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martes, 2 de abril de 2013

Nothing like us. {38}


Una “agradable” visita (MARATÓN)



-          Jueves –


Estaba sentada encima de la encimera de la cocina, desayunaba cereales de chocolate con leche, si papá estuviese en casa ya me estaría regañando por no estar sentada en la silla sino en la mesa. Puse los ojos en blanco, papá se había ido tres días de viaje, negocios, como siempre pero por lo menos al fin un poco de tranquilidad. Estos días había estado liadísima con todo lo del disco, el estudio parecía mi segunda casa, había pasado horas encerrada ahí, al igual que Justin, que se estaba preparando para el Believe Tour, pronto empezaría su gira, pero aún no me había dicho el día exacto. ¿Qué haría cuando se fuese? Estamos acostumbrados a pasar bastante tiempo juntos y cuando se vaya solo lo podré ver a través de la pantalla del ordenador, la tele o escucharlo por el móvil. Intentaría convencer a papá para que me dejase ir con él unos días, sería difícil.

Después de tantos días de trabajo hoy los chicos vendrían a dormir a casa, miraríamos películas y cenaríamos pizza, un planazo. Mi hermano no estaba en casa, papá lo había llevado unos días con la abuela, ya que yo estaba demasiado ocupada. Estaba sola en casa, bueno sola, sola no. El incordio de mi prima Alison había venido desde Nueva York para “hacerme compañía” según ella, pero yo sabía muy bien a lo que venía. A por Justin. Hacía tres días que estaba aquí y no había parado de acosar a mi novio y me estaba cansando. Es mi prima sí, pero eso no le quita que sea una manipuladora, mentirosa, roba novios. Aunque hay que reconocer que también es guapa, tiene un buen físico y parece buena, pero las apariencias engañan. La conocía desde que éramos dos crías y siempre se ha comportado igual, todo lo que tenía yo me lo intentaba quitar, y ya me estaba cansado de eso.


-          ¡Buenos días!- señoras y señores mi querida prima- ¿Qué haces sentada en la encimera?- me miró raro. Iba vestida con un camisón de leopardo.
-          ¿Te has escapado del zoo?- la miré de arriba abajo.
-          ¿Lo dices por la ropa?- se miró a sí misma.
-          No, por la cara de mono.- le sonreí irónicamente y de un salto me bajé de la encimera.

Dejé el plato en el fregadero, más tarde lo lavaría, ahora me apetecía darme una ducha. Subí las escaleras y entré a mi habitación. Sí, tal vez me había pasado un poco, pero hubiese sido más amable con ella si no le estuviese tirando la caña a mi novio cada dos por tres. Encima, la conozco de sobras, si hubiese sido amable desde un principio me trataría como una basura, siempre lo ha hecho con los más débiles. Sé que está mal que yo misma diga eso de mi prima, pero Alison es de las típicas niñas que tienen que ser el centro de atención por todo el mundo y que tienen que tenerlo todo siempre.

Ha venido hasta Atlanta solo para conocer a Justin e intentar algo con él, lo sé, confío plenamente en Justin, solo que desconfío de ella.

Como siempre, cogí ropa limpia del armario, me quité el pijama y la ropa interior y entré a la ducha. Abrí el grifo del agua caliente, di un respingo al ver que estaba ardiendo, la ajusté a mi gusto y dejé que el agua me relajase, lo necesitaba, había pasado unos días de estrés total. Lo bueno de hoy es que volveríamos a estar todos juntos, pasaríamos casi todo el día en mi casa, con el incordio de Alison, pero bueno. Lo importante es que íbamos a estar juntos.

Mientras me duchaba no pude parar de darle vueltas al tema de Ben, había pensado mucho sobre eso. Y pude encabezar algunos lazos sueltos, la noticia que vi en el periódico, estaba segura que trataba sobre su familia, su hermana había muerto y su madre estaba en estado crítico, como describía la noticia del accidente. Tenía que ayudarlo de alguna manera, pero no sabía muy bien cómo, así que tendría que pensar rápido.

Acabé de ducharme en media hora, sí había tardado lo mío. Envolví mi cuerpo en una toalla, me ricé el pelo, me maquillé un poco, base, rímel y raya negra y luego me vestí. (http://www.polyvore.com/love_me_like_you_do/set?id=71032084) Me encantaba la ropa que llevaba, era uno de mis conjuntos favoritos, era swaggy.

Me conecté a Twitter desde mi móvil, tenía miles de notificaciones, era lo normal desde hace un mes. Contesté algunas, seguí a gente, retwiteé, twiteé cosas sobre el disco, sobre dónde iba a estar estos días, etc. Y me volví a desconectar. Antes de guardar el móvil en mi bolsillo llamé a Justin.


-          Llamada telefónica –


-          Shwaty.- me contestó al tercer tono Justin.
-          Buenos días amor.- le contesté cariñosa- ¿sigue en pie lo de comer en tu casa?
-          Por supuesto, mi madre está haciendo carne.- me contestó- ¿vendrá tu prima?
-          Desgraciadamente, sí.- puse los ojos en blanco.
-          No digas eso.- rio- no es tan mala.
-          Justin, te acosa.
-          Será una fan.
-          O una roba novios.- apreté los dientes.
-          No te va a robar nada.- dijo en una carcajada- ¿estás celosa?
-          Lo intentará.- suspiré- ¿hablamos de otra cosa que no sea esa arpía?
-          Oye, que es tu prima.- me regañó.
-          Tengo ganas de verte.- cambié de tema.
-          Y yo cielo, te comeré a besos.- sentí como sonreía.
-          Delante de tu madre no.- reí- lo dejamos para después.
-          Hecho.- rio- ven ya.
-          ¿Por qué?- fruncí el ceño.
-          Por qué te echo menos cariño.
-          Awwww.- dije enternecida- ahora mismo voy, te quiero.
-          Yo más.- se despidió.

Guardé mi móvil en el bolsillo, en mi boca estaba dibujada una sonrisa, gracias a Justin. Siempre sabía cómo hacerme sentir bien, estaba muy contenta por tenerlo a mi lado. Me levanté de la cama, no aguantaba más sin verlo. Al dirigirme a la puerta vi a Alison apoyada y sonriendo.

-          Qué bonito es el amor.- me sonrió.
-          ¿Verdad?- le devolví la sonrisa.
-          Sería una lástima que se acabase.- se miró las uñas.
-          Sí sería una lástima.- me encogí de hombros- pero como no pasará.- salí de mi habitación.
-          ¿Cómo lo has hecho?- me preguntó incrédula.
-          ¿Hacer el qué?- bajé las escaleras.
-          Pues pasar de no ser nadie a ser alguien.- se encogió de hombros- tú novio es Justin Bieber, has estado con Taylor Lautner.
-          Eso fue un error, olvídate.
-          Encima te permites decir que fue un error.- abrió los ojos como platos- estás loca.
-          Oye, ¿para qué has venido?- me paré en seco- nunca nos hemos llevado bien.
-          Tal vez sea hora de llevarse bien primita.- me sonrió falsamente.
-          Ni se te ocurra acercarte a Justin.- reí.
-          ¿O sino qué?- me desafió.
-          Nunca me has visto enfadada ¿verdad?- alcé una ceja- vamos, Justin quiere verme.

Odiaba ser tan borde con las personas, pero es que Alison sabía cómo cabrearme y sacar lo peor de mí, enserio. Parece mentira que seamos familia, todo el santo día peleándonos por algo.

Toqué al timbre de Bieber, que al minuto nos abrió. Fui a paso ligero por el jardín, más bien iba corriendo. Me tiré a sus brazos y enredé las piernas en su cintura y los brazos en su cuello, él me sostenía por los muslos. Lo abracé con todas mis fuerzas, besé su cabello, sus ojos, su nariz, sus mejillas, su frente, su boca, su cuello y él hizo lo mismo conmigo, luego me dejó en el suelo.

-          Te echaba de menos.- hice un pucherito.
-          ¿Qué me has hecho?- enredó sus manos en mi pelo y me acercó más a él.
-          ¿Qué?- susurré en sus labios extrañada.
-          Sí, cada día se me hace más difícil sobrevivir sin ti.- se acercó a mis labios y empezó a besarme lentamente.
-          Hola.- estropeó el momento Alison- oh, me encanta tú música, eres increíble.
-          Hola Alison.- le sonrió Justin- muchísimas gracias.
-          ¿Puedo abrazarte?- oh vamos, la muy cabrona sabe que a Justin le gusta que le pidan un abrazo.
-          Vamos a ver a Pattie.- cogí de la mano a Justin y tiré de él.
-          _____ no seas así.- me regañó Biebs.
-          Iré yo sola entonces.
Miré a Alison de reojo, no paraba de mirar a Justin, vi como lo abrazaba. Puse los ojos en blanco y me dirigí hacia el salón que es dónde estaba Pattie y por sorpresa también estaban Scooter, Kenny y Usher.
-          ¡Kenny, Usher, Scooter!- exclamé, hacía tiempo que no los veía- Estáis genial.- los abracé uno por uno.
-          Estás guapísima.- dijeron al unísono.
-          Sí, hoy voy swaggy.- reí.
-          Por eso es mi novia.- me abrazó Justin por detrás.
-          Justin, déjame que le dé un abrazo a tu madre.- besé su mejilla.
-          No, eres mía.- besó mi hombro.
-          ¿Siempre es así de posesivo?- preguntó Usher.
-          Esto no es nada.- reí- el otro día estábamos debajo de la lluvia y Justin me puso su chaqueta por encima, miró al cielo y dijo: “Lluvia, no la toques, es mía.- todos estallaron a carcajadas menos Alison.
-          Justin.- le regañó Pattie en broma.

Mi posesivo y tierno novio me dejó ir, me dirigí a Pattie y la abracé, también hacía unos días que no la veía. Justin presentó a Alison a Scooter, Kenny y Usher, mi prima empezó a saltar, gritar cuando los vio. Dios, como odio que la gente no se merezca estas cosas, en lugar de ella debería estar una fan de verdad.

-          Alice quiere hablar contigo.- me comentó Scoot.
-          ¿Qué? Me dijo que tendría estos tres días libres.- bufé.
-          Solo quiere comentarte algo.- me aclaró.
-          ¿Sabes algo?- le preguntó Justin mientras se dejaba caer en el sofá- siéntate Alison.- le sonrió a mi prima.
-          Algo sé.- se encogió de hombros Scooter.
-          Vamos dime.- dije curiosa.
-          Te lo debería decir ella.
-          ¿Tengo que ir al estudio?- puse cara de cachorrito.
-          Llámala.- me propuso Kenny.
-          Le gusta hablar las cosas importantes cara a cara.- puse los ojos en blanco.
-          Invítala a comer con nosotros.- me propuso Pattie.
-          ¿Y traer el trabajo a casa? Opto por llamarla.- choqué los cinco con Kenny- pero gracias Pattie.- le sonreí.

¿Qué querría Alice? ¿Más trabajo? Necesitaba descansar y solo estaba empezando. Me senté en el regazo de Justin y saqué mi móvil, llamaría a Alice ahora, la curiosidad me podía.

-          Llamada telefónica –


-          ¿Sí?- escuché a Alice.
-          Alice, soy _____.
-          ¿No querías desconectar?- rio.
-          Sí, claro.- dije en tono obvio- solo que he hablado con Scooter y me ha dicho que tenías que hablar conmigo.
-          Sí, pero no por teléfono. Ya sabes que prefiero hablar las cosas importantes en persona.
-          No me dejes con la curiosidad, anda.- le insistí.
-          Está bien, pero solo te diré de que se trata.- accedió.
-          Hecho.- sonreí.
-          Ponlo en altavoz.- me dio un codazo Justin.
-          Vale.- le susurré poniendo el móvil en altavoz.
-          _____, ¿estás ahí?- escuché la voz de Alice por el altavoz.
-          Sí, sí.- respondí nerviosa- dime.
-          Pues me han propuesto que hagas un dueto.- dijo tranquilamente.
-          Oh, ¿sí?- dije sorprendida- ¿se pude saber con quién?
-          Eh… sí.- los nervios me mataban, ahora sí que tenía curiosidad- con Jason Derulo.
-          ¡¿QUÉ?!- exclamé casi gritando- ¡¿ENSERIO?! ¡¡AAAAAAAAAAH!!- grité como una loca, me puse a saltar, a bailar, a abrazar a todos los que estaban en esa sala. (Menos a Alison).
-          _____, me vas a dejar sorda, para.- se quejó Alice.
-          Lo siento pero es que… ¡JASON DERULO!- volví a gritar- vale, lo siento.- reí por lo bajini- ¿cuándo empezamos?
-          Oye, eras tú la que querías desconectar, cuando vuelvas. Te veo de aquí tres días.- se despidió Alice.
-          Iré mañana, dime a qué hora es…- pi, pi, pi. Había colgado, gracias Alice.

Volví a guardarme el móvil en el bolsillo, todos me miraban, les sonreí y me encogí de hombros. Vaya sorpresa, un dueto con Jason Derulo, ¿qué más podía pedir? Todos me felicitaron, estaban seguros de que sería genial y eso esperaba yo.


***


Cuando acabamos de comer fuimos directos a mi casa, teníamos que prepararlo todo para esta noche. Aunque bueno, tampoco era tanto, solo teníamos que bajar unos cuantos colchones al salón y apartar los sofás, sillones, sillas y mesas. Mientras Justin y yo apartábamos los muebles, Alison había ido arriba para bajar algunos colchones, si nos dividíamos el trabajo iríamos más rápido.

-          He visto cómo te mira.- miré a Justin alzando una ceja.
-          A ver, dime, ¿cómo me mira?- dejó de arrastrar un sillón para mirarme.
-          Pues como si fueses algo comestible.- alcé las manos y me encogí de hombros.
-          Tu prima es muy maja.- frunció el ceño Justin- solo estará emocionada porque no se creerá haberme conocido.- se encogió de hombros.
-          Ya…- empecé a arrastrar el sofá hacia una punta del salón para que no molestase- pues que no toque lo que es mío.
-          Después el posesivo soy yo.- rio Justin- me gusta tu lado celoso.
-          ¿Por qué?- fruncí el ceño.
-          No sé, me siento querido.- sonrió tímidamente.
-          Deberías sentirte querido siempre idiota.- le sonreí tiernamente.
-          Y me siento siempre querido.- me devolvió la sonrisa- gracias a mis beliebers, solo que a veces tengo miedo a perderlas.
-          Justin, ven.- me senté en el sofá y le di unas palmaditas para que se sentara a mi lado- tus beliebers siempre van a estar ahí, siempre. Te lo digo porque no he visto un amor igual entre fans e ídolo, enserio. Estarían dispuestas a interponerse entre una bala y tú, como tú por ellas, tú no eres nada sin ellas, pero ellas tampoco lo son sin ti. Y eso deberías recordarlo siempre, así que no tengas miedo, muchas se irán y muchas otras vendrán.
-          Por eso es por lo que te quiero tanto.- besó mis labios.

Justin sonrió en mis labios e hizo que me acostase poco a poco en el sofá. Besó mi cuello y fue bajando poco a poco hasta llegar al comienzo de mi jersey. Lo miré y reí, ¿qué quería hacer? Pronto lo descubrí, hábilmente fue desabrochándome los botones, habíamos olvidado que no estábamos solos. Besó mis pechos, luego mi barriga y se paró. Con la boca me desabrochó el botón del short, se me escapó un gemido, ¿qué intentaba? ¿Volverme loca? Porque lo estaba haciendo muy bien.

-          Justin, ¿me ayudas? No puedo sola con el colchón.- escuché la estridente voz de mi prima detrás de nosotros.
-          Eh… sí, claro.- le contestó Justin levantándose de repente y dejándome a mí con el “calentón”, por así decirlo.
-          Su madre…- estallé levantándome del sofá y abrochándome el short- me voy.
-          ¿Qué?- dijo Justin extrañado- ¿qué dices?
-          Lo siento… yo.- dijo haciéndose la arrepentida Ali.
-          Tú no tienes la culpa.- la defendió Justin.
-          ¿Ahora la vas a defender?- me llevé la mano a la frente- genial.

Me dirigí hacia el recibidor, miré al lado de un mueble, era donde siempre guardaba el skate. Y sí, justo estaba ahí, lo cogí y salí dando un portazo. Sé que Justin no tiene la culpa, pero me revienta que Alison haga esto aposta, llevaba días sin ver a Justin y por un momento que tengo a solas con él, lo estropea.

Me subí al skate, me di impulso con el pie izquierdo y salí disparada. No sabía a donde ir así que iría a buscar a los chicos, primero iría a casa de los Beadles ya que es la que me quedaba más cerca. Su casa estaba a dos manzanas, así que llegué en unos cinco minutos.

Toqué al timbre.

-          ¿Quién?- escuché a la madre de Chris y Cait.
-          Soy _____ señora Beadles, ¿están Christian y Caitlin?
-          Sí, pasa cielo, hace mucho tiempo que no te veo.
-          Es que tengo pri…- demasiado tarde, ya me había abierto.

Me puse el skate debajo del brazo, fui a entrar a casa de mis amigos pero en ese momento me di cuenta de una cosa. Miré hacia mi jersey y… mierda, mierda, mierda, ¡Había olvidado abrochármelo! Oh dios, ¿había ido por la calle así? Genial, a saber quién me había visto o a saber si alguien me había fotografiado. Me abroché apresuradamente el jersey, maldita la hora en que decidí no ponerme nada debajo ¿en que estaría pensando? Ah sí, en Justin. Me quedé plantada en la puerta, que vergüenza.

-          ¿Quieres una alfombra roja para entrar o algo?- Christian me sacó de mis pensamientos.
-          ¡Christian!- tiré el skate y corrí hacia él- hacía tiempo que no te veía.
-          No exageres, desde el sábado.
-          Bueno, de aquí dos días hará una semana, ¿te parece poco?- le pegué amistosamente en el hombro.
-          ¿Por qué no pasa?- escuché a la loca de Cait.
-          Porque tenemos prisa.- entré.
-          _____, estás guapísima, hacía mucho tiempo que no te veía.- me abrazó la madre de los Beadles.
-          Muchas gracias Sandi.- le sonreí amablemente- hacía mucho tiempo que no me pasaba por aquí.
-          Sí, debes estar muy liada, con todo lo de tu disco, ¿no?
-          Bastante.- me encogí de hombros sonriendo.
-          Mamá, deja que le dé un abrazo a mi mejor amiga.- se quejó Caitlin- ven aquí idiota.- me extendió los brazos.
-          Imbécil.- la abracé.
-          Cuanto amor.- comentó Christian.
-          Tendríamos que ir a buscar a Chaz, Ryan y Mike.
-          Tranquila, nosotros pensamos en todo.- me dijo Christian- se han quedado a comer.
-          ¿Enserio?- tenía ganas de verlos.
-          Mira quien viene a visitarnos.- oí la voz de Ryan.
-          ¡Ryan!- extendí mis brazos para abrazarlo.

Parecía que no nos veíamos desde hacía meses, cuando solo habían pasado unos días. Pero eso significaba que estábamos unidos y nada nos separaría. Ni si quiera la distancia, cuando estuviese a miles de quilómetros de ellos y llevase meses sin verlos. Esperaba y sabía que todo seguiría igual entre nosotros, porque somos un grupo.

Los fui abrazando uno por uno, ya había empezado a echar de menos sus tonterías y que se metiesen con Justin y conmigo. Al principio me cabrea, pero tengo que reconocer que es divertido.

Los chicos y Caitlin fueron a buscar sus cosas para esta noche, habíamos acordado que ellos traerían las películas y las palomitas y Justin y yo invitábamos a las pizzas. Y mencionando a Justin… Odiaba enfadarme con él y más si él no tenía la culpa de nada, pensándolo en frío tengo un pronto muy malo, hago lo primero que se me pasa por la cabeza y mi orgullo me puede muchas veces. Así que supongo que Justin se merecía una disculpa.

-          Esta noche será genial.- me abrazó Cait por los hombros.
-          ¿Con mi prima ahí?- negué con la cabeza decepcionada- ya la conocéis.
-          Pasa de ella.- me aconsejó Ryan cerrando la puerta de casa de los Beadles.
-          Y lo haría, pero está detrás de Justin constantemente y Justin cree que es maja.
-          Pero tu prima nunca ha sido maja.- dijo extrañada Caitlin.
-          Ya.- alcé las manos y las dejé caer- pero ahora resulta que lo es cuando Justin está delante.
-          Esta lo que quiere es a Justin.- Caitlin dedujo una cosa que yo ya sabía, aunque dicho por otras personas me hacía desanimarme más.
-          Tú confías en él, ¿no?- me preguntó Chaz.
-          Sí, claro.- siempre he confiado en Justin- pero…
-          No confías en ella.- acabó mi frase Ryan.
-          Exacto.- asentí- le he contado todo sobre ella, y aun así el cree que ha cambiado o algo. Parece que no confíe en lo que le digo.
-          Tranquila _____, Justin de lo buena persona que es, es tonto.- comentó Mike- ya se dará cuenta, ya verás.
-          Ahora alégrate, estamos otra vez todos juntos.- me sonrió Christian.
-          Gracias, sois los mejores.- los abracé.
-          Vamos a montar todos en tu skate.- propuso Chris.
-          ¿Estás loco? ¿Quieres morir o quieres partir mi skate en dos?- éramos seis, es de locos.
-          No pasará nada.- lo apoyó Chaz.
-          Será divertido.- ¿tú también Ryan?
-          Vamos.- ¿Caitlin?
-          Yo te apoyo, pero son mayoría.- rio Mike.
-          Adelante.- dejé mi skate en el suelo.
-          Mira, en esa bajada de ahí.- señaló Caitlin.
-          ¿Cómo pretendéis que quepamos todos genios?- pregunté.
-          Tres que se sienten en el skate.- dijo Christian una vez habíamos llegado a la bajada.
-          Caitlin, Chaz y Mike, por ejemplo.- propuse y estos me hicieron caso- ¿y ahora listo?
-          Entre los espacios nosotros tres iremos de pie.- adivinó Ryan.
-          Exacto.- sonrió Christian.
-          Estáis locos, nos vamos a matar.- me negué- no pienso subirme ahí, se va a partir.
-          No seas miedica, va.- me empujó Ryan hacia el skate.
-          Dejad una carta de suicidio si queréis.- dije irónicamente.

Christian se subió delante, en el espacio que quedaba vacío al principio del skate, yo me subí en medio, puse un pie en el extremo derecho del skate y otro pie en el extremo izquierdo y Ryan se subió detrás, en el poco espacio que sobraba. Me agarré a la cintura de Christian, Ryan se agarró a la mía, Chaz se agarró a mis pies, Caitlin a los de Christian y Mike a los de Ryan, así que allá íbamos.

Los que estaban sentados impulsaron el skate con los pies y empezamos a descender por la bajada a toda ostia. No puedo negar que era un subidón de adrenalina ir así y que era realmente divertido pero era peligroso y sabía que nos meteríamos la ostia del mes, ¿qué digo? Del año.

Empezamos a irnos de un lado hacia el otro, no podíamos controlar la dirección y tampoco la velocidad.


-          ¿Cómo lo paramos?- gritó Caitlin.
-          No había pensado en eso.- genial Christian, eres un genio.
-          Esto se va a partir.- grité asustada.
-          Y dale, como lo digas más veces si se partirá.- me regañó Ryan.
-          ¡Un coche!- grité al ver que venía uno de frente. 

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