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martes, 4 de septiembre de 2012

Nothing like us. {03}


¡Qué te den!




Habían pasado unos días, desde la llegada de Taylor y cada vez nos llevábamos mejor.  Chris, Ryan y Chaz han hecho muy buenas migas con él. Desde que ha llegado Taylor he dejado de tener la pesadilla de siempre. Hasta hoy. Hoy la he sentido como nunca, parecía tan real. Y hoy me preocupaba más que nunca eso, me sentía rara es una sensación indescriptible. Eran las siete de la mañana cuando me desperté sobresaltada y nerviosa por culpa de esa pesadilla o sueño. 

Me asomé a la puerta del balcón, desde allí se veía la casa del vecino, hacía tanto tiempo que no vivía nadie en esa casa. Abrí la puerta para salir fuera, fácilmente podía saltar al otro balcón estaban bastante apegados. De repente una brisa de aire caliente me apartó el pelo de la cara. En ese instante me dieron unas ganas enormes de cantar. Hacia mucho tiempo que no cantaba, muchos años más bien. Desde que se fue Justin dejé de cantar, fue un golpe muy duro para mí y tenía miedo de también irme y dejar a mis amigos yo no quería eso. Justin y yo teníamos el mismos sueño, siempre subíamos videos a YouTube cantando, era lo que más amábamos a él por suerte le dieron la oportunidad de ir a cumplir su sueño y míralo ahora está en lo más alto.

Esa casa me traía muchos recuerdos de Justin. En efecto es donde vivía o vive él. Aun tengo la esperanza que vuelva por aquí.

Desde el balcón escuche el tono de mi móvil, había pasado un buen rato desde que salí al balcón. Entré a mi habitación y cogí el móvil, en la pantalla vi que era Cait.

LLAMADA TELEFÓNICA#

-          ¿Cait? ¿Tu levantada tan pronto? FLIPANTE
-          Tu, deja de ser tan exagerada, ¿es que no te acuerdas que hoy es la cena de clase?- vale, mierda lo había olvidado por completo.
-          Mierda aun no tengo vestido.- lo iba a comprar la semana pasada pero con la llegada de Taylor, se me paso por completo.
-          ¿Tienes Alzheimer? Hemos quedado hoy para comprarlos ¿en que mundo vives __________tn?
-          Perdona lo había olvidado.- al otro lado del móvil oí un gran suspiro.- lo siento tía enserio.
-          No pasa nada tonta, es una tontería- reí por lo bajo, esta chica era bipolar jajaja.- a las nueve te paso a buscar.
-          ¿Ya estas vestida?
-          Si, ¿por?
-          Ven ahora.- se me había ido el sueño y no tenia ganas de estar sola.
-          Mmmm, vale.- Cait colgó.

FIN DE LA LLAMADA#


Dejé el móvil encima de la cama y abrí mi armario cogí algo simple y entré en el baño. Encendí la radio y me desvestí, empezó a sonar Set Fire to the Rain de Adele, me acordé nuevamente de Justin, y empecé a cantar. Entoné cada nota, a veces me costaba llegar a los agudos pero creo que lo hice bien para los años que llevaba sin cantar. Salí de la ducha y me vestí así; http://www.polyvore.com/cgi/set?id=57193873. Me puse rímel, me hice la ralla de abajo y salí de mi habitación. 
Bajé las escaleras rápidamente eran ya las ocho y media. Cait tardaba demasiado así que decidí ir a buscarla a su casa. No dejé ninguna nota, hoy pasaba sabia que mi padre se iba a molestar porque no le gusta que me vaya sin avisar, pero que más da. Abrí la puerta de mi casa y me encontré a Cait.
-          Joder que susto- vale, tampoco soy tan fea.
-          ¿Vamos?- pasaba de preguntar que hacía ahí.
-          Vamos- su cara mostraba una gran sonrisa, estaba muy contenta.
-          ¿Tanta felicidad?
-          Nada en especial, tengo ganas de la cena, volver a ver a los de clase y eso.
-          Mm, guay..
-          ¿Qué te pasa?- vaya ya se me notaba que estaba rara.
-          Nada, ¿Qué me tendría que pasar?- le sonreí forzadamente.
-          Vamos te conozco ¿Es que no me puedes contar las cosas sin que te pregunte?- Cait se estaba mosqueando, según ella le da mucha rabia que no le cuente las cosas sin que me tenga que preguntar.
-          Pf, no tengo ganas de hablar del tema Caitlin- ella me miró directamente a los ojos alzando una ceja.- vale, he vuelto a tener el sueño de siempre. Pero esta vez era más real, no se es raro de explicar es como si el estuviera mas cerca.
-          ¿¿Que??- Cait se puso nerviosa, empezó a jugar con su pelo enredándolo en un dedo.- Hacia tiempo que no lo volvías a tener.
-          Ya lo sé, pero ha sido muy extraño enserio.- me parecía raro que se pusiera tan nerviosa por este tema, ella era la que siempre me tranquilizaba con esto, y ahora parecía que la tenia que tranquilizar yo.- ¿Te pasa algo?
-          Em, no.
-          Estás nerviosa.- alcé una ceja mirando su dedo como se movía mas rápidamente entre su cabello.
-          Que tonterías dices.-  le pegué un codazo en las costillas amistosamente.- ¿A que viene eso?
-          Pues..- no me dejó acabar la frase.
-          Por fin hemos llegado.

Yo solo le sonreí Cait estaba rara, no sé notaba que algo la incomodaba. Entramos al centro comercial mientras yo sacaba mi móvil del bolsillo. Tenia ganas de hablar con Taylor así que le hablé por Whatsapp.
____tn: Feooooooooo ¿estás vivo? :O
Taylor: Creo que si :O
____tn: Tan tonto como siempre. J
Taylor: Y tu, tan guapa como siempre. 
____tn: Pero si no me ves idiota jajaja.
Taylor: Pero tu siempre estas guapa.
____tn: Oh, que cuqui eres ¿no?
Taylor: Eso dicen.. ¿Dónde estas?
____tn: En el centro comercial, hoy tengo una cena y me tengo que comprar un vestido ¿y tu?
Taylor: En el hotel, ahora saldré a desayunar con Liam.
____tn: Guay, podrías venir con nosotras!
Taylor: Hoy no puedo, lo siento te prometo que esta noche te voy a ver.
____tn: Vale cuando acabe la cena te llamoJ
Taylor: Suena bien, hablamos luego tonti un besito guapa.
____tn: Goodbye pretty muaaaac .

Guardé mi móvil en el bolsillo y vi que Caitlin se metia en una tienda yo la seguí. Empezó a tocar todos los vestidos yo solo la miraba, aun no habíamos hablado desde que entramos al centro comercial. No me sentía incomoda, pero eso no solía pasar entre nosotras, siempre estamos hablando.
-          Este es perfecto- cogí un vestido apartado de los otros. Cait se giró para ver el vestido.
-          Dios __________tn ¿de donde has sacado esa preciosidad?
-          Tengo buen ojo, pruébatelo- ella asintió y me dio un beso en la mejilla. Fue al vestidor mientras yo miraba las musarañas.
-          ¿Y que tal?- de repente la cortinilla del probador se abrió.
-          Dios, Caitlin es perfecto para ti.- Realmente estaba preciosa.
-          Me lo llevo.- yo le sonreí y ella me devolvió la sonrisa.
Cait pagó. Después fuimos a desayunar a un Starbucks del centro comercial. Cuando acabamos empezamos a mirar otras tiendas. No encontraba nada y me estaba empezando a desesperar, hasta que vi un vestido precioso en un escaparate. Sin pensarlo dos veces entré en la tienda, Cait me siguió.
-          Este es perfecto para ti.- estaba señalando el vestido que también me gustaba a mi.
-          Me has leído la mente.
-          ¿A que esperas? Pruébatelo, vamos.- le hice caso y entre en el probador, me quité la ropa y me puse el vestido.- ¿Y bien?
-          P E R F E C T O- reí y volví a cerrar la cortina del probador, definitivamente me iba a quedar ese vestido.
Acabamos de comprar los accesorios y zapatos a las 12 habíamos tardado lo nuestro. Cait me invitó a comer a su casa, llamé a mi padre y aceptó. De camino a casa de Caitlin íbamos en silencio, hasta que yo rompí el silencio.
-          Cait, hay algo que no te he dicho.- me miró atentamente.- tal vez te parezca una tontería pero no sé..
-          Venga cuenta tonta.
-          Hoy he vuelto a cantar.- solté un pequeño suspiro.
-          ¿Qué? Eso es GENIAL! ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Por qué?- Cait estaba realmente entusiasmada.
-          No sé, estaba en la ducha y me ha salido, tenia ganas. Pero eso no es a lo que iba, quiero cantar como lo hacía antes tengo muchas ganas de desahogarme cantando, componiendo y eso.
-          __________tn, eso es genial enserio me alegro tanto- sonreí y ella me abrazó muy fuerte.
-          ¿Y eso?
-          Pues porque te quiero, y siempre voy a estar ahí.
-          Que sensible te has puesto Cait.- me pegó un puñetazo amistoso en el brazo.
-          Que agresiva- reímos sin saber porque, era una risa tonta, y no podíamos dejar de reír.

Llegamos a casa de los Bealdes aun riendo, saludé a sus padres y después subí rápidamente a la habitación de Chris, hacía algunos días que no lo veía. 
Abrí la puerta lentamente y lo vi acostado en su cama con los auriculares puestos y mirando a su móvil, estaba de espaldas así que corrí hacia su cama y salte encima de él.
-          ¡EH!-  se quejó mientras empecé a hacerle cosquillas por todas partes.- BRUTA, ANIMAL.- Chris me empezó a decir barbaridades mientras no dejaba de reír.
-          Aish- me quité de encima de él sentándome en el filo de la cama.- ¿Qué tal todo?
-          Pues ahora que te veo mejor- siempre decíamos tonterías de esas como si estuviésemos juntos, solo era para reírnos un rato.
-          Oh mi amor, no me digas eso- estallamos a carcajadas.
-          ¿Te has comprado ya el vestido para la cena de hoy?- asentí con una gran sonrisa- después saldremos todos juntos por ahí.
-          Eso no lo sabía, ¿a donde iremos?
-          A alguna discoteca o algo, ni idea ya veremos.- Buen plan.
-          Guay, oye me voy con Cait, luego nos vemos.

Me levanté de la cama y le di un abrazo y un beso en la mejilla, él me devolvió el beso. Entré a la habitación de Caitlin y estaba absorta por el móvil. Me senté a su lado, y ella rápidamente lo guardó. Comimos y me fui a mi casa ya que Caitlin estaba todo el rato pendiente de su móvil.

Tenia ganas de salir esta noche y pasármelo bien eran ya las siete de la tarde y la cena era a las nueve y media. Cogí el vestido del armario y saqué los zapatos de la caja que me iba a poner esta noche, lo observé un rato, era perfecto. Lo dejé todo encima de la cama y me metí en el baño de mi habitación. Me desnudé y entré en la ducha. Estuve bastante tiempo ahí dentro dándole vueltas y vueltas al sueño de esta noche, noté ese abrazo más cerca, más cálido, con más fuerza. A quien le digiera esto pensaría que estoy loca. Cerré el grifo de la ducha y salí, me envolví una toalla en el cuerpo y otra en la cabeza. Había tardado lo mío casi una hora eran las 8:15 y no tenia ni idea de cómo me iba a peinar, todo el mundo iría bastante arreglado. 
Me puse la ropa interior y seguidamente el vestido, quedaba perfecto. Me maquille, me peine haciéndome una trenza de espiga y metí el maquillaje, el móvil y el monedero en el bolso. Había quedado con Cait a las 9:15 y ya eran las 9. Solo faltaba ponerme los accesorios, abrí una cajita donde tenía algunas cosas cogí unos pendientes, una pulsera y un colgante. Ese colgante era muy especial para mí me lo regaló Justin antes de irse y hoy quería ponérmelo. Hacia tiempo que no me lo ponía. Acabé de ponerme los zapatos y salí de mi habitación. Iba así; http://www.polyvore.com/cgi/set?id=57249255#stream_box
Bajé las escaleras y vi a mi hermano y a mi padre sentados en la mesa cenando.
-          Que aproveche- les sonreí.
-          Gracias- estaban cenando pizza.
-          Que buena pinta tiene Álex, ¿me la das?- obviamente lo decía en broma, el negó con la cabeza y yo le revolví el pelo.
-          Que guapa que vas tata.-  yo giré sobre mi misma.
-          ¿Ya te vas?- que simpático mi padre.
-          Ahá, ¿no me vas a decir lo guapa que estoy?- me puse detrás de él y posé mis manos sobre sus hombros.
-          Si te digiera que vas guapa te mentiría, vas perfecta princesa.- le di un beso en la mejilla, pocas veces mi padre me hacía esos cumplidos.
-          Volveré tarde, no me esperes despierto.- me separé de él y le revolví el pelo.
-          Tampoco tenia pensado esperarte despierto.- solté una gran carcajada y fui a darle un beso a Álex, después le di otro a papá y me dirigí a la puerta.
-          Adiós tontos.
-          Pásalo bien hija.
-          Adiós tata.
Recorrí todo el jardín hasta llegar a la puerta eran las 9:15 en punto. Vi las luces de un coche acercarse, era el coche de los padres de Cait y Chris se paró enfrente de mi puerta y yo entré. De copiloto iba Caitlin en la ventanilla de la izquierda iba Christian, y en medio Chaz.
-          Hola, buenas noches Sr. Bealdes.- a los chicos se les escapó la risa, son tontos.- Hola imbéciles.- Pasaba de ser una chica educada, a una chica vulgar, lo que yo digo, que soy bipolar.
-          Que bipolar.- rió Chris.
-          Que idiota.- reí irónicamente.
-          Cuanto amor.- esta vez el comentario era de Chaz.
-          ¡CHAZ!.- lo estruje en un abrazo- hace dos semanas que no te veo, ¿donde te metes?
-          Por ahí.- tan simpático como siempre, Chaz era un chico de pocas palabras, pero un trozo de pan con todo el mundo.
-          Tan simpático como siempre.- que haría yo sin la ironía. ´
Chaz no contestó a mi comentario, y nadie abrió la boca hasta llegar al restaurante donde habíamos quedado todos. Nos bajamos del coche y no había nadie.
-          __________tn, vas preciosa.- Caitlin era una pelota.
-          Que pelota que eres, sabes que tu vas más guapa que yo.- Cait iba así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=57250626#stream_box. – Chicos vosotros vais perfectos.
-          Gracias tu también lo estas- dijeron Chris y Chaz al unísono.
-          Por cierto ¿y Ryan?- en teoría el también tenia que estar aquí.
-          No ha podido venir, tenia un asunto familiar- dijo Cait.
-          Mmm,  vale.

La gente fue llegando cinco minutos más tarde, nos fuimos saludando todos y nos sentamos en la mesa. Al cabo de un rato llegó un camarero a pedirnos nota, cada uno pidió lo que quería y él se marchó. 
Empezaron a salir temas tontos, las risas no paraban, empezamos a contar anécdotas de clase. De todas las tonterías, los exámenes copiados, los profesores cabrones, los buenos, los malos rollos, la gente que se fue, la gente que vino nueva, los substitutos, las excursiones y una lista de cosas más. Me lo estaba pasando en grande, echaba de menos esos momentos, cuando estaba metida en clase, tenia unas ganas enormes de perder de vista a todos los profesores, a salir de esa aula que parecía una cárcel pero en realidad cuando llega el verano empiezo a recordar cada momento vivido con ellos y los echo de menos. Caitlin estaba sentada a mi lado y tenia la mirada con un brillo especial, seguro que estaba pensando lo mismo que yo. Ella me miro y me sonrió.
-          No me voy a cansar de decirte lo guapa que estas.- yo giré los ojos.
-          No me voy a cansar de decirte que tu más.- esta vez los giro ella. Soltamos una carcajada y ella me miró seria.
-          __________tn.- se quedó en silencio, y yo la miré con una mueca- tengo que ir al baño guárdame el bolso porfaplis.- me reí, Cait estaba loca.
-          Eso no se pide.- cogí su bolso y lo puse en mi regazo.
-          Si no te lo pidiera no sabrías que me lo tienes que guardar.- estallé a carcajadas de nuevo, lo que me podía reír con esta chica. Por eso y un millón de cosas mas es mi mejor amiga.
-          Anda tira ya.- se levantó de la silla y se fue.

Me había perdido en la conversación de mis compañeros y no me estaba enterando de nada así que decidí coger el móvil de Caitlin para jugar a algún juego. Suena un poco friki, ¿pero quien no lo hace?
Empecé a buscar algún juego de mi agrado, pero no encontraba nada. Me aburrí de buscar así que decidí meter el móvil de Cait en su bolso, pero cuando estaba abriendo la cremallera empezó a vibrar. Era un mensaje. Lo abrí para ver de quien era pero no lo tenía en la lista de contactos. El mensaje decía así:
“Cait, ya estoy llegando a Atlanta, espero verte pronto, ojalá pudieses venir al aeropuerto a buscarme, pero por lo de la cena no creo que vengas ¿verdad? nos vemos pronto. Justin Bieber :)”
Empecé a marearme, ¿Justin aquí? Caitlin no me había dicho nada, ella sabia lo mal que lo estaba pasando.  Sabía que esa pesadilla me estaba comiendo por dentro y no ha sido capaz a decirme que iba a venir o que había hablado con él. Sentí una rabia que jamás había sentido mis manos empezaron a temblar y luego mis piernas. Vi a Caitlin sentarse a mi lado. Yo tenía los ojos llenos de lágrimas. La miré, más bien la fulminé con la mirada, ella abrió los ojos como platos.
-          ¡__________tn! ¿Qué te pasa? ¿Estás bien? ¿Por qué lloras?- me levanté de la silla sin parar de mirarla.
-          ¡QUE TE DEN!- luego de decir eso le tiré el móvil a la cara y me fui de allí como pude.
Estaba temblando, y los tacones que llevaba no eran de gran ayuda para mantenerme en pie. No sé que me afectaba más que Caitlin me hubiera mentido en esto, o que Justin regresara. No sabía si podría perdonar alguno de los dos. Las lágrimas no paraban de recorrer mis mejillas, era inevitable llorar. Lloraba sin consuelo, sin saber a donde ir. Me dolía que mis amigos me hiciesen eso, siempre había estado al lado de Caitlin y más al de Justin. Ahora entiendo el porqué del sueño, el nerviosismo de Cait al hablar de esto, sus viciadas al móvil. Una pregunta rondaba por mi cabeza, ¿Qué haría cuando viera a Justin de nuevo? No sabía hacía donde caminaba ya que estaba absorta en mis pensamientos. Cuando salí de ellos miré a mí alrededor, me había metido en las peores calles de Atlanta. Empecé a caminar más y más rápido casi corriendo, tenía miedo. Oí unas risas detrás de mí.
-          Eh guapa, ¿ya te vas?- mierda, mierda, mierda. Caminé más deprisa, más bien empecé a correr.- Oye, no corras preciosidad, no te haremos daño solo queremos jugar un ratito.- Odiaba que me hablaran así, que me trataran como una mierda, como si no fuese nadie y ellos tuviesen control sobre mi.
-          Iros a la mierda todos, asquerosos, sois unos depravados, necesitados, imbéciles.
Paré en seco y me giré a mirar a aquellos monstruos, en realidad no pensaba lo que estaba haciendo, estaba llena de miedo pero me encaré a ellos ¿Por qué? Por ira. Vi una botella de cristal a dos pasos míos, la cogí y se la tiré al que estaba más cerca de mí, después eché a correr como nunca.
-          Uuuuh, la gatita saca las uñas.- escuché como empezaban a correr detrás de mí. Noté como una mano me agarraba del hombro.- ¿Dónde creías que ibas?
-          Lejos de tu sucia cara, gilipollas.- le escupí en la cara, con asco y rabia ¿Qué más podía hacer? ¿Suplicar que me dejaran? Já, seguro que me hubiesen echo caso.
-          Yo de ti no me haría la chulita.- se limpió mi saliva de su cara y me apretó fuertemente la muñeca.
-          ¿A no?
Con la mano que me quedaba libre le di un puñetazo en la cara, justamente en la nariz. Él se llevo las manos a la cara, yo aproveché para correr. Oí las voces de sus amigos como le preguntaban si estaba bien. Vale, ahora ¿Qué haría? Mejor dicho ¿Qué me harían esos sí me pillaban?

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