- acabé aceptando para que se callara.
-          Sabía que si te decía es acabarías diciendo que si.- rio Christian.
-          Va, que pongo la canción.- me avisó Justin.
-          Puf, lo que se tiene que hacer.- me tapé con las manos la cara y suspiré profundamente.


Empezó a sonar la música y con ella mis caderas, tal y como lo hacía Beyoncé en su videoclip. Bueno, no tan bien como ella pero lo hacía. Iba mirando al frente recordando cada paso, los chicos y Cait me miraban antentos. Llegó el paso en el que me tenía que dar unas palmaditas en el muslo, ahí los chicos rieron cosa que casi me hace perder la concentración. Seguí bailando al compas de la música, la gente que pasaba por ahí me miraba, unos ya se habían quedado a observarme y eso hacía sentirme algo incomoda. Me tocaba hacer un paso al que temía, me tenía que agachar y estirar una pierna para luego levantarme moviendo las caderas, me salió bien. Seguí bailando, me estaba animando cada vez más. Miré a Justin este me miraba sonriente, embobado y de alguna manera me gustaba. Acabé con los últimos pasos y así se acabó la canción.
Mi respiración era agitada y más al ver el cúmulo de gente que había a mi alrededor, empezaron a aplaudir y yo me quedé bloqueada. Miré a mis amigos con mirada asesina y estos sonreían.
A los pocos minutos la gente se fue dispersando, y me quede algo más tranquila. No dije palabra y fulminé a cada uno de los presentes con mi mirada, eso me pasaba por hacerles caso. Justin lo había grabado todo, lo iba a matar.


-          Justin, que le quitan el puesto a Beyoncé.- le vaciló Mike.
-          Lo has hecho de muerte chica.- me alagó Caitlin- no sabía que supieras moverte tan bien.
-          Tienes swag.- sonrió Justin.
-          No os pienso perdonar.- les señalé con el dedo “amenazándoles”.
-          No había tanta gente cuando empezaste a bailar.- se escusó Justin- espera, espera, espera ¿tu no tenías que decir algo?
-          Ostia, sí.- sonreí al recordarlo- no me había acordado.
-          Mira que no acordarte de eso.- rio Bieber.
-          ¿De que habláis?- preguntó confuso Ryan.
-          Veréis.- dije suspirando para no gritar- ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡VOY A FIRMAR CON LA DISCOGRÁFICA ISLAND RECORDS!!!!!!!!!!!!!!- acabé gritando y a saltando de la emoción.


Todos los chicos se pusieron en pie asombrados, me empezaron a abrazar y a felicitar, diciéndome que me lo merecía, que ya era hora y que lo teníamos que celebrar. Estaba feliz, y no solo por eso, sino por ver que la gente que quiero está ahí, apoyándome, día a día.

Ya se estaba haciendo tarde, decidimos ir cada uno a sus respectivas casas, había sido una tarde divertida como todas las que pasábamos juntos. Solo de imaginarme las dos semanas que íbamos a pasar en la casa de campo de los padres de Mike se me ponía la piel de gallina. Estaba segura que pasarían miles de cosas y todas buenas. Solo quedaba decírselo a mi padre, y que me dejase. Hoy mismo se lo comentaría.

Llegué a casa junto a Justin, quedamos en ir mañana juntos al estudio. Yo tenía que hablar con Scooter y él seguir trabajando. Nos despedimos con un abrazo y dos besos y cada uno se fue hacia su respectiva casa. Al entrar dentro de casa dejé las llaves colgadas en el recibidor. Escuché las risas de mi hermano, eso significaba que no estaba sola en casa. Acabé de entrar y me encontré con mi padre y mi hermano poniendo la mesa.

-          ¿Os ayudo?- les di un beso a cada uno.
-          Ya está todo puesto.- sonrió mi padre.
-          ¿Qué hay para cenar?- pregunté mientras me hacía un moño flojo.
-          Hemos cogido unas pizzas.- dijo el pequeñajo de la casa.
-          Mmm, que hambre.- reí.
Empezamos a comer en silencio, solo se escuchaba el telediario de la tele. Era algo incómodo, así que saqué tema de conversación.
-          ¿Qué tal os ha ido el día?- le di un mordisco a mi trozo de pizza.
-          Genial, he ganado a papá.- dijo mi hermano contento.
-          ¿Sí?- dije haciéndome la sorprendida.
-          Sí, por muchos puntos.- sonrió Alex.
-          Ala, pues me tienes que enseñar a jugar al béisbol, que yo no sé.- el béisbol era un deporte que me llamaba la atención, la cuestión es que no sabía jugar.
-          Sí, sí. Yo te enseño.- dijo contento mi hermano.
-          El viernes podéis ir si queréis.- intervino mi padre en la conversación.
-          Verás, el viernes no puedo.- dije dándole otro mordisco al trozo de pizza- tenemos que comprar los regalos de Cait.
-          ¿Aun no le has comprado nada?- se sorprendió mi padre.
-          Se me ha pasado.- me encogí de hombros.
-          Pues podéis ir el domingo.- propuso otro día mi padre.
-          Es que te quería comentar algo, papi guapo.- pestañeé seguidamente- el cumpleaños de Caitlin lo vamos a celebrar en la casa de campo de Mike, sabes quien es ¿no?- mi padre asintió atento- pues eso, y como a Justin le dan vacaciones pues nos quedaremos ahí.
-          ¿Unos días?- no me dejó acabar mi padre.
-          No exactamente.- dije negando con la cabeza.
-          ¿Una semana?- volvió a interrumpirme mi padre.
-          Dos.- sonreí con una media sonrisa.
-          Con los abuelos de Mike ¿no?- me interrumpió por tercera vez, antes de que pudiera explicárselo todo de un tirón.
-          No, nosotros.- hice una pausa- solos.
-          No creo que sea una buena idea.- se negó mi padre.
-          ¿Por qué?- dije algo sorprendida, ya que no me esperaba esa reacción- soy lo bastante mayor ¿no crees?
-          Tienes 16 años ______(tu nombre).- esa respuesta seguía sin resolver mis dudas de su no.
-          ¿Y? Soy lo bastante responsable ¿no crees?- dije cortante.
-          Lo eres, pero ¿y si pasase algo?- dijo mirándome directamente a los ojos.
-          ¿Qué va a pasar papá?- seguía sin comprender su postura.
-          Vais a estar solos y os podría pasar algo.- bajo su mirada hacía el plato.
-          Puedo tener un accidente en casa, en la calle, en cualquier sitio y por eso me tendría que quedar encerrada aquí y no salir nunca ¿o qué?- estaba perdiendo los nervios- no te entiendo.- suspiré- te pasas los días fuera de casa, no te veo en casi todo el verano, me quedo cuidando de mi hermano y por una cosa que me apetece hacer ¿no me dejas?- me levanté de la silla- venga ya hombre.

Subí las escaleras casi corriendo, me encerré en mi habitación con un portazo y me dejé caer en la cama. Mi comportamiento no era el mejor, lo sé, pero la postura de mi padre tampoco. No me parecía justo lo que me estaba haciendo. Tenía 16 años, y vale, no era del todo mayor, pero tampoco era una cría.  Tal vez él no se podía poner en mi lugar, pero yo tampoco me podía poner en el suyo, no teníamos mucha empatía entre los dos y eso lo deberíamos cambiar. Seguí unos minutos más dándole vueltas a eso.

Aun malhumorada me levanté de la cama y me desvestí, me puse el pijama y cuando ya iba a ir a dormir vi la luz de la habitación de Justin encendida. Sin abrir el balcón me asomé por el cristal, pero no lo veía por la habitación. Al minuto Justin entró por su puerta, me vio ahí y sonrió. De su escritorio cogió como una gran libreta de hojas en blanco y un permanente. En esa libreta escribió: “¿Todo bien?” fruncí en ceño extrañada, pero parecía divertido comunicarse así. Rebusqué en los cajones de mi escritorio y encontré una libreta algo más pequeña de hojas en blanco, cogí un permanente dorado y escribí: “Bueno, podría irme mejor :/”. Justin puso cara de sorprendido y me respondió: “¿Qué ha pasado?” “Mi padre no me deja ir :(”. Le escribí en otro papel. Antes de que me pudiese contestar me adelanté en escribirle: “Te lo cuento mañana, buenas noches guapo”.  Me sonrió y sin darle tiempo a responderme cerré la cortina del balcón. Estaba algo de malhumor, así que lo mejor sería irme a dormir.

Me metí debajo de las sabanas de mi cama. Pensando en como podría convencer a mi padre para que me dejase ir me quede profundamente dormida.


2 comentarios:

  1. Siiiiguelaa!! soy nuevaa reader..

    ResponderEliminar
  2. Me encanta pero no entiendo una cosa, la madre murió cuando la Alex y la protagonista tenían 11 y 2 años (es decir tres años atrás) y ahora Alex tiene 5 y tú tienes 16 ¿Hola? ¿no deberías tener 14? jaja, no sé si me explico... en todo caso la novela mola mucho

    ResponderEliminar