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sábado, 9 de febrero de 2013

Nothing like us. {31}


De mayor, quiero ser como tú




Me disponía a quitarme la camiseta cuando vi que con la pelota que estaban jugando se les había caído a la piscina. Jazzy se agachó a cogerla.

-          ¡Jazmyn,  no!- me levanté de suelo.


Empecé a correr hacía ella para que no cayese al agua, pero ya había caído.
Me tiré al agua de cabeza sin pensármelo dos veces. La cogí y la saqué a la superficie, por suerte solo había estado debajo del agua unos segundos. La llevé hasta el bordillo de la piscina y la senté ahí. El corazón me iba a mil por segundo del susto, miré a Jazzy también parecía asustada.

-          Jazmyn, ¿estás bien?- le pregunté preocupada.
-          He tragado un poco de agua.- dijo tosiendo.
-          ¿No te has dado ningún golpe con nada?- estaba muy angustiada- ¿te duele algo?
-          No, estoy bien, gracias.- me dijo sonriendo, suspiré algo aliviada.
-          ¿Qué ha pasado?- escuché la voz de Justin, venía corriendo- ¡Jazzy!
-          Me he caído al agua.- dijo mirando hacia el suelo su hermana.
-          ¿Cómo?- preguntó preocupado Justin cogiéndola en brazos.
-          Se había caído la pelota, yo solo quería cogerla.- Jazzy se agarró al cuello de su hermano.
-          ¿Y tú que estabas haciendo?- me preguntó enfadado.
-          Los estaba vigilando, estaba con tu hermano.- le dije extrañada por su reacción.
-          ¿No te puedo dejar sola ni cinco minutos?- me gritó, yo seguía en el agua- ¿y si le hubiera pasado algo, qué?
-          Pero Justin, no ha sido culpa mía.- le dije en un hilo de voz.
-          ¿Sabes el susto que me he metido?- siguió gritándome- ¿es que no sabes cuidar de nadie?


Abrí los ojos sorprendida, esas palabras me estaban haciendo daño, sabía que estaba enfadado y preocupado pero no le daba derecho a decirme esas cosas. Salí del agua, intenté contener las lágrimas pero fue imposible. En menos de dos segundos tenía la cara inundada de lágrimas. Justin dejó a su hermana en el suelo y me abrazó con todas sus fuerzas, me quedé inmóvil, estaba bloqueada, ¿Qué se suponía que debía hacer ahora? Sabía que lo había dicho sin pensar y que estaba arrepentido, sé lo que es estar furioso y que las palabras te salgan solas, pero por algún motivo sentía que necesitaba estar sola. Me despegué de él, miré hacia mi hermano y vi que nos miraba atentos, no quería que me viese así, me sequé las lágrimas y le dediqué una sonrisa.


-          Lo siento, no pensaba lo que decía.- Justin me cogió por los hombros y me miró directamente a los ojos- lo siento, perdóname.
-          Ahora vuelvo.- dije dirigiéndome hacia la puerta.
-          ¿A dónde vas?- mi novio me cogió de la mano.
-          A cambiarme.- dije secamente.


Salí de su casa, estaba totalmente empapada y necesitaba cambiarme. De repente caí en la cuenta de que al tirarme al agua no me había sacado nada de los bolsillos. Metí las manos en ellos, saqué las llaves y abrí la puerta de mi casa mientras tiraba las llaves en el cuenco que había en el recibidor. Seguí rebuscándome en los bolsillos, de ellos saqué billetes empapados también había monedas pero a las monedas no les había pasado nada. Subí las escaleras y entré en mi habitación, me estremecí al recordar que llevaba el móvil en el bolsillo. Lo saqué con las manos temblorosas, mi iPhone estaba totalmente mojado e inservible. Solté un suspiro, eso era lo que menos me importaba en esos momentos, lo dejé encima del escritorio. Cogí ropa interior seca y fui a cambiarme al baño, cerré la puerta y puse el pestillo, aunque la verdad no sé por qué si estaba sola en casa. Me quité la ropa mojada y la puse en el cesto que tenía en mi baño, me puse la ropa interior y me senté en el la taza del váter. La primera discusión con Justin, bueno siempre tiene que haber alguna pelea, alguna discusión, tampoco esperaba que todo fuese perfecto, es más no quiero que sea perfecto, lo perfecto es aburrido. Había recuperado mi buen humor, ahora, más o menos ya había pensado con claridad. Me levanté y abrí la puerta del bañó al entrar me encontré a Justin sentado en mi cama.


-          Joder, que susto.- me llevé la mano al corazón- ¿por dónde has entrado?
-          Supuse que no me abrirías la puerta, así que he entrado por la ventana.- se encogió de hombros.
-          Las ventanas del piso de abajo están cerradas.- dije confundida.
-          He entrado por tu balcón.- me dijo tranquilamente.
-          ¿Estás loco?- dije sorprendida- ¿cómo se te ocurre?
-          Es fácil saltar por ahí, están a poca distancia.- puse los ojos en blanco igualmente se podía haber hecho daño- perdóname.
-          No estoy enfadada.- me encogí de hombros- solo dolida.
-          Eso es peor.- me miró haciendo una mueca como de dolor.
-          Sé que lo has dicho sin pensar.- me puse en su lugar.
-          Sí, sabes que te quiero y que nunca te diría eso enserio.- se levantó.
-          También te quiero.- corrí hacia él y me tire en sus brazos.


Caímos a la cama quedándome encima de él, en ese momento me di cuenta que solo iba con ropa interior, me ruboricé. Quise bajarme de encima de Justin, pero él no me dejó, me sostuvo por la cintura y me apegó más a él, le sonreí, me encantaba hacer las paces con él. Apoyé las manos en el colchón, una a cada lado de su cabeza y me incliné hacia él para besarle. Enredó sus dedos en mi pelo, empezamos un dulce beso, mi lengua buscaba a la suya y una vez la encontró no se quería despegar de ella. Inspiré fuertemente, olía tan bien. Poco a poco el beso fue cambiando, ahora era más carnal, más profundo. Deslizó sus manos por toda mi espalda me estremecí. Puso sus manos en mi trasero, y me apegó aún más a él, era la gloria. Noté su erección debajo de mí, estaba excitado al igual que yo. Me separé de ese profundo beso y metí mis manos debajo de la camiseta que llevaba, sin pensármelo dos veces le fui levantando la camiseta poco a poco. Se incorporó en la cama para facilitarme el trabajo, se la quité de una vez y la tiré al suelo. Volvió a tumbarse en la cama, le sonreí, ahora estábamos piel con piel, me encantaba esa sensación, puedo decir que es una de mis favoritas. De repente Justin me hizo girar y quedé debajo de él.


-          Eres preciosa.- me contempló fascinado.
-          Te amo.- le acaricié suavemente la cara.


Miré a esa cara que tanto quería hipnotizada por esos ojos miel, se inclinó hacia mí cerrando los ojos para nuevamente besarme. Empezamos otro beso, esta vez más dulce y cariñoso. Deslicé mis manos por su espalda hasta llegar a su trasero, sonreí al dejar reposar mis manos ahí, al igual que él. Se separó de ese dulce beso, empezó a darme besos por el cuello, cerré los ojos, ¿estábamos yendo demasiado rápido? Ahora no quería pensar en eso. Abrí los ojos de repente cuando noté que me estaba haciendo un chupetón, reí y le dejé hacer, no me gustaban mucho los chupetones pero dicen que son sellos de amor, no sé. Fue dejando un camino de besos por todo mi cuello, luego fue bajando hasta llegar a mi obligo, dejé ir un gemido, era la gloria. Enrosqué mis piernas en su cintura y tiré de él para que me volviese a besar. Después de ese beso se tumbó a mi lado y besó mi pelo. Me acurruqué en su pecho, y entonces me vino una idea a la cabeza. Casi no tenía fotos con Justin y creo que era un buen momento para hacernos. Me levanté de repente y rebusqué en el cajón de la mesita donde tenía la cámara réflex.


-          Cielo, ¿no crees que estamos yendo demasiado rápido?- dijo Justin incorporándose a la cama.
-          ¿Qué dices?- pregunté extrañada.
-          No sé si estoy preparado para… ya sabes, solo llevamos poco más de una semana.- me dijo frunciendo el ceño.
-          Justin, cariño, solo iba a sacar la cámara de fotos.- estallé a carcajadas.
-          Oh, vaya.- enrojeció de repente.
-          Tonto.- seguí riendo- anda ven.
-          Sigue sonriendo así, te ves tan bonita.- giré la cámara i enfoqué hacia nosotros para disparar unas cuantas veces, empezamos a hacer caretos.
-          No puedo parar de reír.- dije mirando las fotos que nos habíamos hecho.
-          No lo hagas, por favor.- me sonrió con esa sonrisa tan prefecta. Me cogió la cámara y empezó a hacerme fotos- podrías ser modelo.
-          ¿Tú crees?- reí mientras disparaba otra foto- ¿de ropa interior?- bromeé.
-          No creo que esté dispuesto a que otros chicos te vean en ropa interior.- me dijo encogiéndose de hombros.
-          Tampoco quiero que me vean.- le sonreí tiernamente y volví a besarle dejando la cámara a un lado.

Como me gustan las reconciliaciones, son tan bonitas, bueno  al menos las mías con Justin sí lo son. Me acorruqué de nuevo en su pecho y cerré los ojos, ¿se podía estar mejor?

-          ¿______(tu nombre)?- escuché la voz de mi padre desde el otro lado de la puerta.
-          Mierda, mierda, mierda.- susurré incorporándome a la cama, ¿Qué iba a pensar mi padre?- ¡Papá me estoy cambiando!- mentí- ¿Qué quieres?
-          Quería saber si había alguien en casa.- dijo tranquilamente- voy a darme una ducha.
-          Vale.- suspiré aliviada- por cierto, el padre de Justin y sus hermanos han venido.
-          ¿Ah, sí?- dijo aun detrás de la puerta- más tarde pasamos a verlos.
-          Claro.- me dejé caer en la cama aliviada.


Suspiré levantándome de la cama, Justin cogió su camiseta que estaba en el suelo y se la puso, yo fui al armario para buscar ropa limpia y seca, cogí la camiseta que hace unos días Justin me había dejado, la de GAP, unos pantalones cortos vaqueros y unas Converse blancas. Me cambié delante de Justin. Antes de salir de la habitación miré si mi padre rondaba por el piso de arriba, pero se estaba duchando así que Justin y yo fuimos al piso de abajo.


-          Casi se me sale el corazón.- me dejé caer en el sofá.
-          No estábamos haciendo nada malo.- se encogió de hombros Justin.
-          Estábamos en el segundo nivel.- le sonreí pícaramente.
-          ¿Segundo nivel?- Justin se sentó a mi lado y me miró frunciendo el ceño.
-          Hay niveles.- reí divertida.
-          ¿A sí? Ahora me entero.- me miró extrañado, como si fuese un extraterrestre o algo por el estilo.
-          Sí.- solté otra carcajada- está el primer nivel, el segundo nivel, el tercer nivel y el cuarto nivel.
-          Cuéntame de que va cada “nivel”.- dijo haciendo comillas en el aire.
-          Es una tontería.- dije vagamente.
-          Quiero saberlo.- insistió.
-          A ver.- cogí aire, era un tema algo raro del que hablar- el primer nivel son simples besos un toqueteo tonto.- enrojecí al empezar a explicar eso, me daba vergüenza- el segundo nivel es más o menos lo que hemos hecho hoy.- me tapé la cara con las manos, me estaba poniendo como un tomate.
-          Más toqueteo.- rio Justin- ¿el tercer nivel?
-          No lo sé.- me encogí de hombros- nunca he llegado a ese nivel.- reí.
-          Y, ¿te has toqueteado con alguien más a parte de mí?- me preguntó alzando una ceja.
-          Justin…- le regañé- ¿podemos cambiar de tema? Me siento incómoda.
-          No es un tema muy normal.- dijo negando con la cabeza- niveles, toqueteo.- sacudió la cabeza para quitarse esas ideas.
-          Me has preguntado tu.- le pegué un codazo en las costillas.
-          Eso es violencia.- se puso las manos en la parte que le había dado y fingió que le dolía- te gusta hacerme daño, eh.
-          Nunca te haría daño adrede.- le acaricié la mejilla.
-          Lo sé.- acogió mi caricia mientras me besaba la mano.


***


Había pasado un mes desde que la familia de Justin volvió a Florida. Solo habían estado una semana, el tiempo con ellos se me había pasado volando. Ya estábamos en septiembre, concretamente era 6 de septiembre. En poco empezaba las clases y no tenía ninguna gana. Christian estaba raro, distante y no me quería decir lo que le pasaba, estos días le he estado dando vueltas a que he podido hacer mal, pero sigo sin descubrirlo. Justin y yo estábamos mejor que nunca, lo quería tanto igual que él a mí. Hace dos días que hemos hecho un mes, pero como no nos ha dado tiempo a vernos por el trabajo y eso no lo hemos podido celebrar. Llevaba dos días sin verlo y lo estaba echando muchísimo de menos.

Por fin, había firmado con la discográfica, era todo tan nuevo para mí. Ahora tenía una mánager, Alice. Es joven, tiene 24 años se metió muy joven en el mundo de la música y parece que le va muy bien, en poco tiempo nos hemos hecho bastante amigas. También tengo un guardaespaldas, Liam. Casualmente se llama como el de Taylor. Hace poco subí a YouTube mi nueva canción, Who You Are. El videoclip es simple, solo soy yo cantando la canción y tocando el piano. Ha tenido muchas visitas, muchos comentarios positivos y el tema ya está en iTunes, está en el número 10, estoy tan feliz, nunca me habría imaginado que mi sueño, al fin se iba a cumplir, es más, mi sueño se estaba cumpliendo.

Ahora estaba en el estudio, grabando una nueva canción que había compuesto hace poco. En la sala estaban Usher, Alice, Liam y Caitlin.

-          Para, para, para.- me avisó Usher desde el otro lado del cristal.
-          ¿Qué pasa?- dije parando de cantar.
-          Empieza de nuevo, intenta llegar a los agudos.- me dijo sonriente Usher.
-          Joder, necesito una profesora, soy un fiasco.- estaba desesperada, era la tercera vez que tenía que empezar de nuevo.
-          No digas eso.- me regañó él- es normal que a veces no llegues, necesitas entrenar las cuerdas vocales mejor y cuidar más tu garganta. 

Suspiré, sin esfuerzo no hay resultados, volví a empezar de nuevo, esta vez dejándome llevar por la melodía y la canción y en un abrir y cerrar de ojos había acabado de canta, al parecer lo había hecho bien. Desde el otro lado del cristal vi como aplaudía Caitlin, Usher, Liam y Alice emocionados. Sonreí satisfecha, por fin.

-          ¿Lo ves? Lo has hecho perfecto.- me sonrió contento Usher.
-          Ya tocaba.- reí encogiéndome de hombros.
-          Me encanta, me encanta, va a ser un éxito.- Cait empezó a saltar como una loca.
-          Eso espero.- reí por verla tan emocionada.
-          Bueno, creo que por hoy ya es suficiente.- me sonrió tiernamente Alice- por cierto, este sábado tienes que ir a un programa de televisión.
-          ¿Q-qué programa?- dije asombrada, eso sí que era nuevo para mí.
-          Uno.- rio- te gustará.
-          ¿No me vas a decir cuál verdad?- cogí una botella de agua y le di un largo trago.
-          No hasta el sábado.- me miró divertida.
-          ¿Y qué me pongo?- madre mía, ya me estaban entrando los nervios ahora.
-          Ahora tienes una estilista.- dijo en tono obvio.
-          ¿Así?- dije asombrada.
-          Sí.- estalló nuevamente a carcajadas.
-          Joder.- estaba asombrada- bueno, ¿venís a desayunar?
-          Yo tengo trabajo que hacer.- se disculpó Alice.
-          Yo sí.- me respondió sonriente Cait- ¿puedo llamar a Chaz?- por cierto, ya estaban juntos.
-          Claro.- le sonreí tiernamente.
-          Yo voy obligado.- se encogió de hombros Liam. Liam era un hombre, alto y fuerte, muy fuerte. Tenía el pelo castaño y los ojos verdes, para su edad era atractivo.
-          Escucha, ni que fuese tan mala.- me hice la ofendida.
-          Anda vamos pequeña.- rio revolviéndome el pelo.
-          No soy pequeña.- puse morros mientras salíamos de la sala de grabación. Antes de salir me despedí de Usher y de Alice.


Salimos del edificio, la calle estaba limpia de paparazzi, era un alivio. Estas últimas semanas he estado muy agobiada por ellos. Es salir a la calle y me avasallan a preguntas y fotos. Hay algunos días que he estado un poco mal. Ha habido comentarios en las redes sociales que no me han gustado mucho. Había gente que decía que era una enchufada, que no tenía talento y que me estaba ganando fama por Justin. Hay comentarios en cambio que me han encantado, gente que decía que tengo una voz increíble, que sí que tengo talento y que están ansiosos por escuchar más canciones mías y que saque mi primer CD. He empezado a tener algunos fans y eso me sube la moral.

Entramos a un Starbucks, estaba cerca del estudio. Cait llamó a Chaz, este dijo que llegaría en unos 5 minutos, que estaba cerca. Yo llamé a Justin pero no me lo cogió, así que estaría en el estudio pero hoy no lo había visto. Llamé a Christian y tampoco me lo cogió ¿Qué les pasaba? Así que llamé a Mike y a Ryan, que me dijeron que vendrían con Chaz.


-          Tu hermano está muy raro.- le comenté a Cait en la cola.
-          Está tonto, que es diferente.- puso los ojos en blanco mi amiga.
-          No digas eso.- la empujé con cariño- ¿sabes qué le pasa?
-          Ni idea.- se encogió de hombros nerviosa.
-          Me estás ocultando algo.- alcé una ceja y la miré de arriba abajo- te conozco.
-          No te enfades, pero deberías hablar con él sobre lo que le pasa.- se mordió una uña nerviosa- yo no debería decir nada.
-          Ya veo.- ¿Qué le debería pasar?- se lo preguntaría a él si me cogiese el teléfono.
-          Le diré que te llame.- me sonrió- por cierto, ¿Qué tal con Justin?
-          Hace dos días que no lo veo.- le respondí haciendo un mohín.
-          ¿No has hablado con él?- me preguntó sorprendida.
-          Un rato ayer.- me encogí de hombros- no me quiero imaginar cuando empiece el Believe Tour, no nos veremos ni hablaremos.- se me hizo un nudo en la garganta solo de imaginarme eso.
-          No digas eso tonta.- me abrazó por los hombros- haced video llamadas todos los días.
-          No es tan fácil. La diferencia de horario.- dije entristecida.


Dejamos ese tema de conversación ya que nos tocaba pedir a nosotras, yo me cogí un chocolate caliente con una magdalena de chocolate también pedí por Liam y por Ryan mientras que Cait pidió por ella, Mike y Chaz.

Cuando volvimos con el desayuno Chaz, Mike y Ryan ya habían venido. Los saludamos y nos sentamos con ellos. Hacia unos días que no los veía, y me alegraba mucho de verlos. A los minutos nos trajeron el desayuno.

-          Os echaba de menos.- dije haciendo un puchero.
-          Exagerada, hacia solo cuatro días que no nos veíamos.- Ryan me abrazó por los hombros.
-          ¿Te parece poco?- le saqué la lengua como una niña pequeña.
-          Sí.- rio él.
-          ¿Qué habéis e…?- no pude acabar mi pregunta, alguien me estaba tirando de la camiseta. Me giré y vi a una niña de unos seis años sonriéndome- hola bonita.- le sonreí.
-          Hola.- dijo vergonzosa- ¿eres ______(tu nombre completo)?
-          Sí, soy yo.- reí  bajándome de la silla, me agaché para mirarla mejor.
-          ¿Me puedo hacer una foto contigo?- me preguntó mostrándome una cámara.
-          Claro cielo.- le sonreí ampliamente- ¿chicos nos hacéis una foto?- dije dándole la cámara a Ryan.
-          Claro.- sonrió él.
-          Ven cielo.- dije cogiéndola en brazos.
-          Me gusta mucho tu canción, eres muy guapa, de mayor quiero ser como tú.- me dijo agarrándome fuerte por el cuello.


Ryan hizo la foto y yo me quedé hablando un rato más con María, así se llamaba la niña. Era un cielo, una de mis primeras fans. Volvió con su madre al rato, nos lo habíamos pasado bien con ella.


-          ¡Jo! ¡Echo de menos a Justin!- rompí el silencio que se había creado.
-          Yo también te he echado de menos.- sentí como unas manos me rodeaban el cuello, y alguien me besaba la cabeza. ¡POR FIN IBA A VER A JUSTIN!



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He tardado lo mío, como siempre. Pero esta vez he estado liada con los exámenes. Ahora que los he acabado dedicaré más tiempo a escribir. Lo prometo. Bueno espero que os haya gustado el capítulo, ya sabéis comentad y sacadme una sonrisa. Gracias por el apoyo de todas, os quiero. 

1 comentario:

  1. ❤siiigue! ❤ ¡Me encanta! Pero bua me da mucha pena Chris...:/ Espero que se solucione todo :)❤
    Sigue escribiendo, llegarás muy lejos con tu increíble talento =D❤

    Kisses***❤

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