Pide un deseo |
Justin se acercó más a mi, tanto que su nariz
chocaba con la mía, ahora si que estaba nerviosa. Pero me encantaba esa
sensación, esas mariposas que parecía tener en el estómago cuando estaba tan
cerca o simplemente cuando lo veía. ¿Él sentiría lo mismo? No lo sé. Le
acaricié el pelo suavemente, luego seguí acariciándole el cuello, Justin se
estremeció. Cerré los ojos y…
-
Tío,
me habéis marginado.- escuché la voz de Mike. Justin y yo nos separamos al
instante de escuchar su voz. Era la tercera o cuarta vez que nos interrumpían
en un momento así.
-
Que
oportuno.- se me escapó por lo bajini.
-
¿Qué
hacéis?- dijo Mike acercándose a nosotros- ¿Por qué tenéis la cara llena de
nata?
-
Bro,
estás viciado al móvil, normal que no te enteres de nada.- dijo Justin
levantándose a la vez que me tendía la mano.
-
Estaría
hablando con la churri.- bromeé.
-
Churri,
¿este? Ya.- rio Justin.
-
No
todos podemos ser Justin Bieber.- alzó una ceja Mike mirando mal a Justin.
-
Eso
no tiene nada que ver, aunque sea Justin Bieber, no tengo novia.- dijo
encogiéndose de hombros.
-
La
tienes a ella.- Mike me señaló con la cabeza.
-
¿Hola?-miré
sorprendida a Mike- no estoy con él.
-
Pronto
lo estaréis.- Mike me vacilaba, sabia como hacerme enfadar.
-
Bueno,
¿Qué tenemos que hacer ahora?- evadí el comentario de Mike.
-
Por
ahora nada.- dijo Justin.
-
Podríamos
ir a la piscina.- propuso Mike.
-
A mi
no me apetece.- no tenia ganas de hacer gran cosa, raro en mí porque hay veces
en las que creo que soy hiperactiva.
-
A ti
lo que te apetece es estar con Justin a solas.- Mike seguía vacilándome, le
encantaba hacer eso.
-
Lo
que me apetece ahora mismo es darte una colleja.- dije frunciendo el ceño.
-
Adelante.-
rio Justin.
NARRA CAITLIN:
Hoy es mi cumpleaños, pero esta siendo un completo
rollo, enserio. Al levantarme mis padres me han felicitado, me han traído el
desayuno a la cama, me han dado los regalos y han pasado la mañana conmigo.
Hasta ahí todo perfecto. Pero por la tarde, al quedar con los chicos todo ha
ido de mal en peor. Primero Mike, Justin y
_______(tu nombre) no han venido, eso me ha sentado mal, no sé si es que
se han olvidado de mi cumpleaños, si tenían otra cosa a hacer o que. Después
los otros chicos no me han felicitado, tampoco se han acordado. O todo esto es una broma, o realmente se les
ha pasado por completo que hoy es mi cumpleaños. No esperaba una fiesta
sorpresa o los mejores regalos del mundo, solo me esperaba que me felicitasen,
que ______(tu nombre), Justin y Mike estuviesen conmigo, pero ni me han
felicitado ni están. Aunque aún queda día.
-
¿En
que piensas?- me preguntó Chaz de repente.
-
Nada.-
sonreí a medias.
-
Estás
muy seria.- alzó una ceja mi hermano.
-
Estoy
como siempre.- dije sin ganas.
-
Si tú
lo dices.- se encogió de hombros Christian.
-
¿Qué
vamos a hacer hoy?- intenté mandarles indirectas.
-
Vamos
a la casa de campo de Mike.- contestó a mi pregunta Ryan.
-
¿A
que hora?- fruncí el ceño.
-
Cuando
acabe de ordenarla y todo eso, sobre la cena vamos.- esta vez me contestó
Chris.
-
¿Y
por qué no hemos ido a ayudarle?- me parecía algo injusto que él solo tuviese
que hacer eso.
-
Pues
por qué no nos ha dejado.- dijo Chaz.
-
Pues
que raro.- me limité a decir- por lo menos llevaremos la cena ¿no?
-
Eh… ¿por
qué no paras de hacer preguntas?- dijo algo borde mi hermano.
-
¿Ahora
no puedo preguntar?- le contesté.
-
No.-
me miró mal.
-
Venga
chicos, no os peléis.- intentó poner paz Ryan.
-
Pfff…-
puse los ojos en blanco.
Nos quedamos todos en silencio. Era incómodo la
verdad, nadie sabía que decir, cada uno miraba hacia un sitio. Yo miraba hacia
las maletas, pensando en que debería haber en la de los chicos. Normalmente las
chicas nos llevamos más ropa que los chicos cuando nos vamos de viaje o cuando
nos vamos a cualquier sitio y tenemos que quedarnos ahí días. Pero esta vez
parecía que los chicos se habían llevado mucha más ropa que yo. Solo nos vamos
dos semanas así que no he cogido mucha ropa. Bueno, en realidad sí, pero lo
esencial, pantalones cortos, camisetas de verano, algún pantalón largo por si
hace frío, sandalias, chanclas, Vans, alguna cosa de manga larga y no sé si he
metido algo más, supongo que sí, pero no me acuerdo.
La casa de Chaz estaba sumida en el silencio, nadie abría la boca, me moría de ganas de levantarme y gritar ¿Es que nadie se acuerda de mi cumpleaños? Pero no, pasaba. Aunque estaba muy picada intentaba poner buena cara, no sé ni porque lo hacía.
La casa de Chaz estaba sumida en el silencio, nadie abría la boca, me moría de ganas de levantarme y gritar ¿Es que nadie se acuerda de mi cumpleaños? Pero no, pasaba. Aunque estaba muy picada intentaba poner buena cara, no sé ni porque lo hacía.
-
Por
cierto, Justin y ______(tu nombre) ¿dónde están?- rompí el silencio con mi
pregunta.
-
En el
estudio, supongo.- se encogió de hombros Chaz.
-
Ah,
vaya…- dije asintiendo.
-
Acabarán
juntos.- dijo Ryan.
-
Están
hechos el uno para el otro.- rio Chaz.
-
Y los
dos tontos se gustan y no hacen nada.- dijo mi hermano se dándose unas
palmaditas en la cabeza.
-
Será
que no quieren perder su amistad.- dije.
-
O que
tienen miedo al rechazo del otro.- esta vez habló Chaz.
-
O
vergüenza a decir lo que sienten.- seguí haciendo una lista, que en realidad
describía lo que me pasaba a mí con Chaz.
-
O no
saben como decir lo que sienten.- siguió añadiendo cosas a la lista.
-
Aquí
hay feeling.- rio Ryan y a las risas se unió Christian también.
-
Idiota.-
lo miré mal.
-
Relax.-
sonrió falsamente Ryan. Sabía que me lo hacía en broma, pero entre eso, la
bromita de “aquí hay feeling” y que no se acuerdan de que hoy es mi cumpleaños
tengo ganas de matar a alguien.
Pues así se pasó la tarde, entre bromas de mal
gusto, entre mi malhumor y entre conversaciones que no llegaban a ningún sitio
conseguimos no aburrirnos tanto como había previsto. Enserio, no podía creer
que hubiesen olvidado mi cumpleaños. Y lo que más me dolía es que entre ellos
estaban mi propio hermano y mi mejor amiga.
No sabía si después de esto podría estar bien estas dos semanas con
ellos. No tenían excusa para haberse olvidado.
Llegaba la hora de irse, así que con mi malhumor y
mi cara de amargada me levanté del sofá y empecé a recoger maletas y ponerlas
en el maletero del coche. Por suerte había cogido todo, justo, pero había
cogido. Una vez las maletas estaban en el maletero todos entramos en el coche.
Chaz conducía, yo iba de copiloto y Ryan y Chris iban detrás. Salimos a las
ocho y media de casa de Chaz así que tardaríamos una media hora en llegar.
Sabía que Mike ya estaba ahí, pero lo que no sabía es cuando vendrían Justin y
______(tu nombre).
NARRAS TÚ:
Nerviosa es poco para definir como me siento ahora
mismo. Caitlin está a punto de venir y estamos acabando la cena, todo está
listo y en orden. Creo que no se me escapa nada, vamos. Seguro que Cait debe pensar
que soy la peor persona del mundo por no haberla llamado o no haber estado con
ella, y me siento fatal. Pero estoy segura de que cuando vea todo lo que le
hemos preparado va a cambiar totalmente de idea, o por lo menos eso espero.
-
¡Que
se va a quemar la pizza!- Mike hizo que me sobresaltara y saliese de mi mundo
yupi.
-
Joder,
joder.- dije corriendo hacia el horno- no sé en que mundo vivo.- saqué la pizza
y la puse en un plato.
-
No
estés nerviosa.- Justin se acercó a mi y me abrazó por los hombros.
-
Como
algo salga mal, muero.- suspiré preocupada.
-
Te
preocupas demasiado, tranquila.- levanté la cabeza para mirarle a los ojos y me
encontré con su sonrisa. Cosa que me hizo tranquilizarme ¿Por qué? No lo sé.
-
¿Queda
algo más por hacer?- dije desviando mi mirada alrededor nuestro.
-
No,
está todo hecho.- volvió a sonreírme.
-
Solo
queda vestirnos.- le devolví la sonrisa- ¿Qué te vas a poner?
-
Ni
idea.- se encogió de hombros- me tienes que ayudar a elegir.
-
Yo
tampoco sé que ponerme.- con todo el lío de la cena no había pensado en eso.
-
Te
ayudo a elegir.- rio.
-
Hecho.-
le seguí las risas.
-
Gracias
por marginarme, se agradece tener unos amigos así.- Mike estaba a un lado de la
cocina observándonos.
-
Sabes
que te queremos ¿no?- fui hasta donde estaba Mike y lo abracé por los hombros.
-
Sí,
sí. Mejor que nos empecemos a arreglar, que van a venir y vamos a estar así
todavía.- era cierto. Lo mejor era empezar a prepararse antes de que vinieran
los chicos y Cait.
-
¡A
arreglarse se ha dicho!- me dirigí al cuarto donde había dejado mi maleta y los
otros chicos a sus respectivas habitaciones.
Como no tenía que ducharme ya que lo había hecho
por la mañana solo tenía que desvestirme, ponerme el vestido que escogiese
arreglarme el pelo y maquillarme un poco. Así que me puse a ello. Rebusqué
entre la maleta algo bonito para ponerme hoy, y encontré algo perfecto. Me
desvestí, me puse desodorante, luego el vestido me hice unos bonitos
tirabuzones con una trenza que me envolvía la cabeza, era difícil de hacer pero
ya tenía práctica, así que en 5 minutos la tenía hecha. Como una bala me
maquille los ojos con un liner negro por arriba y con uno azul por abajo, eso
hacía que mis ojos resaltasen más. Me puse rímel y ya estaba. Tiempo récord en
arreglarme. Acabé de guardar todo lo que
había utilizado y colocar bien la ropa que había revuelto en la maleta y salí
de la habitación. (http://www.polyvore.com/latin_girl/set?id=65192548).
Al salir me encontré a Justin y a Mike llevando
las últimas cosas al jardín. Iban muy guapos. Mike vestía unos pantalones
negros, una camisa blanca metida por dentro de los pantalones, que iban
sujetados de un cinturón marrón clarito y unas botas del mismo color del
cinturón. Justin, iba perfecto. Con unos pantalones negros, unas Supras grises,
y una camisa gris del mismo color de las Supras. Guapísimo. Al verlo no pude
evitar quedarme embobada en él. Estaba ahí, paralizada, inmóvil mirando como
iban de un lado para otro llevando comida, y yo ahí sin saber muy bien que
hacer.
-
Vais
muy guapos.- reaccioné y empecé a ayudar a llevar algunas cosas hacia el
jardín.
-
Tu
también.- dijeron al unísono observándome mejor.
-
Gracias.-
sonreí ampliamente- esperad, ¿eso ha sido el sonido de una puerta cerrándose?-
paré en seco y escuché mejor.
-
Sí,
yo también lo he escuchado.- dijo Mike y empezó a apagar las luces.
-
¿Por
qué no avisan?- suspiré estresada- Mike, joder, que no veo nada.- nos habíamos
quedado a oscuras y tenía miedo a caerme con esos taconazos.
-
Venga
salid al jardín.- nos apresuró Mike.
-
¿Pero
lo hemos sacado todo afuera?- pregunté mientras avanzaba a oscuras.
-
Sí,
creo que sí.- respondió Justin.
-
Queréis
ir a fuera ya.- Mike se estaba poniendo histérico.
Hicimos caso a Mike y salimos al jardín. Claro,
que en el corto trayecto del salón al jardín me tropecé como unas 10 veces. A
oscuras nos quedamos en el jardín. Solo se escuchaba a los grillos, había veces
que me irritaban y otras me relajaban. Esta vez me irritaban, y mucho.
Escuchamos como se abría la puerta de la entrada, eso significaba que los
chicos ya estaban aquí. Mis nervios aumentaban, cada segundo iban a más, las
manos me sudaban y las piernas me temblaban. Justin notó mis nervios así que
para tranquilizarme me abrazó por los hombros y me apegó más a él. Y sin duda
eso me tranquilizó, suspiré hondo, cerré los ojos e intenté relajarme. Desde
afuera se escuchaba la voz de Caitlin preguntar un sinfín de cosas como: ¿Por
qué no encendéis la luz? ¿Y Mike? ¿Cuándo vendrán ______(tu nombre) y Justin?
¿La cena? ¿Con qué me he chocado? ¡Queréis encender la luz!
Me aguanté la risa, los chicos se dirigían hacia
el jardín, así que llegaba el gran momento. Me apegué más a Justin y esperé a
que llegaran. Mike sostenía la tarta de cumpleaños que le habíamos hecho a
Caitlin. Las velas no estaban entendidas, ya que teníamos que esperar a que
viniesen todos al jardín.
La puerta corrediza que daba al jardín se abrió
lentamente, y me empezaron de nuevo los nervios ¿Tenía que gritar ya sorpresa?
O ¿Tenía que esperar a que encendieran la luz? La luz se encendió y eso
resolvió todas mis dudas.
-
¡¡SORPRESA!!-
dijimos todos al unísono.
-
¡Ostia!-
se sobresaltó Caitlin llevándose las manos a la cabeza. La habíamos pillado por
sorpresa completamente.
-
¡FELICIDADES!-
corrí hacia ella gritando para luego abrazarla fuertemente- ¿pensabas que nos
habíamos olvidado?
-
Dios,
gracias chicos.- Cait estaba realmente emocionada- pensaba que os habíais
olvidado. Pf, pero que guapos vais los tres. Dios, es que todo está precioso. Madre
mía.
Me separé del abrazo y sonreí ampliamente, parecía
que le estaba gustando la sorpresa. Los chicos fueron a felicitarla de uno en
uno, yo me aparté a un lado y observé la bonita escena. Estaba contenta de que
le hubiese gustado esa sorpresa y esperaba que le gustasen los regalos.
Cuando los chicos acabaron de felicitarla,
abrazarla y hacerle unas pequeñas bromas llegaba el momento de empezar a darle
su primer regalo. El vestido, los zapatos y el colgante que le había comprado.
Así mientras Caitlin se lo ponía los otros chicos también podrían arreglarse.
-
Bueno,
¿lista para tu primer regalo?- me dirigí hacia ella sonriente.
-
No
hacía falta chicos, enserio.- dijo Caitlin mirándonos.
-
Cállate,
que es tu cumpleaños. Te mereces esto y más.- le dijo su hermano.
-
Así
que ahora entra a esa habitación.- dije señalando la habitación donde tenía que
ir- y ponte lo que hay encima de la cama.
-
¿Enserio?-
dijo sorprendida Caitlin.
-
¿Me
ves cara de broma?- alcé una ceja mirándola.
-
Voy,
voy.- sonrió ampliamente mientras que se dirigía al sitio indicado.
-
Nosotros
también vamos a vestirnos.- dijo Ryan- pero, ¿en que habitación dormimos cada
uno?
-
Lo
decidimos más tarde.- dijo Mike.
Los chicos fueron a arreglarse, la verdad es que
podríamos haber ido con unos simples pantalones cortos y una camiseta de
tirantes, pero perdería la gracia mi regalo y además me parece más divertido,
no sé.
Al cabo de unos minutos los chicos salieron de las
habitaciones donde se habían estado vistiendo. Iban todos muy guapos, pero para
mi Justin destacaba con diferencia. Cait tardó más e iba preciosa, bueno, preciosa
es poco. ( http://www.polyvore.com/chic/set?id=64956841 ). El collar le quedaba perfecto, al
igual que el vestido y los zapatos. Tal vez para la ocasión era algo demasiado
arreglado, pero igualmente parecía estar hecho justo a su medida.
-
Te
queda perfecto.- dije anonada.
-
Bua,
muchas gracias ______(tu nombre).- me abrazó efusivamente- enserio, me encanta
y el colgante es… pf… gracias enserio, eres la mejor.- siguió agradeciéndomelo-
y yo que pensaba que os habíais olvidado de mi cumpleaños.
-
¿Estás
tonta? ¿Cómo nos íbamos a olvidar de tu cumpleaños? ¿Enserio que no has
sospechado nada?- dije separándonos del abrazo.
-
Al
principio pensaba que era una broma y después pues he creído que si que os
habíais olvidado y no veas como me he rallado.- rio mi amiga.
-
Tonta.-
Chaz la abrazó por los hombros- vas preciosa.- le sonrió.
Chaz me estaba haciendo caso, estaba segura de que
se iba a lanzar de aquí pronto. A Caitlin se la veía muy contenta con él, y a
él con ella, hacían buena pareja.
Empezamos a cenar sobre las diez, todo estaba
saliendo a la perfección. Nos lo estábamos pasando en grande, sobretodo Cait,
que era la protagonista de la noche. No paraba de agradecernos todo lo que
habíamos estado haciendo por ella. Es un cielo. Al acabar de cenar tocaba darle
los regalos, para mí, la mejor parte del cumpleaños. Fuimos hacia el salón para
poder abrir ahí los regalos.
-
Empecemos
con el regalo colectivo.- dijo Ryan dirigiéndose hacia donde estaban todos los
regalos. Cogió una cajita envuelta en papel de regalo, ahí estaba la pulsera
que le habíamos comprado a Cait- esto es el regalo de todos.
-
Sois
increíbles.- sonrió Caitlin mientras desenvolvía nuestro regalo.
Lo hacía con cuidado para no destrozar del todo el
papel, lo típico vamos. Pero al final da igual el papel de regalo, acaba en la
basura. Cuando acabó de desenvolver el regalo, que le llevó su tiempo, abrió la
cajita y en ella encontró una pulsera, con nuestros nombres grabados en el
símbolo de infinito.
Su cara de sorprendida nos indicó que le había encantado
el regalo. Nos dio las gracias a todos, nos abrazó uno por uno y no paró de
agradecérnoslo. Después de abrir ese regalo le tocaba abrir el de Mike que
consistía en un reloj de muñeca precioso. Era negro y por dentro, es decir,
donde marca las horas rosa fucsia. Seguidamente Cait abrió el de Justin, unas
Vans de un bonito verde. Y bueno, siguió abriendo regalos hasta el último que
era un tablón de corcho con fotos de todos nosotros juntos y algunos post-it
con frases. Y para acabar la noche bien acabé cantándole una canción a Cait,
una canción que me traía muchos recuerdos y que nos definía muy bien a ella y a
mí. En general a todo el grupo. Le dediqué la canción de “True Friend” de
Hannah Montana. Conseguí hacer llorar a mi amiga, pero sus lágrimas eran de
felicidad, obviamente.
Después de cantar la canción Caitlin no paró de
agradecérnoslo todo, parecía un disco rallado. Pero así la queremos. Acabamos
de recoger y limpiar todo lo del jardín, nos llevó un tiempo pero entre todos
acabamos rápido.
-
Ahora
toca elegir habitaciones.- dijo Mike mientras se sentaba en el sofá- hay cuatro
habitaciones.
-
A
alguien le tocará dormir solo.- dije vagamente. Yo no quería ser ese alguien.
-
Yo
dormiré con Ryan.- dijo Chaz.
-
Yo
puedo dormir solo.- se ofreció Justin.
-
Pues
yo dormiré con Christian.- decidió Mike.
-
Caitlin
y yo vamos juntas.- sonreí.
-
Pensaba
que costaría más.- rio Mike.
-
Pues
a dormir que es tarde.- estiré los brazos.
-
Yo
tengo un sueño.- dijo Cait bostezando.
-
Será
mejor descansar.- Christian se levantó del sofá- buenas noches.- nos sonrió.
-
Buenas
noches a todos.- dije seguidamente yo levantándome del sofá y yendo a mi
respetiva habitación.
Todos fueron dando las buenas noches, yo y Caitlin
nos fuimos hacia el cuarto donde dormiríamos estas dos semanas. Estuvimos un
rato charlando sobre chicos, concretamente sobre Chaz y Justin. Ella decía que
notaba a Chaz más afectuoso con ella y que se estaba haciendo ilusiones, y
hacía bien. Y de Justin, hablamos poco, más bien estuvimos hablando de lo que
sentía yo hacia él. No podía parar de darle vueltas a ese tema, como de
costumbre. Al cabo de unos minutos me di cuenta de que Caitlin se había dormido
y de ese sueño unos ronquidos molestos aparecieron.
-
Cait.-
susurré- Caitlin, estás roncando.- dije un poco más alto.
-
Mhm.-
escuché a mi amiga medio dormida. Que acto seguido se puso a roncar de nuevo.
-
Joder.-
dije entre un suspiro.
Si algo me molesta es que cuando intente dormir
hagan ruidos o ronquen o cualquier otra cosa. No lo soporto, pierdo el sueño y
no logro dormirme. Y es justamente lo que me está pasando ahora. Cansada de
escuchar los ronquidos de mi amiga, me levanté de la cama y salí de la
habitación. Todo estaba a oscuras y la verdad es que no me daba buen rollo
estar ahí sola y a oscuras. Así que prefería ir a fuera que por lo menos había
un paisaje que contemplar. Crucé el comedor y me dirigí a la puerta de entrada
que daba al porche y el porche estaba enfrente de un bonito campo. Así que salí
sin pensármelo dos veces y dejé la puerta entornada para poder entrar luego.
Afuera no había mucha más luz que adentro pero por
lo menos se veía algo más. Todo estaba en silencio, una brisa de aire caliente inundaba
el ambiente, me relajaba. Así que me tumbé en una de las hamacas que había.
Aunque estar sola ahí me daba algo de miedo, se estaba bien. Bien, hasta que
escuché la puerta de entrada cerrarse y con ella unos ruidos extraños, como
pasos.
-
¿Qué
haces despierta?- oí la voz de Justin.
-
¡AH!
Joder.- me incorporé sobresaltada en la hamaca, perdí el equilibrio y caí al
suelo.
-
¿Estás
bien?- Justin me levantó del suelo aguantándose la risa- no quería asustarte.
-
No
pasa nada.- reí- por suerte no me he hecho daño.
-
¿Qué
haces despierta?- dijo alzando una ceja.
-
Caitlin
estaba roncando y no podía dormir.- me encogí de hombros- ¿y tú?
-
Tampoco
he podido coger el sueño.- dijo mirando hacia el cielo.
-
Hace
una bonita noche.- deduje lo que pensaba.
-
Sí.-
sonrió- ven.
Le hice caso y le seguí, me cogió de la mano y me
sonrió, yo le devolví la sonrisa. Llegamos al campo que había enfrente de la
casa, nos sentamos para luego estirarnos en la fría hierba, aun sin decir nada.
Nos pusimos a ver las estrellas, desde ahí se podían ver mejor, con más
claridad. Todo era muy bonito, la verdad es que agradezco a Caitlin que ronque,
si no fuese por ella no estaría aquí con Justin, aunque lo ha hecho
inconscientemente. Nos quedamos un buen rato estirados, mi cabeza estaba sobre
sus pectorales él mientras, me acariciaba el pelo.
-
Me ha
caído una gota.- interrumpí el silencio que se había creado.
-
En
las noticias decía que esta noche iba a llover.- Justin seguía acariciándome el
pelo.
-
¿Desde
tu cuando ves las noticias?- reí mientras me secaba algunas gotas que me habían
caído en la cara.
-
Mira
una estrella fugaz.- señalo Just al infinito cielo- pide un deseo.
-
Que
me besen bajo la lluvia.- dije por lo bajini, pero esaba segura que Justin lo
había escuchado, y sí, era una indirecta para él- pide tu otro.
-
Que
empiece a llover.- ¿eso había sido una indirecta?
-
Ya esta
lloviendo.- dije mirándolo.
Nos acercamos más, tanto que nuestras narices se
rozaban. Sentía su respiración, ahora algo más agitada, como la mía. Enredé mis
dedos entre su cabello, él acariciaba el mío con suavidad, sin movimientos
bruscos. Ahora sí, nada podría estropear ese momento. Nuestros labios se
rozaban, estaba deseando besarlo. Cerré los ojos al igual que él. Su aliento
impactaba contra el mío, no podía esperar más, sonreí en sus perfectos labios y
él acortó la poca distancia que quedaba, como un impulso. Enredó su lengua con
la mía, parecía que estaban perfectamente coordinadas, encajaban a la
perfección, como él y yo. Nos separamos a causa de la falta de aire, dejando
entre beso y beso una sonrisa, de complicidad, de felicidad. Había empezado a
llover más, no creo que fuese una casualidad, pero nuestros deseos se habían
cumplido. Yacíamos en el suelo, ahora, casi completamente mojados, pero era
agradable y bonito. No me lo podía creer, ¿era un sueño? Parecía estar en una
burbuja y nadie me podía sacar de ahí. Había esperado tanto este momento.
-
Te
quiero.- me dijo mirándome a los ojos.
-
También
te quiero.- dije en una sonrisa.
-
Creo
que llevamos bastante tiempo haciendo el tonto.- soltó una pequeña carcajada-
ya es hora de serte sincero, quiero estar contigo, ser algo más que amigos.- mi
corazón se iba a salir de pecho. Justin se me estaba declarando, estaba sin
palabras de la emoción.
Besé sus labios efusivamente, volvíamos a ir al
compás como si fuésemos dos piezas de un rompecabezas que encajaban
perfectamente. Ese beso respondía claramente a su respuesta, era obvio que
quería estar con él.
-
¿Eso
es un sí?- sonrió en mis labios.
-
Por
supuesto.- dije mientras él besaba mis labios fugazmente.
Al cabo de unos minutos nos levantamos de la
mojada hierba y nos dirigimos hacia la hamaca que había en el porche. Nos
estiramos uno al lado del otro, yo le daba la espalda a Justin y este rodeaba
mi cintura con sus brazos. Sentía su respiración en mi nuca, eso me relajaba.
La hamaca se balanceaba levemente y me producía más sueño, como si fuese una
niña pequeña que está en una cuna.
****************************************************************
Holi preciosas, por fin se han acabado los exámenes
así que subiré más amenudo. Ahora sí que sí. Por cierto ¡POR FIN
BESOOOOOOOOOOOOOOO! Ya tocaba, espero que os haya gustado este capitulo el
siguiente lo intentaré hacer algo más largo ¿Va? Hoy no me voy a enrollar mucho
jajaja. Os quiero <3
Me
ResponderEliminarEncanto lo ameeee!!
Me muerooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo , Joder esta hermosisimaaa :,D
ResponderEliminar