Seguidores

viernes, 6 de septiembre de 2013

Nothing like us. {56}

'La fiesta' (MARATÓN)



—     ¡Joder, mira por dónde vas, me lo has echado todo encima! —le grité a la persona que tenía delante al ver que me había tirado la copa que llevaba encima.

Sin darle tiempo al muchacho para que se disculpase o al menos para que pudiese ver mi rostro salí pitando de allí. Estaba agobiada con tanta gente y además me acababan de echar una copa por encima, ¿qué me iba pasar más esa maldita noche?

Limpié mis lágrimas y respiré hondo. Pensé por un momento en quedarme en el jardín trasero de la casa pero seguía habiendo demasiada gente por allí, además podía aparecer Justin y de seguro que si aparecía nos volveríamos a pelear. Así que opté por salir a la puerta de la casa, allí por lo menos me alejaría de la multitud y de todo ese humo de cigarros y lo que no eran cigarros.

—     ¡Eh! —escuché una voz detrás de mí— no me has dado tiempo a que me disculpase.

Puse los ojos en blanco, ¿es que no se puede estar ni un puto segundo sola? Con cara de pocos amigos volteé para ver por qué me molestaba otra vez ese chico. Pero al ver su rostro pronto cambió mi cara, Harry Styles acababa de pedirme disculpas por tirarme una copa encima. Sin habla. ¿Cómo debía reaccionar y comportarme en ese momento? ‘Como una fan enloquecida no’ pensó por mí mi subconsciente.

—     ¡Harry! —corrí a abrazarlo como si lo conociese de toda la vida.
—     ¡_____! —correspondió mi abrazo.
—     Tenía muchísimas ganas de conocerte. —le di un beso en la mejilla como saludo.
—     Y yo a ti, desde que vi tu entrevista con Ellen. —soltó unas cuantas carcajadas.
—     Oh, vaya. —me sonrojé.
—     ¿Sabes dónde está Justin? Aun no lo he visto.
—     Y es mejor que no lo veas. —recordé la discusión que habíamos tenido.
—     ¿Le pasa algo? —me preguntó preocupado.
—     Hemos discutido, está cabreado y supongo que habrá bebido más de la cuenta. —me encogí de hombros.
—     Todos hemos bebido más de la cuenta. —rio.
—     Y seguiremos bebiendo.

Alcé el vaso que llevaba en la mano en signo de brindis y le di un trago. Harry rio de nuevo divertido mientras me indicaba con la cabeza que fuésemos hacia la fiesta. La verdad es que mi humor había mejorado, sí Harry y el alcohol eran las principales fuentes de mi alegría pero lo que importaba era que estaba alegre y feliz, aunque sólo fuese por unas horas.

Fuimos caminando por el jardín, ahora parecía haber más gente y todos esos ojos estaban puestos en nosotros dos, supongo que era raro vernos ahí en esa fiesta, pero bueno, simplemente sonreímos y pasamos de largo evitando esas miradas. Mientras paseábamos por el jardín en busca de los chicos fui buscando a Justin con la mirada, pero ni rastro de él, si no estaba con los chicos a saber dónde y que estaría haciendo. Creo que jamás me había peleado con él en una fiesta y todo se me estaba haciendo muy raro. Al no encontrarlos por la parte de delante del patio los fuimos a buscar a la parte trasera y efectivamente, ahí estaban. Sentados en círculo enfrente de una mini hoguera que ellos mismos habían hecho, o estaban muy locos o iban muy ebrios. Nada más acercarnos un poco pude ver los rostros de Niall, Zayn y Carly que eran a los que aún no conocía. Al verme se levantaron y vinieron a saludarme. Se presentaron y me presenté, por poco no los asfixio del abrazo, estaba muy, muy, muy emocionada y al parecer los chicos también de conocerme, el placer era mutuo entonces.

—     ¿Qué hacíais? —pregunté mientras me sentaba en el suelo.
—     Jugábamos al yo nunca. —me contestó Cody.
—     Y eso… ¿qué es? —jamás en la vida había jugado.
—     Es un juego de beber. —me aclaró Harry— los que juegan se tienen que sentar en círculo, por ejemplo, si empiezo yo he de empezar diciendo una frase con ‘Yo nunca’ y quien si haya hecho eso bebe. ¿Lo pillas? —me mostró su perfecta sonrisa.
—     Sí… más o menos. —reí— ¿empezamos?
—     Pero hay que ser sinceros, eh. —avisó Carly.
—     No creo que nos cueste mucho, con las copas que llevamos encima. —nos echamos a reír todos ante el comentario de Ryan.
—     Va, empiezo yo. —me ofrecí voluntaria.
—     Que va, peligro. —se echó a reír Harry junto a los otros, bueno menos Justin que estaba más serio que no sé.
—     Idiota. —le empujé amistosamente— a ver… Yo nunca me he sentido atraída por mi mejor amigo/a. —Chaz, Zayn, Harry, Christian (que por cierto, me fulminó con la mirada), Justin, Carly y yo bebimos en signo de que si nos había pasado eso.
—     Mi turno. —le tocaba a Harry ya que estaba sentado a mi derecha— Yo nunca me he caído por en medio de la calle. —todos sin excepción de nadie bebimos y con ello un montón de carcajadas recordando nuestras patéticas caídas.
—     A ver… —pensó lo que iba a decir Chris— mmm... Yo nunca he estado indeciso/a entre dos personas. —fulminé a Christian con la mirada, ¿lo había hecho a propósito? Su cínica sonrisa me aseguró que sí— de gustar digo. —lo fulminé de nuevo, gracias campeón.

Harry y yo fuimos los únicos que bebimos y eso conllevó a que esta vez quien nos fulminase con la mirada fuese Justin. Me removí incómoda en el suelo, ¿qué película se debería estar montando ya? Lo miré fijamente intentando que nuestras miradas coincidiesen, pero me evitaba. Me estaba poniendo nerviosa, estábamos yendo demasiado lejos, no exagero, su cara lo decía todo. Jamás había visto a Justin tan celoso y tan molesto a la vez, jamás. Pero no podía hacer nada, ahora no. Así que continuamos jugando y bebiendo. A medida que pasaba el juego íbamos bebiendo más y más y sinceramente, yo no había bebido tanto en la vida. Iba muy crítica, y empezaba a encontrarme realmente mal, muy mal pero el juego continuaba y era el turno de Justin.

—     Me estoy empezando a encontrar fatal. —le susurré a Harry mientras me apoyaba en su hombro.
—     Estás pálida. —dijo en el mismo tono que yo.
—     Voy a vomitar. —me puse una mano en la boca.
—     Yo nunca he pensado en engañar a mi novio/a con otro/a. —escuché decir a Justin.

E instintivamente todos me miraron a mí, raro sería que no lo hubiesen hecho. Vamos, sabía de sobras que eso lo había dicho por mí, y no me hacía ni puta gracia, más bien me cabreaba y mucho, no sabéis cuánto. Pero en esos momentos no estaba para gritarle o enfadarme con nadie. Necesitaba ir al baño o algún otro sitio a echar la pota. Así que me levanté a la velocidad de la luz soltando un alto ‘subnormal’ dirigido hacia mi novio y salí casi corriendo hacia el baño o hacia no sé dónde, pero de lo que sí que me acuerdo es de que me caí haciendo el ridículo como nunca. Pero pronto sentí como unas manos me levantaban del suelo y desgraciadamente no eran las de Justin ya que él me hubiese cogido en brazos. Era Harry que aun sin conocerme estaba siendo un amor conmigo, esa noche se estaba comportando mejor que Justin, sinceramente. Así que le sonreí como pude y aligeramos el paso ya que si no echaría todo lo que llevaba en la barriga ahí.

—     Tranquila. —dijo sujetándome el pelo mientras me apoyaba en la taza del váter.
—     No tienes por qué ver esto. —le ‘recomendé’.
—     No es lo que pensaba hacer esta noche, pero bueno. —acarició mi melena para que me tranquilizase.

Al cabo de segundos todo lo que tenía dentro salió fuera. La cena, la merienda, el desayuno, la bebida, todo. No era muy agradable de ver ni de oír pero por suerte tenía a alguien ayudándome. A medida que lo iba soltando todo me iba encontrando mejor. Enserio en mi vida vuelvo a beber así y todo por un enfado con Justin, que por cierto ni se había preocupado por lo que me pasaba. Tal vez me hubiese comportado como una idiota pero él se estaba comportando como un completo gilipollas, así de claro.

Harry seguía dedicándome palabras reconfortantes, animadoras y sobretodo, divertidas para que no llevase tan mal la cosa. Pero ya estaba mejor. Aun así me quedé recostada un buen rato en el váter por si me daba otra vez por vomitar.

—     ¿Estás bien? —me preguntó preocupado.
—     Sí, gracias. —sonreí como pude— pero… ¿por qué haces esto?
—     Me has parecido una chica muy agradable e interesante, simplemente eso, quiero ayudarte.
—     Gracias de nuevo.
—     ¿Vamos? —dijo abriendo la puerta del baño.
—     Sí. —escupí una vez más haciendo puntería en el inodoro para después tirar de la cadena— uf, me vuelven las arcadas. —me apoyé en la pared mareada.
—     Es sólo porque te has levantado, vamos. —besó mi hombro intentando tranquilizarme de nuevo.

Debo reconocer que me sorprendí un poco con esa muestra de afecto, pero aunque no nos conozcamos mucho al parecer Harry es así. Le abracé levemente para agradecerle todo lo de esa noche, si no hubiese sido por él no sé qué hubiese hecho enserio.

Al levantar la cabeza para salir del baño me topé con los intensos ojos miel de mi novio, genial, ¿qué podría ir peor? Su dura mirada hacía parecerme pequeña en ese mismo instante. Me sentía indefensa, desprotegida y ante todo asustada por lo que iba a pasar ahora. No sería nada pero nada bueno.

—     ¿Qué pasa contigo ____? —me preguntó Justin con miedo a mi respuesta.
—     No, la pregunta es ¿qué mierda te pasa a ti Justin?
—     Sabes perfectamente lo que me pasa. —miró de reojo a Harry.
—     Harry, ¿puedes dejarnos solos? —le pedí.
—     Claro. —acarició mi hombro para después darle unas palmaditas a Justin e irse.
—     ¿Por qué me haces esto? —apretó fuertemente su mandíbula.
—     ¿Hacerte el qué?
—     Esto. —señaló al baño.
—     Estaba mal Justin, he ido a vomitar. —le aclaré— ¿qué estás insinuando?
—     Sabes perfectamente lo que estoy insinuando.
—     ¿Me estás vacilando? —le grité— ¿me ves capaz de eso?
—     No lo sé.
—     No te conozco, ¿sabes? —dije a punto de llorar— ¿qué te pasa?
—     _____, no sé si puedo confiar en ti. —dijo tambaleándose.
—     ¿Qué mierda has bebido para decirme todo esto? —intenté buscar respuestas, ¿me estaba dejando o qué?— puto enfermo.

Sin aguantarlo más estallé en llanto, eso me superaba. Empujé a Justin hacia un lado para abrirme paso. En esos momentos tenía ganas de matarlo por hacerme sentir así de mal y así de culpable. No me merecía eso y el tampoco estar así, pero si no confía en mí es su problema y el mío también al parecer.

Salí al jardín, estaba amaneciendo y eso conllevaba a que cada vez hubiese menos gente en la fiesta. Mejor, así no me verían llorar. Visualicé a todos los chicos a pocos metros de mí, pero estaba demasiado alterada para ir a hablar con ellos. Esta pelea había llegado demasiado lejos y sólo por Harry. Si hubiese sabido que esto nos traería tantos dolores de cabeza hubiese cerrado mi enorme boca.

Antes de poder salir de la casa una mano me detuvo en seco, para mi sorpresa era Justin.

—     ¿Qué quieres? —le grité— ¡déjame en paz de una maldita vez, no quiero discutir!
—     Esto ha llegado demasiado lejos.
—     ¿Aún sigues dudando de mi fidelidad? —cada vez corrían más lagrimas por mis mejillas.
—     ____...
—     ¡Qué te den maldito inútil! —le empujé— ni me llames, ni me hables, ni me escribas, te odio.
—     Para, por favor.
—     No, no paro, esta noche bastante gilipolleces he aguantado, esto se acaba aquí. —dije en toda mi cólera, pero en realidad no quería eso.
—     Que poco has tardado en dejarme por él. —me gritó.
—     ¿Pero cómo mierda te atreves? —le pegué una bofetada.

Pronto los chicos se acercaron para ver lo que pasaba, Harry me agarró por la cintura para que no me acercase más a Justin. Mientras Ryan y Chaz alejaban a Justin hasta su coche preguntándole que había pasado y que estaba pasando. Yo seguía intentando zafarme de los brazos musculados de mi nuevo amigo, pero se me estaba haciendo difícil. Caitlin intentó tranquilizarme, pero debéis entender que en mi estado era casi imposible razonar conmigo y con todo lo que me había y le había dicho a Justin estaba en cólera, no podía pensar por mí misma, jamás había estado así.

Cuando al fin conseguí zafarme de los brazos de Harry me dirigí de nuevo hacia Justin. No sé lo que iba a pasar entre nosotros y necesitaba saberlo en ese mismo momento, costase lo que me costase.

—     No te mereces todo lo que he hecho por ti. —dije llorando y de nuevo sin pensar— ¡siempre he estado ahí, joder! —le pegué una patada a su deportivo.
—     ¡_____! —volvió a agarrarme por detrás Harry— para, ya es suficiente por hoy.
—     Le quiero joder. —susurré llorando.


NARRA JUSTIN:


Desperté con un dolor de cabeza impresionante, todo me daba vueltas y lo peor de todo eran las náuseas que tenía, me extrañaba que no estuviese echando la pota ya. Pero lo peor de todo en realidad no era eso, lo peor de todo era despertarse y no ver allí a _____. Eso confirmaba lo de anoche. Aun no podía creer lo subnormal que había sido. Y todo por el estúpido alcohol. Le había dicho un montón de tonterías a _____, cosas que no quería decir, cosas que no pensaba, que sólo eran miedos. Pero por culpa de mis miedos mirad lo que he conseguido, despertarme sin la persona que más quiero en este maldito mundo. ¿Me habrá dejado enserio o sólo ha sido su maldito pronto? Necesitaba verla, llamarla, saber que está bien. ¿Dónde habrá pasado la noche? ¿Volverá? ¿Qué se supone que he de decirle a mi familia? Oh dios, esto no me podía estar pasando.

Hundí mi cara entre mis manos e inevitablemente estallé en un doloroso y silencioso llanto. ‘Maldito idiota, ¿qué has hecho?’ pensé mientras intentaba secar las lágrimas que nacían en mis ojos y acababan en mi mentón. Esto no podía acabar aquí, esto no acabaría aquí. Cogí mi iPhone dispuesto a llenar el contestador de menajes a _____. 

‘El móvil al que llama está apagado o fuera de cobertura en este momento.’

—     Genial. —tiré el móvil contra el suelo.
—     Te pase lo que te pase el móvil no tiene la culpa de eso. —me sobresalté al oír la voz de mi madre al otro lado de la puerta— ¿puedo pasar?
—     Ajá. —contesté sin gana alguna.
—     ¿Qué te pasa hijo? —se sentó a mi lado.
—     Nada mamá. —no quería ni era capaz de contarle lo que pasó anoche.
—     Creía que entre nosotros no había secretos.
—     Hay cosas que es mejor no saberlas.
—     Justin, me preocupas, ayer estabas genial, ¿qué ha pasado en la fiesta? —¿por qué me conocía tanto?
—     Soy tu madre, te conozco. —‘leyéndome el pensamiento desde tiempos inmemorables’ pensé— ¿y _____? —se fijó— ¿has discutido con ella?
—     Sí mamá, es eso, pero nada importante, ahora déjame por favor. —dije algo estresado.
—     Está bien, está bien, como quieras. —besó mi frente— pero todo se arreglará, ya verás, no podéis estar mucho tiempo enfadados y lo sabes.
—     Claro mamá. —le sonreí como pude.

Después de que mi madre saliese de la habitación me fui a pegar una ducha para despejarme de todo, lo necesitaba. Y me fue algo bien, por lo menos la resaca se me iba pasando. Pero el ‘vacío’ que sentía por ____ no. La necesitaba y saber que esto podría ser el final, no, no lo podía creer, no podía ser cierto. Así que después de vestirme bajé rápidamente hacia abajo. Tenía que examinar mi deportivo. Y efectivamente el golpe de la puerta de copiloto me confirmaba que sí, que sí había sucedido de verdad.

Lo examiné pasando las yemas de mis dedos, _____ estaba loca pero supongo que no me gustaría una _____ que no fuese así. Sonreí inconscientemente, que carácter. Pero joder, como había dejado el coche. Si no hubiese sido culpa mía su cólera me hubiese puesto como una furia pero supongo que eso y todo en general era responsabilidad mía.

Aunque pasé toda la mañana con toda la familia, la cual por cierto no dejaba de preguntar por mí ‘novia’ no paré de llamarla ni un solo minuto. La echaba de menos.


NARRAS TÚ:


Abrí los ojos torpemente, ¿qué había pasado? No recordaba mucha cosa de las últimas horas de la madrugada por no decir de la mañana. Me incorporé al frío y mojado césped. Madre de dios, ¿por qué estaba empapada de arriba abajo? Y ¿por qué los chicos estaban tumbados por el césped igual de mojados que yo? Que desmadre señor. ¿Nos habíamos quedado dormidos ahí? ¿Nos habíamos bañado en la piscina en pleno invierno? ¿enserio? ¿En qué cabeza cabe?

Pero en realidad lo que menos me importaba era eso. Lo que me importaba seriamente es la discusión que había tenido con Justin esta madrugada. Y por más que intentaba buscarle una solución no la encontraba. Le había aboyado el coche, le había insultado he incluso me atrevo a decir que le había dejado. Una punzada terrible me atravesó el corazón de lado a lado. ¿Me había atrevido a hacer eso? No hablaría enserio, estaba demasiado borracha y enfadada. Eso sólo sería una discusión más, tenía que serlo, no se podía acabar aquí. Pero debo reconocer que por otra parte estaba dolida con Justin, él había desconfiado de mí y eso era lo peor que me podía haber dicho. Pero supongo que lo debo dejar pasar, supongo que yo ayer también le hice daño a él. Pero, ¿cómo pasar de todo eso? ¿Qué hacer con tanto daño? Jamás habría imaginado que nos faltaríamos tanto el uno al otro. Supongo que en eso el alcohol tuvo muchísimo que ver.


—     ¿Qué mierda ha pasado? —pregunté al ver que los chicos ya se estaban despertando.
—     Madre mía que desfase. —se incorporó Ryan.
—     Estamos como cabras. —le siguió Chaz.
—     Decidme que no hicimos lo que hicimos anoche. —se echó manos a la cabeza Caitlin.
—     No lo hicimos. —rio su hermano.
—     ¿Qué hicimos? —pregunté preocupada yo.
—     Pues seguimos bebiendo y nos bañamos en la piscina tan felices en pleno invierno. —me respondió Zayn.
—     Algo obvio al ver nuestras pintas. —rio Niall.
—     Madre de dios. —solté unas carcajadas— decidme que no.
—     Sí. —me confirmó Harry.
—     Que noche. —se volvió a acostar Ryan.
—     Que frío, joder. —me di cuenta— necesito ropa limpia.
—     ¿Te llevo a casa? —me ofreció Chaz.
—     Uf… después de lo que pasó anoche. —me levanté del suelo quitándome los tacones— no gracias.
—     Te puedo dejar algo de ropa. —se ofreció Harry— tenemos las maletas en el coche.
—     ¿Os importa? —pregunté tímida.
—     En absoluto. —contestaron al unísono.

Los chicos de la banda se levantaron del suelo para ir a por sus ropas. Ellos también las necesitarían. Cuando desaparecieron por la puerta Chaz, Caitlin, Ryan y Chris me miraron de sopetón. Querían hacer preguntas y querían respuestas y yo estaba obligada a contestarlas. No quería hablar mucho del tema, pero si quería consejos era lo que me tocaba.

—     Disparad. —puse los ojos en blanco.
—     ¿Qué cojones pasó ayer? —mal habló Caitlin.
—     Discutí con Justin. —me encogí de hombros.
—     Tranquila lo deducimos cuando le pegaste la bofetada y le aboyaste el coche. —respondió con ironía Christian.
—     Estaba celoso de Harry hasta dudó de mi fidelidad. —agaché la cara— me cabreé, pero le quiero y no le quiero perder. Lo que pasa que mi orgullo…
—     ¡A tomar por culo el orgullo ____! —miré sorprendida a Chaz— ¿cuántas veces te has perdido algo por tu maldito orgullo? Dime.
—     Sigo dolida Chaz. —dije mientras nos dirigíamos dentro de la casa, hacía frío y necesitábamos toallas.
—     Él también estará dolido, sólo lo tenéis que hablar ahora con más calma, no podéis estar el uno sin el otro. —me aconsejó Cait.
—     Sí, tienes razón. —la miré— pero prefiero esperarme a que la cosa se calme algo más.
—     Como quieras ____, es tu historia y es tu decisión. —me sonrió Christian.
—     Gracias chicos. —los abracé.


Al cabo de unos minutos vinieron los tres chicos con ropa para los cuatro. Nos secamos bien con unas toallas que nos dejó Ryan y después dejó que nos duchásemos pero con la condición de que le ayudásemos a recoger todo el desastre de la fiesta, y así hicimos. Nos duchamos uno por uno y yo fui la última. Harry me había dejado una camiseta con el logotipo de ‘Los Beatles’ la típica vamos, de pantalones unas mayas, ni me preguntéis porque tenía unas mayas y también fue tan amable de dejarme unas Vans, que por cierto me iban enormes, pero enormes.

—     ¿Estoy guapa con tú ropa o no? —reí saliendo de ahora la limpia casa de Ryan.
—     La camiseta y las Vans algo grandes. —rio Harry.
—     ¿Por qué teníais unas mayas?
—     Hay cosas que las chicas no podéis saber. —me contestó Zayn.
—     Vale hombre misterioso. —reímos todos.

Tan solo dar un paso al frente y decenas de flashes nos estaban apuntando. ¿Cómo mierda sabían que estábamos ahí? Increíble, intenté taparme la cara con la mano para que no me dejasen ciega. Pero no conseguía ver muy bien, así que me agarré a la camiseta de Harry para no perder a los chicos de vista. Íbamos a comer los cuatro juntos ya que Caitlin, Christian, Chaz y Ryan iban a comer con la familia de Justin. Cosa que sintiéndolo mucho en esos momentos no me apetecía. Necesitaba tiempo.

Antes de que pudiésemos entrar al coche nos avasallaron a preguntas, preguntas sumamente estúpidas.


‘¿Has dejado a Justin por Harry? ¿Llevas puesta su ropa? ¿Habéis dormido juntos? ¿Qué haces con los chicos de One Direction? ¿Qué crees que dirán las Beliebers? ¿Cómo está Justin tras la ruptura?


No contesté a ninguna de esas absurdas preguntas, todo absolutamente todo era falso y si algo había aprendido en estos meses de fama es que contestes lo que contestes, desmientas lo que desmientas siempre iban a dar su versión de los hechos, por muy surrealista que fuese. Con lo único que me pude defender es sacándoles el dedo medio y entrando en el coche sin decir ni mu. 

1 comentario: