Las únicas personas que necesitas en tu vida, son aquellas que te demuestran que te necesitan en la suya. |
Me
desperté a causa de los rayos del sol que entraban por la ventana. Noté el peso
de una mano rodear mi cintura, no pude evitar sonreír ante la escena, estaba a
gusto, feliz. Empecé a darle vueltas a todo lo de anoche, aun no me creía que
Justin estuviese aquí, y la tonta de mi en vez de escucharlo, comprenderlo y
pasar tiempo con el voy y hago todo lo contrario, a veces por orgullo pierdes a
las personas que quieres y no quiero que este sea mi caso. Justin era, es y será
muy importante para mí, y me mataba la idea de que estuviese a 5 metros de mí y
no poder hablarle, contarle como me ha ido, que me cuente sus historias, sus
movidas, sus chorradas…
Empecé a pensar en Caitlin, también es alguien muy importante para mí y no le he dado la ocasión de explicarse, tal vez me estaba comportando como una niñata, pero mi orgullo no me dejaba llamar a alguno de los dos. Y tampoco esperaba que estuviesen detrás de mí siempre. Así que era hora de tragarse el orgullo, de dejar de mirar al pasado, de dar el paso yo, tal vez ya era hora de eso. No siempre puedo tener en cuenta lo malo, ellos han hecho miles de cosas por mí, y os digo yo que esas mil cosas compensan a las malas. Una encantadora voz hizo que saliera de mis pensamientos.
Empecé a pensar en Caitlin, también es alguien muy importante para mí y no le he dado la ocasión de explicarse, tal vez me estaba comportando como una niñata, pero mi orgullo no me dejaba llamar a alguno de los dos. Y tampoco esperaba que estuviesen detrás de mí siempre. Así que era hora de tragarse el orgullo, de dejar de mirar al pasado, de dar el paso yo, tal vez ya era hora de eso. No siempre puedo tener en cuenta lo malo, ellos han hecho miles de cosas por mí, y os digo yo que esas mil cosas compensan a las malas. Una encantadora voz hizo que saliera de mis pensamientos.
-
Buenos días dormilona, ya te
empezaba a echar de menos.- reí ante su frase.
-
Me gusta.
-
¿El qué?- dijo el quitando la
mano que tenía en mi cintura.
-
Pues que hayas sustituido el
típico "Buenos días princesa, he soñado toda la noche contigo" por el
"Buenos días dormilona, ya te empezaba a echar de menos".
-
Esa frase te ha quedado bien.
-
Lo sé.- parecíamos una parejita
feliz, y no niego que me encantaría que lo fuésemos, por qué si no lo habéis
notado el chico me gusta, pero no sé que debe sentir él.- Cambiando de tema
¿Cuándo te vas de aquí?- me incorporé a la cama y giré para verlo.
-
Pues de aquí una semana o así.
-
¡¿QUÉ?! ¿Tan pronto?- me
entristecía imaginarme que de aquí una semana no iba a tener su compañía.-
¿Quién me va a curar ahora cuando me caiga?- reímos fuertemente, a lo malo se
le tiene que poner un poco de humor.
-
Sabes que te vendré a ver o si
no me puedes venir a ver tú.- le sonreí con mi mejor sonrisa, no iba a perder
el tiempo lamentándome por lo que tenía que pasar, es mejor vivir el presente y
dejar de pensar en lo que pasará en el futuro.
-
¿Qué hacemos hoy?- de un salto
me levanté de la cama y fui hacía mi armario para coger la ropa que me iba a
poner hoy.
-
¿Pasamos el día juntos?- una
idea perfectísima.
- Hecho. ¿Vamos al parque?
-
Pero te vas a tener que
columpiar sola.- me aguanté la risa e hice un pucherito.
-
Jo, que malo.
Empezamos
a reírnos a carcajada limpia, como de costumbre. Le revolví el pelo y fui hacía
el baño. Cerré la puerta y me quité el pijama lentamente, no sabía la hora que
era, tampoco tenia idea en que día vivía pero por suerte el año si, 2012, creo
vamos.
Me vestí así: http://www.polyvore.com/hi_swagy/set?id=57782294http://www.polyvore.com/hi_swagy/set?id=57782294, me hice la raya de abajo, me puse rímel y salí del baño. Taylor ya había acabado de cambiarse.
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-
¿Vamos?- asentí y fui hacía la
puerta para quitar el pestillo.
-
¿Qué hora es?- seguía sin tener
idea de que hora era.
-
Las… once.- dijo él mirando al
reloj que llevaba en la muñeca izquierda.
-
¿Desayunamos? Tengo hambre.-
anoche no había cenado mucho y realmente tenía demasiada hambre.
-
Por mi vale.- le sonreí.
Bajamos las escaleras y nos dirigimos a la cocina. Abrí la nevera y empecé a
inspeccionar que había.
-
Mmm, yo voy a desayunar un
donut y para beber un batido- saqué el batido de la nevera y miré a Taylor.-
¿Tú que quieres?
-
Lo mismo.- sonrió. Cogí otro
batido i se lo lancé, después saqué dos donuts de una estantería y me senté
enfrente de la barra de la cocina, al lado de Taylor. Empezamos a comer sin
decir palabra alguna, sonriéndonos el uno al otro, como dos tontos.
NARRA
JUSTIN:
Esta
noche casi no he podido dormir, encontrarme con _____, así de repente me
ha dejado un poco chocado. He estado dándole vueltas toda la noche y no sé, hay
algo cambiado en ella. La noto fría, distante, perdida, necesito hablar con
ella y explicarle ciertas cosas, pero no me quiere escuchar, si algo no ha
cambiado es esa actitud cabezona y orgullosa. Pero en todo lo otro esta
totalmente cambiada, y a mejor, se ha vuelto más guapa, más mayor, más madura y
normal después de 4 años la gente cambia y de que manera.
Me
levanté de la cama y me dirigí hacía la maleta que me faltaba por deshacer si
mi madre entraba y la veía ahí en medio me empezaría a echar la bronca. Empecé
a sacar las camisetas que era lo que más arriba estaba, las puse en el armario
y seguidamente saqué las sudaderas y los pantalones que quedaban. Pensaba que
ya lo había sacado todo pero en el fondo de la maleta vi algo relucir me agache
para cogerlo y no pude evitar sonreír y reírme al ver lo que era. Una foto mía
y de _____ de pequeños abrazados y sonriendo. Ver fotos antiguas y
pensar en como las cosas han cambiado. Dejé la foto encima de la cama, no sabia
donde ponerla así que lo pensaría más tarde. Salí de mi habitación y bajé las
escaleras a paso ligero, vi a mi madre en la cocina.
-
Buenos días mamá.- ella se
giró, ya que estaba de espaldas.
-
Buenos días cielo, ¿Qué tal has
dormido?- cogí el zumo de naranja que había en la nevera y un vaso, luego me senté
enfrente de ella.
-
Bueno, no muy bien.- alzó una
ceja y me miro extrañada.
-
Si tenias unas ganas enormes de
volver a Atlanta, Justin ¿Qué pasa?- empecé a poner zumo en el vaso, necesitaba
hablar con alguien este tema, ¿y quien mejor que una madre?
-
Es _____, esta enfadada,
y no creo que me perdone. Dice que durante estos años no me he puesto en
contacto con ella y le ha dolido.
-
Justin cariño, piensa una cosa
¿ella ha intentado ponerse en contacto contigo?- me encogí de hombros.
-
Pero la necesito como amiga
igual.
-
Las únicas personas que
necesitas en tu vida, son aquellas que te demuestren que te necesitan en la
suya.
-
Tienes razón mamá, eres la
mejor.- le sonreí y me levanté para darle un fuerte abrazo.
-
Pero no creas que te esté dando
la razón, tanto tu como ella os habéis equivocado, y si ella no te ha
demostrado que te necesita es porqué tu tampoco se lo has demostrado a ella.
-
O al revés.- mi madre puso los
ojos en blanco.
-
Como sea, la cosa es que os
habéis equivocado los dos y tarde o temprano se dará cuenta y lo
solucionareis.- le sonreí una vez más, que grande llegaba a ser mi madre.- por
cierto hoy vamos a cenar con _____ (tu padre), Álex y _____.
-
Está bien, yo ahora he quedado
con los chicos.
-
¿A que hora volverás?
-
Vamos a casa de los Beadles a
comer así que después de comer vuelvo.- mi preciosa madre asintió sonriéndome y
yo le di un beso en la frente.- Adiós mamá.
-
Adiós hijo.
Salí de
casa con mi mejor sonrisa, mi madre me había animado y sin duda era la mejor
madre del mundo.
Tenía
ganas de pasar tiempo con mis amigos, hacía tantísimo tiempo que no les veía,
pero por fin podíamos estar todos juntos, sin distancias por el medio. Noté una
vibración en el bolsillo, era mi móvil.
LLAMADA TELEFÓNICA#
LLAMADA TELEFÓNICA#
-
¿Si?
-
Juby cariño ¿Cómo estas?- era
Selena.
-
Selly, bien por Atlanta ¿y tú
dónde estás?- oía voces de mucha gente.
-
En el aeropuerto.
-
¿Qué haces ahí?- me extrañaba,
porqué Selena estaba de vacaciones y no tenía pensado en viajar a ningún sitio.
-
Pues que voy a Atlanta para
verte.
-
¿Enserio? Eso es genial ¿a que
hora llegarás?- me encantaba la idea de que Selena viajara a Atlanta para
verme, pero a la vez no quería. Quería pasar tiempo con mis amigos y si venía
ella no podría hacer todo lo que tenía pensado con ellos ya que ella pasaría
gran tiempo conmigo.
-
¿No te gusta la idea?
-
¿Cómo dices esto tonta? Me
encanta, estoy deseando que llegues.
-
Cuando llegue te llamo ¿vale?
Te quiero.
-
Yo más.- me colgó.
FIN DE LA LLAMADA#
FIN DE LA LLAMADA#
Llevo
un mes con Selena, y la quiero mucho me da igual lo que la gente llegue a decir
o a pensar, si la quiero la quiero y punto. Mi madre no opinaba nada al
respecto, no sé si eso era bueno o malo.
En
menos de lo pensado ya había llegado a casa de los Beadles, estaba bastante
nervioso ya que nadie excepto Caitlin sabía que hoy iba a comer con ellos.
Llamé al timbre, y en un minuto apareció Christian por la puerta, abrió los
ojos como platos al verme, yo solo le sonreí y le revolví el pelo.
-
Pequeñajo.
-
¿JUSTIN? No puede ser..- me
abrazo fuertemente mientras yo le seguí el abrazo, había echado de menos a mis
amigos y bueno, lo mejor de las despedidas siempre son los reencuentros.
Detrás
de Christian aparecieron Chaz, Caitlin, y Ryan, Christian se separó de mi.
Todos los otros chicos corrieron a abrazarme, definitivamente eran los mejores.
NARRAS TÚ:
Había
pasado casi todo el día con Taylor, por la mañana fuimos al parque a pasear un
rato, después le invité a comer a casa papá como de costumbre no estaba y
tuvimos que pedir pizza para comer, le presenté a Álex y estuvimos mirando los
tres una película después de eso Taylor se fue con Liam a hacer no sé qué. Yo
me quedé con Álex viendo la tele.
Quiero
ir a hablar con Justin pero no sé si tengo el valor suficiente para plantarme
ahí, enfrente de él y decirle “Lo siento”, parece tan sencillo, pero sé me hace
demasiado complicado.
Oí como la puerta de casa se abría, deduje que era mi padre hoy llegaba pronto. Me levanté del sofá para ir a recibirlo.
Oí como la puerta de casa se abría, deduje que era mi padre hoy llegaba pronto. Me levanté del sofá para ir a recibirlo.
-
Hola papá.
-
Hola cielo.- le sonreí y me dio
un beso en la mejilla.
-
Oye, voy un rato a casa de
Pattie aún no la he visto.
-
Esta noche hemos quedado para
ir a cenar todos juntos.
-
Vale, pero igualmente iré a
verla.
-
¿Y Justin?
-
¿Qué pasa con Justin?- me puse
un poco nerviosa ante la pregunta de mi padre.
-
Nada hija- soltó una pequeña
carcajada- ¿qué si lo has visto ya?
-
No.- mentí- ahora voy a verlo.
Hasta luego papá.- le di un beso en la mejilla y me dirigí a la puerta.
-
Adiós princesa.
Abrí la
puerta y salí al gran jardín de casa, me estaba empezando a poner nerviosa y de
que manera. Caminé lentamente como si al final del jardín estuviese el fin del
mundo. Abrí la puerta y caminé unos metros, ahí me encontré con la casa de
Justin toqué al timbre con miedo, con nervios.
-
¿Quién?- era Pattie, su voz no
había cambiado, seguía siendo tan dulce como siempre.
-
Pattie, soy _____, no sé
si te acuerdas de mí.
- _____, pasa ¿Cómo no me
voy a acordar de ti? Pasa anda.
La
puerta que daba al jardín se abrió entré y recorrí el gran jardín, la casa de
Justin era parecida a la mía ya que vivíamos en una urbanización. Cuando llegué
a la puerta principal vi a Pattie esperándome con una gran sonrisa.
-
¡_____! Estas muy
grande.- me abrazo con fuerza y yo le devolví el abrazo.
-
Después de 4 años la gente
cambia y se hace mayor, pero tu estas mas joven.- estalló a risas, dejó de abrazarme
para mírame mejor.
-
Enserio, estás cambiadísima, si
no me llegas a decir que eres tú ni te reconozco.- acarició mi pelo con una
tierna sonrisa.
-
Pattie, que me sacas los
colores mujer.- soltamos unas carcajadas.
-
Oh, perdona no te he invitado a
pasar- le sonreí- pasa.
-
Gracias.
Entré
observando cada detalle de la casa, hacía tiempo que no entraba, me venían a la
mente un montón de recuerdos de Justin y de mí cuando éramos pequeños.
-
¿Lo echabas de menos?- me giré
hacia Pattie de repente.
-
¿A qué?- no sabia muy bien de
lo que me hablaba, o tal vez si pero me hacía la tonta.
-
A Justin cielo, él también te
ha echado de menos.
-
Lo sé.- sonreí tiernamente-
¿Dónde está?
-
Con los chicos, no tardará en
venir me dijo que estaría aquí después de comer, y ya son las cinco.- asentí
con una gran sonrisa.- espéralo en su habitación, así se llevará una sorpresa.
-
Buena idea.-dije riendo- voy
subiendo.
-
Está bien cielo.- antes de
subir la abrace fuertemente, con todas mis fuerzas como si no hubiese mañana,
al principio se sorprendió un poco pero rápidamente me acogió el abrazo.
A ella
también le había echado de menos, siempre es tan cariñosa con todo el mundo que
es difícil no quererla. Acabé de subir las escaleras y entré en la habitación
de Justin, aún recordaba donde estaba. Se me hacía raro estar ahí esperándolo,
me senté encima de la cama aun sin hacer. Pasé mi mano por la fina tela del
colchón y empecé a examinar su cama con la mirada, el aburrimiento es lo que
hace. Vi un cuadro en medio de la cama que se me hacía familiar. Lo cogí y lo
observé con más detalle, oh dios mío, era una foto de él y yo de pequeños aun
la guardaba y eso era un detalle enrome para mí. En ese instante me sentía como
una tonta, una niña mal criada, orgullosa, que no escucha a nadie. Cuando
Justin entrase por esa puerta le iba a dar un abrazo enorme. Estaba algo
equivocada pensando que la culpa solo era de él, los dos teníamos culpa en
esto, y no se merecía lo que le estaba haciendo.
Un montón de emociones habían provocado un nudo en mi garganta, tenía ganas de llorar, la verdad no sé porque, tal vez cuando llevas tanto tiempo intentando ser fuerte, intentando no derramar ninguna lágrima más por cosas del pasado llega un momento que necesitas explotar, decir todo lo que te has aguantado, llorar hasta quedarte sin lágrimas para así al día siguiente poder seguir con más fuerza. Me aguanté mis ganas de llorar, pero igualmente sabía que cuando abrazase a Justin estallaría en un llanto.
Un montón de emociones habían provocado un nudo en mi garganta, tenía ganas de llorar, la verdad no sé porque, tal vez cuando llevas tanto tiempo intentando ser fuerte, intentando no derramar ninguna lágrima más por cosas del pasado llega un momento que necesitas explotar, decir todo lo que te has aguantado, llorar hasta quedarte sin lágrimas para así al día siguiente poder seguir con más fuerza. Me aguanté mis ganas de llorar, pero igualmente sabía que cuando abrazase a Justin estallaría en un llanto.
Oí como
alguien subía las escaleras, dejé el cuadro encima de la cama y me levanté de
ella. Estaba muy nerviosa, empecé a toquetear el anillo que llevaba con
nerviosismo. Los pasos se escuchaban cada vez más cerca y mis nervios aumentaban
a cada segundo. Escuché los pasos de alguien detrás de la puerta y se detuvo
ahí estaba por abrir la puerta y decir “Oye lo siento pero no tengo todo el día
para que decidas entrar o no”. El manillar de la puerta empezó a bajar, yo cogí
aire y suspiré, estaba muy nerviosa y esto parecía ir a cámara lenta.
Al fin
la puerta se abrió y vi a Justin absorto por su móvil, ni se había dado cuenta
de que estaba ahí. Sonreí nerviosamente y me abalance contra él. Le abracé
fuertemente haciendo que su móvil cayera al suelo, él estaba alucinando no me
esperaba allí, tampoco esperaba esa actitud de mi y mucho menos esperaba que yo
me tragara mi orgullo. Al cabo de un buen rato me agarró fuertemente por la
cintura alzándome hacia arriba. Tragarme mi orgullo por una vez había servido
de algo, hacía mucho tiempo que esperaba este momento y lo estaba disfrutando y
de que manera, mis risas se escuchaban por toda la casa y apuesto lo que sea
que hasta en la calle se podían oír.
- ______, ¿Qué haces aquí?-
Justin me había dejado en el suelo después de estar un rato abrazados.
-
He venido a ver a mi mejor
amigo.- le sonreí con la mejor sonrisa del mundo.
-
Definitivamente eres bipolar.-
soltó una pequeña carcajada y prosiguió- ayer no me aguantabas me odiabas, y
ahora dices que soy tu mejor amigo, estas loca.
-
Aunque no lo creas eso de
consultar con la almohada ayuda, es lista.- empezamos a reír
descontroladamente. Echaba de menos esos momentos con el.
-
Te echaba de menos.- y ahí caí.
Lo volví a abrazar con más fuerza que antes, yo también le había echado de
menos. Las ganas de llorar que hace unos minutos se habían desvanecido ahora
volvían con más fuerza. Mis ojos se cristalizaron y a los segundos empezaron a
caer lágrimas de ellos - ¿por qué lloras tonta?
-
Por qué yo también te he echado
de menos Justin.- él se separo del abrazo y secó mis lágrimas con su pulgar.- ¿Sabes?
No me gusta que la gente me vea llorando, ni si quiera tú, no me siento cómoda,
no sé me siento débil.
-
Llorar no se significa ser
débil, significa que llevas demasiado tiempo siendo fuerte.
-
Siempre sabes como sacarme una
sonrisa.- sonreí- Bueno, pero a todo esto cuéntame ¿Qué has hecho todo este
tiempo?
-
Pues…
-
Justin cielo, tienes visita.-
la voz de Pattie interrumpió a Justin, el volteó los ojos y pasó su mano por
encima de mis hombros.
-
Después seguimos hablando
¿vale?- asentí con una sonrisa- vamos.
Bajamos
las escaleras haciendo el tonto así que como era de esperar nos caímos. Por
suerte fue en el último escalón así que a los segundos estábamos rodando por el
suelo sin parar de reír.
-
Parecéis niños pequeños.-
escuché una voz al fondo del salón. Justin y yo nos levantamos del suelo aun
riendo.
-
¿¿Selena??- su cara era de
sorpresa, no sé si a su visita o a lo que había dicho. Yo solo la miré con mala
cara, el tono que había utilizado para decir eso no me había agradado.- Me
habías dicho que me llamarías cuando llegaras.
-
Sorpresa.- dijo con una sonrisa
falsa. Ya me imaginaba quien era esa tipa, su novia obviamente. Y lo más
probable es que se pensara cosas que no eran.
Era un
momento algo incómodo Justin no sabía que decir y yo sobraba ahí. Empecé a balancearme
con los pies pensando en qué excusa pondría para salir de ese marrón. Miré a Justin,
este se rascaba la cabeza sin saber que decir luego miré a Selena estaba de
brazos cruzados esperando una respuesta, una acción algo. Y bueno luego quedaba
yo aún seguía balanceándome con mis pies y las manos detrás de la espalda, toda
una escena. De detrás de Selena salió Pattie.
-
¿Chicos?- yo le sonreí.
-
Bueno, yo me voy a casa ya nos
vemos en la cena.- me giré y le di un beso a Justin en la mejilla, el me lo
devolvió.
-
¿Qué cena?- dijo Selena mirando
a Justin.
-
Hoy habíamos quedado en salir a
cenar yo y mi madre y ella su padre y su hermano.
-
Selena también puede venir
cielo.- dijo Pattie sonriendo.
-
Pues yo me voy, poneos
guapos.- y dicho esto le di un abrazo a Pattie y salí de ahí.
Eso
había sido una situación algo incómoda y me aliviaba haber salido de ahí.
Recorrí el jardín de mi casa y luego entré en ella. Dejé las llaves encima de la mesa del recibidor de casa. Pasé por el salón y no había nadie a si que supuse que Álex y papá estarían arriba. Subí las escaleras y toqué la puerta de la habitación de papá.
Recorrí el jardín de mi casa y luego entré en ella. Dejé las llaves encima de la mesa del recibidor de casa. Pasé por el salón y no había nadie a si que supuse que Álex y papá estarían arriba. Subí las escaleras y toqué la puerta de la habitación de papá.
-
Pasa.- abrí la puerta y vi a mi
padre buscando ropa en el armario.
-
¿Qué haces?- le sonreí.
-
Pues estoy pensando en que
ponerme esta noche, y no sé que camisa ponerme ¿me ayudas?- asentí y empecé a
buscar con él.
-
Esta te quedara bien con todo.-
le saqué una camisa blanca.
-
Si tú lo dices.- dijo sonriéndome-
oye _____, ¿puedes ir a ver que hace Álex? Está en su habitación.
-
Eso está hecho.- salí de su
habitación y me dirigí a la de Álex, que era la que estaba al lado- ¿se puede?-
toqué a la puerta.
-
No, no quiero ver a nadie.- me
quedé ahí parada con cara de tonta. Mi hermano nunca me hablaba así.
Abrí la
puerta y me lo encontré sentado en la cama con la cabeza agachada. Cerré la
puerta y me senté a su lado. Le empecé a acariciar el pelo suavemente.
-
¿Qué te pasa cosita?- levantó la cabeza y vi que estaba llorando- ¿Álex? ¿Qué te pasa? ¿Por qué lloras? ¿Te has
hecho daño?- el negó con la cabeza y empezó a sollozar- Álex, no me preocupes
por favor ¿Qué te pasa?
me ancanta tu novela
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