Una “agradable” visita (MARATÓN) |
-
Jueves –
Estaba sentada encima de la encimera de la cocina,
desayunaba cereales de chocolate con leche, si papá estuviese en casa ya me
estaría regañando por no estar sentada en la silla sino en la mesa. Puse los
ojos en blanco, papá se había ido tres días de viaje, negocios, como siempre
pero por lo menos al fin un poco de tranquilidad. Estos días había estado
liadísima con todo lo del disco, el estudio parecía mi segunda casa, había
pasado horas encerrada ahí, al igual que Justin, que se estaba preparando para
el Believe Tour, pronto empezaría su gira, pero aún no me había dicho el día
exacto. ¿Qué haría cuando se fuese? Estamos acostumbrados a pasar bastante
tiempo juntos y cuando se vaya solo lo podré ver a través de la pantalla del
ordenador, la tele o escucharlo por el móvil. Intentaría convencer a papá para
que me dejase ir con él unos días, sería difícil.
Después de tantos días de trabajo hoy los chicos
vendrían a dormir a casa, miraríamos películas y cenaríamos pizza, un planazo.
Mi hermano no estaba en casa, papá lo había llevado unos días con la abuela, ya
que yo estaba demasiado ocupada. Estaba sola en casa, bueno sola, sola no. El
incordio de mi prima Alison había venido desde Nueva York para “hacerme compañía”
según ella, pero yo sabía muy bien a lo que venía. A por Justin. Hacía tres
días que estaba aquí y no había parado de acosar a mi novio y me estaba
cansando. Es mi prima sí, pero eso no le quita que sea una manipuladora,
mentirosa, roba novios. Aunque hay que reconocer que también es guapa, tiene un
buen físico y parece buena, pero las apariencias engañan. La conocía desde que
éramos dos crías y siempre se ha comportado igual, todo lo que tenía yo me lo
intentaba quitar, y ya me estaba cansado de eso.
-
¡Buenos
días!- señoras y señores mi querida prima- ¿Qué haces sentada en la encimera?-
me miró raro. Iba vestida con un camisón de leopardo.
-
¿Te
has escapado del zoo?- la miré de arriba abajo.
-
¿Lo
dices por la ropa?- se miró a sí misma.
-
No,
por la cara de mono.- le sonreí irónicamente y de un salto me bajé de la
encimera.
Dejé el plato en el fregadero, más tarde lo
lavaría, ahora me apetecía darme una ducha. Subí las escaleras y entré a mi
habitación. Sí, tal vez me había pasado un poco, pero hubiese sido más amable
con ella si no le estuviese tirando la caña a mi novio cada dos por tres.
Encima, la conozco de sobras, si hubiese sido amable desde un principio me
trataría como una basura, siempre lo ha hecho con los más débiles. Sé que está
mal que yo misma diga eso de mi prima, pero Alison es de las típicas niñas que
tienen que ser el centro de atención por todo el mundo y que tienen que tenerlo
todo siempre.
Ha venido hasta Atlanta solo para conocer a Justin
e intentar algo con él, lo sé, confío plenamente en Justin, solo que desconfío
de ella.
Como siempre, cogí ropa limpia del armario, me
quité el pijama y la ropa interior y entré a la ducha. Abrí el grifo del agua
caliente, di un respingo al ver que estaba ardiendo, la ajusté a mi gusto y
dejé que el agua me relajase, lo necesitaba, había pasado unos días de estrés
total. Lo bueno de hoy es que volveríamos a estar todos juntos, pasaríamos casi
todo el día en mi casa, con el incordio de Alison, pero bueno. Lo importante es
que íbamos a estar juntos.
Mientras me duchaba no pude parar de darle vueltas
al tema de Ben, había pensado mucho sobre eso. Y pude encabezar algunos lazos
sueltos, la noticia que vi en el periódico, estaba segura que trataba sobre su
familia, su hermana había muerto y su madre estaba en estado crítico, como
describía la noticia del accidente. Tenía que ayudarlo de alguna manera, pero
no sabía muy bien cómo, así que tendría que pensar rápido.
Acabé de ducharme en media hora, sí había tardado
lo mío. Envolví mi cuerpo en una toalla, me ricé el pelo, me maquillé un poco,
base, rímel y raya negra y luego me vestí. (http://www.polyvore.com/love_me_like_you_do/set?id=71032084) Me encantaba la ropa que llevaba, era
uno de mis conjuntos favoritos, era swaggy.
Me conecté a Twitter desde mi móvil, tenía miles
de notificaciones, era lo normal desde hace un mes. Contesté algunas, seguí a
gente, retwiteé, twiteé cosas sobre el disco, sobre dónde iba a estar estos
días, etc. Y me volví a desconectar. Antes de guardar el móvil en mi bolsillo
llamé a Justin.
-
Llamada telefónica –
-
Shwaty.- me contestó al tercer tono
Justin.
-
Buenos días amor.- le contesté cariñosa-
¿sigue en pie lo de comer en tu casa?
-
Por supuesto, mi madre está haciendo
carne.- me contestó- ¿vendrá tu prima?
-
Desgraciadamente, sí.- puse los ojos en
blanco.
-
No digas eso.- rio- no es tan mala.
-
Justin, te acosa.
-
Será una fan.
-
O una roba novios.- apreté los dientes.
-
No te va a robar nada.- dijo en una
carcajada- ¿estás celosa?
-
Lo intentará.- suspiré- ¿hablamos de otra
cosa que no sea esa arpía?
-
Oye, que es tu prima.- me regañó.
-
Tengo ganas de verte.- cambié de tema.
-
Y yo cielo, te comeré a besos.- sentí como
sonreía.
-
Delante de tu madre no.- reí- lo dejamos
para después.
-
Hecho.- rio- ven ya.
-
¿Por qué?- fruncí el ceño.
-
Por qué te echo menos cariño.
-
Awwww.- dije enternecida- ahora mismo voy,
te quiero.
-
Yo más.- se despidió.
Guardé mi móvil en el bolsillo, en mi boca estaba
dibujada una sonrisa, gracias a Justin. Siempre sabía cómo hacerme sentir bien,
estaba muy contenta por tenerlo a mi lado. Me levanté de la cama, no aguantaba
más sin verlo. Al dirigirme a la puerta vi a Alison apoyada y sonriendo.
-
Qué
bonito es el amor.- me sonrió.
-
¿Verdad?-
le devolví la sonrisa.
-
Sería
una lástima que se acabase.- se miró las uñas.
-
Sí
sería una lástima.- me encogí de hombros- pero como no pasará.- salí de mi
habitación.
-
¿Cómo
lo has hecho?- me preguntó incrédula.
-
¿Hacer
el qué?- bajé las escaleras.
-
Pues
pasar de no ser nadie a ser alguien.- se encogió de hombros- tú novio es Justin
Bieber, has estado con Taylor Lautner.
-
Eso
fue un error, olvídate.
-
Encima
te permites decir que fue un error.- abrió los ojos como platos- estás loca.
-
Oye,
¿para qué has venido?- me paré en seco- nunca nos hemos llevado bien.
-
Tal
vez sea hora de llevarse bien primita.- me sonrió falsamente.
-
Ni se
te ocurra acercarte a Justin.- reí.
-
¿O
sino qué?- me desafió.
-
Nunca
me has visto enfadada ¿verdad?- alcé una ceja- vamos, Justin quiere verme.
Odiaba ser tan borde con las personas, pero es que
Alison sabía cómo cabrearme y sacar lo peor de mí, enserio. Parece mentira que
seamos familia, todo el santo día peleándonos por algo.
Toqué al timbre de Bieber, que al minuto nos
abrió. Fui a paso ligero por el jardín, más bien iba corriendo. Me tiré a sus
brazos y enredé las piernas en su cintura y los brazos en su cuello, él me
sostenía por los muslos. Lo abracé con todas mis fuerzas, besé su cabello, sus
ojos, su nariz, sus mejillas, su frente, su boca, su cuello y él hizo lo mismo
conmigo, luego me dejó en el suelo.
-
Te
echaba de menos.- hice un pucherito.
-
¿Qué
me has hecho?- enredó sus manos en mi pelo y me acercó más a él.
-
¿Qué?-
susurré en sus labios extrañada.
-
Sí,
cada día se me hace más difícil sobrevivir sin ti.- se acercó a mis labios y
empezó a besarme lentamente.
-
Hola.-
estropeó el momento Alison- oh, me encanta tú música, eres increíble.
-
Hola
Alison.- le sonrió Justin- muchísimas gracias.
-
¿Puedo
abrazarte?- oh vamos, la muy cabrona sabe que a Justin le gusta que le pidan un
abrazo.
-
Vamos
a ver a Pattie.- cogí de la mano a Justin y tiré de él.
-
_____
no seas así.- me regañó Biebs.
-
Iré
yo sola entonces.
Miré a Alison de reojo, no paraba de mirar a
Justin, vi como lo abrazaba. Puse los ojos en blanco y me dirigí hacia el salón
que es dónde estaba Pattie y por sorpresa también estaban Scooter, Kenny y
Usher.
-
¡Kenny,
Usher, Scooter!- exclamé, hacía tiempo que no los veía- Estáis genial.- los
abracé uno por uno.
-
Estás
guapísima.- dijeron al unísono.
-
Sí,
hoy voy swaggy.- reí.
-
Por
eso es mi novia.- me abrazó Justin por detrás.
-
Justin,
déjame que le dé un abrazo a tu madre.- besé su mejilla.
-
No,
eres mía.- besó mi hombro.
-
¿Siempre
es así de posesivo?- preguntó Usher.
-
Esto
no es nada.- reí- el otro día estábamos debajo de la lluvia y Justin me puso su
chaqueta por encima, miró al cielo y dijo: “Lluvia, no la toques, es mía.-
todos estallaron a carcajadas menos Alison.
-
Justin.-
le regañó Pattie en broma.
Mi posesivo y tierno novio me dejó ir, me dirigí a
Pattie y la abracé, también hacía unos días que no la veía. Justin presentó a
Alison a Scooter, Kenny y Usher, mi prima empezó a saltar, gritar cuando los
vio. Dios, como odio que la gente no se merezca estas cosas, en lugar de ella
debería estar una fan de verdad.
-
Alice
quiere hablar contigo.- me comentó Scoot.
-
¿Qué?
Me dijo que tendría estos tres días libres.- bufé.
-
Solo
quiere comentarte algo.- me aclaró.
-
¿Sabes
algo?- le preguntó Justin mientras se dejaba caer en el sofá- siéntate Alison.-
le sonrió a mi prima.
-
Algo
sé.- se encogió de hombros Scooter.
-
Vamos
dime.- dije curiosa.
-
Te lo
debería decir ella.
-
¿Tengo
que ir al estudio?- puse cara de cachorrito.
-
Llámala.-
me propuso Kenny.
-
Le
gusta hablar las cosas importantes cara a cara.- puse los ojos en blanco.
-
Invítala
a comer con nosotros.- me propuso Pattie.
-
¿Y
traer el trabajo a casa? Opto por llamarla.- choqué los cinco con Kenny- pero
gracias Pattie.- le sonreí.
¿Qué querría Alice? ¿Más trabajo? Necesitaba
descansar y solo estaba empezando. Me senté en el regazo de Justin y saqué mi
móvil, llamaría a Alice ahora, la curiosidad me podía.
-
Llamada telefónica –
-
¿Sí?- escuché a Alice.
-
Alice, soy _____.
-
¿No querías desconectar?- rio.
-
Sí, claro.- dije en tono obvio- solo que
he hablado con Scooter y me ha dicho que tenías que hablar conmigo.
-
Sí, pero no por teléfono. Ya sabes que
prefiero hablar las cosas importantes en persona.
-
No me dejes con la curiosidad, anda.- le
insistí.
-
Está bien, pero solo te diré de que se
trata.- accedió.
-
Hecho.- sonreí.
-
Ponlo
en altavoz.- me dio un codazo Justin.
-
Vale.-
le susurré poniendo el móvil en altavoz.
-
_____, ¿estás ahí?- escuché la voz de
Alice por el altavoz.
-
Sí, sí.- respondí nerviosa- dime.
-
Pues me han propuesto que hagas un dueto.-
dijo tranquilamente.
-
Oh, ¿sí?- dije sorprendida- ¿se pude saber
con quién?
-
Eh… sí.- los nervios me mataban, ahora sí
que tenía curiosidad- con Jason Derulo.
-
¡¿QUÉ?!- exclamé casi gritando-
¡¿ENSERIO?! ¡¡AAAAAAAAAAH!!- grité como una loca, me puse a saltar, a bailar, a
abrazar a todos los que estaban en esa sala. (Menos a Alison).
-
_____, me vas a dejar sorda, para.- se
quejó Alice.
-
Lo siento pero es que… ¡JASON DERULO!-
volví a gritar- vale, lo siento.- reí por lo bajini- ¿cuándo empezamos?
-
Oye, eras tú la que querías desconectar,
cuando vuelvas. Te veo de aquí tres días.- se despidió Alice.
-
Iré mañana, dime a qué hora es…- pi, pi,
pi. Había colgado, gracias Alice.
Volví a guardarme el móvil en el bolsillo, todos
me miraban, les sonreí y me encogí de hombros. Vaya sorpresa, un dueto con
Jason Derulo, ¿qué más podía pedir? Todos me felicitaron, estaban seguros de
que sería genial y eso esperaba yo.
***
Cuando acabamos de comer fuimos directos a mi
casa, teníamos que prepararlo todo para esta noche. Aunque bueno, tampoco era
tanto, solo teníamos que bajar unos cuantos colchones al salón y apartar los
sofás, sillones, sillas y mesas. Mientras Justin y yo apartábamos los muebles,
Alison había ido arriba para bajar algunos colchones, si nos dividíamos el
trabajo iríamos más rápido.
-
He
visto cómo te mira.- miré a Justin alzando una ceja.
-
A
ver, dime, ¿cómo me mira?- dejó de arrastrar un sillón para mirarme.
-
Pues
como si fueses algo comestible.- alcé las manos y me encogí de hombros.
-
Tu
prima es muy maja.- frunció el ceño Justin- solo estará emocionada porque no se
creerá haberme conocido.- se encogió de hombros.
-
Ya…-
empecé a arrastrar el sofá hacia una punta del salón para que no molestase-
pues que no toque lo que es mío.
-
Después
el posesivo soy yo.- rio Justin- me gusta tu lado celoso.
-
¿Por
qué?- fruncí el ceño.
-
No
sé, me siento querido.- sonrió tímidamente.
-
Deberías
sentirte querido siempre idiota.- le sonreí tiernamente.
-
Y me
siento siempre querido.- me devolvió la sonrisa- gracias a mis beliebers, solo
que a veces tengo miedo a perderlas.
-
Justin,
ven.- me senté en el sofá y le di unas palmaditas para que se sentara a mi
lado- tus beliebers siempre van a estar ahí, siempre. Te lo digo porque no he
visto un amor igual entre fans e ídolo, enserio. Estarían dispuestas a
interponerse entre una bala y tú, como tú por ellas, tú no eres nada sin ellas,
pero ellas tampoco lo son sin ti. Y eso deberías recordarlo siempre, así que no
tengas miedo, muchas se irán y muchas otras vendrán.
-
Por
eso es por lo que te quiero tanto.- besó mis labios.
Justin sonrió en mis labios e hizo que me acostase
poco a poco en el sofá. Besó mi cuello y fue bajando poco a poco hasta llegar
al comienzo de mi jersey. Lo miré y reí, ¿qué quería hacer? Pronto lo descubrí,
hábilmente fue desabrochándome los botones, habíamos olvidado que no estábamos
solos. Besó mis pechos, luego mi barriga y se paró. Con la boca me desabrochó
el botón del short, se me escapó un gemido, ¿qué intentaba? ¿Volverme loca?
Porque lo estaba haciendo muy bien.
-
Justin,
¿me ayudas? No puedo sola con el colchón.- escuché la estridente voz de mi
prima detrás de nosotros.
-
Eh… sí,
claro.- le contestó Justin levantándose de repente y dejándome a mí con el
“calentón”, por así decirlo.
-
Su
madre…- estallé levantándome del sofá y abrochándome el short- me voy.
-
¿Qué?-
dijo Justin extrañado- ¿qué dices?
-
Lo
siento… yo.- dijo haciéndose la arrepentida Ali.
-
Tú no
tienes la culpa.- la defendió Justin.
-
¿Ahora
la vas a defender?- me llevé la mano a la frente- genial.
Me dirigí hacia el recibidor, miré al lado de un
mueble, era donde siempre guardaba el skate. Y sí, justo estaba ahí, lo cogí y
salí dando un portazo. Sé que Justin no tiene la culpa, pero me revienta que
Alison haga esto aposta, llevaba días sin ver a Justin y por un momento que
tengo a solas con él, lo estropea.
Me subí al skate, me di impulso con el pie
izquierdo y salí disparada. No sabía a donde ir así que iría a buscar a los
chicos, primero iría a casa de los Beadles ya que es la que me quedaba más
cerca. Su casa estaba a dos manzanas, así que llegué en unos cinco minutos.
Toqué al timbre.
-
¿Quién?-
escuché a la madre de Chris y Cait.
-
Soy
_____ señora Beadles, ¿están Christian y Caitlin?
-
Sí,
pasa cielo, hace mucho tiempo que no te veo.
-
Es
que tengo pri…- demasiado tarde, ya me había abierto.
Me puse el skate debajo del brazo, fui a entrar a
casa de mis amigos pero en ese momento me di cuenta de una cosa. Miré hacia mi
jersey y… mierda, mierda, mierda, ¡Había olvidado abrochármelo! Oh dios, ¿había
ido por la calle así? Genial, a saber quién me había visto o a saber si alguien
me había fotografiado. Me abroché apresuradamente el jersey, maldita la hora en
que decidí no ponerme nada debajo ¿en que estaría pensando? Ah sí, en Justin.
Me quedé plantada en la puerta, que vergüenza.
-
¿Quieres
una alfombra roja para entrar o algo?- Christian me sacó de mis pensamientos.
-
¡Christian!-
tiré el skate y corrí hacia él- hacía tiempo que no te veía.
-
No
exageres, desde el sábado.
-
Bueno,
de aquí dos días hará una semana, ¿te parece poco?- le pegué amistosamente en
el hombro.
-
¿Por
qué no pasa?- escuché a la loca de Cait.
-
Porque
tenemos prisa.- entré.
-
_____,
estás guapísima, hacía mucho tiempo que no te veía.- me abrazó la madre de los
Beadles.
-
Muchas
gracias Sandi.- le sonreí amablemente- hacía mucho tiempo que no me pasaba por
aquí.
-
Sí,
debes estar muy liada, con todo lo de tu disco, ¿no?
-
Bastante.-
me encogí de hombros sonriendo.
-
Mamá,
deja que le dé un abrazo a mi mejor amiga.- se quejó Caitlin- ven aquí idiota.-
me extendió los brazos.
-
Imbécil.-
la abracé.
-
Cuanto
amor.- comentó Christian.
-
Tendríamos
que ir a buscar a Chaz, Ryan y Mike.
-
Tranquila,
nosotros pensamos en todo.- me dijo Christian- se han quedado a comer.
-
¿Enserio?-
tenía ganas de verlos.
-
Mira
quien viene a visitarnos.- oí la voz de Ryan.
-
¡Ryan!-
extendí mis brazos para abrazarlo.
Parecía que no nos veíamos desde hacía meses,
cuando solo habían pasado unos días. Pero eso significaba que estábamos unidos
y nada nos separaría. Ni si quiera la distancia, cuando estuviese a miles de
quilómetros de ellos y llevase meses sin verlos. Esperaba y sabía que todo
seguiría igual entre nosotros, porque somos un grupo.
Los fui abrazando uno por uno, ya había empezado a
echar de menos sus tonterías y que se metiesen con Justin y conmigo. Al
principio me cabrea, pero tengo que reconocer que es divertido.
Los chicos y Caitlin fueron a buscar sus cosas
para esta noche, habíamos acordado que ellos traerían las películas y las
palomitas y Justin y yo invitábamos a las pizzas. Y mencionando a Justin…
Odiaba enfadarme con él y más si él no tenía la culpa de nada, pensándolo en
frío tengo un pronto muy malo, hago lo primero que se me pasa por la cabeza y
mi orgullo me puede muchas veces. Así que supongo que Justin se merecía una
disculpa.
-
Esta
noche será genial.- me abrazó Cait por los hombros.
-
¿Con
mi prima ahí?- negué con la cabeza decepcionada- ya la conocéis.
-
Pasa
de ella.- me aconsejó Ryan cerrando la puerta de casa de los Beadles.
-
Y lo
haría, pero está detrás de Justin constantemente y Justin cree que es maja.
-
Pero
tu prima nunca ha sido maja.- dijo extrañada Caitlin.
-
Ya.-
alcé las manos y las dejé caer- pero ahora resulta que lo es cuando Justin está
delante.
-
Esta
lo que quiere es a Justin.- Caitlin dedujo una cosa que yo ya sabía, aunque
dicho por otras personas me hacía desanimarme más.
-
Tú
confías en él, ¿no?- me preguntó Chaz.
-
Sí,
claro.- siempre he confiado en Justin- pero…
-
No
confías en ella.- acabó mi frase Ryan.
-
Exacto.-
asentí- le he contado todo sobre ella, y aun así el cree que ha cambiado o
algo. Parece que no confíe en lo que le digo.
-
Tranquila
_____, Justin de lo buena persona que es, es tonto.- comentó Mike- ya se dará
cuenta, ya verás.
-
Ahora
alégrate, estamos otra vez todos juntos.- me sonrió Christian.
-
Gracias,
sois los mejores.- los abracé.
-
Vamos
a montar todos en tu skate.- propuso Chris.
-
¿Estás
loco? ¿Quieres morir o quieres partir mi skate en dos?- éramos seis, es de
locos.
-
No
pasará nada.- lo apoyó Chaz.
-
Será
divertido.- ¿tú también Ryan?
-
Vamos.-
¿Caitlin?
-
Yo te
apoyo, pero son mayoría.- rio Mike.
-
Adelante.-
dejé mi skate en el suelo.
-
Mira,
en esa bajada de ahí.- señaló Caitlin.
-
¿Cómo
pretendéis que quepamos todos genios?- pregunté.
-
Tres
que se sienten en el skate.- dijo Christian una vez habíamos llegado a la
bajada.
-
Caitlin,
Chaz y Mike, por ejemplo.- propuse y estos me hicieron caso- ¿y ahora listo?
-
Entre
los espacios nosotros tres iremos de pie.- adivinó Ryan.
-
Exacto.-
sonrió Christian.
-
Estáis
locos, nos vamos a matar.- me negué- no pienso subirme ahí, se va a partir.
-
No
seas miedica, va.- me empujó Ryan hacia el skate.
-
Dejad
una carta de suicidio si queréis.- dije irónicamente.
Christian se subió delante, en el espacio que
quedaba vacío al principio del skate, yo me subí en medio, puse un pie en el
extremo derecho del skate y otro pie en el extremo izquierdo y Ryan se subió
detrás, en el poco espacio que sobraba. Me agarré a la cintura de Christian,
Ryan se agarró a la mía, Chaz se agarró a mis pies, Caitlin a los de Christian
y Mike a los de Ryan, así que allá íbamos.
Los que estaban sentados impulsaron el skate con
los pies y empezamos a descender por la bajada a toda ostia. No puedo negar que
era un subidón de adrenalina ir así y que era realmente divertido pero era
peligroso y sabía que nos meteríamos la ostia del mes, ¿qué digo? Del año.
Empezamos a irnos de un lado hacia el otro, no
podíamos controlar la dirección y tampoco la velocidad.
-
¿Cómo
lo paramos?- gritó Caitlin.
-
No
había pensado en eso.- genial Christian, eres un genio.
-
Esto
se va a partir.- grité asustada.
-
Y
dale, como lo digas más veces si se partirá.- me regañó Ryan.
-
¡Un
coche!- grité al ver que venía uno de frente.
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