Nothing like us. {41}

Deja a Jerry en paz

Me fui despertando poco a poco, ya no podía estar más dentro de la cama, no tenía sueño. Me removí en el colchón, demasiado espacio. Busqué con mi mano y aun con los ojos cerrados el cuerpo de Justin, vale, al parecer se había despertado antes que yo.  Me incorporé a la cama y me estiré a más no poder. Las once, que tarde. Hoy era el cumpleaños de Ryan y, estaba más nerviosa que ayer, por la tarde llegaban los abuelos y amigos de Ryan, ya faltaba menos.

Hoy tenía pensado hacer muchas fotos, así que del cajón de mí mesita de noche saqué la cámara réflex y la puse a cargar. Me entretuve en ver las fotos que había, y para mi sorpresa había fotos mías durmiendo. Y eran de hoy, justo esta mañana. Mataría a Justin, odio que me hagan fotos cuando duermo, salgo horrible.

Me levanté de la cama y la hice. Necesitaba una ducha, así que me desnudé quedándome en ropa interior, cogí ropa limpia y entré en el baño.

-          ¡Joder Justin!- me asusté al verlo, se acababa de duchar, iba con una toalla enrollada en la cintura.

-          Buenos días cielo, he dormido genial y yo también te quiero.- besó mi frente y me cogió por la cintura.

-          Idiota, me has asustado.- le besé.

-          Tenía que ducharme.- se pasó la mano por el pelo mojado.

-          Tú quieres que te viole ¿no?- me estaba provocando, Justin siempre me provocaba.

-          No sería una violación.- rio.

-          Tira, voy a ducharme.- le di una palmada en el trasero para que saliese del baño.

-          Oye, estaba yo primero.- se quejó.

-          Oh, me quitaré la ropa dentro de la ducha.- sé que no me tendría que dar vergüenza que Justin me viese desnuda, pero me la daba.

Entré a la ducha y como había dicho me quité la ropa interior ahí, la tiré por arriba y escuché como Justin reía, era idiota, era mí idiota. Encendí el agua, la regulé a mi gusto y empecé a ducharme. Al cabo de una media hora ya estaba duchada, cambiada, maquillada y peinada. Mi tiempo récord. (http://www.polyvore.com/swaggie/set?id=68019248).

Justin había bajado a desayunar, yo no tenía hambre así que le había dicho que no me esperase. Hoy no teníamos gran cosa que hacer, mi casa ya estaba preparada para la fiesta, los amigos de Ryan y también de Justin y Chaz llegarían sobre las ocho más o menos. Así que día libre y sin nada que hacer, genial.

De repente mi móvil empezó a sonar, era un número desconocido, dudé en cogerlo o no, y al final lo acabé cogiendo, la curiosidad.

-          Llamada telefónica –

-          ¿Hola?- descolgué el teléfono.

-          Buenos días, ¿eres _____?- me preguntó una voz desconocida.

-          Sí, soy yo.- contesté- ¿con quién hablo?

-          Te llamamos desde MTV Cazados.- me quedé flipando ¿qué?- te queríamos ofrecer que presentases uno de nuestros programas.

-          ¿Enserio?- o sea ¿qué?- ¿es una broma?- reí.

-          No, en absoluto.- me contestó la desconocida voz.

-          No intentaréis cazarme, ¿verdad?

-          No, esto va muy enserio.- rio.

-          Pues claro, me encantaría.- acepté- ¿cuándo empezamos?

-          Hablaremos con tu manager.- me anunció- te mantendrá informada, pero será pronto.

-          Genial.- sonreí contenta.

-          No le puedes comentar esto a nadie y menos a Justin.- me explicó.

-          Entendido.

-          Gracias, te esperamos.- se despidió.

-          A vosotros.- me despedí.

¿ENSERIO IBA A PRESENTAR UNO DE LOS PROGRAMAS DE MTV CAZADOS? No me lo creía, ¿me habían llamado a mí? Era increíble, enserio. Siempre había visto ese programa, me encanta cómo gastan bromas a famosos y sus reacciones, es muy divertido y ahora yo tenía la oportunidad de presentar un programa.

Salí de la habitación con muy buen humor. Por fin todo me empezaba a ir sobre ruedas, por fin no tenía problemas.

-          Buenos días cielo.- entré al salón.

-          Buenos días amor.- me besó mi novio.

-          ¿Qué haces?- le pregunté tirándome al sofá.

-          Mirar la tele.- me respondió.

-          Y ¿qué miras?

-          Programas de cotilleo, quiero saber que dicen.- se encogió de hombros.

-          Cotilla.- le pegué amistosamente en el hombro y me puse a ver la tele.

No sé ni que canal era ni que programa de televisión, pero salían todo tipo de noticias sobre famosos. La verdad es que te enterabas de cosas interesantes, pero muchas de esas cosas eran solo cotilleos. Ahora hablaban sobre Justin y su gira, empezaría de aquí pronto, casi todas las entradas ya estaban agotadas. Me quedé pensando un momento, ¿era la única que no sabía cuándo empezaba el BT o qué? Fruncí el ceño y miré a Justin, ¿por qué no me había dicho cuándo se iba? Dejé pasar ese tema cuando me vi por la tele. Justin me abrazó y sonrió. Salían algunas imágenes de le entrevista en Ellen. Decían en cómo estaba ganando fans y en la rapidez que me subían los seguidores en twitter y otras redes sociales. Después salió un videoclip, y la noticia de que iba a hacer un dueto con Jason Derulo. ¿Cómo se habían enterado? Las noticias volaban. Cuando acabaron de hablar de mí pasaron a otro famoso, que no sabía quién era y después hablaron de Selena.

Me puse tensa, seguía sin caerme bien y encima es la ex de Justin, no me gusta oír hablar de ella. Miré a Biebs para ver su cara, sonreía. Vale, ¿qué me estaba perdiendo?

-          Sale bien en estas fotos.- comentó. ¿Pretendía ponerme celosa? Por qué lo sabía hacer muy bien.

-          ¿Sí? Pues ve y ruégale que volváis.- dije enfadada. No me gusta que mi novio hable de su ex y menos que la alague, no me siento bien, soy una celosa, sí. Pero lo que es mío es mío.

-          Me encanta cuando te enfadas.- rio- te amo a ti, no a ella idiota.- me abrazó efusivamente y me besó por toda la cara.

-          Te odio.- le saqué la lengua como una niña pequeña.

-          ¿Siempre eres así de celosa?- rio.

-          No, sólo si me dan motivos.- reí.

-          Oye, yo no te doy motivos.- se ofendió.

-          Tienes miles de millones de novias por el mundo.- me excusé.

-          Mis beliebers.- sonrió orgulloso- por cierto, ¿qué quieres hacer ahora? No tenemos nada que hacer.

-          No sé.- me encogí de hombros- estoy aburrida.

-          ¿Un Starbucks?- me sugirió.

-          Sólo si invito yo.- nunca me dejaba pagar nada.

-          No.- se negó.

-          Venga Justin.- le pedí.

-          Sabes que me gusta pagarte las cosas.

-          Pues a mí no.- le llevé la contraria.

-          Venga, no seas cabezona.- se levantó del sofá y me tendió la mano.

-          ¡El cabezón eres tú melón!- reí.

-          Pagamos mitad y mitad.- intentó hacer un trato.

-          Vale.- acepté- sin trucos, eh, que te conozco Bieber.

-          Vamos.- me besó.

Salimos de casa, Justin se dirigió a la suya para avisar a su madre de que nos íbamos y para sacar su coche del garaje, hoy iríamos solos, nadie nos acompañaría, hasta se me hacía raro y todo.

Fuimos al centro comercial, allí pasaríamos la mañana. La verdad es que sabíamos lo que hacíamos al no ir acompañados de Kenny ni de Liam. Habría mucha gente, era sábado por la mañana y seguramente masas de fans nos “acosarían” por decirlo de alguna manera. Pero bueno, ya no podíamos hacer nada al respecto.

Al llegar, Justin buscó aparcamiento en el parking del centro comercial, pero como siempre le costaba encontrarlo.

-          Ahí ciego.- le señalé una plaza libre.

-          ¿Cómo lo haces?- rio.

-          Intuición femenina.- me encogí de hombros.

-          Ya, claro.- negó con la cabeza riendo- por cierto, sabes que pagaré y ¿no?

-          Eh, ese no era el trato.- me quejé- Justin, como hagas eso te dejo.- le amenacé.

-          No serás capaz.- me miró mal- me quieres demasiado.

-          Ya, pues me enfadaré.- me encogí de hombros.

-          Después te desenfadarás.

-          Justin Drew Bieber.- dije ya algo enfadada.

-          Vale, a medias.- no hablaba enserio, conocía a Justin y sabía que acabaría pagando él, pero yo no se lo pondría tan fácil.

Bajamos del coche y me puse las gafas de sol, Justin hizo lo mismo, también se puso la  gorra que llevaba, era la que yo le regalé. Me cogió de la mano y nos dirigimos a la puerta trasera del centro comercial, por allí no había tanta gente. Entramos y nos dirigimos al Starbucks, por suerte pasamos desapercibidos. Pero el Starbucks estaba lleno, y las fans empezaron a reconocernos, pedían fotos, autógrafos, que cantásemos algo, era de locos. Tuvimos que estar haciendo una media hora de cola por todas las fans, es agradable ver como las personas cumplen sus sueños gracias a ti, o más bien es agradable que tú seas los sueños de una persona por así decirlo.

-          ¿Qué quieres?- me preguntó Justin una vez pudimos pedir.

-          Un granizado de fresa.- me encogí de hombros.

-          ¿Quieres eso de desayuno?- me miró raro.

-          Me apetece.- reí.

-          ¿Nombre?- me preguntó.

-          Pues el mío, o cualquiera, que sé yo.- reí- María.- dije por decir.

-          Why you wanna play me like that?- cantó- She ain't my baby.- bailó- She ain't my girl.

-          JAJAJA, joder Justin, pide ya.- le empujé.

-          Agresiva.- me miró con una de sus caras raras.

-          Voy a coger mesa.- estallé a carcajadas- o no, no.- cambié de idea- ve a coger mesa tú.

-          ¿Qué?- me dijo extrañado- ¿por qué?

-          Por qué ese me mira raro.- me inventé- anda porfa.- besé su mejilla.

-          Vale.- me miró como si estuviese loca.

Sonreí para mí misma, por una vez desde que estaba con Justin me dejaba pagarle el desayuno, bueno sin que él se enterase claro, dios, la gloria. De repente el móvil me empezó a sonar.

-          Llamada telefónica –

-          ¿Sí?- contesté.

-          _____, soy Alice.

-          Oh, dime.- me alegraba tener noticias de Alice- ¿sabes que me han llamado de MTV Cazados?- dije contenta.

-          Sí, lo sé. ¿Has aceptado?

-          Claro.- ¿cómo no aceptar eso?

-          ¿El domingo lo tienes libre?- me preguntó- grabaríamos algo y conocerías al equipo y tal. 

-          ¿Tan pronto?- pero si me habían llamado hoy.

-          No será nada, aún no cazarás a nadie.- rio.

-          Eh… no tengo nada que hacer.- le confirmé.

-          Pues genial, mandaré a Liam por la tarde.- me informó.

-          Vale…- acepté- una cosa, ¿sabes por qué me han llamado a mí?

-          Pues por qué se habrán fijado en ti.- rio- entonces te veo mañana, ¿sí?

-          Claro, ya tengo ganas.- sonreí- hasta mañana Alice.

-          Hasta mañana preciosa.- vaya, hoy estaba de buen humor.

Guardé mi móvil, pagué y cogí la bandeja para llevarla a la mesa donde se había sentado Justin. Le sonreí y me senté enfrente de él. La verdad, es que es una tontería pelearnos por haber quién paga, pero no me gusta que pague siempre él.

-          Hoy vas muy swaggy.- me alagó mi novio.

-          Gracias cariño.- reí- tu siempre vas swaggy, bueno, tú tienes swag desde que naciste.

-          ¿Sabes que te quiero?- me sonrió con esa perfecta sonrisa.

-          Y yo a ti.- le devolví la sonrisa- por cierto, no me vuelvas a llamar a las cuatro y media de la mañana solo para decirme swag y colgarme.- sí, Justin había hecho eso hace poco.

-          No fui yo.- mintió.

-          Justin, sé que fuiste tú.- reí a carcajada limpia- nadie más haría eso.- alcé una ceja y le di un sorbo a mi granizado mirándolo- encima, también le hiciste eso a Alfredo.

-          Tengo que cambiar de broma.- admitió.

-          Idiota.- reí- ¿qué me puedo poner esta noche?- cambié de tema.

-          Ropa.- se encogió de hombros Justin.

-          Oh gracias, estaba optando por una cartulina o una silla.- dije con ironía.

Mi novio estalló a carcajadas haciendo que toda la gente que había en allí nos mirara. Negué con la cabeza riendo y seguí bebiendo de mi granizado. Estuvimos allí un rato más hablando, hasta que nos aburrimos y decidimos irnos.

-          Voy a pagar.

-          Justin, ya he pagado yo.- reí.

-          ¿Qué?- me miró extrañado.

-          Pues eso.- me encogí de hombros.

-          ¿Por qué has hecho eso?- dijo enfadado.

-          Por qué quiero y por qué puedo.- vamos, no pasaba nada.

-          Ese no era el trato.

-          Ya, tu tampoco lo ibas a cumplir.- lo abracé por la cintura- es una tontería, me apetecía y lo he hecho, no hay más que hablar.

-          ¿Qué voy a hacer contigo?- me pasó el brazo por los hombros.

-          ¿Quererme mucho?- le puse cara de niña buena.

-          Eso ya lo hago.- me besó el cabello.

-          Te quiero idiota.- lo abracé con fuerza.

***

Sin darnos cuenta el día se nos había pasado volando. Habíamos ido a recoger al aeropuerto a todo el mundo, como no cabíamos todos en un coche hicimos varios viajes, pero la cuestión era que ya estaba todo el mundo en mi casa, Chaz, Caitlin, Christian y Mike también. Que por cierto, hoy era el último día de Mike en Atlanta, las vacaciones se acababan para todo el mundo y él tendría que volver a Nueva York. Así que hoy sería una gran noche, eran los 18 de Ryan y lo celebraríamos a lo grande. Ryan estaba a punto de llegar, todas las luces de la casa estaban apagadas y todo el mundo escondido. Aproveché para cambiarme. Subí rápidamente a mi habitación y me puse esto: (http://www.polyvore.com/swaggy/set?id=77375026)

Justo cuando bajé alguien tocó al timbre, corrí a abrir y me escondí detrás de la puerta, el primer sitio que se me ocurrió, sí. Ahora sí que estaba nerviosa, había estado esperando todo el día este momento, esperaba que a Ryan le gustase todo esto, nos lo habíamos currado mucho, esta noche tendría que ser la noche, la gran noche.

-          ¿Por qué están las luces apagadas?- escuché a Ryan entrar- ¿_____? No intentarás asustarme, ¿verdad?- contuve mi risa- Oye que es mi cumpleaños, ¿dónde está la luz?- al final dio con ella.

-          ¡FELICIDADES!- gritamos todos al unísono.

-          ¿Qu-qué?- abrió los ojos como platos- ¿pe-pero qué diablos?- se quedó sorprendido al ver todos sus amigos de Stratford, bueno casi todos.

-          ¡Felicidades Ryan!- lo abracé por detrás- ¡sorpresa!- reí.

-          Habéis venido todos.- sonrió feliz.

-          Este es nuestro regalo.- le explicó Chaz.

-          Es genial.- Ryan empezó a saludar a sus viejos amigos.

Perfecto, habíamos sorprendido a Ryan, se le veía contento por poder celebrar sus dieciocho con todos sus amigos. Había sido un buen regalo, muy buen regalo.

La fiesta empezó después de cenar, pusimos el volumen de la música a tope, esperaba que los vecinos no se quejasen y también que mi casa no acabase mal. Las luces y flashes que habíamos puesto ya estaban encendidas y las luces apagadas, así que empezaba la fiesta.

-          ¿Un chupito a mi salud?- me preguntó Ryan.

-          Sabes que no bebo.- reí.

-          Es mi cumpleaños.- me chantajeó.

-          En el mío, tal vez.- me encogí de hombros.

-          Vamos, que es mi cumpleaños, no acepto un no por respuesta.- me sonrió.

-          Está bien.- puse los ojos en blanco- solo uno, eh.- dije cogiendo el chupito que tenía en la mano.

Ese solo uno se convirtió en solo uno más, y ya os imagináis el resto, ¿no? Ryan era muy convincente cuando quería, y más si utilizaba de excusa ese: “Es mi cumpleaños, vamos”. Así que todo el mundo estaba en su punto, incluso Justin.

-          Vamos, otro a mi salud.- Ryan intentó convencernos a Justin, Caitlin, Chaz, Christian Mike y a mí.

-          Joder Ryan, quieres emborracharnos.- reí- solo uno más.

-          Eso has dicho con los otros.- Ryan empezó a bailar- va por la relación de Justin y _____.- alzamos los chupitos y nos lo bebimos.

-          ¿Y Chaz y yo qué?- se quejó Caitlin.

-          Va otro a su salud.- nos pidió Ryan.

-          Joder, voy a acabar mal, yo no bebo.- me quejé- va, por Cait y Chaz.

La noche avanzaba, y yo había bebido demasiado, todo por culpa de Ryan, enserio, él tiene toda la culpa. Bailaba, por todas partes, hablaba con todo el mundo, cantaba, reía, yo tan feliz.

-          Chicos, chicos.- cogí un micrófono que estaba conectado al equipo- siento interrumpiros pero quiero cantarle algo a Ryan.- todo el mundo silbó y aplaudió para que lo hiciese. Todos habían bebido igual o más que yo.

Canté cumpleaños feliz y otras canciones hasta que Justin vino a por mí.

-          Swag, swag, swag, swag.- canté sensualmente.

-          Estás loca.- rio Justin- has bebido mucho.

-          Sois unas malas influencias.

-          Eso díselo a Ryan, él ha montado todo este descontrol.- rio.

-          Justin.- le susurré al oído- vamos a la cama.

-          ¿Pero qué dices?- estalló a carcajadas.

-          Hablo enserio.- lo miré seria- vamos, ven.- tiré de su brazo.

-          No.- se negó- eso sería abusar de tu estado, salgamos a fuera.

-          No, a la cama, ahora.- le ordené.

-          _____ no.- se negó.

-          Es por qué no soy atractiva, ¿verdad?- me medio enfadé.

-          ¿Qué dices?- me miró desconcertado.

-          Y estoy gorda.

-          ¿Eres idiota o qué?- me cogió por los hombros y me miró directamente a los ojos.

-          Si, también soy idiota.- sollocé.

-          Dios, ¿no me digas que vas a llorar?- dijo preocupado.

-          Ese anillo de castidad es una excusa, ¿verdad?- no sé en que pensaba, pero se me había ido la pinza.

-          ¿Crees eso?- dijo incrédulo- pues mira lo que hago con el anillo.

Justin me mostró la mano donde llevaba el anillo, lo miré confusa, ¿qué hacía? Se lo sacó y lo tiró lejos. Vale… ¿qué acababa de pasar? ¿había hecho eso por mí? Lo miré con la boca abierta, eso era su religión y yo… Me sentía mal, ¿o no? Estaba confusa, liada, la cabeza me iba a explotar, necesitaba dormir.

-          ¿Qué haces?- dije al cabo de un rato- eso es importante para ti.

-          Tú eres más importante.- me abrazó- no quiero que llores por eso.

-          Es que soy idiota.- reí- estás saliendo con una idiota.

-          Calla.- me besó- te quiero mucho, nunca lo olvides mi vida.

-          ¿Sigues sin querer ir a la cama?

-          ¡_____!- había estropeado el momento.

-          ¿Qué? Tengo sueño.

-          Anda, ven.

La música ya había parado, la fiesta se estaba acabando, por no decir que ya se había acabado. Los amigos de Ryan, de Chaz y de Justin se quedarían a dormir unos en mi casa y otros en la de Ryan. Así que ya estaba todo solucionado, lo único que quería ahora era acorrucarme al lado de Justin y disfrutar.

Subimos las escaleras, entramos a mi cuarto y nos cambiamos para luego meternos ya en la cama. Justin se acostó dándome la espalda. Lo abracé por detrás y empecé a toquetearlo.

-          _____ a dormir.

-          No.- no tenía ganas de dormir, ahora no.

-          ¡_____!- me regañó- deja a Jerry en paz.

-          No quiero.- me seguí negando- sé que te estás muriendo de ganas.- reí.

-          Sí, pero no me voy a aprovechar de ti.

-          She say she love my lolly.- canté para luego lamerle el cuello y morderle el lóbulo de la oreja.

-          Me lo estás poniendo difícil.

Justin se incorporó a la cama y se puso encima de mí. Le había hecho perder el control, era lo que buscaba y lo había encontrado, perfecto. Me mordió el labio inferior para luego besarme apasionadamente. Me acarició suavemente las caderas, intenté quitarle la camiseta, pero no me dejó.

-          Ya.- besó mi frente-  buenas noches, te amo.

-          Te amo mi vida.- me di por vencida.

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Aquí el capítulo 41, en teoría formaba parte de la maratón al igual que el 42. Pero hace unos días tuve un problema con el ordenador, se me apagó y lo perdí todo, así que tuve que volver a empezar, y me olvidé de cosas, así que el capítulo no ha quedado muy bien para mi gusto, no sé, es algo soso tal vez. Siento no haberlo subido antes pero lo he hecho tan rápido como he podido. Me ha quedado un poco corto, pero lo compensaré en el próximo. No sé cuándo subiré, no tardaré más de una semana, eso seguro. Pues nada, espero que hayáis disfrutado este capítulo JAJAJA. Comentad y sacadme una sonrisa.

OS QUIERO PRINCESAS.