Soltar en una carcajada todo el aire, y después respirar. |
El resto de la noche fue
aburrida, no vi a Justin había salido con los chicos hacía un rato según su
madre. Me había llamado unas cuantas veces pero tenía el móvil sin batería, lo
llamé pero no me lo cogía, lo debería tener en silencio. Así que me puse a
jugar con Alex otro rato ya que estaba aburrido. Cuando estuvo cansado lo
acosté, y me pidió que me quedara a dormir con él, así que le hice caso y me
acorruqué a su lado. Fui cogiendo poco a poco el sueño, al principio me costó,
pero al final me acabé durmiendo.
Unos movimientos bruscos me
hicieron perder el sueño. Fui abriendo los ojos lentamente, tenía bastante
sueño, aunque ayer me fui a dormir algo temprano. Me hacía una idea de quien me
había quitado el sueño. Abrí los ojos de un a vez y me encontré a mi hermano
saltando encima de la cama como un loco. Me eché las manos a la cara ya que
tenía demasiado sueño, a mi hermano le encantaba molestarme.
-
Alex, ¿Qué hora es?- pregunté de mala gana.
-
Las once.- dijo saltando y riendo aun más.
-
¿Ya?- me incorporé rápidamente a la cama- voy a ducharme
enano.
-
Vale.- dijo sin hacerme mucho caso.
-
Baja con Pattie, anda.- lo cogí en brazos y lo bajé al
suelo.
-
Vale.- se cruzó de brazos y salió de la habitación, yo
fui detrás de él.
-
Dile que ahora bajo a desayunar.- alcé un poco la voz
para que me escuchase.
-
Que si.- dijo con tono cansado.
Entré para mi habitación y lo
primero que hice fue ordenarlo todo un poco. Acto seguido rebusqué por el
armario para elegir lo que me pondría hoy. Cuando lo tuve claro puse la ropa
encima de la cama y entré para el baño. Me desvestí, entre en la ducha y me duché
con agua fría. Al acabar envolví mi cuerpo con una toalla blanca al igual que mi
cabello. Me sequé el pelo y con la plancha me hice algunos tirabuzones, después
me hice una trenza alrededor de mi cabeza. Salí del baño y me vestí rápidamente
(http://www.polyvore.com/tuuuurn_me_on/set?id=61688007#stream_box). Había tardado demasiado
haciéndome ese peinado, no tenía nada que hacer pero suponía que Pattie me
estaba esperando para desayunar. Cogí mi iPhone y salí volando de la
habitación, bajé las escaleras y entré a la cocina. Pattie y Alex no estaban,
pero el que si que estaba era Justin, hacía un día que no lo veía. Y raro era,
ya que últimamente habíamos estado muy pegados.
-
Buenos días.- besé su mejilla y me senté enfrente de él.
-
Buenos días.- me sonrió- ¿Cómo estás?
-
Bien, ¿y tú?- cogí una cuchara para comerme los cereales
que ya tenía preparados encima de la mesa.
-
Bien.- sonrió. Sonara tonto, pero esa conversación era
demasiado extraña.
-
Guay.- sonreí sin saber muy bien que decir.
-
¿Qué hiciste ayer?- preguntó para luego comer una
cucharada de cereales.
-
Estuve en la playa.- empecé remover con la cuchara los
cereales.
-
¿Sola?- preguntó extrañado.
-
Sí.- reí en tono obvio- y tú, ¿Qué hiciste?
-
Estar prácticamente todo el día en el estudio.- se
encogió de hombros.
-
¿Y después?- ya sabía que había estado con los chicos,
pero no sabía que habían hecho.
-
Estuvimos en casa de Butler. Te llamé.- no sé si era por
el sueño pero los dos estábamos algo raros.
-
No tenía batería. Luego te llamé yo a ti.- pero no me lo
cogió.
-
Lo tenía en silencio.- se metió una cucharada de cereales
en la boca.
-
Lo supuse.- sonreí- ¿hoy también vas a ir al estudio?
-
Día libre.- alzó los brazos como signo de “victoria”.
-
¡Genial!- dije con entusiasmo- ¿Qué vas hacer?
-
He quedado con un amigo, hace tiempo que no lo veo y está
por Atlanta.
-
Que bien.- dije sonriendo. Me hubiese gustado pasar algo
de tiempo con Justin pero como tenía planes.
-
Si no tienes planes ven con nosotros, me gustaría
presentártelo.- dijo sonriendo.
-
No sé Justin…- no era plan que yo fuese si ellos ya
habían quedado.
-
Venga, que desde antes de ayer no hemos pasado tiempo
juntos.- hizo un pucherito.
-
No puedes vivir sin mi.- bromeé.
-
No te hagas de rogar, si sé que lo estás deseando.- alzó
una ceja.
-
Si me insistes de esa manera, que remedio.- le saqué la
lengua como una niña pequeña.
-
¿Qué hora es?- preguntó Justin.
-
Casi las doce.-
dije mirando la hora de mi móvil.
-
¿Ya?- abrió los ojos como platos- está a punto de llegar,
vamos.
Mientras Justin iba recogiendo la
mesa yo fregaba los platos que habíamos ensuciado, así iríamos más rápido.
Sentía curiosidad por saber quien era ese amigo de Justin, ni siquiera sabía su
nombre. Pero bueno, pronto lo conocería.
Justo cuando acabamos de hacerlo
todo alguien llamó al timbre, supuse que era ese amigo de Justin. Pattie abrió
la puerta y llamó a Justin, era una visita para él. Este salió de la cocina a
paso ligero, yo fui detrás de él. Al llegar a la puerta vi como Justin daba un
abrazo efusivo a su amigo, que por cierto aun no le había visto la cara.
-
Ven, quiero presentártelo.- me dijo Justin- este es…- no
le dejé acabar.
-
¿Mike?- dije sorprendida, ayer en la playa para nada me
mencionó que conocía al mismísimo Justin Bieber.
-
¿_____(tu nombre)?- dijo con la misma cara de sorpresa
que yo.
-
¿Os conocéis?- dijo Justin confundido.
-
¿Os conocéis vosotros dos?- dije señalando a Mike y luego
a Justin.
-
Y vosotros dos, ¿de qué os conocéis?- acabo diciendo
Mike.
-
Qué lio.- dije riendo pero a la vez confundida.
-
No, ahora enserio ¿de que os conocéis?- dijo Justin
haciendo una mueca de confusión.
-
Nos conocimos ayer en la playa.- dije también confusa,
era demasiada casualidad todo lo que estaba pasando. Aunque dicen que las
casualidades no existen- ¿y vosotros como os conocéis?
-
Mis padres son muy amigos del padre de Justin, Jeremmy.-
me explicó Mike- nos conocemos desde hace bastantes años, ¿y tú como la conoces
a ella?
-
Somos amigos desde que me mudé a Atlanta.- sonrió Justin.
-
Que raro todo.- reí haciendo una mueca.
-
Bueno, ¿nos vamos a quedar todo el día hablando de cómo
nos conocimos o qué?- Justin se apartó para que Mike pudiese pasar para dentro.
-
Es un buen plan.- bromeó Mike entrando.
-
Vaya dos.- negué con la cabeza riendo.
La verdad es que había sido una
gran casualidad conocer ayer a Mike. Aunque vuelvo a repetir, para mí las
casualidades no existen, si las cosas pasan es por algo, pero ahora no me voy a
poner filosófica. La primera impresión que me había dado Mike es que era un
buen chico, simpático y extrovertido. Se lleva muy bien con Justin, la verdad
es que parecen bastante amigos, aunque Justin nunca me había hablado de él.
Después de comer Justin y Mike se
pusieron a jugar a la Xbox, yo me quedé un rato mirando como jugaban incluso
jugué alguna partida con ellos, pero al rato me cansé y estaba algo aburrida
así que pensé que lo mejor era dejarlos un rato solos. Y como no tenía nada que
hacer me dio por acabar la canción que había empezado a hacer. Más que acabarla
arreglar algunas cosas, tenía pensado que en cuanto la acabase se la enseñaría
a Scooter o a Usher. Y por lo visto unas cuantas horas fueron suficientes para
acabar todo lo que me quedaba. Hasta pude pasarlo todo a limpio. Así que cogí
todo el trabajo hecho lo guardé en una carpeta y luego la metí en el bolso. Pensaba ir ahora mismo al estudio para
enseñárselo a Usher y Scoot, me hacía ilusión y curiosidad saber que dirían de
lo que había compuesto. Así que sin decir nada a los chicos de que iba a salir
bajé las escaleras y avisé a Pattie de que me iba un momento, y que en nada
volvería. Mi hermano escuchó que iba a salir, así que me suplicó que si podía
venir conmigo.
-
Por fa, por fa, por fa.- insistió nuevamente.
-
Alex, te vas a aburrir y después te querrás ir.- dije
agachándome para ponerme a su misma altura.
-
Pero ¿dónde vas?- aun ni sabía a donde iba y ya quería
venir. Pero es normal, debería estar bastante aburrido.
-
Anda ven.- dije sin contestar a la pregunta que me había
hecho.
Nos despedimos de Pattie dándole
un beso en la mejilla, esta sonriente nos abrazó levemente y me dijo que
tuviera cuidado de Alex. Cuando vas con la calle con mi hermano es difícil
tenerlo controlado siempre esta corriendo, saltando, escondiéndose y tienes que
tener los cinco sentidos activados para no perderle de vista. Así que es mejor
llevarlo en brazos aunque acabe siendo cansadísimo.
Salimos de casa de Bieber y
empezamos a caminar hacía el estudio, mi hermano ya había estado una vez con
Justin y al parecer se portó bien, a ver si conmigo se comporta igual, aunque
difícil lo veo. Alex no es malo, es travieso que son cosas distintas, siempre
le gusta hacer travesuras, pero es muy buen niño, y no lo digo porque sea su
hermana es simplemente que es un buen niño, travieso, pero un buen niño.
-
Alex, no te sueltes de mi mano.- le avisé ya que íbamos a
cruzar la calle.
-
Estoy cansado, ¿queda mucho?- dijo mirando para arriba ya
que yo era mucho más alta.
-
¿Ya estás cansado? Si hace nada que hemos salido Alex.-
me quejé.
-
Cógeme en brazos por fa.- extendió los brazos hacía
arriba. Yo solo me agaché y el subió a caballito.
-
Demasiado mimado estás.- me giré para verlo. Él solo rió
y se acorruco en mi hombro, yo solo sonreí.
Al cabo de un rato llegamos al
gran edificio, el camino se había hecho algo largo. La verdad es que ahora si
me estaba entrando la vergüenza, pero ya que había ido hasta ahí no me iba a
echar para atrás ahora. Encima, seguro que a Scooter le gustaría mi iniciativa
o al menos eso pensaba. Entramos al edificio, dejé a mi hermano en el suelo,
pero cuando me iba a dirigir a recepción Alex salió corriendo piso arriba como
un loco riendo. Me quedé unos segundos en paralizada, analizando lo que acababa
de pasar ¿mi hermano estaba loco o qué? Después de esos segundos eché a correr
detrás de él como una loca escaleras arriba. Subí las escaleras de dos en dos,
pero ni rastro de mi hermano. Salí a la primera planta y lo vi ahí, junto a
Scooter, suspiré aliviada al ver que no lo había perdido. Me dirigí hacía
ellos, estaba algo enfadada con mi hermano, ya era algo mayor para hacer esas
cosas, pero ahora no tenía ganas de echarle la bronca, más tarde tal vez.
Scooter me vio llegar, me recibió con una sonrisa y un abrazo. Yo le
correspondí las dos cosas.
-
Scoot.- dije con una de mis mejores sonrisas.
-
Pequeña.- me saludó Scooter sonriente- ¿Qué te trae por
aquí?
-
Venía a enseñarte una cosa.- reí avergonzada.
-
¿Vienes con Justin?- preguntó cogiendo a mi hermano en
brazos.
-
No, sola. Bueno, con este renacuajo.- un renacuajo que da
muchos problemas.
-
¿Y que quieres enseñarme?- sonrió curiosamente.
-
¿Te lo enseño aquí, en medio del pasillo?- la verdad es
que no me sentía cómoda enseñándole la canción ahí en medio, era algo más
personal.
-
Claro que no.- rio- vamos a mi despacho. Aun con mi
hermano en brazos Scooter se dirigió al ascensor y me hizo un gesto para que lo
siguiera.
-
Soy claustrofóbica.- dije dirigiéndome hacía las
escaleras.
-
¿Cómo Justin?- se echó a reír.
-
Como Justin.- le confirmé riendo.
-
Sois tal para cual.- negó con la cabeza. Y antes de que
pudiera oponerme a ese comentario las puertas del ascensor se cerraron.
Subí lentamente las escaleras,
total solo tenía que subir un piso. Y de mientras fui pensando en Justin, la
verdad es que me gustaba. Y no sé hasta que cierto punto, pero me gustaba. Pero
la idea de romper nuestra amistad me cegaba, no me dejaba ser como yo soy
cuando me gusta una persona. Así que me seguía comportando como su amiga. Esa
idea me dejaba sin sonrisas tontas al verlo, sin suspiros al hablar, sin
insinuaciones, sin casi nada vamos.
Dejé de darle vueltas a eso al
llegar a la segunda planta. Scooter y mi hermano me esperaban enfrente de una
puerta, donde en un rétulo dorado ponía: “Scooter
Braun”. Así que ese era su despacho. Abrió la puerta y me hizo pasar, me
hizo tomar asiento enfrente de él y a mi hermano lo dejó en otra silla, le dio
un papel y un lápiz y se puso a pintar.
-
Bueno, ahora sí. Enséñame eso.- dijo con impaciencia.
-
Voy.- rebusqué en el bolso la carpeta con los papeles
dentro y la puse encima de la mesa.
-
¿Qué es eso?- alzó una ceja mirándolo con curiosidad.
-
Impaciente.- negué con la cabeza riendo. Abrí la carpeta
y saqué los papeles en los que había estado trabajando.
Scooter los cogió con curiosidad
y los empezó a leer y a releer. Su cara era neutra y me estaba empezando a
invadir el miedo ¿y si no le gustaba? La verdad es que a veces soy algo
insegura, lo sé. Lo miré nerviosa apunto de empezar a comerme las uñas de los
nervios. Este alzó la vista de los papeles y me miró riendo.
-
No estés nerviosa.- rio- es perfecta.
-
¿Enserio?- abrí los ojos como platos. Estaba sorprendida,
ilusionada y contenta.
-
Enserio. ¿Te ha ayudado Justin en algo?- siguió mirando
la canción.
-
No, ni siquiera sabe que la he compuesto.- se lo tenía
que decir aun- en lo que si que me han ayudado ha sido en la melodía.
-
Estoy deseando hablar con tu padre.- me miró sorprendido-
tienes mucho talento. No me cansaré de decírtelo.
-
Muchas gracias, enserio.- me levanté de la silla y abracé
a Scooter fuertemente. Estaba muy agradecida por todo lo que estaba haciendo
por mi.
-
Te lo he dicho mil veces, no me tienes que agradecer
nada.- dijo siguiéndome el abrazo- si no te importa me gustaría enseñarle esto
a Usher.
-
Claro.- sonreí.
-
______(tu nombre) me aburro.- se quejó Alex.
-
Te he dicho que te ibas a aburrir.- volteé los ojos.
-
Vamonos.- insistió en irse mi hermano. Sabía que me iba a
pasar eso, con mi hermano siempre pasa. Pero bueno, yo a su edad también lo
hacía.
-
Pues al parecer nos vamos a tener que ir.- le dije al mánager
de Justin encogiéndome de hombros.
-
Ha sido un placer hablar contigo peque.- últimamente casi
todo el mundo tenía la manía de llamarme “peque” “pequeña”, tampoco lo era
tanto no sé.
-
Él placer ha sido mio Scoot.- le di dos besos- nos vemos
pronto.
-
Nos vemos.- me sonrió alegre.
Cogí a mi hermano en brazos y salí del despacho de Scooter. Sin decir
palabra alguna bajé las escaleras hasta la planta baja, algo cansado y más si
tienes a un niño de 5 años en brazos. Al salir del gran edificio dejé a Alex en
el suelo y le hice que me diese la mano, no quería que echase a correr como
otras veces había hecho. Caminé a paso ligero ya que se estaba haciendo tarde.
Pero me fijé que justo en ese momento estaba pasando por delante de una tienda
que se m hacía muy familiar. Era de gorras. Y poco a poco lo fui recordando,
ahí es donde acompañé a Taylor a comprarse una gorra cuando lo conocí. Esa
gorra que se la elegí yo y tanto le gustó. Me paré enfrente de la tienda, un sentimiento
de melancolía invadió mi cuerpo. No había vuelto a saber nada de él, ni lo
había vuelto a ver, ni a llamar. En
parte lo echaba de menos, pero tampoco quería volverlo a ver por el momento.
Mis sentimientos hacía él habían cambiado, se habían enfriado y nunca volverían
a ser los mismos. Aunque mucho más adelante si espero poder arreglar todo esto
y quedar como amigos o como simples conocidos.
Vi como mi hermano se me había
quedado mirando con cara rara, y normal, que tu hermana se pare en mitad de la
calle y se quede mirando una tienda de gorras como una psicópata no es normal,
nada normal. Le sonreí, lo cogí en brazos y luego entré en la tienda de gorras.
-
¿Te gusta esta? – cogí una bonita gorra de NY de la marca
New era.
-
Si, ¿Para quién es?- mi hermano la cogió y la miró más
detalladamente.
-
Para Justin.- sonreí- ¿quieres tu también una?
-
Si.- dijo eufórico.
-
¿De qué color?- recorrí una vez más la estantería llena
de gorras de todas las marcas.
-
Gris y azul.- señaló una que estaba enfrente de él.
-
Para ti la gris y azul y ¿para Justin la negra?- dije mirándolo
con una sonrisa.
-
Justin ya tiene muchas negras.- reí al escuchar eso, no
me preguntéis por qué, pero me entro la risa floja.
-
Vaya.- dije aun riendo- ¿y de que color se la cogemos?
-
Como la mía.- sonrió ampliamente.
-
Esta bien.- reí revolviéndole el pelo.
Cogí la gorra que había señalado
mi hermano, suponía que era de la talla de Justin. Era muy bonita la verdad. La
visera era de un color azul cielo, y la parte posterior de la gorra era de
color gris, con el botoncito de arriba azul, el dibujo que tenia en la parte
delantera era de color azul cielo como la visera. Me gustaba. Fui hasta la caja
con la gorra, había una dependienta bastante simpática.
-
Perdona, ¿tienes esta gorra pero en unas tallas más
pequeñas?- le mostré la prenda que había cogido.
-
Voy a buscarlo.- dijo con una sonrisa. A los tres minutos
apareció con una gorra idéntica pero más pequeña- ¿esta va bien?
-
A ver, Alex pruébatela.- se la puse en la cabeza y le iba
a la perfeccion- perfecta.
-
Pues es la única que quedaba.- rio la chica- que suerte
tienes.
-
Y que lo digas.- le quité la gorra a Alex y la dejé
encima del mostrador para que pudiera cobrármela.
-
Me la quiero poner ya.- dijo mi hermano alegre.
-
Impaciente.- negué con la cabeza riendo- pues cóbrame
estas dos.- señalé a las gorras que estaban en el mostrador.
-
Está bien.- sonrió Sophie. Sophie era el nombre de la
dependienta, y lo sabía por el cartelito que llevaba colgado de su cuello- son
60 dólares por favor.- saqué el dinero de mi bolso y se lo di, estaba justo.
-
Oh, por cierto ¿lo podrías envolver en papel de regalo?-
se la quería regalar a Justin.
-
Claro.- la envolvió ágilmente con un bonito papel morado.
Parecía que todo estaba hecho para Justin.
-
Gracias.- dije cogiendo la bolsa con la caja, y dentro de
esta la gorra.
-
A ti, vuelve pronto.- se despidió Sophie.
Cogí a mi
hermano nuevamente de la mano por seguridad, este iba contento con su gorra. No
paraba de ponérsela para todos los lados, tirarla hacía arriba, mirarla y ese
tipo de cosas. Me gustaba ver tan contento a mi hermano, lo quería mucho,
aunque a veces no tenía paciencia con él. Este verano no estába pasando mucho
tiempo junto a él. Encima, cuando mi padre volviese de su viaje de trabajo,
llevaría a Alex a un campamento de verano de padres e hijos, me hacia a mi más ilusión
que a Alex que fuese ahí con papa. Que por cierto tampoco estaba pasando nada
de tiempo con él, pero bueno, estaba algo acostumbrada. Él volvía el domingo
solo quedaban dos días para su regreso, ya que hoy es viernes.
Ya habíamos
llegado a casa de Pattie y Justin, se había hecho corto el camino y más con la
paradita que habíamos hecho. Alex aun seguía jugando con la gorra. Se la quité
de la cabeza y le revolví el pelo, para luego volvérsela a poner pero del revés.
Rio contento, y entro corriendo a la casa ya que nos habían abierto la puerta.
Entré en la
casa, cerré la puerta, y me quedé en el recibidor observando como Justin le
hacía cosquillas a mi hermano, reí negando con la cabeza, a Justin le gustaban
mucho los niños, debería echar de menos a sus dos hermanitos.
Decidí
unirme a las risas así que dejé la bolsa en el recibidor y eché a correr hacía esos
dos. Me puse detrás de Justin y empecé a hacerle cosquillas, mi hermano entre
risas ahogadas se escapó de las cosquillas de Justin dejándome a mi sola contra
él. Me tiré encima de Justin, este no paraba de reír.
-
No sabes donde te acabas de meter.- dijo sin parar de
reír.
Y en realidad yo si que lo sabía, sabía que
Justin es más fuerte que yo y que en cero coma sería yo la que estaría riéndome
como una loca.
Justin nos hizo girar haciendo
que el quedara encima de mí (que perver queda esta frase jijijiji) ahí iba a
empezar mi pesadilla. Empezó a hacerme cosquillas por las costillas, el cuello,
la barriga, cosquillas en general vamos. No podía parar de reír, me superaba,
había momentos en los que no me quedaba aire. Me reía a carcajada limpia,
soltando todo el aire y después respiraba aliviada. Justin no paraba, seguía, y
a mi ya me empezaba a doler la barriga.
-
Justin, para, para, por favor.- reí. Justin me hizo caso
y dejo de hacerme cosquillas.
Cerré los ojos y suspiré aliviada,
exhalaba e inhalaba el aire agitadamente a causa de las anteriores risas. Abrí
los ojos con una sonrisa, y me encontré la cara de Justin demasiado cerca de la
mía, sentía nuestras respiraciones agitadas ir al compás, su aliento chocaba
contra el mío y el silencio otorgaba la palabra a las miradas. Tenía sus manos
apoyadas en el suelo, aguantando su peso para no dejarlo caer sobre mi cuerpo. Acaricié
su pelo delicadamente, con cuidado, sin movimientos bruscos, con cariño. Él no
dejaba de mirarme a los ojos, su aliento seguía impactando contra el mío,
parecía una droga y yo era adicta a ella o si más no me estaba empezando a
enganchar. Justin quitó un mechón de pelo que yacía en mi cara, lo apartó con
delicadeza, con cuidado como si se fuese a romper. Yo seguí acariciando el
suyo, y sin dejar de mirar sus dulces ojos miel.
Estuvooo muy bakannnn este capitulo me encantoo... <3
ResponderEliminarYovi :D