El deseo vence al miedo |
Al cabo de unos minutos nos levantamos de la
mojada hierba y nos dirigimos hacia la hamaca que había en el porche. Nos
estiramos uno al lado del otro, yo le daba la espalda a Justin y este rodeaba
mi cintura con sus brazos. Sentía su respiración en mi nuca, eso me relajaba.
La hamaca se balanceaba levemente y me producía más sueño, como si fuese una
niña pequeña que está en una cuna.
-
Mañana
siguiente –
Abrí los ojos lentamente, había escuchado unos
ruidos, no sabía muy bien de donde venían ni que eran a causa de mi sueño.
Con los ojos medio abiertos miré hacia mi lado y
vi a Justin aun dormido, se veía tan tierno. Aun rodeaba mi cintura con sus
brazos, parecía que no se había despegado de mí ni un solo segundo, tal vez
gracias a eso no había pasado frío durante toda la noche. La verdad es que no
sé como no nos habíamos caído de la hamaca. Pero, un momento, ¿LO DE ANOCHE NO HABÍA SIDO UN SUEÑO? Aun no
me lo podía creer, había sido todo tan rápido, tan bonito y tan irreal que no
me entraba en la cabeza. Al final resultaba ser verdad lo que los chicos habían
estado diciendo. Resulta que le gusto a Justin y que hemos acabado juntos.
Pero ahora lo que rondaba por mi cabeza es que si
lo haríamos público o no, como se lo diría a mi padre, sé que estará contento
que este con Justin porque confía plenamente en él pero también sé que se
quedará muy sorprendido al igual que Pattie y todo el mundo en general. Pero
poco me importaba lo que llegaran a decir, solo quiero estar bien con él, y por
supuesto que sus beliebers me acepten. Sé que habrá unas que no les gustaré,
otras que sí, otras les daré igual, otras me odiaran, me adoraran, vamos habrá
muchas opiniones como en todas las cosas, pero espero gustarle a la mayoría y
que vean que solo quiero lo mejor para Justin.
Unas voces y el crujido de la madera hicieron que
saliera de mis pensamientos y me despertara del todo.
-
Míralos
que tiernos.-sentí una voz femenina, así que supuse que era Caitlin.
-
¿Qué
hacen ahí?- ese era Ryan.
-
Estos
acaban juntos.- intervino Chaz.
-
Que
agarraditos.- soltó una leve carcajada Christian.
-
Queréis
dejar de decir tonterías.- acabé interviniendo en esa conversación- ¿Qué hacéis
ahí mirándonos?- reí al ver todos los chicos mirando hacia donde estábamos
Justin y yo.
-
¿Qué
hacéis vosotros ahí?- preguntó Ryan alzando una ceja.
-
Va
callad, que lo vais a despertar.- hice callar a los chicos para que no
despertasen a Justin.
-
Ya
hace rato que me han despertado.- Justin abrió un ojo.
-
¿Se
puede saber que hacéis ahí?- volvió a preguntar Ryan.
-
Dormir.-
dije vagamente levantándome de la hamaca.
-
¿Juntos?-
alzó una ceja Christian.
-
Sí.-
respondimos al unísono Justin y yo.
-
Vosotros
vais a acabar juntos.- habló Caitlin.
Justin y yo nos miramos y sonreímos. Era el
momento de decirle a los chicos lo que había pasado anoche, más bien decirles
que estábamos juntos. Nos pusimos de pie uno al lado del otro y lo abracé por
la cintura mientras él me abrazaba por los hombros. Los chicos se nos quedaron
mirando con cara rara, todos iban en pijama y despeinados, se me escapó una
pequeña risa al ver esa situación. Seguíamos sin decir nada, parecía que
esperaban algo.
Así que miré a Justin con una sonrisa, él se acercó más y más a mí, dejó una sonrisa en mis labios para luego darme un corto beso.
Así que miré a Justin con una sonrisa, él se acercó más y más a mí, dejó una sonrisa en mis labios para luego darme un corto beso.
Los chicos abrieron los ojos como platos, estaban
sorprendidos, alucinando, flipando, vamos, que no se lo creían. Solté una
carcajada al ver en estado de shock a mis amigos. Pensaba que esa sería una
buena manera de decirles lo mío con Justin pero veía que los había dejado
confundidos y perdidos.
-
¿Qué
ha sido eso?- chilló como una loca Caitlin.
-
¡Qué
fuerte!- gritó Chris.
-
Eso
ha sido para que nos callemos ¿no?-
razonó equivocadamente Mike.
-
No.- rio
Justin, risas a las que segundos después me uní.
-
¿Qué
significa eso entonces?- alzó una ceja Christian.
-
Adivina.-
le vacilé.
-
No.-
supuse que Chris lo había adivinado.
-
Sí.-
sonreí.
-
No.-
dijo sin creérselo.
-
Sí.-
volví a afirmar.
-
¿Así
de repente?- dijo incrédulo Chris.
-
Bueno…-
solté unas pequeñas carcajadas.
-
No me
lo creo.- se negó Ryan.
-
Tan
convencidos estabais de que íbamos a acabar juntos y ahora no os lo creéis.-
alzó una ceja Justin.
-
No es
ninguna broma.- no sé porque les costaba tanto creérselo.
-
Etonces,
¿va enserio?- Cait estaba bastante sorprendida, no se lo esperaba, como los
otros chicos.
-
Que
sí.- dijimos al unísono Justin y yo en un tono cansado.
-
Felicidades
chicos.- saltó de alegría Caitlin abrazándome.
-
Gracias.-
reí.
Finalmente los chicos nos creyeron, no sé por qué
se les hacía tan difícil creernos, pero bueno. Nos felicitaron todos, se
alegraban mucho de que estuviésemos juntos, dicen que estamos hechos el uno
para el otro ya que somos muy iguales pero a la vez muy diferentes.
La verdad es que solo espero que mi amistad con
Justin no cambie, prefiero su amistad antes que otra cosa. Aun así lo vamos a
intentar y tengo la esperanza que salga bien. Lo que me preocupaba era ser
aceptada o no en su “sociedad”, por así decirlo. Pero no quiero precipitarme,
aun no sé lo que pueden llegar a decir, aun no sé si caeré bien o si no, así
que mejor no adelantarse a nada y dejar que el tiempo pase.
***
Estuvimos prácticamente toda el día sin hacer
nada, sentados en el porche hablando, haciendo tonterías y programando lo que
haríamos los próximos días. Tampoco se podía hacer mucho ya que estábamos
aislados de la humanidad, pero estando juntos nos lo íbamos a pasar muy bien.
Eran las diez y media de la noche cuando acabamos
de cenar, recoger la mesa y fregar los platos. No teníamos sueño y queríamos
entretenernos un poco así que decidimos ir al campo que había enfrente de la
casa para explicar historias de miedo.
-
No os
asustéis mucho.- Chaz se dirigió a nosotras y nos dio una linterna a cada una.
-
Después
no me pidas que duerma contigo.- me susurró Justin al oído.
-
Iba a
dormir contigo de todas formas.- sonreí falsamente.
-
Oye
tú dormías conmigo.- me reprochó Caitlin.
-
Es
que roncas.- me quejé.
-
No
ronco.- me contradijo.
-
¿Cómo
lo sabes?- alcé una ceja.
-
Por
qué nunca he roncado.- se encogió de hombros.
-
Caitlin,
lo haces.- volteé los ojos.
-
Si
quieres dormir con Justin no me pongas excusas.- se hizo la ofendida, sabía que
no lo estaba haciendo enserio.
-
Pues
ok.- dije borde.
-
Te
quiero.- me abrazó Cait por los hombros.
-
Bipolar.-
reí- te quiero.
-
Soy
irresistible.- dijo Justin sin sentido alguno.
-
Tierra
llamando a Justin ¿en qué mundo vives?- reí, los chicos se unieron a las risas
segundos después.
-
Anda,
vamos antes de que se haga más tarde.- Christian abrió la puerta dispuesto a
salir.
Todos llevábamos linternas, afuera estaba todo
bastante oscuro aunque con tres o cuatro linternas hubiera bastado pero mejor
prevenir que curar. Salimos todos juntos y nos fuimos alejando poco a poco de
la casa, más de lo que yo creía que nos íbamos a alejar. Iba cogida de la mano
de Justin que me sonreía constantemente. Íbamos algo atrás, pero más atrás de
nosotros estaban Caitlin y Chaz, ahí había feeling. Estaba segura que no
tardarían en estar juntos. Debo confesar que pensaba que Chaz y Cait empezarían
una relación antes que Justin y yo pero por lo visto ha sido al revés.
Fuimos a parar en un campo que estaba enfrente del
bosque, nos habíamos alejado bastante pero por suerte tenía buen sentido de la
orientación y además Mike se conocía bien la zona. Nos sentamos en la fría
hierba haciendo un circulo, así todos nos podíamos ver las caras de asustados.
Estaba al lado de Justin y Christian Caitlin estaba enfrente de mí junto a
Chaz.
Esa noche prometía, contar historias de miedo en medio del campo, alejados de
la urbanización. Sabía que iba a pasar miedo, pero en realidad me gusta esa sensación
¿A quién le puede gustar pasar miedo? A mí. Todos sentimos miedo de vez en
cuando, y no importa lo grande o lo valiente que seas. A veces el miedo puede
ser bueno, te mantiene alerta, tus sentidos se desarrollan más. Yo soy de esas
personas que les gustan pasar miedo, pero hasta cierto punto. Como cuando subes
a una montaña rusa o miras una película de miedo, ese miedo me gusta, solo ese.
-
¿Quién
empieza?- pregunté sacándome de mis pensamientos.
-
Yo.-
sonrió Ryan- dicen que esta historia está basada en hechos reales, así que
empiezo, eh.- soltamos unas pequeñas carcajadas, Ryan carraspeó la garganta y
empezó a contar su relato- la historia empieza cuando una chica universitaria
decide pasar el día con su novio, come con él, van al cine, luego el chico la
invita a merendar y luego deciden cenar juntos. Como la chica no quería que su
chico le pagase todo decidió ir a la residencia donde vivía, para buscar su
monedero. Ya era madrugada así que la universitaria no quiso encender la luz ya
que su compañera de habitación debería estar durmiendo. Anduvo varios minutos
por la habitación a oscuras debido a que no encontraba su monedero. Finalmente
cuando lo encontró salió de la habitación y se fue con su novio.
Al día siguiente volvió a la residencia y
se encontró a la policía allí, la policía le preguntó que si vivía allí y la
dejaron pasar. No entendía muy bien lo que estaba pasando. Al subir a su
habitación se encontró el suelo y la pared con restos de sangre, en la pared
había escrito “Suerte que no encendiste la luz”. Su compañera había sido
asesinada la noche anterior estando ella en la habitación.
-
Que
mal rollo.- dijo Caitlin.
-
Ya ves.-
la apoyé- me pasa eso y vamos.
-
¿Eso
pasó de verdad?- alzó una ceja Justin
-
Sí,
resultó ser un ex novio psicópata de la chica asesinada o algo así.- contestó
Ryan.
-
Vaya
tela.- dije sorprendida- que mal rollito.
-
¿Quién
sigue?- preguntó Chaz.
-
Sigo
yo.- se ofreció Mike- esta historia pasó hará unos veinte años. Dos niñas, iban caminando por este campo y decidieron
adentrarse en el bosque.- señaló el bosque que estaba enfrente del campo.
-
¿En
este bosque?- preguntó Cait interrumpiendo la historia.
-
Sí.-
contestó Mike a su pregunta- pues eso, que se fueron adentrando más y más hasta
llegar a encontrarse un gran edificio que no paraban de entrar y salir médicos
y personas enfermas, al principio creyeron que era un simple hospital, pero no.
Era un centro de chicos y chicas con problemas psicológicos. Entraron en el jardín
para cotillear, sabían que eso no estaba bien pero al fin y al cabo eran dos
niñas y no sabían muy bien lo que hacían. En el jardín escucharon a niños jugar
al fútbol. De repente, las dos niñas escucharon a uno de ellos decir: “Sh callaos,
hay alguien en el jardín de fuera”. Ellas, algo asustadas por si no se podía
estar se fueron alejando lentamente de ese jardín sin hacer ruido. De pronto,
el chico que anteriormente les había hablado gritó: “Hola, no os vayáis”.
Cuando las dos amigas se dieron la vuelta vieron a un niño con un rostro
asustadizo. Era de pelo rizado castaño, con ojos azules y con una sonrisa muy
siniestra de oreja a oreja. Las dos amigas le respondieron con un tímido hola él
le pidió a las niñas que por favor le ayudasen a salir de allí. Se lo tomaron
como una broma y no le hicieron mucho caso, era un niño enfermo y debía estar
ahí.- en ese momento Mike encendió su linterna y se la puso debajo de la
barbilla para que su rostro diese miedo- Cuando le dijeron adiós el niño se
enfadó e intentó venir hacia ellas. Asustadas, empezaron a correr. Cuando miraron
hacia atrás, el niño estaba desangrándose con los ojos abiertos mientras las
miraba con la sonrisa siniestra de oreja a oreja. Cuando intentó salir no pudo,
ya que había cristales en la valla. A día de hoy nadie ha vuelto a adentrarse
en ese bosque, dicen que el niño logró escapar y aún sigue corriendo por el ahí
intentando buscar una salida.
Así la historia de Mike acabó, la verdad es que me
había asustado un poco pero nunca me creo historias de esas así que no tengo
nada que temer.
Nos miramos todos entre todos, a Ryan se le
escapaba la risa como a casi todos. Así que en tres, dos, uno, empezaron risas.
La historia no había dado mucho miedo, pero por lo menos había servido para reírnos
un rato.
-
Nadie
se cree eso.- rio Chaz.
-
Tenía
que intentarlo.- sonrió Chaz- pero sí que es cierto que había un centro para
los niños con problemas psicológicos.
-
¿Enserio?-
dije alzando una ceja.
-
Que
sí.- asintió.
-
¿Y aún
sigue abierto?- preguntó Caitlin en una mueca- que mal rollo.
-
No,
lo abandonaron, iban mal económicamente.- se encogió de brazos Mike- pero creo
que no derrumbaron el edificio.
-
¿Sabes
dónde está?- preguntó curioso Christian.
-
No,
nunca me he adentrado tanto en el bosque.- explicó Mike.
-
Pues adentrémonos
ahora.- propuso Ryan, estaba loco.
-
¿Estás
loco?- dijimos Caitlin y yo al unísono.
-
Pues
a mí me gusta la idea.- le apoyó Justin.
-
Encima,
todos llevamos linternas.- Christian también quería ir.
-
Antes
que no hacer nada, vamos.- sonrió con complicidad Chaz.
-
Pues
vamos.- rio Mike levantándose de la hierba.
-
Como
nos ataque algo.- me resigné a ir.
-
¿Qué nos
va a atacar?- rio Christian- yo te protejo.- noté como Justin lo miraba algo
mal, solo que Chris no se dio cuenta.
-
Ya me
diréis.- puse los ojos en blanco.
Nos levantamos y empezamos a caminar con las
linternas encendidas hacia el bosque, seguía pensando que no era una buena
idea, era de noche, nos podíamos perder y no podríamos pedir ayuda. Aunque me
daba curiosidad saber que pasaría.
Justin iba a mi lado abrazándome por la cintura.
Había notado mi preocupación así que me apego más a él.
-
No va
a pasar nada.- me dio un fugaz besó en los labios.
-
Se me
hace raro que me beses.- cambié de tema inconscientemente.
-
¿Cómo?-
dijo desconcertado Justin.
-
Son
tantos años de amistad.- me encogí de hombros.
-
¿Qué
me estás diciendo con eso?- dijo algo asustado.
-
Pues
que me encantas.- sonreí y me paré delante de él para disfrutar una vez más uno
de sus perfectos besos.
-
Me
habías asustado.- suspiró en mis labios y siguió con un bonito beso- te
quiero.- susurró en mi oído al acabar el beso.
-
Y yo
a ti.- lo abracé por la cintura.
-
Tortolitos
daros prisa.- estropeo el momento Christian.
-
Se te
da bien eso de interrumpir.- bromeé.
-
¿Lo
he hecho bien?- siguió mi broma Chris.
-
Demasiado.-
reí.
Sin darnos cuenta ya habíamos llegado al principio
del bosque, la verdad es que eso no tenía muy buena pinta. Todo estaba oscuro y
lo único que nos dejaba ver algo eran las linternas y la luz de la luna. El
bosque estaba lleno de árboles, sus hojas eran de un verde vivo. En el suelo no
había arbustos cosa que me llamaba la atención, de vez en cuando se podían ver
algunas capas de musgo pero solo musgo.
Nos empezamos a adentrar poco a poco todos íbamos
juntos, no teníamos pensado separarnos, bueno, hasta que vimos algo que se
movía detrás de un árbol.
-
¿Qué
se ha movido ahí?- dijo Cait asustada.
-
Debe
de ser un animal o algo.- supuse.
-
O el
niño.- dijo Justin.
-
Que
gracioso.- sonreí falsamente.
-
Bro,
vamos a ver que es.- le dijo Mike a Justin.
-
Vamos
con vosotros.- dijeron los otros chicos.
-
Quedaros
aquí.- nos dijo Chaz a Caitlin y a mí.
Asentimos las dos algo asustadas, los chicos
fueron poco a poco hacia el árbol que se había movido, Caitlin y yo nos
alejamos poco a poco. Esperamos unos minutos pero no volvimos a escuchar a los
chicos. Así que volvimos a ir hacia donde nos habíamos separado.
-
No
están.- me miró Caitlin asustada.
-
¿Qué?-
empecé a alumbrar con la linterna- me vacilan.- me eché manos a la cabeza.
-
Me
están asustando.- Caitlin se veía preocupada.
-
Vamos
a buscarlos.- suspiré estresada y preocupada- separémonos.
-
¿Estás
loca? Como nos perdamos.- se negó indirectamente mi amiga.
-
Qué
más da ya, más perdidas que estamos ahora.- no sabía dónde se habían metido los
chicos y si era una broma no tenía gracia.
-
Por
lo menos estamos juntas.- de los nervios Caitlin empezó a morderse las uñas.
-
No te
muerdas las uñas.- le quité la mano de la boca- venga, empecemos a buscar.
-
Pero ¿Qué
vamos a hacer solas por el bosque? ¿Estás loca?- tal vez mi idea no era muy
buena, pero no se me ocurría otra.
-
Yo que
sé.- grité nerviosa.
Después de mi grito se creó el silencio, Caitlin
se me quedó mirando raro y normal, que yo me pusiese así no era normal. Pero
esa situación me superaba, sabía que no iba a acabar bien.
De repente vi una sombra moverse, al igual que Caitlin ya que se giró asustada
hacia el mismo sitio que se había movido algo. La miré asustada y ella me miró
a mí, no sabía si echar a correr o quedarme ahí. Miré nuevamente hacia el sitio
donde se había movido algo y me acerqué lentamente, Cait me miró sorprendida.
-
¿Qué
haces?- susurró- vámonos de aquí.
-
No,
podrían ser los chicos.- intenté convencerme.
-
Madre
mía, esto no va a acabar bien.- se echó las manos a la cabeza mi amiga.
-
Estáis
aquí.- salió Christian de la nada junto a los otros chicos.
-
¡Joder!
¿Dónde os habíais metido?- gritó Caitlin asustada.
-
Fuimos
a ver qué era lo que había en el árbol y buscándoos nos adentramos por el
bosque.- contestó a la pregunta Chaz.
-
¿Y
Justin?- dije viendo que no estaba con los chicos.
-
¿No estaba
con vosotras?- preguntó Mike.
-
No.-
respondió Caitlin mirándome preocupada.
-
¿Dónde
está Justin chicos?- pregunté asustada nuevamente.
-
Fue a
buscaros.- respondió Christian- pensábamos que estaba con vosotras.
-
Voy a
buscarlo.- sin pensármelo dos veces me adentre en el bosque.
-
______(tu
nombre), ¡espera!- escuché gritar a Christian.
Pero no le hice caso, seguí adentrándome en el
bosque a paso ligero, casi corriendo. No me lo podía creer, a Justin le podía
haber pasado algo y los chicos parecían ni inmutarse, solo esperaba que eso
fuera una pesadilla, pero sabía que no, que estaba pasando de verdad y me tenía
que enfrentar a ello. Seguí corriendo sin saber a dónde ir o por dónde buscar,
estaba perdida, desorientada, confundida, sin saber qué hacer y planteándome cómo
iba a encontrar a Justin.
El miedo se me había ido completamente, en vez de
eso, estaba sumida en la preocupación. Los chicos iban detrás de mí, escuchaba
sus pasos, bueno o eran sus pasos u otra cosa me perseguía pero en ese momento
no me importaba nada. Cegada por mi preocupación tropecé con un tronco que
había en medio del camino y caí al suelo. Por suerte no me hice nada, aunque la
caída había sido fuerte. Los chicos que habían estado todo el rato detrás de mí
fueron corriendo para ver si estaba bien.
-
______(tu
nombre), tranquilízate.- acarició mi pelo Caitlin.
-
¿Cómo
quieres que me tranquilice?- dije casi sin voz incorporándome en el suelo.
-
Anda,
ven.- Christian me levantó del suelo con un abrazo.
-
Se te
ha caído la linterna.- dijo Mike.
-
Poco
me importa ahora la linterna.- intenté sonreír, pero me salió una mueca.
-
Sigamos
buscando.- me pareció que a Ryan se le escapaba la risa.
-
¿Te
estás riendo?- alcé una ceja- mira, si esto es una broma no tiene gracia.
Los chicos no dijeron nada, si eso era una broma
no tenía gracia y encima me lo estaban haciendo pasar mal, muy mal. Me separé
de Christian que seguía abrazándome y los miré a todos mal, tal vez estaba
siendo injusta con ellos y mis nervios me estaban jugando una mala pasada.
Seguí caminando algo menos preocupada, dejé a los
chicos atrás y me hundí nuevamente en el eterno bosque. Sabía que me estaba
perdiendo, no tenía ni idea de cómo salir de allí, ya me las apañaría, lo
primero era encontrar a Justin. Con la linterna que me había dado Mike iba
alumbrando el camino, estaba desesperada, no sabía por dónde buscar.
-
¡Justin!-
grité esperando recibir una señal o que me contestase alguien- ¡¡Justin!!-
grité más fuerte.
Pero parecían inútiles esos gritos ahogados, sabía
que era prácticamente imposible que Justin me escuchase o que estuviese cerca.
Los chicos ya no me seguían, también habían desaparecido, así que estaba yo
sola deambulando por el bosque. Lo que me preguntaba ahora era si los chicos
encontraban antes a Justin ¿Qué iba a pasar conmigo? Seguiría adentrándome más
en el bosque como una tonta.
Seguí caminando, a pocos metros de mí había algo, una
figura ¿Un animal? ¿Una persona? Empezaron a aumentar mis pulsaciones, el
corazón me iba más rápido, las manos me sudaban y mi boca se había secado por
completo. Estaba segura de lo que estaba viendo, ahí había algo, tenía miedo, y
ese miedo no era del bueno. Tenía dos opciones, huir, salir corriendo como una
loca de ahí o investigar qué era esa silueta. Estaba bloqueada, sin saber qué
hacer. Así que decidí acercarme a eso, podía ser peligroso, pero el deseo de
saber que era esta vez venció al miedo. Me fui acercando lentamente, sin hacer
ruido, aunque era prácticamente imposible ya que las ramas de los árboles crujían
bajo mis pies. Al estar a pocos metros reconocí perfectamente esa silueta.
-
¿Justin?-
corrí hacia él.
Su cuerpo yacía en el suelo. En mi garganta se
formó un nudo, ahora sí que estaba asustada, ¿Qué hacía Justin ahí? Me
arrodillé en el suelo, casi tirándome, las lágrimas empezaron a caer de mis
ojos rápidamente, no entendía nada, no sabía a quién pedir ayuda, estaba sola
ahí.
-
Eh,
Justin, contéstame.- dije entre sollozos- joder, no me hagas esto.- estallé en
llanto.
Ahora, ¿Qué se suponía que debía hacer?
*************************************************************
Holi mis beliebers, ¿cómo estáis? Bueno esta vez
he subido más rápido que otras veces, iba un poco escasa de imaginación así que
supongo que me comprenderéis. Intento subir otro este finde, a ver si puedo
hacer un capitulo por día o algo. Bueno nada, ¡Ya casi es navidad! Y bueno, según
dicen ¡el mundo se va a acabar! Bueno no me voy a enrollar jajajaja, os quiero.
(:
No hay comentarios:
Publicar un comentario