'La fiesta' (MARATÓN) |
—
¡Joder,
mira por dónde vas, me lo has echado todo encima!
—le grité a la persona que tenía delante al ver que me había tirado la copa que
llevaba encima.
Sin darle tiempo al muchacho para que se
disculpase o al menos para que pudiese ver mi rostro salí pitando de allí.
Estaba agobiada con tanta gente y además me acababan de echar una copa por
encima, ¿qué me iba pasar más esa maldita noche?
Limpié mis lágrimas y respiré hondo. Pensé por un
momento en quedarme en el jardín trasero de la casa pero seguía habiendo
demasiada gente por allí, además podía aparecer Justin y de seguro que si
aparecía nos volveríamos a pelear. Así que opté por salir a la puerta de la
casa, allí por lo menos me alejaría de la multitud y de todo ese humo de
cigarros y lo que no eran cigarros.
—
¡Eh! —escuché una voz detrás de mí— no me has dado tiempo
a que me disculpase.
Puse los ojos en blanco, ¿es que no se puede estar
ni un puto segundo sola? Con cara de pocos amigos volteé para ver por qué me
molestaba otra vez ese chico. Pero al ver su rostro pronto cambió mi cara,
Harry Styles acababa de pedirme disculpas por tirarme una copa encima. Sin
habla. ¿Cómo debía reaccionar y comportarme en ese momento? ‘Como una fan enloquecida no’ pensó por
mí mi subconsciente.
—
¡Harry! —corrí a abrazarlo como si lo conociese de toda la
vida.
—
¡_____! —correspondió mi abrazo.
—
Tenía muchísimas ganas de conocerte. —le di un beso en la
mejilla como saludo.
—
Y yo a ti, desde que vi tu entrevista con Ellen. —soltó
unas cuantas carcajadas.
—
Oh, vaya. —me sonrojé.
—
¿Sabes dónde está Justin? Aun no lo he visto.
—
Y es mejor que no lo veas. —recordé la discusión que
habíamos tenido.
—
¿Le pasa algo? —me preguntó preocupado.
—
Hemos discutido, está cabreado y supongo que habrá bebido
más de la cuenta. —me encogí de hombros.
—
Todos hemos bebido más de la cuenta. —rio.
—
Y seguiremos bebiendo.
Alcé el vaso que llevaba en la
mano en signo de brindis y le di un trago. Harry rio de nuevo divertido
mientras me indicaba con la cabeza que fuésemos hacia la fiesta. La verdad es
que mi humor había mejorado, sí Harry y el alcohol eran las principales fuentes
de mi alegría pero lo que importaba era que estaba alegre y feliz, aunque sólo
fuese por unas horas.
Fuimos caminando por el jardín,
ahora parecía haber más gente y todos esos ojos estaban puestos en nosotros
dos, supongo que era raro vernos ahí en esa fiesta, pero bueno, simplemente
sonreímos y pasamos de largo evitando esas miradas. Mientras paseábamos por el
jardín en busca de los chicos fui buscando a Justin con la mirada, pero ni
rastro de él, si no estaba con los chicos a saber dónde y que estaría haciendo.
Creo que jamás me había peleado con él en una fiesta y todo se me estaba
haciendo muy raro. Al no encontrarlos por la parte de delante del patio los
fuimos a buscar a la parte trasera y efectivamente, ahí estaban. Sentados en
círculo enfrente de una mini hoguera que ellos mismos habían hecho, o estaban
muy locos o iban muy ebrios. Nada más acercarnos un poco pude ver los rostros
de Niall, Zayn y Carly que eran a los que aún no conocía. Al verme se
levantaron y vinieron a saludarme. Se presentaron y me presenté, por poco no
los asfixio del abrazo, estaba muy, muy, muy emocionada y al parecer los chicos
también de conocerme, el placer era mutuo entonces.
—
¿Qué hacíais? —pregunté mientras me sentaba en el suelo.
—
Jugábamos al yo nunca. —me contestó Cody.
—
Y eso… ¿qué es? —jamás en la vida había jugado.
—
Es un juego de beber. —me aclaró Harry— los que juegan se
tienen que sentar en círculo, por ejemplo, si empiezo yo he de empezar diciendo
una frase con ‘Yo nunca’ y quien si
haya hecho eso bebe. ¿Lo pillas? —me mostró su perfecta sonrisa.
—
Sí… más o menos. —reí— ¿empezamos?
—
Pero hay que ser sinceros, eh. —avisó Carly.
—
No creo que nos cueste mucho, con las copas que llevamos
encima. —nos echamos a reír todos ante el comentario de Ryan.
—
Va, empiezo yo. —me ofrecí voluntaria.
—
Que va, peligro. —se echó a reír Harry junto a los otros,
bueno menos Justin que estaba más serio que no sé.
—
Idiota. —le empujé amistosamente— a ver… Yo nunca me he sentido atraída por mi mejor
amigo/a. —Chaz, Zayn, Harry, Christian (que por cierto, me fulminó con la
mirada), Justin, Carly y yo bebimos en signo de que si nos había pasado eso.
—
Mi turno. —le tocaba a Harry ya que estaba sentado a mi
derecha— Yo nunca me he caído por en medio
de la calle. —todos sin excepción de nadie bebimos y con ello un montón de
carcajadas recordando nuestras patéticas caídas.
—
A ver… —pensó lo que iba a decir Chris— mmm... Yo nunca he estado indeciso/a entre dos
personas. —fulminé a Christian con la mirada, ¿lo había hecho a propósito?
Su cínica sonrisa me aseguró que sí— de gustar digo. —lo fulminé de nuevo,
gracias campeón.
Harry y yo fuimos los únicos que
bebimos y eso conllevó a que esta vez quien nos fulminase con la mirada fuese
Justin. Me removí incómoda en el suelo, ¿qué película se debería estar montando
ya? Lo miré fijamente intentando que nuestras miradas coincidiesen, pero me
evitaba. Me estaba poniendo nerviosa, estábamos yendo demasiado lejos, no
exagero, su cara lo decía todo. Jamás había visto a Justin tan celoso y tan
molesto a la vez, jamás. Pero no podía hacer nada, ahora no. Así que
continuamos jugando y bebiendo. A medida que pasaba el juego íbamos bebiendo
más y más y sinceramente, yo no había bebido tanto en la vida. Iba muy crítica,
y empezaba a encontrarme realmente mal, muy mal pero el juego continuaba y era
el turno de Justin.
—
Me estoy empezando a encontrar fatal. —le susurré a Harry
mientras me apoyaba en su hombro.
—
Estás pálida. —dijo en el mismo tono que yo.
—
Voy a vomitar. —me puse una mano en la boca.
—
Yo nunca he pensado en
engañar a mi novio/a con otro/a. —escuché decir a Justin.
E instintivamente todos me
miraron a mí, raro sería que no lo hubiesen hecho. Vamos, sabía de sobras que
eso lo había dicho por mí, y no me hacía ni puta gracia, más bien me cabreaba y
mucho, no sabéis cuánto. Pero en esos momentos no estaba para gritarle o
enfadarme con nadie. Necesitaba ir al baño o algún otro sitio a echar la pota.
Así que me levanté a la velocidad de la luz soltando un alto ‘subnormal’ dirigido hacia mi novio y
salí casi corriendo hacia el baño o hacia no sé dónde, pero de lo que sí que me
acuerdo es de que me caí haciendo el ridículo como nunca. Pero pronto sentí
como unas manos me levantaban del suelo y desgraciadamente no eran las de
Justin ya que él me hubiese cogido en brazos. Era Harry que aun sin conocerme
estaba siendo un amor conmigo, esa noche se estaba comportando mejor que
Justin, sinceramente. Así que le sonreí como pude y aligeramos el paso ya que
si no echaría todo lo que llevaba en la barriga ahí.
—
Tranquila. —dijo sujetándome el pelo mientras me apoyaba
en la taza del váter.
—
No tienes por qué ver esto. —le ‘recomendé’.
—
No es lo que pensaba hacer esta noche, pero bueno. —acarició
mi melena para que me tranquilizase.
Al cabo de segundos todo lo que
tenía dentro salió fuera. La cena, la merienda, el desayuno, la bebida, todo.
No era muy agradable de ver ni de oír pero por suerte tenía a alguien ayudándome.
A medida que lo iba soltando todo me iba encontrando mejor. Enserio en mi vida
vuelvo a beber así y todo por un enfado con Justin, que por cierto ni se había
preocupado por lo que me pasaba. Tal vez me hubiese comportado como una idiota
pero él se estaba comportando como un completo gilipollas, así de claro.
Harry seguía dedicándome palabras
reconfortantes, animadoras y sobretodo, divertidas para que no llevase tan mal
la cosa. Pero ya estaba mejor. Aun así me quedé recostada un buen rato en el
váter por si me daba otra vez por vomitar.
—
¿Estás bien? —me preguntó preocupado.
—
Sí, gracias. —sonreí como pude— pero… ¿por qué haces
esto?
—
Me has parecido una chica muy agradable e interesante,
simplemente eso, quiero ayudarte.
—
Gracias de nuevo.
—
¿Vamos? —dijo abriendo la puerta del baño.
—
Sí. —escupí una vez más haciendo puntería en el inodoro
para después tirar de la cadena— uf, me vuelven las arcadas. —me apoyé en la
pared mareada.
—
Es sólo porque te has levantado, vamos. —besó mi hombro
intentando tranquilizarme de nuevo.
Debo reconocer que me sorprendí
un poco con esa muestra de afecto, pero aunque no nos conozcamos mucho al
parecer Harry es así. Le abracé levemente para agradecerle todo lo de esa
noche, si no hubiese sido por él no sé qué hubiese hecho enserio.
Al levantar la cabeza para salir
del baño me topé con los intensos ojos miel de mi novio, genial, ¿qué podría ir
peor? Su dura mirada hacía parecerme pequeña en ese mismo instante. Me sentía
indefensa, desprotegida y ante todo asustada por lo que iba a pasar ahora. No
sería nada pero nada bueno.
—
¿Qué pasa contigo ____? —me preguntó Justin con miedo a
mi respuesta.
—
No, la pregunta es ¿qué mierda te pasa a ti Justin?
—
Sabes perfectamente lo que me pasa. —miró de reojo a
Harry.
—
Harry, ¿puedes dejarnos solos? —le pedí.
—
Claro. —acarició mi hombro para después darle unas
palmaditas a Justin e irse.
—
¿Por qué me haces esto? —apretó fuertemente su mandíbula.
—
¿Hacerte el qué?
—
Esto. —señaló al baño.
—
Estaba mal Justin, he ido a vomitar. —le aclaré— ¿qué
estás insinuando?
—
Sabes perfectamente lo que estoy insinuando.
—
¿Me estás vacilando? —le grité— ¿me ves capaz de eso?
—
No lo sé.
—
No te conozco, ¿sabes? —dije a punto de llorar— ¿qué te
pasa?
—
_____, no sé si puedo confiar en ti. —dijo tambaleándose.
—
¿Qué mierda has bebido para decirme todo esto? —intenté
buscar respuestas, ¿me estaba dejando o qué?— puto enfermo.
Sin aguantarlo más estallé en
llanto, eso me superaba. Empujé a Justin hacia un lado para abrirme paso. En
esos momentos tenía ganas de matarlo por hacerme sentir así de mal y así de
culpable. No me merecía eso y el tampoco estar así, pero si no confía en mí es
su problema y el mío también al parecer.
Salí al jardín, estaba
amaneciendo y eso conllevaba a que cada vez hubiese menos gente en la fiesta.
Mejor, así no me verían llorar. Visualicé a todos los chicos a pocos metros de
mí, pero estaba demasiado alterada para ir a hablar con ellos. Esta pelea había
llegado demasiado lejos y sólo por Harry. Si hubiese sabido que esto nos
traería tantos dolores de cabeza hubiese cerrado mi enorme boca.
Antes de poder salir de la casa
una mano me detuvo en seco, para mi sorpresa era Justin.
—
¿Qué quieres? —le grité— ¡déjame en paz de una maldita
vez, no quiero discutir!
—
Esto ha llegado demasiado lejos.
—
¿Aún sigues dudando de mi fidelidad? —cada vez corrían
más lagrimas por mis mejillas.
—
____...
—
¡Qué te den maldito inútil! —le empujé— ni me llames, ni
me hables, ni me escribas, te odio.
—
Para, por favor.
—
No, no paro, esta noche bastante gilipolleces he
aguantado, esto se acaba aquí. —dije en toda mi cólera, pero en realidad no
quería eso.
—
Que poco has tardado en dejarme por él. —me gritó.
—
¿Pero cómo mierda te atreves? —le pegué una bofetada.
Pronto los chicos se acercaron
para ver lo que pasaba, Harry me agarró por la cintura para que no me acercase
más a Justin. Mientras Ryan y Chaz alejaban a Justin hasta su coche
preguntándole que había pasado y que estaba pasando. Yo seguía intentando
zafarme de los brazos musculados de mi nuevo amigo, pero se me estaba haciendo
difícil. Caitlin intentó tranquilizarme, pero debéis entender que en mi estado
era casi imposible razonar conmigo y con todo lo que me había y le había dicho
a Justin estaba en cólera, no podía pensar por mí misma, jamás había estado
así.
Cuando al fin conseguí zafarme de
los brazos de Harry me dirigí de nuevo hacia Justin. No sé lo que iba a pasar
entre nosotros y necesitaba saberlo en ese mismo momento, costase lo que me
costase.
—
No te mereces todo lo que he hecho por ti. —dije llorando
y de nuevo sin pensar— ¡siempre he estado ahí, joder! —le pegué una patada a su
deportivo.
—
¡_____! —volvió a agarrarme por detrás Harry— para, ya es
suficiente por hoy.
—
Le quiero joder. —susurré llorando.
NARRA JUSTIN:
Desperté con un dolor de cabeza
impresionante, todo me daba vueltas y lo peor de todo eran las náuseas que tenía,
me extrañaba que no estuviese echando la pota ya. Pero lo peor de todo en
realidad no era eso, lo peor de todo era despertarse y no ver allí a _____. Eso
confirmaba lo de anoche. Aun no podía creer lo subnormal que había sido. Y todo
por el estúpido alcohol. Le había dicho un montón de tonterías a _____, cosas
que no quería decir, cosas que no pensaba, que sólo eran miedos. Pero por culpa
de mis miedos mirad lo que he conseguido, despertarme sin la persona que más
quiero en este maldito mundo. ¿Me habrá dejado enserio o sólo ha sido su
maldito pronto? Necesitaba verla, llamarla, saber que está bien. ¿Dónde habrá
pasado la noche? ¿Volverá? ¿Qué se supone que he de decirle a mi familia? Oh
dios, esto no me podía estar pasando.
Hundí mi cara entre mis manos e
inevitablemente estallé en un doloroso y silencioso llanto. ‘Maldito idiota, ¿qué has hecho?’ pensé
mientras intentaba secar las lágrimas que nacían en mis ojos y acababan en mi
mentón. Esto no podía acabar aquí, esto no acabaría aquí. Cogí mi iPhone dispuesto
a llenar el contestador de menajes a _____.
‘El móvil al que llama está apagado o fuera de cobertura
en este momento.’
—
Genial. —tiré el móvil contra el suelo.
—
Te pase lo que te pase el móvil no tiene la culpa de eso.
—me sobresalté al oír la voz de mi madre al otro lado de la puerta— ¿puedo
pasar?
—
Ajá. —contesté sin gana alguna.
—
¿Qué te pasa hijo? —se sentó a mi lado.
—
Nada mamá. —no quería ni era capaz de contarle lo que
pasó anoche.
—
Creía que entre nosotros no había secretos.
—
Hay cosas que es mejor no saberlas.
—
Justin, me preocupas, ayer estabas genial, ¿qué ha pasado
en la fiesta? —¿por qué me conocía tanto?
—
Soy tu madre, te conozco. —‘leyéndome el pensamiento desde tiempos inmemorables’ pensé— ¿y
_____? —se fijó— ¿has discutido con ella?
—
Sí mamá, es eso, pero nada importante, ahora déjame por
favor. —dije algo estresado.
—
Está bien, está bien, como quieras. —besó mi frente— pero
todo se arreglará, ya verás, no podéis estar mucho tiempo enfadados y lo sabes.
—
Claro mamá. —le sonreí como pude.
Después de que mi madre saliese
de la habitación me fui a pegar una ducha para despejarme de todo, lo
necesitaba. Y me fue algo bien, por lo menos la resaca se me iba pasando. Pero
el ‘vacío’ que sentía por ____ no. La necesitaba y saber que esto podría ser el
final, no, no lo podía creer, no podía ser cierto. Así que después de vestirme
bajé rápidamente hacia abajo. Tenía que examinar mi deportivo. Y efectivamente
el golpe de la puerta de copiloto me confirmaba que sí, que sí había sucedido
de verdad.
Lo examiné pasando las yemas de
mis dedos, _____ estaba loca pero supongo que no me gustaría una _____ que no
fuese así. Sonreí inconscientemente, que carácter. Pero joder, como había
dejado el coche. Si no hubiese sido culpa mía su cólera me hubiese puesto como
una furia pero supongo que eso y todo en general era responsabilidad mía.
Aunque pasé toda la mañana con
toda la familia, la cual por cierto no dejaba de preguntar por mí ‘novia’ no
paré de llamarla ni un solo minuto. La echaba de menos.
NARRAS TÚ:
Abrí los ojos torpemente, ¿qué
había pasado? No recordaba mucha cosa de las últimas horas de la madrugada por
no decir de la mañana. Me incorporé al frío y mojado césped. Madre de dios,
¿por qué estaba empapada de arriba abajo? Y ¿por qué los chicos estaban
tumbados por el césped igual de mojados que yo? Que desmadre señor. ¿Nos
habíamos quedado dormidos ahí? ¿Nos habíamos bañado en la piscina en pleno
invierno? ¿enserio? ¿En qué cabeza cabe?
Pero en realidad lo que menos me
importaba era eso. Lo que me importaba seriamente es la discusión que había
tenido con Justin esta madrugada. Y por más que intentaba buscarle una solución
no la encontraba. Le había aboyado el coche, le había insultado he incluso me
atrevo a decir que le había dejado. Una punzada terrible me atravesó el corazón
de lado a lado. ¿Me había atrevido a hacer eso? No hablaría enserio, estaba
demasiado borracha y enfadada. Eso sólo sería una discusión más, tenía que
serlo, no se podía acabar aquí. Pero debo reconocer que por otra parte estaba dolida
con Justin, él había desconfiado de mí y eso era lo peor que me podía haber
dicho. Pero supongo que lo debo dejar pasar, supongo que yo ayer también le
hice daño a él. Pero, ¿cómo pasar de todo eso? ¿Qué hacer con tanto daño? Jamás
habría imaginado que nos faltaríamos tanto el uno al otro. Supongo que en eso
el alcohol tuvo muchísimo que ver.
—
¿Qué mierda ha pasado? —pregunté al ver que los chicos ya
se estaban despertando.
—
Madre mía que desfase. —se incorporó Ryan.
—
Estamos como cabras. —le siguió Chaz.
—
Decidme que no hicimos lo que hicimos anoche. —se echó
manos a la cabeza Caitlin.
—
No lo hicimos. —rio su hermano.
—
¿Qué hicimos? —pregunté preocupada yo.
—
Pues seguimos bebiendo y nos bañamos en la piscina tan
felices en pleno invierno. —me respondió Zayn.
—
Algo obvio al ver nuestras pintas. —rio Niall.
—
Madre de dios. —solté unas carcajadas— decidme que no.
—
Sí. —me confirmó Harry.
—
Que noche. —se volvió a acostar Ryan.
—
Que frío, joder. —me di cuenta— necesito ropa limpia.
—
¿Te llevo a casa? —me ofreció Chaz.
—
Uf… después de lo que pasó anoche. —me levanté del suelo
quitándome los tacones— no gracias.
—
Te puedo dejar algo de ropa. —se ofreció Harry— tenemos
las maletas en el coche.
—
¿Os importa? —pregunté tímida.
—
En absoluto. —contestaron al unísono.
Los chicos de la banda se
levantaron del suelo para ir a por sus ropas. Ellos también las necesitarían.
Cuando desaparecieron por la puerta Chaz, Caitlin, Ryan y Chris me miraron de
sopetón. Querían hacer preguntas y querían respuestas y yo estaba obligada a
contestarlas. No quería hablar mucho del tema, pero si quería consejos era lo
que me tocaba.
—
Disparad. —puse los ojos en blanco.
—
¿Qué cojones pasó ayer? —mal habló Caitlin.
—
Discutí con Justin. —me encogí de hombros.
—
Tranquila lo deducimos cuando le pegaste la bofetada y le
aboyaste el coche. —respondió con ironía Christian.
—
Estaba celoso de Harry hasta dudó de mi fidelidad. —agaché
la cara— me cabreé, pero le quiero y no le quiero perder. Lo que pasa que mi
orgullo…
—
¡A tomar por culo el orgullo ____! —miré sorprendida a
Chaz— ¿cuántas veces te has perdido algo por tu maldito orgullo? Dime.
—
Sigo dolida Chaz. —dije mientras nos dirigíamos dentro de
la casa, hacía frío y necesitábamos toallas.
—
Él también estará dolido, sólo lo tenéis que hablar ahora
con más calma, no podéis estar el uno sin el otro. —me aconsejó Cait.
—
Sí, tienes razón. —la miré— pero prefiero esperarme a que
la cosa se calme algo más.
—
Como quieras ____, es tu historia y es tu decisión. —me
sonrió Christian.
—
Gracias chicos. —los abracé.
Al cabo de unos minutos vinieron
los tres chicos con ropa para los cuatro. Nos secamos bien con unas toallas que
nos dejó Ryan y después dejó que nos duchásemos pero con la condición de que le
ayudásemos a recoger todo el desastre de la fiesta, y así hicimos. Nos duchamos
uno por uno y yo fui la última. Harry me había dejado una camiseta con el
logotipo de ‘Los Beatles’ la típica
vamos, de pantalones unas mayas, ni me preguntéis porque tenía unas mayas y
también fue tan amable de dejarme unas Vans, que por cierto me iban enormes,
pero enormes.
—
¿Estoy guapa con tú ropa o no? —reí saliendo de ahora la
limpia casa de Ryan.
—
La camiseta y las Vans algo grandes. —rio Harry.
—
¿Por qué teníais unas mayas?
—
Hay cosas que las chicas no podéis saber. —me contestó
Zayn.
—
Vale hombre misterioso. —reímos todos.
Tan solo dar un paso al frente y
decenas de flashes nos estaban apuntando. ¿Cómo mierda sabían que estábamos
ahí? Increíble, intenté taparme la cara con la mano para que no me dejasen
ciega. Pero no conseguía ver muy bien, así que me agarré a la camiseta de Harry
para no perder a los chicos de vista. Íbamos a comer los cuatro juntos ya que
Caitlin, Christian, Chaz y Ryan iban a comer con la familia de Justin. Cosa que
sintiéndolo mucho en esos momentos no me apetecía. Necesitaba tiempo.
Antes de que pudiésemos entrar al
coche nos avasallaron a preguntas, preguntas sumamente estúpidas.
‘¿Has dejado a Justin por Harry? ¿Llevas puesta su ropa?
¿Habéis dormido juntos? ¿Qué haces con los chicos de One Direction? ¿Qué crees
que dirán las Beliebers? ¿Cómo está Justin tras la ruptura?
No contesté a ninguna de esas
absurdas preguntas, todo absolutamente todo era falso y si algo había aprendido
en estos meses de fama es que contestes lo que contestes, desmientas lo que desmientas
siempre iban a dar su versión de los hechos, por muy surrealista que fuese. Con
lo único que me pude defender es sacándoles el dedo medio y entrando en el
coche sin decir ni mu.
Ooo me encanta !!!!! Soy la primeraaa la espera a merecido la pena
ResponderEliminar