—
Viernes por la noche—
Acabé de darme los
últimos retoques, me puse un poco más de ese pintalabios rosa pálido, me pasé
una vez más el rímel por mis pestañas y me miré por última vez en el espejo.
Con esa ropa no parecía una adolescente de dieciséis años, parecía adulta,
parecía mayor. Ese vestido era muy apretado, demasiado para mi gusto, ni
siquiera sé porque lo había puesto en la maleta, no tenía pensado salir por la
noche, pero los chicos me habían convencido, como siempre. (http://www.polyvore.com/kiss_tell/set?id=85523323).
En teoría teníamos
prohibido salir ya que mañana iba a ser un día muy largo y necesitábamos
descansar, por favor, estamos en Los
Ángeles ¿quién necesita descansar? Le contesté a Alice después de su
prohibición, pero como respuesta solo obtuve una mala cara. Como comprenderéis
decidimos saltarnos esa norma, ¿para qué están las normas si no son para
saltárselas? Si nos pillaban estaríamos metidos en un gran lío, aparte de
saltarnos esa norma, íbamos sin guardaespaldas alguno.
Salí del baño a hurtadillas,
no debíamos hacer ruido, en teoría estábamos plácidamente dormidos. Encendí la
luz de la habitación, los chicos se estaban cambiando a oscuras, me los quedé
mirando raro.
—
Chicos, ¿qué hacéis con la luz apagada? —susurré—
no nos estamos ocultando, sólo no tenemos que hacer ruido. —se me escapó una
pequeña carcajada.
Ryan y Chris, con
ellos compartía habitación, se quedaron sin habla al verme. Abrieron la boca
sorprendidos mirándome de arriba abajo. Di una vuelta, segura de mí misma,
sabía que ese vestido me hacía mayor, pero también sabía que me quedaba como un
guante. Los miré a ellos, iban muy guapos, Chris iba con sus Supras blancas,
unos pantalones vaqueros y una camisa blanca. Ryan vestía una camisa blanca con
una americana gris, unos pantalones negros y unas Vans grises, nunca los había
visto tan guapos, se notaba que estábamos en Los Ángeles.
—
¿____? —dijo al fin Ryan.
—
Estáis guapísimos. —les sonreí impresionada.
—
Tú estás… estás… increíble. —dijo Christian sin
palabras.
—
¿Vamos? —dije cogiendo los tacones que había
preparado debajo de la cama.
—
Sí. —contestaron al unísono.
Abrí la puerta, miré
a la derecha, nadie, miré a la izquierda, vacío. Perfecto. Hice un gesto a los
chicos para que saliesen de la habitación, cerré la puerta con cuidado y toqué
levemente la puerta de la habitación de Cait y Chaz. Cuando al fin salieron,
echamos a correr por el pasillo hasta llegar al ascensor. Una vez allí,
estallamos a carcajadas mientras me ponía los tacones como podía.
El taxi nos esperaba
en la entrada del hotel, aun no sabíamos dónde iríamos, los chicos habían
estado en LA, pero nunca habían salido de noche, así que esta era nuestra
primera noche de fiesta en Los Ángeles.
Al cabo de diez
minutos llegamos a un club de noche, a fuera había bastante cola, así que
dentro debería estar animado. Nos pusimos en la cola, esperábamos pacientemente
mientras pasábamos el rato hablando de cualquier tontería, pensando en los
planes de mañana, en la gran noche que nos esperaba, sólo queríamos dejar los
problemas a un lado y pasárnoslo bien.
—
Vaya, ¡hay ambiente! —dijo Ryan sorprendido al
entrar en el club.
—
Y es enorme. —añadí— ¿vamos a la barra? —sonreí
pícaramente.
—
____, tu no sueles beber… —me miró raro Christian. Tranquilo, solo quiero beber para olvidarme
de Justin.
—
Ya, como bien has dicho, no suelo beber. —sonreí y
los arrastré a todos hacia la barra— la primera invito yo.
—
¡Qué empiece la fiesta! —gritó Caitlin.
Pedí cinco mojitos
bien cargados de ron, cada uno de nosotros cogió un vaso para brindar por esa
noche, esa increíble noche que íbamos a pasar. La verdad es que solo bebía para
olvidar a Justin, para sacarlo de mi mente aunque solo fuese unas horas,
necesitaba eso, necesitaba descansar de ese cacao mental que tenía en la
cabeza, necesitaba librarme de esas enormes ganas de llamarlo que tenía,
necesitaba dejar de necesitarlo. El alcohol en estos casos es un buen amigo, un
buen aliado. Así que iba a coger el mayor pedo de mi vida, soy joven, soy sólo
una adolescente que quiere disfrutar y para qué negar que el alcohol ayuda a
divertirte.
La noche pasaba, los
vasos iban de aquí para allá, el alcohol circulaba, prácticamente nos estábamos
bañando en él. Me había hecho amiga del camarero de la barra de tantas veces
que había ido a pedir algo de beber. Había perdido la cuenta de las rondas que
llevábamos, había perdido la noción del tiempo y estaba perdiendo el control
poco a poco. La garganta me ardía cada vez que me tomaba un chupito o le daba
un trago a mí bebida, pedía a gritos algo de agua, algo sano, pero sólo pensaba
en bailar y pasármelo bien.
—
Don’t touch me, I’m famous! —empecé a decir
mientras me paseaba por el club. Los chicos estallaron a carcajadas, iban igual
de ebrios que yo— ¡vais borrachos! —les grité sin ton ni son.
—
¡Tú eres la que está más ebria de aquí! —me
contestó Ryan.
—
No estoy ebria. —mentí— chicos, tengo una duda. —dije
apoyándome en Ryan— si un borracho dice que no está borracho, ya no será un
borracho, porque los borrachos siempre dicen la verdad, ¿no? Pero entonces,
¿cómo podía ser un borracho?
—
____, ¿por qué planteas preguntas tan difíciles? Estoy
harto de las matemáticas. —dijo confuso Chaz.
—
Chaz, no son matemáticas. —le contestó su novia.
—
Sí que lo es, es un problema matemático. —le llevó
la contraria.
—
¿Dónde ves los números? —le gritó Cait.
—
Estoy harta de las matemáticas. —eso si era cierto—
¡matemáticas, acepta que tu X ya se ha ido y no volverá, deja de buscarla! —todos
estallamos a carcajadas y no paramos de reír hasta pasado un rato.
Caitlin y yo nos
fuimos a bailar en el escenario que había en el club, bueno más que un
escenario un pódium bastante amplio. Nos dejamos llevar por la música, nos
quitamos los tacones, nos los volvimos a poner, bailamos con otra gente, eso
fue un descontrol. Al acabar de bailar, vimos que estábamos rodeadas por gente
que nos aplaudía animadamente.
—
Habéis estado impresionantes. —se nos acercaron dos
chicos.
—
Gracias. —dije tambaleándome a causa de mi
ebriedad.
—
Tu cara me suena. —me miró dudoso uno de los
chicos.
—
Me suelen decir que me parezco a Megan Fox. —bromeé.
—
_____, ¿vienes a pedir algo? —me llamó la atención
Caitlin.
—
Sólo si es agua, no aguanto más. —hablé en un
lenguaje poco claro.
Acompañé a mi amiga
hasta la barra para pedirnos dos botellines de agua, estaba claro que ya no
podíamos beber más, si no, nos daría un coma etílico. Mientras esperábamos me
puse a bailar, me balanceaba de izquierda a derecha con los ojos cerrados.
¿Sabéis? Había logrado no pensar en Justin por unas horas, pero ahora, ahora
era en lo único que podía pensar. ¿Dónde estaría? ¿Qué haría? ¿Se acordaría de
mí? ¿Pensaría en este mismo momento en mí o ya estaría durmiendo? ¿Soñaría
conmigo? Sonreí tontamente al recordar su sonrisa, su manera de caminar, su
manera de hablar, de expresarse, sus besos, sus caricias, sus canciones, me
puse a recordar tantas cosas que imaginé tenerlo al lado, ¿me estaría volviendo
loca o sólo eran efectos secundarios de todo lo que había bebido?
Sentí como unos
brazos me rodeaban y se movían al mismo tiempo que mi cintura, mientras que iban
bajando hasta mi trasero. Por un milisegundo imaginé que era Justin, pero
desperté de ese absurdo sueño, abrí los ojos, dejé de balancearme y me giré de
sopetón. Entre los flashes y las luces pude distinguir la cara de uno de los
chicos que había venido antes a hablar con nosotras. Le empujé bruscamente,
olvidando en dónde estábamos y la que podía liar.
—
¿Qué coño haces? —le grité— tengo novio subnormal. —en
esos momentos me daba igual echar a perder mi fama o que la gente hablase mal
de mí, a mí no me tocaba nadie que no fuese mi novio. En menos de dos segundos
mi puño había impactado contra su cara, a eso le llamaba yo un buen derechazo.
—
¡¡____!! ¿Qué haces? —los chicos vinieron corriendo
al ver la escena.
—
¡Este idiota me estaba metiendo mano! —me excusé.
—
¿Qué? —Ryan estaba incrédulo y en su cara se
mostraba un cabreo enorme.
Mi amigo se abalanzó
sobre el muchacho que había intentado ligar conmigo de una manera pésima. Lo
intenté detener, pero no pude. Así que ya imagináis lo que viene ahora; nos
echaron a patadas del club. Final; los cinco tirados en un callejón totalmente
desconocido para nosotros y riendo a carcajada limpia sobre lo que acababa de
pasar. La habíamos liado pero bien liada, cuando quisieron echar sólo a Ryan de
la discoteca por pelearse con ese maromo todos protestamos ya que él no tenía
la culpa. Yo, me puse a tirarle las copas a mi amigo el camarero, Cait se puso
a tirar taburetes, Christian se fue al baño a pegar bolas de papel mojado en el
techo y las paredes, hasta que lo pillaron y Chaz, bueno Chaz fue a zurrarle
otra vez al tío ese. Un panorama, vamos.
—
Christian, ¿por qué te ha dado por pegar bolas de
papel en las paredes, cristales y el techo? —todos estallamos a carcajadas al
recordar ese momentazo.
—
No sabía que otra cosa hacer. —volvimos a reír
todos— les costará quitarlas.
—
Saldremos en periódicos. —dije sin darle mucha
importancia— me matarán, moriremos todos.
—
Nadie se pasa con nuestra amiga. —me abrazaron Chaz
y Ryan por los hombros.
—
Gracias chicos. —los abracé con ternura— pero yo
también le he dado un buen derechazo.
—
Estás loca. —dijo Caitlin con hipo y sin parar de
reír— ¿qué hacías tirándole las copas al camarero?
—
¿Y tú los taburetes? —me tiré por el suelo y
estallé a carcajadas.
—
____, se te ve el potorro. —me avisó Chris.
—
Estamos en confianza. —le quité importancia— eh,
¿qué haces tú mirando ahí abajo?
—
¿Quieres que te zurremos? —hicieron broma Chaz y
Ryan.
—
Oh, parad. —seguí riendo como una posesa— I can’t.
—
Va levantaos, va a amanecer y tenemos que volver. —nos
cortó el rollo Christian.
Tardamos una hora en
llegar al hotel, una maldita hora. Ya había amanecido y todos estábamos cagados
por si nos llegaban a pillar, aunque con la que habíamos liado anoche era obvio
que nos pillarían de una manera u otra. Subimos las escaleras a la velocidad de
la luz, antes de llegar al pasillo de nuestras habitaciones vigilamos que no
hubiese nadie y gracias a dios no había nadie rondando por el pasillo.
Cada uno se fue a la
habitación que le tocaba y una vez allí nos cambiamos de ropa para irnos a
dormir, aunque Alice no tardaría en venir a “despertarnos”.
—
Domingo—
El sábado se había
pasado volando, ya dicen que lo bueno dura poco. Había sido increíble, por la
mañana cacé a Taylor, la broma había consistido en que una pareja, esposados y
desnudos, se había metido en el coche en el que íbamos, teníais que haber visto
su cara, tenía un cabreo monumental. Bueno, y así la broma fue subiendo de
grado hasta que llegó el momento de cazarlo, aunque a Taylor casi le da un
ataque, había valido la pena.
Después de comer,
tocó cazar a Cody, la broma consistió en que un hombre entraba a robar a su
casa, le rompía la guitarra, que en realidad solo era una réplica y bueno, la
broma subió de grado hasta que salí para cazarlo. Se sorprendió mucho al verme,
no se esperaba que fuese yo quien lo cazase, pero aun así se alegraba de verme
ya que hacía mucho tiempo que no nos veíamos.
Sobre las ocho,
cuando empezó a anochecer empezó mí primer concierto, fue genial, el Staples
Center estaba lleno, las gradas, la pista, todo lleno. Fue genial, el concierto
duró una hora, los fans estaban enloquecidos, gritaban, bailaban, cantaban
conmigo, fue genial, la mejor sensación del mundo. Quería volver a sentir esa
sensación, allí arriba, cantando se te olvida todo, solo estás tú, la música y
tus fans. Canté junto a Jason y presenté nuevas canciones. Enserio, el mejor
día de mi vida. Aunque ahí faltaba Justin, estaban todos menos él, aunque
entendía que él estaba de gira y no podía venir a verme, además, no nos
hablábamos y supongo que eso es excusa suficiente para perderse mi primer
concierto, ¿o no?
Así que mi trabajo
había concluido en Los Ángeles. Esa misma tarde había grabado el dueto con
Jason, así que no quedaba nada por hacer, solo volver a casa y seguir con la
rutina de siempre.
Íbamos caminando por
el paseo de la fama de Hollywood, siempre me había hecho ilusión pasear por
allí, hacerme fotos con las estrellas rosas y doradas de mis ídolos y hasta
alguna vez había soñado tener una estrella en ese paseo. Pero ese sueño quedaba
muy lejos, ni Justin tenía una.
—
Es bonito. —dije mirando a mi alrededor.
—
Sabía que te iba a gustar. —me miró sonriente Liam.
—
Ha sido increíble. —le devolví la sonrisa.
—
¿A qué hora nos vamos? —preguntó Ryan.
—
A las…
En ese momento
desconecté por completo, un papel vino volando hasta a mí quedándose enganchado
en mis piernas, al parecer se había despegado de algún sitio. Lo cogí
curiosamente, y al desplegarlo una oleada de sentimientos me invadieron. Me
paré en seco y lo miré mejor ¿esto era de este año? ¡Claro que lo es! Me contesté a mí misma. No sabía si reír, llorar,
emocionarme o cagarme en todo.
—
No me voy a ninguna parte. —dije mostrándoles el
cartel de propaganda— ¿lo sabíais?
—
¿Hoy viene Justin de gira? —preguntó Caitlin
incrédula.
—
No, no lo sabíamos ____, te lo hubiésemos dicho. —me
contestó Christian.
—
¿Cómo la otra vez? —pregunté enfadada.
—
____, hemos estado todo el tiempo contigo, nosotros
tampoco habíamos visto los carteles, ni siquiera hemos hablado con Justin desde
que se fue.
—
¿Alice?
—
Tranquila, no he hablado con Scooter, no sabía
nada, nadie te ha ocultado nada.
—
Necesito quedarme. —le pedí.
—
____, tienes que ir a clases, tienes mucho trabajo
por hacer.
—
Él es más importante. —necesitaba saber que estaba
bien.
—
Sólo si me prometes no volver a reventar cristales
con la mano. —Oh por dios, eso sólo había sido un pequeño lapsus.
—
Prometido. —la abracé contenta.
—
Cancelaré los vuelos. —se encogió de hombros.
—
Ni una palabra a Justin, quiero que sea una
sorpresa.
***
Estaba nerviosa,
contenta y a la vez triste, estaba confundida. Tenía muchísimas ganas de ver a
Justin pero no sabía cómo reaccionaría, ni si quiera sabía si se acordaba de
mí, tal vez el Tour le había hecho olvidarme un poco, o no. Todo era un lío y
lo quería aclarar cuanto antes, y eso sería sólo dentro de unas horas.
Me hubiese gustado
aclarar esto con Justin en el hotel, ya que él se alojaría en el mismísimo
hotel dónde nos encontrábamos nosotros. Pero quería darle una bonita sorpresa,
y para eso tendría que hablar con Scooter. La idea era que no me viese por
ninguna parte, en teoría yo ya iba camino a Atlanta, así que la sorpresa
empezaba.
—
¿Lo ves? —me mordí la uña del dedo meñique.
—
____, hay miles de fas ahí fuera, no puedo
distinguir nada. —me respondió Ryan desde la ventana.
—
Esto va a salir fatal, me va a pillar. —
—
¡Deja de decir eso! —Christian puso los ojos en
blanco.
—
¡Vosotros dos! —llamé la atención de Caitlin y Chaz—
dejad de daros arrumacos, dais envidia.
—
Tranquila princesa, pronto tendrás los tuyos. —bromeó
Caitlin.
—
Eso, eso. —Christian movió las cejas hacia arriba y
hacia abajo mientras daba unas palmaditas al colchón.
—
Christian por favor. —estallé a carcajadas— tenemos
que marcharnos ya.
—
¿Cómo quieres irte? No sabemos si está ahí abajo.
—
Iremos con cuidado. —me encogí de hombros— Alice me
ha dicho que Scooter nos esperaría abajo para entrar al concierto.
—
Pues vamos.
Antes de salir al
pasillo nos asomamos por la puerta, me puse la capucha y unas gafas de sol
antes de salir, éramos cinco y sería difícil ocultarnos para que no nos viesen,
así que nos separamos, Caitlin y yo iríamos juntas y los demás chicos irían
juntos.
Nosotras bajamos por
las escaleras lo más rápido posible, los chicos iban por el ascensor, cuanto
más bajábamos más se escuchaban los gritos de las fans, enloquecidas por ver a
Justin y yo, cada vez estaba más nerviosa. Tanto que en el último escalón
tropecé e hice que Caitlin, la cual también iba con capucha y gafas de sol,
cayese al suelo al igual que yo. A duras penas nos pusimos a cuatro gatas y ahí
fue cuando me di cuenta de que delante de nosotras había una persona. Unas
Supras moradas me llamaron la atención, oh dios, oh dios, oh dios, era él, era
él, era él. Miré a Caitlin preocupada, ¿nos había pillado?
—
¿Estáis bien chicas? —oí su voz, dios, era la
gloria, hacía tanto que no lo oía, tenía unas ganas inmensas de mirarle a los
ojos pero debía contenerme.
—
Lola. —llamé a Caitlin en un susurro—huyamos. —gesticulé
con los labios.
—
¿Cómo? —dijo asustada.
—
Sígueme. —volví a mirar al suelo.
Como quien no quiere
la cosa, me puse a gatear tan rápido como pude para pasar por debajo de las
piernas de Justin y después hui haciendo la croqueta hasta llegar a la puerta,
ahí me levanté y me puse a correr, Caitlin siguió mis mismos pasos, sí, todo
muy normal.
Al salir, todo estaba
rebosado de fans, ¿cómo íbamos a pasar por ahí? Necesitábamos un plan y rápido.
Los chicos salieron detrás de nosotras aun riendo por nuestra original huida.
No pude evitar que se me escapase una leve carcajada.
—
Vale, vosotros id hacia el coche de Scooter, las
fans pensarán que Justin está con vosotros y Caitlin y yo saldremos por otra
parte, ¿sí? —propuse.
—
¿Cómo entraréis al concierto? —preguntó confuso
Ryan.
—
Ya nos las apañaremos, no hay tiempo, id, va. —le
contestó Caitlin.
—
Debo reconocer que me siento como en una película. —estallé
a carcajadas para liberar algo de tensión.
—
Idiota, vamos. —se echó a reír Caitlin también.
Los chicos empezaron
a correr y a abrirse paso entre las fans, mientras Caitlin y yo decidimos salir
por una de las vallas de atrás del hotel, bueno salir, salir no. Mejor dicho
decidimos saltar esa enorme vaya. Cait entrelazó sus manos, puse un pie en
ellas y salté para agarrarme al extremo superior de la valla, una vez arriba le
tendí las manos a Caitlin para que subiese. Salimos corriendo como dos locas en
dirección hacia el Staples Center.
—
Dios, ¿ayer también había tanta gente? —le pregunté
a mi amiga una vez estuvimos enfrente del Staples Center.
—
Sí, Justin también ha agotado todas las entradas.
—
¿Cómo leches vamos a entrar ahí? —dije al ver todo
ese gentío en las taquillas.
—
No lo sé, pero vamos, Justin no tardará mucho en
llegar. —la loca de mi amiga me cogió de la mano y prácticamente me arrastró
hasta las taquillas.
Poco a poco nos
fuimos mezclando con las fans, lloraban, reían, llevaban carteles, iban
pintadas o con camisetas de Justin, incluso hablaban de tirarle su sujetador al
escenario. A éstas últimas las miré mal, incluso iba a replicar pero Caitlin me
cerró la boca para que no les pudiese decir nada.
—
¿Es que no aprendes? —me dijo mi amiga algo
molesta.
—
¡Eh! ¡Oye! Ya me gustaría ver tu reacción si
hablasen de tirarle su sujetador a Chaz. —hice un mohín.
—
Mi novio no es Justin Bieber. —siguió con la
discusión.
—
Yo no soy la novia de Justin Bieber, soy la novia
de Kidrauhl. —le guiñé un ojo.
—
Te juro que esta te la devuelvo. —rio mi amiga.
—
Oh dios, ¿por qué siguen empujándome? —dije molesta
al ver que todo ese cúmulo de gente no paraba de empujarme en todas
direcciones.
—
Podéis pasar. —dijo la taquillera— siguiente.
—
Hola, soy _____. —dije mi nombre completo— tenemos
que entrar.
—
Sí, nuestros nombres están en la lista. —mintió
Caitlin.
—
Bien, ¿por qué no lo habéis dicho antes? —nos
sonrió— en vuestros sueños dulzuras, ¡siguiente!
—
Oye, oye, ayer di un concierto aquí, soy la novia
de Ju… —Caitlin me tapó la boca.
—
¿Quieres que se abalancen contra nosotras o qué? —gruñó
frustrada— ¿cómo vamos a entrar ahora? —dijo preocupada— ¡eres la única
cantante que no puede entrar a los conciertos de su novio!
Miré para mí
izquierda contrariada, no tenía un plan B, no sabía que podíamos hacer, Scooter
no tendría tiempo para venir a buscarnos así que nos las teníamos que arreglar
nosotras solas. De repente me di cuenta que estábamos delante de un carrito de
golf, y se me encendió la bombilla, miré a Caitlin con una sonrisa de oreja a
oreja. Ésta miró al carro y luego a mí.
—
Oh no. —se negó.
—
¿Alguna idea más? —dije dirigiéndome hacia el
pequeño coche de golf.
—
¡¡¡AAAAAH!!! —gritamos como locas al tener a un
segurata persiguiéndonos detrás del coche por los backstages.
—
¡¡Parad!! —nos gritó— ¡qué alguien pare a esas dos
locas! —siguió corriendo detrás de nosotras.
—
¡ACELERA! —me metió prisa Caitlin.
—
No puedo, es un carrito de golf. —dije aturdida y
asustada, nunca había conducido en mi vida, menos mal que esto no tenía
marchas.
—
¡Parad! —siguió rogándonos el guardia de seguridad.
—
¿Dónde está el backstage de Justin? —pregunté
perdida.
—
¡Cuidado! —avisó Caitlin a un hombre que pasaba por
delante nuestro con unas botellas. Éste las dejó caer y se apartó asustado,
haciendo que el guardia de seguridad cayese.
—
¡Sí! —gritamos al unísono mientras la chocábamos.
—
¡¡____ el volante!! —me regañó Caitlin.
El segurata nos
empezó a seguir de nuevo, no paraba de gritar que parásemos, pero como era
obvio no lo íbamos a hacer. Frené al ver a Scooter y los chicos en la puerta de
un camerino, dios, era nuestra salvación.
—
¡Está bien, está bien! —nos paró Scooter— están conmigo,
vamos, vamos, vamos. —nos metió prisa para que entrásemos.
Y gracias a dios
habíamos llegado antes que Justin, me dejé caer en un sofá agotada, al igual
que Caitlin, los chicos se empezaron a reír como locos, incluso Scooter.
—
Vaya, la seguridad tiene que mejorar. —siguió
riendo Scot.
—
Lo he pasado fatal, no es para reírse. —me quejé—
en mi vida había conducido. —estallé a carcajadas junto a Caitlin.
—
¿No me vas a dar un abrazo? —Scooter me recibió con
los brazos abiertos.
—
Oh, Scot. —lo abracé efusivamente—gracias.
—
A ti pequeña, Justin ha estado muy raro últimamente.
—me miró entristecido.
—
No es el único. —dijo Ryan señalándome con la
mirada.
—
¿Qué te ha pasado en la mano? —preguntó el mánager
de mi novio al vérmela vendada.
—
Una larga historia. —reí al recordarlo.
—
Luego me cuentas. —me miró raro, ni que hubiese intentado suicidarme
pensé— al lío, ¿quieres ser la OLLG de esta noche?
Sonreí tiernamente al
imaginarme la imagen de que Justin me encontrase ahí sentada, siendo su OLLG,
dejándolo sin habla y cantando con él, pero no. Ese no era mi sitio, miles de
chicas querían cumplir ese sueño y yo no haría que una de esas chicas se
quedase sin ser la OLLG. Lo sorprendería de otra forma, y yo ya tenía en mente
como sería.
________________
¿Qué os parece? Sólo
he tardado un día en subir. Récord. Party hard en mi casa, JAJAJA. Vale, ya.
Pues nada, ahora sí que no sé cuándo subiré el próximo capítulo, no tararé más
de una semana, tengo los tres últimos exámenes y luego seré toda vuestra
JAJAJA, ok no. Pero subiré más a menudo. Espero que os haya gustado el
capítulo, creo que es más interesante que el anterior y más largo. Pues nada,
al siguiente reconciliación.
Comentad mucho y
hacedme feliz, os loveo mucho.
Buah tia tu que quieres? que me de un infarto esperando a que vuelvas a subir otro capitulo? Joder tia sigela, amo tu novela es perfecta y como te digo en whatsapp o la acabas o me corto las venas hahaahha no enserio haz maraton tia me va a dar algo esperando hahahhaha te amo her <3
ResponderEliminarSiguelaaaaa
ResponderEliminary que vuelvan a estar juntos
ohhhhh buenisima siguela pronto estaran de nuevo siiii
ResponderEliminarby : swag
No, a la chucha que estoy que me muero.
ResponderEliminarNo tengo ni idea de como carajos lo va a sorprender pero seguro que quedare flipando.
Perdón por no comentar en el otro, pero como pusiste, ¡un día! apenas estaba asimilando el otro, ¡ja!
¡Síguela en cuanto puedas!
AAAAAAAAHHHHHHHHH !!!! QUE TE PASA COMO LA VAS A DEJAR ASI ? ERES ANIMAL O QUE ?
ResponderEliminarTU QUIERES QUE NOS DE UN INFARTO A TODAAS AQUI TIENES QUE SEGUIRLAAAAAA
SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA.
Porfavoooor.
Te amo y amo tu novela pero..
SIGUELA YA. Bueno a lo que iba..
El capitulo estuvo buenisimo eres una exelente escritora pero SIGUELA porfavor necesito saber que hasta justin.
SIGUELA
Andrea Gomez.
asdfghjkl holaaaaa soy nueva lectota *.* amo tu nove es lamejor todos los dias la leooo espero que ______ acepte ser la ollg seria un sueño . perdon por no comentar en en los ptros capitulos pero. me emocionee
ResponderEliminarSIGUELA
SIGUELA
SIGUELA
SIGUELA
SIGUELA
SIGUELA
SIGUELA
SIGUELA
SIGUELA
SIGUELA
SIGUELA
SIGUELA
SIGUELA
SIGUELA
SIGUELA
SIGUELA
SIGUELA
SIGUELA
SIGUELA
SIGUELA
SIGUELA
SIGUELA
SIGUELA
SIGUELA
SIGUELA
SIGUELA
SIGUELA
SIGUELA
SIGUELA
SIGUELA
SIGUELA
SIGUELA
porfisss dedice el otro cap. by : key
Por favoooorrrr SÍGUELA esta súper buenaaaaaaaaaaa.
ResponderEliminarAaaaawww me lo ha dedicado AAAAAAHH!! *baile de 5 segundos* me ha echo mucha ilusion gracias enseriio, jajajajaja lo del carrito de golf y toda esa parte la has sacado de hannah montana verdad?? Jajaajajaja me ha encantado. Siguela enserio no la puedes dejar asi me va a dar un infarto, lo siento por no haber comentado antes, esque no he podido. Para todas las que vivís en cataluña, FELIZ SAN JUAN!!
ResponderEliminar