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domingo, 14 de julio de 2013

Nothing like us. {51}

Love Me Like You Do



Ahí estaba yo, arreglándome a toda prisa para ir a Staples Center para ver un partido de los Lakers junto a Justin. No quería ir muy arreglada, ya que sólo era un partido, pero después tenía que ir a un programa de radio de Hollywood así que cambiaría mis Vans por unos tacones y listo. (http://www.polyvore.com/hipsta_please/set?id=88019675) Justin iba monísimo, llevaba una camiseta blanca, unos pantalones vaqueros con una chaqueta más o menos de la misma tonalidad y unas Supras blancas, perfecto, como siempre.

—     ____, Justin. —nos llamaron la atención nuestros managers— no lleguéis tarde.
—     ____, tienes que ir a la entrevista de radio. —me recordó Alice.
—     Y tú Justin, tienes que ir a otra radio. —le recordó también Scooter.
—     Entendido, captado, cogido al vuelo, vale. —alcé los pulgares— os llamaremos cuando acabe el partido.
—     Pasadlo bien. —dijeron al unísono con una gran sonrisa.
—     Lo haremos. —rio Justin cogiéndome por la cintura.

Salimos del hotel agarraditos como dos tortolitos, vamos, lo que somos y subimos al coche negro con los cristales tintados que nos esperaba en la puerta, conducía Kenny y como copiloto estaba Moshe. Rápidamente Kenny arrancó el coche y puso rumbo al Staples Center, el partido estaba por comenzar.


—     Primera fila. —me sonrió Justin mientras me hacía una reverencia para que me sentase.
—     Como no, tenías que comprar tú las entradas. —puse los ojos en blanco y me senté.
—     Si no, no sería un buen novio cielo. —se sentó a mi lado.
—     ¿Y Kenny y Moshe? —pregunté al no verlos cerca.
—     Están más arriba. —se encogió de hombros— quería estar a solas contigo. —besó la comisura de mis labios.
—     Justin…—me medio quejé— estamos en público.
—     Bueno, soy una persona normal, ¿no? —me vaciló— y hago cosas normales con mi novia normal.
—     Ya claro. —reí— hemos venido a ver un partido de baloncesto no a darnos arrumacos.
—     Podemos hacer las dos cosas. —movió las cejas hacia arriba y hacia abajo.


***


El partido de baloncesto casi había acabado. Nos lo habíamos pasado genial, no paramos de reír ni un segundo y al parecer Justin no había entendido el término “estamos en público”. No había parado de abrazarme, besarme (en la mejilla), jugar con mi pelo, acariciarme y otro sin fin de cosas más en todo el partido. Y bueno, sinceramente yo también lo había hecho, por favor es imposible no hacerlo.

Ahora tocaba una de las partes más divertidas del partido, no tiene nada que ver con el juego, pero es divertido igual. La Kiss Cam. En la grande pantalla que colgaba del techo en medio de la pista de baloncesto, pronto empezaron a salir parejas de todo tipo, jóvenes, adolescentes, abuelitos, adultos, había parejas que lo eran, otras que no, besos en la mejilla, besos en la boca, besos por compromiso, personas que se asustaban al verse, otras que les entraba la risa floja, unas que se motivaban otras que les daba igual, etc. En resumen, el estadio se llenó de risas en poco tiempo, era muy divertido ver las diferentes parejas que salían. Y lo mejor fue cuando en la gran pantalla salieron las caras de Kenny y Moshe, obviamente era una broma, la cual todo el mundo rio, el estadio se llenó de aplausos y las caras de los guardaespaldas de Justin eran un dilema, a Justin y a mí se nos saltaron las lágrimas de la risa. Hasta que por la pantalla salieron nuestras caras.

Primero nos miramos en la pantalla flipados, ahora ya no tiene gracia pensé aunque si la tenía, y mucha. Todo el mundo empezó a reír y a aplaudir, Just y yo nos miramos, yo me eché a reír ante la situación. Entonces Justin asintió y delicadamente me cogió por la nuca y me acercó a él lentamente, nos dimos un pequeño piquito y luego me escondí detrás de él. Los espectadores volvieron a aplaudir, silbar y reír, al igual que Justin y yo, era muy gracioso.


—     Te he dejado carmín en los labios. —reí mientras le limpiaba el pintalabios a Justin.
—     ¿Y me avisas ahora? —me miró incrédulo— ¿he ido con pintalabios en los labios todo este tiempo?
—     Me he dado cuenta ahora. —reí mientras entrábamos al coche— ¡estate quieto! —le pedí al ver que no dejaba de hablar.
—     Si mí…—le cerré la boca con otro beso, llenándolo más aun de carmín— ¿me has dejado marca?
—     No. —mentí.

Kenny empezó a conducir de nuevo, primero me llevaría a mí a la emisora de radio en la cual me esperaba Alice, Liam y otras personas de seguridad para dar la entrevista. Luego, llevaría  a Justin a la emisora de radio que tenía que ir él, allí le esperaban los chicos y Scooter.

De camino cambié mis Vans por unos tacones clásicos y negros y luego metí mi camisa por dentro del pantalón para dar un toque más “elegante” y en poco tiempo llegamos a la emisora de radio.


—     Después de las entrevistas—


Había quedado con Justin en el hotel, él había acabado antes que yo así que suponía que ya estaría esperándome allí. Aun no tenía ni idea de que haríamos, hoy el tiempo había cambiado y el cielo de Hollywood se había pintado de un gris intenso, las calles se habían inundado por la lluvia y los relámpagos y truenos no paraban de verse y oírse en el cielo. A veces me gustan las tormentas y otras no, soy rara lo sé, pero eso varía dependiendo de mi humor.

Crucé corriendo las puertas del hotel para no mojarme mucho por la lluvia, casi no había fans afuera y normal, con la que estaba cayendo para quedarse ahí. Al entrar me encontré a los chicos en el recibidor, caminando de arriba para abajo nerviosos, también estaban algunos chicos y chicas de mi Team y algunos del de Justin.

—     ¿Qué le decimos ahora? —preguntó Caitlin nerviosa.
—     ¡Pues la verdad! —le gritó su hermano— ¿o quieres mentirle otra vez? Por qué yo ya paso, no quiero perderla a ella por las tonterías de Justin.
—     ¡Los dos son nuestros amigos! —le reprochó su hermana.
—     ¡_____ no hace esas cosas! —le siguió gritando su hermano.
—     ¿Qué cosas? —le preguntó su hermana sin comprender.
—     ¿Qué me tenéis que decir? ¿Qué ha hecho Justin? —acabé interviniendo yo, realmente estaba asustada y mucho— ¿qué mierda pasa? —volví a preguntar al no obtener respuesta.
—     Tranquila. —me abrazó por los hombros Ryan— exageran.
—     ¿Qué pasa joder? — miré a todos, ¿debía preocuparme o no?
—     Justin no va a poder estar contigo hoy por la tarde. —me aclaró Christian.
—     ¡Idiotas! —reí— me habíais asustado imbéciles. —suspiré aliviada.
—     Porque está con Selena. —acabó de decirme Christian.
—     ¿Qué? —volteé para mirar a Christian— ¿qué hace con esa zor…? —Ryan me tapó la boca para que no dijese ese taco— increíble.

Me dejé caer en el suelo ya que me habían empezado a temblar las piernas por los nervios. Justin con Selena, juntos, como amigos, justo ahora, eso no cuadraba. Justin no me había hablado de ella, no me había dicho nada de que lo hubiesen arreglado o hubiesen hablado o ¿tal vez me lo había estado ocultando? Pero, ¿por qué? Oh dios, otra pelea con Justin no pensé. Sabía que se iba a liar, y acababa de reconciliarme con él, eso no podía estar pasando. Suspiré estresada intentando buscar una respuesta a todas las preguntas que habían aparecido en mi cabeza, intenté calmarme pero fue imposible.

—     No tienes que ponerte así. —comentó Caitlin.
—     Justin está con su ex. —si quieres hago una fiesta pensé para mí.
—     Bueno tú también lo has estado. —me retrajo.
—     Lo mío era para un programa de televisión y jamás he dejado a Justin plantado por Taylor. — ¿de qué parte estaba? — sabes que si fuese cualquier otra chica no estaría así.
—     Bueno Justin te quiere y sab…
—     ¡Ya sé que me quiere! —interrumpí a Chaz— lo que me jode es que me oculte las cosas y me deje plantada.
—     Ahí te doy la razón. —levantó las manos Chaz señalándome.
—     Tampoco es para tanto. —intentó calmar las cosas Caitlin.
—     Chaz, ¿podrías hacerle lo mismo a Caitlin? Para que lo compruebe y tal. —en cierto modo me estaba pasando pero me daba rabia que le diese parte de razón a Justin cuando no la tenía— estoy harta de pelearme con Justin. No aprende.
—     Te oculta ciertas cosas para no preocuparte, no lo debería hacer pero te quiere. —se sentó a mi lado Ryan.
—     Tal vez esté haciendo demasiado drama. —me encogí de hombros— va, vayamos a tomar algo por ahí. —fingí una sonrisa, sólo quería encontrarme a Justin por ahí y comprobar con mis propios ojos que estaba con esa.
—     ¿Con la que está cayendo? —preguntó no muy convencido Chaz.
—     Vamos, nos vendrá bien despejarnos. —me apoyó Ryan.

Cogimos dos paraguas, Caitlin y Chaz se pusieron juntos en uno y Ryan, Christian y yo cogimos el otro y nos apretujamos como pudimos debajo del paraguas. Decidimos ir a un Starbucks que había cerca del hotel, ya sabéis, para no caminar demasiado.

—     Me estoy mojando el culo. —me quejé al no tener demasiado espacio en el paraguas.
—     Pues no es que lo tengas muy grande. —bromearon los chicos.
—     ¡Eh! —me quejé— Justin me dice que el mío es mejor que el de Beyoncé.
—     ¿Enserio te ha dicho eso? —preguntó Ryan incrédulo.
—     Tiene que estar muy enamorado. —negó con la cabeza Christian.
—     Bueno, vale ya de hablar y criticar a mi culo, ¿no? —me lo miré en el reflejo del escaparate de una tienda— tampoco está tan mal.
—     Seguro que te has puesto relleno. —estallaron a carcajadas los chicos.
—     ¡Cabrones! —acabé riendo con ellos, pero no sin antes darle dos codazos a Ryan y Christian en las costillas, haciendo que saliesen fuera del paraguas.

Aprovechando eso empecé a correr como una loca para que no pudiesen meterse de nuevo debajo del paraguas. Se lo merecían, se habían pasado con mi trasero. Christian y Ryan no pararon de correr hasta atraparme y como yo quería estaban casi empapados del todo. Les abracé amistosamente y volvimos a estallar a carcajadas.


Llegamos al sitio en cinco minutos, no había mucha gente, cosa que me aliviaba ya que no quería llamar mucho la atención y ser reconocida. Nos sentamos en una mesa al fondo de la estancia, estaba al lado de la ventana y con un sofá redondo y negro alrededor de la mesa. Bastante acogedor, la verdad.

—     Hola chicos. —nos saludó una mujer de unos cuarenta años— ¿sabéis lo que queréis ya?
—     Yo sí. —me lo había pensado por el camino— un chocolate caliente y una madalena de chocolate y unas galletas también.
—     ¿De chocolate? —preguntó la camarera.
—     Ajá.
—     Joder, te vas a lucir con el chocolate. —rio Caitlin.
—     Me apetece mucho. —reí.

En unos minutos nos trajeron todo lo que habíamos pedido, que no era poco. Entre Ryan que comía más que el mismísimo Homer Simpson, y Christian y Chaz que no se quedaban cortos nos faltaba sitio en la mesa. Miré a esos locos comer como si no hubiese mañana, y se me escapó la risa, son de lo que no hay.

—     Tranquilos chicos, la comida no se va a ir de ahí. —seguí riendo.
—     Por si acaso. —dijo Chaz con la boca llena.
—     ¡Oh Chaz! —le tapó la boca su novia.
—     ¡Qué asco tío! —me tapé los ojos— eres un cerdo. —acabé riendo.
—     ¿Estás mejor ya? —me preguntó Christian.
—     ¿Por…?—ah vale, ahora lo recuerdo— gracias, ni me acordaba.
—     Lo siento. —hizo una mueca Chris.
—     Tranquilo. —le di un sorbo a mi chocolate.
—     Bueno ____, ¿qué harás cuando vuelvas a Atlanta?
—     Pues vida normal. —me encogí de hombros ante la pregunta de Ryan.
—     Ya, pero te has perdido mucha clase. —comentó Caitlin.
—     Vosotros os estás perdiendo la misma clase que yo. —les recordé.
—     Pero nosotros no tenemos que ir al estudio ni tenemos un novio de gira. —me recordó ahora Christian.
—     Ya bueno, improvisaré. —me encogí de hombros— lo que venga bienvenido sea.
—     Pues ahí viene Jus. —señaló con la cabeza Caitlin.
—     ¿Viene con esa? —le pregunté al no querer girarme.
—     Ah… mhm. —cuando oí esa confirmación apreté mis puños con toda mi fuerza, haciendo que la magdalena que tenía en las manos quedara completamente aplastada, manchando así mis manos y mi camiseta— _____, para, te estás manchando. —me quitó la magdalena mi amiga.
—     ¡Mierda! —casi grité.
—     Tranquila, respira. —me rodeó el cuello Ryan.
—     Tengo ganas de…—volví a apretar mis puños— ¡tiene un morro que se lo pisa, joder!
—     Como sigas gritando se dará cuenta que estás aquí, vendrá, te cabrearás y se armará la de dios. —me explicó Ryan.
—     Voy al baño a limpiarme esto. —puse los ojos en blanco.

Me abrí paso entre las mesas y sillas del local hasta llegar a los baños. Sólo desvié mi mirada hacia Justin una sola vez y si efectivamente estaba con Selena. Reí para mí irónicamente, era increíble, no porque estuviese con Selena su famosísima ex sino porque me había dejado plantada por esa y ni siquiera había tenido los huevos de llamarme para avisarme.

Me lavé las manos deshaciéndome de todo el chocolate que tenía en ellas. Qué asco, estaba empalagosa y lo único que quería era salir de ahí lo más rápido posible. Miré mi camiseta. La parte de abajo estaba hecha un asco por las manchas de chocolate, aunque no se veían demasiado. Le puse algo de agua y froté un poco, pero al ver que no desaparecían me subí la camiseta a la altura de un top y ahí me hice un nudo para que no se bajase. De esta manera ya no se veían las manchas.

Salí del baño algo más relajada, si me encontraba a Justin lo único que tenía que hacer era ignorarlo ya que iba con Selena y no le daría el placer de verme enfadada y celosa, así que, como si nada. Al llegar a la mesa vi a Justin sentado en mi sitio y me quedé de piedra, eso ya sí que era el colmo, busqué en mi bolsillo dinero para pagar lo que habíamos comido, no pensaba quedarme ahí, eso hubiese sido de locos.

—     Me voy chicos. —con un golpe de mano dejé cincuenta dólares en la mesa— nos vemos luego.
—     _____, no seas así quédate. —me pidió Christian.
—     Es que estoy cansada y no me encuentro muy bien. —mentí.
—     ¿Es que no me vas a saludar? —me llamó la atención mi novio.
—     Adiós chicos. —me despedí con una sonrisa forzada ignorando la pregunta de Justin.

Sí, lo sé, tal vez mi comportamiento no era el más maduro, pero en esas situaciones prefiero calmarme y no escuchar a decir cualquier barbaridad y tomármelo mal. Salí por la puerta a toda prisa, sabía que Justin vendría a pararme los pies así que intenté evitar ese encontronazo. Pero fue en vano. Al salir a la calle alguien me agarró por el brazo haciéndome parar en seco.

—     ¡Oye, para! ¿Qué te pasa ahora? —increíble, como si no lo supiese.
—     No tengo ganas de discutir otra vez Justin, estoy harta de las peleas. —le puse algo más de drama, tal vez si lo exageraba me dejaría irme.
—     Pues habla conmigo.
—     Ahora no Justin, luego. —intente zafarme de su mano, pero ésta agarró la mía con más fuerza.
—     No quiero que estemos mal de nuevo. —sus ojos expresaban culpabilidad.
—     Ni yo. —pero no daría mi brazo a torcer— pero hay cosas que no.
—     ¿Es Selena? —“dedujo”.
—     ¡Claro que es Selena, joder! Me dejas plantada por ella, ni me avisas, me ocultas que has estado hablando con ella y voy a estar bien contigo. —espeté— deja que me vaya ya, joder. —ahora si me zafé de su mano— ¡vete con Selena y haz lo que quieras, ya no me importa!

Justin se quedó ahí plantado, debajo de la lluvia y observando cómo me iba. Vale, me había pasado, no había pensado en lo que decía y yo también la había cagado. Sé que mis palabras habían herido a Justin y eso… eso me destroza a mí también, más que toda esa discusión. Volteé para mirarlo por última vez antes de girar la calle, joder, como le quería. Pero mi orgullo me estaba jugando otra mala pasada, como siempre.
Llegué al hotel completamente empapada ya que no había cogido paraguas al salir de Starbucks. Había una treintena de fans en la entrada, al verme vinieron corriendo hacia mí. Me pidieron autógrafos, fotos, abrazos y obviamente no iba a ignorarlos ni a irme corriendo. No me importaba tener que estar bajo la lluvia y ponerme enferma, se lo merecían, ellos también merecían cumplir su sueño.


—     No me creo que te haya conocido. —una chica empezó a llorar desconsoladamente.
—     Cielo, no llores. —la abracé.
—     Lloro de felicidad. —dijo llorando aún más.
—     Eso es bueno. —reí— siento no haberos conocido antes. —me encogí de hombros.
—     ¡Eres perfecta! —gritaron los del fondo.
—     ¡Te queremos!
—     Oh, que tiernos. —aun no me acostumbraba a esto— chicos tengo que entrar ya, gracias por estar esperándome aquí y por vuestro apoyo, os quiero muchísimo.

Me despedí dando los últimos abrazos, y a la chica que aún seguía llorando desconsoladamente le regalé una pulsera que llevaba con mi nombre, para que sonriese cada vez que la viese. Mi humor había mejorado algo gracias a esos chicos de ahí fuera. Pero Justin seguía nublando mi cabeza de preguntas.

Entré al hotel, subí las escaleras rápidamente y me metí en la habitación de Justin. Sonreí al ver todas sus cosas por ahí tiradas, tan desordenado como siempre. Empecé a ordenar la habitación, sí, soy algo bipolar, estando enfadada con Justin le ordeno la habitación. Cuando acabé de hacerlo me duché y me puse una camiseta de Justin. Olía a él.

Al salir de su habitación me encontré a los chicos rondando por el pasillo, ya habían vuelto, pero Justin no estaba. ¿Se había quedado con esa fulana?

—     ¿Ya habéis vuelto?
—     No, somos clones. —me contestó sarcásticamente Christian.
—     Ja, ja, ja, que gracioso. —puse los ojos en blanco.
—     ¿Qué haces con la camiseta de Justin? —me preguntó Chris.
—     Comérmela. —ahora la que utilizaba el sarcasmo era yo.
—     Ja, ja, ja, que graciosa. —me imitó Christian— ponte pantalones cerda.
—     Que te vayas. —acabé riendo— ¿y Justin? —me atreví a preguntar.
—     A bajo. —contestó Caitlin.
—     ¿Con la que está cayendo? —pregunté extrañada— ¿es idiota o qué?

Hice el mismo recorrido de nuevo pero a la inversa, pasillo, escaleras, entrada principal y jardín. Seguía diluviando y en el poco tiempo que había estado fuera me había vuelto a empapar de nuevo. Qué más da mojarme más, no vendrá de aquí. Así que fui a buscar a Justin por el patio de atrás del hotel. Y bingo ahí estaba.

—     Hace buen tiempo, eh. —me senté a su lado.
—     ____. —dijo mi novio sorprendido— ¿qué haces aquí?
—     Supongo que tenemos que hablar, ¿no? —me encogí de hombros— sobre lo que te he dicho antes, estaba muy enfadada y no he pensado mis palabras. Si me importas y no puedes hacer lo que quieras ni irte con Selena. —le pegué un codazo amistosamente.
—     Sobre Selena, es complicado. —el corazón se me paró— no te he hablado de ello porque no quería preocuparte y que se la liaras. —sonrió— me ha estado “acosando”. —hizo comillas con los dedos— insistía en que todo podía ser como antes y en que si pasaba una tarde con ella volvería a sentir lo mismo.
—     Y tú… ¿has dudado? —dije con dificultad.
—     ¡No! —me miró a los ojos sujetándome la cabeza entre sus dos manos para que le mirase— he quedado con ella para que me dejase en paz, porque la persona de la que estoy enamorado eres tú y no ella y  nada va a cambiar eso cielo, ¿ahora lo entiendes?
—     Lo siento cielo. —me tiré a su espalda abrazándolo fuertemente y dándole besos por todas partes— te quiero, te quiero, te quiero, te quiero.
—     Yo te quiero más amor. —me cargó a sus espaldas y empezó a caminar hacia la entrada— llevas muy poca ropa. —tocó mi trasero.
—     ¡Hostia! —caí en la cuenta— para que veas lo importante que eres para mí, idiota. —besé su cabello mojado para después peinárselo como a él le gustaba.
—     ¿Nos duchamos juntos?
—     ¿No te ha bastado con esta duchita? —reí a carcajada limpia.
—     No. —dio un pequeño saltito para colocarme bien en su espalda— ¿te vas a bañar conmigo?
—     ¿No era duchar?
—     Ahora es bañar. —bromeó.
—     Me lo pensaré. —besé su cuello.

Volvimos a entrar al hotel, con todas las miradas puestas en nosotros. No por el hecho que fuésemos conocidos, sino por las pintas que llevábamos. Evitando todas las miradas entramos a la habitación de Justin, no había nadie entonces Justin me tiró a la cama delicadamente haciendo que estallásemos a carcajadas los dos.

—     Voy a ducharme princesa. —besó mis piernas.
—     Vale cielo. —me incorporé a la cama.
—     ¿Estás segura que no quieres venir? —dijo desvistiéndose.
—     Idiota. —reí.

Me lo tomaba a broma, lo decía en broma. Pero verdaderamente él quería que me lo tomase enserio y yo quería que hablase enserio, así que sí éramos algo idiotas.

—     Vaya, hoy hay espectáculo. —Biebs se estaba desvistiendo delante de mí, se quitaba la camiseta bailando sensualmente para luego quitarse los pantalones y así quedarse en bóxers. Entonces, se giró para ir al baño y de un tirón se los quitó, mostrándome su… trasero— ¡Justin! —estallé a carcajadas, vaya, iba enserio— gírate.
—     Si quieres ver lo que hay delante ven a la ducha. —estalló a carcajadas al igual que yo.

Prácticamente lloraba de la risa, Justin y yo bromeando sobre eso, enserio, no podía parar de reír. Entre carcajada y carcajada me levanté de la cama y recogí la ropa que había tirado Justin. Miré su ropa recordando lo que acababa de pasar, es un caso, se me volvió a escapar otra carcajada.

Al pasar por al lado de la puerta del baño escuché el agua de la ducha y sin pensármelo dos veces entré. Me quité la camiseta. Estaba nerviosa muy nerviosa, quería hacerlo pero en parte tenía miedo, no sé de qué. Justin es mi novio y tengo muchísima confianza con él pero en estas cosas soy algo novata, jamás en la vida me he metido con un chico en la ducha y… bueno, no sé. Respiré hondo y volví a coger carrerilla. Me quité la ropa interior y abrí las puertas de la ducha.

Al meterme Justin dio un respingo por el susto. Pero pronto le cambió la cara. Me miró de arriba abajo con una sonrisa de oreja a oreja y yo inevitablemente miré ahí abajo y… vaya.

—     Mis ojos están aquí. —rio Justin levantándome la cara para que lo mirase a él.
—     Sorpresa. —sonreí nerviosa.
—     Eres increíble. —besó mis hombros desnudos y encendió el agua caliente para que quedásemos bajo esa lluvia artificial.
—     Te quiero. —besé su torso desnudo.
—     Y yo a ti pequeña. —me rodeó con sus brazos.

Entre caricias, besos, risas, bromas, tonterías y Justin cantándome Love Me Like You Do nos quedamos un buen rato bajo el agua.
(Clicad en Love Me Like You Do)


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Bueno chicas, mil disculpas por no subir antes, pero enserio, me ha costado muchísimo escribir este capítulo no estaba para nada inspirada y no sabía muy bien de qué escribir. Pero creo que ha quedado bien. Prometo que el siguiente capítulo lo subiré antes, ¿sí? Y nada, que estoy súper contenta por todas las visitas que está teniendo la novela, los comentarios y todo, enserio mil gracias cielos, leo todos los comentarios que me dejáis y cada uno de ellos me sacan una sonrisa por corto que sea, enserio gracias. Os quiero.

9 comentarios:

  1. Me ha encantado cielo.. no te preocupes cariñoo Siguiente porfa. y que sea como tu dices pronto. enserio me encanta :) Bss con swagesura

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  3. Ahhhhhhhh super me encanto la amo
    Siguela pronto que super no es por nada pero no quiero que selena salga mas
    By: swag

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  4. Bxhsjdbxusjzhcusis me encantó !! Sube antes como tú has dicho, LA AMO ♡♥♡♥

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  5. jaskjaskjaskjask!! Nada no soy nada jajaja que genial me ha encantado debes seguirla pronto porque esta genial Dios al baño, al baño, estan ahí jajajaja me ha encantado, escribes muy bien, me ha encantado jmmm Selena -.- jmm Justin no será que tu la estabas acosando??, Pero yo te amo a ti ______, Bueni (así todas caen xD) jajaja... Super, espero con ansías el proximo capitulo, Besos!! SWAG

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  6. Aaaaaaahhhhhh !!!! Cuando salió lo de selena me iba a dar un ataque ok ?????

    Oye que capítulo tan perfecto !!!

    Siguelaaaa

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  7. Me encanta !!!! Por dios que no lo estropée nada ni nadie.

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  8. aksjehfcbnkajfhb Escribe pronto por favor!!
    Me va a dar algo menuda intriga!
    No dejes de escribir cariño! <3

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  9. asdfghjklfdsawdfhjklkiuytre mori con love me like you do jajajajaja te amo melona

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