Nothing like us. {45}

Sonríes, pero en tus ojos veo tristeza

>>Capítulo dedicado a Ale, no te conozco pero por los comentarios que me dejas eres genial, y además te gusta Ian Harding, por si no se nota, a mí también, wieurhwrtyu. Gracias cielo <3 <<

|NARRA JUSTIN|

Hoy era el día más esperado de todo el año, para mí, para el Team, para mí familia y sobre todo para mis beliebers, empezaba el Believe Tour. Estaba muy emocionado, iba a ser genial, había estado meses preparando este Tour, las actuaciones serían increíbles. Quería impresionar a mis beliebers y conectar con ellas. El tour empezaba en Estados Unidos, allí daría mi primer concierto, en un enorme estadio de hockey.

-          Justin, tenemos que irnos ya.- me avisó Scooter.

-          Espera un poco, necesito verla.- le pedí.

-          Llámala.

-          No.- negué con la cabeza- no me cogerá el teléfono.

-          Entonces, ¿cómo esperas que venga?- Scooter se sentó a mi lado- ni siquiera le has dicho que nos íbamos hoy.

-          Dame cinco minutos, ¿vale?- dije frustrado, intentando pensar algo.

En teoría tenía que ser el día más feliz del año porque me iba de nuevo de gira, pero no estaba todo lo feliz que quería. Me faltaba algo, me faltaba alguien, me faltaba ____. Todo hubiese sido más fácil si ella estuviese aquí, a mí lado. Pero por mí culpa no lo está. La echaba tanto de menos, hacía dos días que no la veía, que no hablaba con ella, que no sabía absolutamente nada de ella. ____ es genial, la quiero y es la mejor persona del mundo, pero cuando quiere que te mantengas alejado de ella, es tan fría, tan dura. No la culpo, sé que solo quiere que no le hagan daño y al parecer yo ya se lo he hecho. ¿Cómo la puedo cagar tanto con las personas que quiero? Sólo quería que no se preocupase por mi marcha, que no contase los días y se le borrase la sonrisa de la cara, sólo quería que estuviese feliz las últimas semanas que nos quedaban, pero supongo que lo he empeorado todo.

No tenía ni idea de qué podía hacer para arreglar eso, no sabía cómo buscarla, como atrasar todo esto, no sabía cómo parar el tiempo. Apreté mis puños con fuerza, me odiaba, era idiota, ¿cómo podía perder a lo que más quería? ¿Qué pasaría después de esto? ¿Lo superaríamos?

-          Cariño.- me abrazó mi madre.

-          Mamá.- sonreí forzadamente.

-          ¿Algo va mal?- me miró extrañada.

-          Todo va mal.- hundí mi cara en mis manos.

-          ¿No lo habéis arreglado aún?

-          ¿Cuándo empecé a ser tan idiota?- suspiré.

-          No eres idiota cielo, la gente se equivoca, comete errores, de los cuales aprenderás. Justin, no eres una máquina, no puedes hacer que todo sea perfecto, eres humano y te equivocas. Tienes que saber pedir perdón y perdonar, así como quieres que lo hagan contigo. Te has equivocado y no es la primera vez, ni será la última. Ella te quiere y lo sabes, ¿qué te preocupa tanto?

-          Me preocupa no volverla a ver en meses, me preocupa irme estando mal con ella pero lo que más me preocupa de todo es hacerle daño, que deje de sonreír por mí culpa y que yo sea el motivo de sus lágrimas.- me odiaba, me sentía la peor persona del mundo.

-          Justin, ¿por qué te autodestruyes?- acarició mi pelo delicadamente- llámala, búscala y deja de pensar tanto y autodestruirte así.

Miré a mí madre, le sonreí y la abracé fuertemente. Es la mejor madre del mundo, siempre sabe lo que decirme y sabe cómo animarme. Rápidamente cogí mí móvil y marqué el número de _____. Miré a mi madre cómo si ella pudiese saber lo que iba a pasar ahora, me miró de la misma forma, estaba nerviosa, tanto como yo. Cerré los ojos con fuerza…

Apagado.

-          Justin, tenemos que irnos ya.- me avisó de nuevo Scooter- ya salimos demasiado tarde.

-          Scooter…

-          Nos vamos, ahora.- esta vez mí manager estaba muy decidido.

Todos los buses empezaron a arrancar, iban saliendo los primeros, hasta que llegó mí turno, nuestro turno para empezar Believe Tour, ya habíamos salido hacia Nueva York.

|NARRAS TÚ|

Paré de correr al ver que los autobuses estaban arrancando. En esos momentos mí mundo se estaba desmoronando por completo, ¿no vería más a Justin? ¿No nos despediríamos? Lo necesitaba ver por última vez y decirle lo mucho que lo sentía por haberme comportado así. Me agarré el pelo con fuerza, estaba frustrada, no se me ocurría nada para arreglar esa situación, no servía gritar, ni correr más deprisa y mí móvil estaba sin batería. Ni si quiera sabía en qué autobús viajaba Justin, no podía hacer absolutamente nada.

-          ¡Joder!- grité con todas mis fuerzas- ¡mierda!

Tenía que irme de ahí cuanto antes, necesitaba caminar, aclararme las ideas. Si no me iba montaría un espectáculo delante de cientos de beliebers y no quería eso. Sé que había prometido hacerme fotos con todas, pero no me veía capaz de poner buena cara, ahora no. Me di media vuelta con los ojos inundados por las lágrimas y empecé a correr dirección a no sé dónde.

Paré de correr después de pasar unas cuantas calles, estaba totalmente empapada por la tormenta, tenía frío y empezaba a encontrarme mal. Pero aun así no quería volver a casa, necesitaba estar sola y desahogarme.

En esos momentos odiaba a Justin, odiaba quererlo tanto, odiaba estar enamorada hasta las trancas de él, odiaba ese vacío que sentía, ese vacío que acababa de dejar en mí. ¿Por qué me sentía así?  ¿Por qué sentía tanto odio? Empecé a llorar desconsoladamente, estaba furiosa, tenía la necesidad de gritar, de darle un golpe a algo para “liberar” todo ese sentimiento.

-          ¡Joder!- grité con más fuerza que la última vez- ¡Me odio! ¡Os odio a todos!- seguí gritando como una posesa- ¡Mierda!- la tome con una basura que había a un lado de la calle- ¡Os odio!- volví a repetir, empujé la basura con tanta fuerza que la tiré- ¡Joder! ¡El día no me puede ir peor!

Me paré en seco al ver una parada de autobús, miré mi reflejo en el cristal; parecía una posesa. Estaba totalmente mojada, con los pelos alborotados cayéndome por la cara, con el maquillaje corrido y con los ojos totalmente rojos por mí llanto.

En ese momento me di cuenta que a la única persona que odiaba era a mí. Por mí orgullo había perdido a Justin, en vez de preguntarle el porqué de no haberme dicho que se iba de gira, había decidido ignorarlo y hacer ver que no existía para mí. Miré con rabia mí reflejo, me acerqué a la parada de autobús y como en un acto reflecto le di un fuerte golpe. Tan fuerte que reventé el cristal. En ese momento salí de mí mundo y volví a la realidad.

Miré hacia el suelo, estaba lleno de cristales hechos mil pedazos, más o menos como me sentía yo, rota. Me aparté de ahí lentamente, ¿yo había liado todo ese estropicio? Miré hacia todos los lados posibles, no había nadie, así que suponía que nadie me había visto. Lo que me faltaba, que algún paparazzi hubiese visto ese espectáculo. Así que salí lo antes posible de ahí, ya arreglaría eso en otro momento.

-          ¡¡_____!!- escuché que alguien gritaba mi nombre, me giré de sopetón para averiguar quién era.

-          Christian.- murmuré. Por un segundo había tenido la ilusión de que fuese Justin- ¿cómo has sabido que estaba por aquí?

-          Sigo siendo tu amigo, te conozco.- se acercó a mí hasta ponerse a mi lado- no deberías estar sola.

-          Supongo que no.- me encogí de hombros.

-          Sé que no hicimos bien en no decirte que Justin se iba pero…- Christian paró de hablar y abrió los ojos como platos- ¡¿Qué coño te has hecho en la mano?!- me gritó mi amigo.

-          ¿Qué mano?- pregunte mirándome ambas- Oh mi madre, Christian.- dije asustada al ver que una de ellas estaba llena de sangre, sangre que ahora que me daba cuenta no paraba de salirme y dolía, dolía muchísimo.

-          ¿Cómo te lo has hecho?- dijo inspeccionando mí mano.

-          Le he dado un golpe a un cristal, me estoy mareando.- siempre que veía tanta sangre junta me mareaba.

-          ¿Qué-qué dices?- dijo desconcertado.

-          Chris, lo estoy empezando a ver todo negro.- dije antes de caer al suelo.

***

 Abrí los ojos lentamente, ¿qué había pasado? ¿Dónde estaba? Ah sí, había caído desplomada al suelo al ver tanta sangre, estaría en el hospital. Me incorporé a la camilla, a mí lado estaban todos los chicos, incluso Julia, mi hermano y por último mí padre.

-          _____.- Christian se levantó del sillón dónde estaba sentado y vino a abrazarme.

-          Eh, ¿qué hacéis todos aquí?- sonreí débilmente.

-          Nos hemos metido como hemos podido.- me sonrió Cait.

-          ¿Cómo estás?- me preguntó al fin mi padre, preocupado.

-          ¿Bien?- dije mirándome la mano, ahora vendada- que vergüenza.- dije al ver la que había liado.

-          Estábamos preocupados.- Ryan estaba serio se le veía preocupado y me sentía fatal.

-          Lo siento chicos, enserio…

-          No te tienes que disculpar.- me sonrió Chaz- en parte ha sido culpa nuestra.

-          Olvidémoslo.- reí forzosamente- ya no tiene solución.- me encogí de hombros. Aunque no lo demostrase estaba destrozada por dentro, Justin se había ido, se había ido de verdad.

-          _____ puedes ir a verle cuando quieras.- mí padre seguía preocupado, estaba muy preocupado por mí, se notaba si no, no me hubiese propuesto eso.

-          Sí claro.- dije ausente- quiero volver a casa.

Tan pronto como el médico me dio “el alta” decidimos salir del hospital e ir todos a cenar a casa. Así, por lo menos no me sentiría tan sola.

Al salir del hospital me cegaron cientos de flashes, genial, lo que me faltaba, paparazzi. Lo bueno es que también había cientos de fans a fuera, ¿cómo se habían enterado de que estaba ahí? Ah sí, olvidaba que a veces son como el FBI. Se me escapó una leve sonrisa al verlos todos ahí, gritando mí nombre, emocionados al verme. Les saludé con la mano, les lancé besos e intenté hacerme fotos con el máximo de gente posible. Sin duda, me levantó el ánimo.

—     Jueves —

Llevaba dos días sin ir a clase, dentro de lo que cabe me encontraba bien, pero no tenía ganas de ver a nadie, ni de ir a clases ni de aguantar las pesadas clases de historia del señor Field. Tampoco quería encontrarme con paparazzi, que me acosasen y me avasallasen a preguntas cada vez que diese un paso. No me sentía con fuerzas, pensaréis “qué depresiva, tampoco es para tanto”, pero para mí sí que era para tanto, Justin es mí mundo.

Sólo quería estar en casa, tumbarme en el sofá y escuchar mí música o mirar películas, en especial una.

—     _____, ¿otra vez Never Say Never? —apareció mí padre de la nada— ya es la tercera vez que la miras en dos días.

—     ¿Quedan palomitas? —ignoré su comentario.

—     No, te acabaste el paquete ayer. —se sentó a mi lado— ¿cuánto tiempo vas a estar así?

—     Iré a por helado. —seguí ignorando sus preguntas.

—     ¡_____! —dijo mi nombre completo— no he acabado de hablar contigo, no voy a dejar que pierdas un día más de clase, ¿me oyes? —genial, estaba enfadado— y, hoy irás al estudio, ensayarás y hablarás con Alice, está preocupada, ¿entendido?

—     A sus órdenes mí capitán. —le saludé como un marine— ¿alguna orden más?

—     _____ no estoy en broma. —suspiró estresado— si hace falta te llevaré yo mismo hasta Justin o lo llamaré para que venga, me da igual, pero esto no puede seguir así.

—     ¡No vas a llamar a nadie! —le grité— ¿sabes qué? No quiero esta vida, ya no la quiero, no iré a Los Ángeles, no iré a ningún sitio, así que dejadme en paz y dejadme que me hunda en mí mierda. —cogí el helado y subí hacia mi habitación dejando a mí padre con la palabra en la boca.

Sabía que me había pasado con mi padre, que él sólo quería lo mejor para mí y que lo que acaba de decirle eran solo tonterías, no pensaba eso realmente. No quería dejar esta vida, quería a mis fans, amo a la música y no voy a dejar escapar una oportunidad así. Pero cuando te falta la persona que te ha dado esta oportunidad a veces sientes que no puedes seguir.

Me senté en el balcón mirando hacia la habitación de Justin y empecé a comer helado. Me estaba autodestruyendo y esa situación se me hacía familiar. Me sentía igual que cuando Justin se fue la primera vez, solo que la primera vez nos despedimos, pero bueno, por lo menos esta vez sé que volverá.

Alguien tocó a la puerta, suponía que era mi padre queriendo una explicación sobre lo que le había dicho anteriormente.

—     Pasa. —dije secándome las lágrimas que se me habían caído.

Escuché como se abría la puerta, pero no me digné a girarme, no podía mirar a mi padre a la cara, no después de lo que le había dicho. Se merecía una disculpa y se la daría.

—     Siento haberte gritado antes, nada de lo que he dicho lo decía enserio. —me comí una cucharada de mí helado— estoy… ¿diferente? No sé.

No obtuve respuesta, suponía que papá estaría sentado en mí cama, con los codos apoyados en las rodillas y mirando fijamente a un punto, ausente. Estaría decepcionado conmigo y no querría hablarme, solo escuchar lo que tenía que decirle y estaría pensando toda la tarde en eso.

Cuando me iba a girar para mirar lo que estaba haciendo mi señor padre, alguien me tapó los ojos con sus manos. Por supuesto que esas manos no eran las de papá. Puse mis manos sobre esas manos, las conocía, me eran familiares, pero no lograba recordar de quien eran. Entonces fue cuando inspiré fuertemente y sentí ese olor familiar.

—     ¿Taylor?

—     ¡Sorpresa! —apartó sus manos de mis ojos.

—     Oh mí madre. —me giré para ver si era real— ¡¡Taylor!! —me abalancé sobre él.

Lo abracé efusivamente, no me esperaba su visita. Es más, era yo quien iba a darle una sorpresa en LA, bueno, le iba a dar dos sorpresas, una era que sería cazado por mí y la otra mi visita. Pero al parecer me había sorprendido él a mí.

—     ¿Quién te ha dejado entrar? —pregunta algo obvia.

—     Tú padre. —rio.

—     ¿Qué haces aquí? —aún estaba alucinada.

—     He venido a verte. —Taylor seguía riendo.

—     No te rías de mí. —le golpeé amistosamente en el hombro.

—     Sigues igual de agresiva. —acarició su hombro— pero estás cambiadísima.

—     ¿Vienes a por tu sudadera? —deduje.

—     ¡No! —se sentó a mi lado— he oído que las cosas no van bien.

—     Oh. —puse los ojos en blanco— no me creo que hayas venido por eso.

—     Te puedes quedar la sudadera. —se encogió de hombros— era solo una excusa para venir a verte.

—     Estoy bien.

—     No lo estás, te conozco. —cogió el helado que había dejado en el suelo— solo te hinchas a helado cuando estás deprimida.

—     Y a palomitas. —reí.

—     Sonríes, pero en tus ojos veo tristeza.

—     Oye, que me vas a deprimir más de lo que estoy. —estallamos a carcajadas.

—     Sé que te he fallado y que no acabamos muy bien, también sé que es muy, muy, muy raro tener a un “ex”… —hizo comillas en el aire— como amigo, pero estaré ahí para lo que quieras.

—     Aw. —me llevé las manos al corazón— gracias Taylor. —lo abracé.

Y así pasaron dos horas, hablando de cualquier tontería, de lo que habíamos hecho todo este tiempo, de las cosas buenas y de las cosas malas, de los proyectos y de un sinfín de cosas más. Al final, Taylor me regaló su sudadera, me insistió durante media hora que me la quedase y acabé aceptando para que se callase. Le conté que mañana iba a Los Ángeles, tenía un concierto por la tarde y por la noche habíamos quedado allí para “cenar” pero en realidad lo iba a cazar y bien cazado.

Mi amigo me llevó al estudio, bueno en realidad nos llevó Liam, su guardaespaldas, pero él me acompañó. Su vuelo salía por la noche, así que nos despedimos y quedamos para vernos el sábado por la noche.

—     No estoy para broncas. —le dije a Alice una vez sentada enfrente de ella.

—     Tranquila. — dijo alzando las manos— solo temas de trabajo. —me sonrió para tranquilizarme.

—     De acuerdo, dispara.

—     Mañana vamos a LA y bueno, todo lo que te conté hace dos días. —asentí— hoy tienes una entrevista en la radio local.

—     ¿Hoy? —pregunté extrañada— ¿Por qué nunca me avisas?

—     Cambios de última hora. —ya, como siempre.

—     ¿A qué hora?

—     Dentro de una hora. Así que Liam te llevará a tu casa, te cambiarás e iremos a la radio.

—     Vale. —acepté sin rechistar.

—     Presentarás una nueva canción. —me avisó.

—     ¿Cuál de ellas? —sí, hoy no tenía ganas de quejarme.

—     La que quieras, mañana en LA tendrás que presentar dos o una, ¿vale?

—     De acuerdo, yo eligo.

—     ¿No te vas a quejar? —dijo sorprendida mi mánager.

—     Tal vez mañana. —reí.

—     Anda tira. —siguió mis risas.

Así hice. Fui con Liam a casa, hice que esperase a bajo mientras me duchaba y cambiaba. (http://www.polyvore.com/me_plus_you/set?id=85018464) Una vez lista me despedí de papá y le dije a Alex que viniese conmigo, éste aceptó entusiasmado y así fuimos hasta la radio local. Concretamente fuimos a la emisora de radio KissKiss.

Entré en una pequeña sala llena de micrófonos, cables y máquinas. Alex, Liam y Alice me miraban desde otra sala por un cristal. Les saludé animadamente, éstos me devolvieron el saludo, en especial mi hermano que estaba motivadísimo.

—     ¡Hola! —me saludó el locutor de radio— ¡es un placer tenerte aquí! Lo sentimos por avisar a última hora.

—     El placer es mío. —le saludé con dos besos— y no te preocupes.

—     Bueno, te cuento. —me dijo sonriente— dentro de unos minutos estaremos en el aire, el programa es en directo así que sé tú misma, sé natural.

—     Entendido. —era al primer programa de radio al que iba.

—     Te haré algunas preguntas, charlaremos de diversos temas y después nos presentaras tu canción, ¿te parece?

—     ¡Estoy deseando! —exclamé contenta.

Ricky, el locutor de radio se llamaba así, me enseñó un poco cómo iba la radio. Charlamos un rato sobre el programa y luego ensayé un poco la canción que iba a cantar. Hasta que llegó el momento de salir al aire.

Me acomodé en mi silla, me puse los cascos y esperé a que nos avisasen. Más bien esperé a que la luz del cartelito “On air” se encendiese.

—     Buenas tardes, estamos en Canadá, concretamente Atlanta con _____— me presentó diciendo mi nombre completo— en radio KissKiss. Bienvenida. Estamos muy contentos de tenerte en nuestra radio, además, es tu primera entrevista en una radio, ¿no?

—     Muchísimas gracias. —sonreí amablemente— sí, es mi primera vez y estoy muy contenta de estar con vosotros.

—     ¿Cómo estás? —me preguntó para romper un poco el hielo.

—     Genial, ¿cómo estás tú?

—     Muy bien, contento de estar contigo— me sonrió— bueno, sabemos que estás trabajando en un álbum, ¿tiene fecha concreta?

—     La verdad es que no tiene una fecha fijada. —me encogí de hombros— voy haciendo canciones y trabajando duro, así que supongo que el disco saldrá pronto.

—     Y, ¿nos puedes decir de que va a tratar tu primer disco?

—     Con las canciones que hago quiero dar a conocer como soy realmente, como me siento, mis experiencias en sí. Quiero que la gente se sienta identificada conmigo, quiero llegar a la gente.

—     Es genial, ya has ganado un fan más. —los dos nos echamos a reír— ¿en el disco hay colaboraciones? Porque he oído que sí.

—     Sí, hay colaboraciones. Por ahora no muchas porque aún estoy creando las canciones, y bueno, siempre salen ofertas nuevas y diferentes.

—     ¿Tienes alguna canción favorita en tu primer disco?

—     Bueno, aún no está acabado pero sí. —oh, mierda no, no tenía que haber dicho eso. Mi canción favorita es Overboard pero la hago con Justin y no sé si es lo más correcto hablar ahora de él— en realidad tengo dos favoritas, una es una colaboración, y la otra es Who You Are. Creo que mucha gente se siente identificada con esa canción y es preciosa, me encanta.

—     Supongo que la colaboración que tanto te gusta es Overboard. — ¿qué? ¿cómo mierda sabía que tengo una canción llamada así? Nadie excepto Alice… Miré hacia donde estaba Alice, ésta se encogió de hombros y me pidió perdón con las manos, genial.

—     Sí, era una sorpresa. —reí— pero es una de mis canciones favoritas.

—     ¿Para quién va dirigida? — ¡¡MIERDA, PARA DE PREGUNTAR COSAS SOBRE ESA CANCIÓN.

—     Bueno, la canto con Justin. —un escalofrío recorrió toda mi espalda— así que ya os imagináis de que habla. Del amor, de cuando estás enamorado, de cuanto necesitas a esa persona, del estar sin ella y ahogarte.

—     Guau, me gusta eso, me gusta mucho. —asintió con la cabeza— y dime, ¿habrá gira?

—     Por supuesto. —dije orgullosa— después de promocionar el disco.

—     ¿Qué tal lo llevas con tu familia? ¿Tienes tiempo para verlos?

—     Bueno, mi padre siempre está bastante ocupado trabajando, pero aun así lo veo bastante y a mi hermano igual. Ahora tengo menos tiempo libre para estar con ellos, ya que estoy muy liada trabajando en el estudio y en otros proyectos, además que voy al instituto. Pero siempre intento llevármelos a dónde vaya.

—     Ya lo veo, tu hermanito está aquí con nosotros. —rio animado.

—     Propondría que dijese algo, pero es muy tímido. —reí.

—     Bueno dime, ¿dónde te ves de aquí a unos años?

—     Bueno, me encantaría hacer una película, así que espero hacer una, estoy abierta a todo. —pensé en esa respuesta— bueno, a casi todo. —todo el mundo se echó a reír— también espero ganar algunos premios y sobretodo espero acercarme más a mis fans, hacer una gira por todo el mundo y acercarme muchísimo más a ellos.

—     Seguro que lo haces. —me animó— entonces, ¿no te importaría entrar en esa industria?

—     No, en absoluto. Me encantaría.

—     ¿Has actuado alguna vez?

—     ¿El teatro de la escuela cuenta? —de nuevo todos se pusieron a reír.

—     ¡Claro! —siguió riendo— ¿y si nos cuentas algo de tu vida amorosa?

—     Oh, no. —me negué riendo.

—     Vamos. —insistió.

—     No, por favor. —supliqué— sé lo que me vas a decir.

—     No lo sabes. —rio.

—     Si, si lo sé. —me tapé la cara con mis manos.

—     ¿Quieres oír una entrevista de hace un mes con Justin? —preguntó con una sonrisa pícara.

—     No, no. —seguí negándome— esa entrevista no ocurrió aquí, ¿verdad?

—     Vamos a escucharla.

—     Oh mi madre. —susurré.

—     Bueno Justin, háblanos de ____, hace poco solo decíais que erais amigos, ¿qué ha ocurrido? ¿qué ha cambiado? —preguntó una locutora a Justin. Hacía casi un mes de esa entrevista, había salido por todas partes.

—     Oh dios mío. —seguí susurrando al micrófono.

—     Bueno, han cambiado muchas cosas. —rio Justin. Su dulce risa, sonreí inconscientemente.

—     Oh dios mío. —seguía susurrando yo.

—     ¡Para de susurrar! —estallaron todos a carcajadas.

—     A parte de mi novia ____ es mi mejor amiga, la conozco desde hace tiempo y ha cambiado mucho, la miro con otros ojos, he crecido, ya sabéis. —me eché a reír al escuchar eso.

—     ¿Qué es para ti ____? —le preguntó la locutora de nuevo.

—     Bueno, tengo muchas cosas buenas en mí vida, mis fans, mi familia y ella, ella es otra bendición más para mí. —al oír eso se me saltaron las lágrimas.

—     Ooooh, me vas a hacer llorar. —contestó la locutora de radio.

—     ____, ¿estás llorando? —me preguntó Ricky.

—     ¡No! —lo negué— bueno, no sé, me he emocionado.

—     ¡Esto es amor! —exclamó también emocionado— dinos, ¿qué es para ti Justin?

—     No me hagáis esto, por favor. —les pedí.

—     Él contestó. —sí, pero en ese momento no estábamos enfadados.

—     Está bien. —acabé aceptando— bueno, Justin para mí es mi mundo, estoy muy agradecida de que esté en mi vida y sé que por muchas cosas que pasemos siempre va estar ahí, como yo para él. Le quiero muchísimo y nada ni nadie va a cambiar eso. —vi como Ricky me miraba fijamente— ¿Ricky? ¿Qué miras? ¿Qué tengo detrás? —me giré y todos se echaron a reír.

—     Es precioso lo que acabas de decir. —estaba emocionado— espero que duréis muchísimo, hacéis una gran pareja.

—     Gracias.

—     Bueno, hasta aquí la entrevista, muchísimas gracias por venir ____. —me miró con amabilidad— ahora os dejamos con la nueva canción de ____, estrenada exclusivamente en KissKiss,  “In case”.

—     Gracias por estar ahí chicos, gracias por hacer que mí sueño se haga realidad, os quiero. —me despedí para empezar a cantar.

(http://www.youtube.com/watch?v=fqWbP3d4ChY)

Pictures in my pocket 
Are faded from the washer 
I can barely just make out your face 
Food you saved for later 
In my refrigerator 
It's been too long since later never came 

I know 
One day eventually 
Yeah, I know 
One day I'll have to let it all go 
But I keep it just in case 
Yeah, I keep it just in case 

In case you don't find what you're looking for 
In case you're missing what you had before 
In case you change your mind, I'll be waiting here 
In case you just want to come home 

Strong enough to leave you 
But weak enough to need you 
Cared enough to let you walk away 
I took that dirty jacket 
From the trash right where you left it 
‘Cuz I couldnt stand to see it go to waste 

I know 
One day eventually 
I know 
One day I'll have to let it all go 
But I keep it just in case 
Yeah, I keep it just in case 

In case you don't find what you're looking for 
In case you're missing what you had before 
In case you change your mind, I'll be waiting here 
In case you just want to come home 

In case you're looking in that mirror one day 
And miss my arms, how they wrapped around your waste, I say 
That you can love me again 
Even if it isn't the case 

You don't find what you're looking for 
You're missing my love 
You don't find what you're looking for 
In case you're missing what you had before 
In case you change your mind, I'll be waiting 
In case you just want to come home 
In case, yeah.

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Cielos, AL FIN SUBO CAPÍTULO, ¿no? Sí bueno. Me he podido escapar un rato del terrible mundo de los exámenes finales. Pensaba que podría subir antes, pero imposible, no paran de avasallarme con exámenes, la semana que viene tengo cinco, mis cinco últimos exámenes. Y esta semana he tenido otros cuatro, así que supongo que comprenderéis que me era imposible escribir. Hasta hoy, que como ya he dicho me he escapado un rato.

Prometo que los siguientes capítulos serán más interesantes, ya veréis. Y la reconciliación va a ser genial, enserio, os aseguro que os va a encantar. Llega el verano y, tendré muchísimo tiempo libre, subiré muchísimo más a menudo, así que entendedme si no he subido en estos días, ¿sí?

OS QUIERO MUCHÍSIMO, MIL GRACIAS POR TODO, LOS COMENTARIOS, VUESTRAS OPINIONES, ENSERIO, MUCHÍSIMAS GRACIAS.