Seguidores

sábado, 15 de junio de 2013

Nothing like us. {47}


No soy la novia de Justin Bieber, soy la novia de Kidrauhl

>>Este capítulo va dedicado a Maria Saez, otra muy buena escritora. ¿Qué decir que no diga siempre? Estoy muy agradecida de que siempre estés ahí comentando y sacándome una sonrisa, enserio, es de agradecer, un bestio cielo.<<


—     Viernes por la noche—


Acabé de darme los últimos retoques, me puse un poco más de ese pintalabios rosa pálido, me pasé una vez más el rímel por mis pestañas y me miré por última vez en el espejo. Con esa ropa no parecía una adolescente de dieciséis años, parecía adulta, parecía mayor. Ese vestido era muy apretado, demasiado para mi gusto, ni siquiera sé porque lo había puesto en la maleta, no tenía pensado salir por la noche, pero los chicos me habían convencido, como siempre. (http://www.polyvore.com/kiss_tell/set?id=85523323).

En teoría teníamos prohibido salir ya que mañana iba a ser un día muy largo y necesitábamos descansar, por favor, estamos en Los Ángeles ¿quién necesita descansar? Le contesté a Alice después de su prohibición, pero como respuesta solo obtuve una mala cara. Como comprenderéis decidimos saltarnos esa norma, ¿para qué están las normas si no son para saltárselas? Si nos pillaban estaríamos metidos en un gran lío, aparte de saltarnos esa norma, íbamos sin guardaespaldas alguno.

Salí del baño a hurtadillas, no debíamos hacer ruido, en teoría estábamos plácidamente dormidos. Encendí la luz de la habitación, los chicos se estaban cambiando a oscuras, me los quedé mirando raro.

—     Chicos, ¿qué hacéis con la luz apagada? —susurré— no nos estamos ocultando, sólo no tenemos que hacer ruido. —se me escapó una pequeña carcajada.

Ryan y Chris, con ellos compartía habitación, se quedaron sin habla al verme. Abrieron la boca sorprendidos mirándome de arriba abajo. Di una vuelta, segura de mí misma, sabía que ese vestido me hacía mayor, pero también sabía que me quedaba como un guante. Los miré a ellos, iban muy guapos, Chris iba con sus Supras blancas, unos pantalones vaqueros y una camisa blanca. Ryan vestía una camisa blanca con una americana gris, unos pantalones negros y unas Vans grises, nunca los había visto tan guapos, se notaba que estábamos en Los Ángeles.


—     ¿____? —dijo al fin Ryan.
—     Estáis guapísimos. —les sonreí impresionada.
—     Tú estás… estás… increíble. —dijo Christian sin palabras.
—     ¿Vamos? —dije cogiendo los tacones que había preparado debajo de la cama.
—     Sí. —contestaron al unísono.

Abrí la puerta, miré a la derecha, nadie, miré a la izquierda, vacío. Perfecto. Hice un gesto a los chicos para que saliesen de la habitación, cerré la puerta con cuidado y toqué levemente la puerta de la habitación de Cait y Chaz. Cuando al fin salieron, echamos a correr por el pasillo hasta llegar al ascensor. Una vez allí, estallamos a carcajadas mientras me ponía los tacones como podía.


El taxi nos esperaba en la entrada del hotel, aun no sabíamos dónde iríamos, los chicos habían estado en LA, pero nunca habían salido de noche, así que esta era nuestra primera noche de fiesta en Los Ángeles.

Al cabo de diez minutos llegamos a un club de noche, a fuera había bastante cola, así que dentro debería estar animado. Nos pusimos en la cola, esperábamos pacientemente mientras pasábamos el rato hablando de cualquier tontería, pensando en los planes de mañana, en la gran noche que nos esperaba, sólo queríamos dejar los problemas a un lado y pasárnoslo bien.


—     Vaya, ¡hay ambiente! —dijo Ryan sorprendido al entrar en el club.
—     Y es enorme. —añadí— ¿vamos a la barra? —sonreí pícaramente.
—     ____, tu no sueles beber… —me miró raro Christian. Tranquilo, solo quiero beber para olvidarme de Justin.
—     Ya, como bien has dicho, no suelo beber. —sonreí y los arrastré a todos hacia la barra— la primera invito yo.
—     ¡Qué empiece la fiesta! —gritó Caitlin.


Pedí cinco mojitos bien cargados de ron, cada uno de nosotros cogió un vaso para brindar por esa noche, esa increíble noche que íbamos a pasar. La verdad es que solo bebía para olvidar a Justin, para sacarlo de mi mente aunque solo fuese unas horas, necesitaba eso, necesitaba descansar de ese cacao mental que tenía en la cabeza, necesitaba librarme de esas enormes ganas de llamarlo que tenía, necesitaba dejar de necesitarlo. El alcohol en estos casos es un buen amigo, un buen aliado. Así que iba a coger el mayor pedo de mi vida, soy joven, soy sólo una adolescente que quiere disfrutar y para qué negar que el alcohol ayuda a divertirte.

La noche pasaba, los vasos iban de aquí para allá, el alcohol circulaba, prácticamente nos estábamos bañando en él. Me había hecho amiga del camarero de la barra de tantas veces que había ido a pedir algo de beber. Había perdido la cuenta de las rondas que llevábamos, había perdido la noción del tiempo y estaba perdiendo el control poco a poco. La garganta me ardía cada vez que me tomaba un chupito o le daba un trago a mí bebida, pedía a gritos algo de agua, algo sano, pero sólo pensaba en bailar y pasármelo bien.


—     Don’t touch me, I’m famous! —empecé a decir mientras me paseaba por el club. Los chicos estallaron a carcajadas, iban igual de ebrios que yo— ¡vais borrachos! —les grité sin ton ni son.
—     ¡Tú eres la que está más ebria de aquí! —me contestó Ryan.
—     No estoy ebria. —mentí— chicos, tengo una duda. —dije apoyándome en Ryan— si un borracho dice que no está borracho, ya no será un borracho, porque los borrachos siempre dicen la verdad, ¿no? Pero entonces, ¿cómo podía ser un borracho?
—     ____, ¿por qué planteas preguntas tan difíciles? Estoy harto de las matemáticas. —dijo confuso Chaz.
—     Chaz, no son matemáticas. —le contestó su novia.
—     Sí que lo es, es un problema matemático. —le llevó la contraria.
—     ¿Dónde ves los números? —le gritó Cait.
—     Estoy harta de las matemáticas. —eso si era cierto— ¡matemáticas, acepta que tu X ya se ha ido y no volverá, deja de buscarla! —todos estallamos a carcajadas y no paramos de reír hasta pasado un rato.


Caitlin y yo nos fuimos a bailar en el escenario que había en el club, bueno más que un escenario un pódium bastante amplio. Nos dejamos llevar por la música, nos quitamos los tacones, nos los volvimos a poner, bailamos con otra gente, eso fue un descontrol. Al acabar de bailar, vimos que estábamos rodeadas por gente que nos aplaudía animadamente.

—     Habéis estado impresionantes. —se nos acercaron dos chicos.
—     Gracias. —dije tambaleándome a causa de mi ebriedad.
—     Tu cara me suena. —me miró dudoso uno de los chicos.
—     Me suelen decir que me parezco a Megan Fox. —bromeé.
—     _____, ¿vienes a pedir algo? —me llamó la atención Caitlin.
—     Sólo si es agua, no aguanto más. —hablé en un lenguaje poco claro.


Acompañé a mi amiga hasta la barra para pedirnos dos botellines de agua, estaba claro que ya no podíamos beber más, si no, nos daría un coma etílico. Mientras esperábamos me puse a bailar, me balanceaba de izquierda a derecha con los ojos cerrados. ¿Sabéis? Había logrado no pensar en Justin por unas horas, pero ahora, ahora era en lo único que podía pensar. ¿Dónde estaría? ¿Qué haría? ¿Se acordaría de mí? ¿Pensaría en este mismo momento en mí o ya estaría durmiendo? ¿Soñaría conmigo? Sonreí tontamente al recordar su sonrisa, su manera de caminar, su manera de hablar, de expresarse, sus besos, sus caricias, sus canciones, me puse a recordar tantas cosas que imaginé tenerlo al lado, ¿me estaría volviendo loca o sólo eran efectos secundarios de todo lo que había bebido?

Sentí como unos brazos me rodeaban y se movían al mismo tiempo que mi cintura, mientras que iban bajando hasta mi trasero. Por un milisegundo imaginé que era Justin, pero desperté de ese absurdo sueño, abrí los ojos, dejé de balancearme y me giré de sopetón. Entre los flashes y las luces pude distinguir la cara de uno de los chicos que había venido antes a hablar con nosotras. Le empujé bruscamente, olvidando en dónde estábamos y la que podía liar.

—     ¿Qué coño haces? —le grité— tengo novio subnormal. —en esos momentos me daba igual echar a perder mi fama o que la gente hablase mal de mí, a mí no me tocaba nadie que no fuese mi novio. En menos de dos segundos mi puño había impactado contra su cara, a eso le llamaba yo un buen derechazo.

—     ¡¡____!! ¿Qué haces? —los chicos vinieron corriendo al ver la escena.
—     ¡Este idiota me estaba metiendo mano! —me excusé.
—     ¿Qué? —Ryan estaba incrédulo y en su cara se mostraba un cabreo enorme.

Mi amigo se abalanzó sobre el muchacho que había intentado ligar conmigo de una manera pésima. Lo intenté detener, pero no pude. Así que ya imagináis lo que viene ahora; nos echaron a patadas del club. Final; los cinco tirados en un callejón totalmente desconocido para nosotros y riendo a carcajada limpia sobre lo que acababa de pasar. La habíamos liado pero bien liada, cuando quisieron echar sólo a Ryan de la discoteca por pelearse con ese maromo todos protestamos ya que él no tenía la culpa. Yo, me puse a tirarle las copas a mi amigo el camarero, Cait se puso a tirar taburetes, Christian se fue al baño a pegar bolas de papel mojado en el techo y las paredes, hasta que lo pillaron y Chaz, bueno Chaz fue a zurrarle otra vez al tío ese. Un panorama, vamos.


—     Christian, ¿por qué te ha dado por pegar bolas de papel en las paredes, cristales y el techo? —todos estallamos a carcajadas al recordar ese momentazo.
—     No sabía que otra cosa hacer. —volvimos a reír todos— les costará quitarlas.
—     Saldremos en periódicos. —dije sin darle mucha importancia— me matarán, moriremos todos.
—     Nadie se pasa con nuestra amiga. —me abrazaron Chaz y Ryan por los hombros.
—     Gracias chicos. —los abracé con ternura— pero yo también le he dado un buen derechazo.
—     Estás loca. —dijo Caitlin con hipo y sin parar de reír— ¿qué hacías tirándole las copas al camarero?
—     ¿Y tú los taburetes? —me tiré por el suelo y estallé a carcajadas.
—     ____, se te ve el potorro. —me avisó Chris.
—     Estamos en confianza. —le quité importancia— eh, ¿qué haces tú mirando ahí abajo?
—     ¿Quieres que te zurremos? —hicieron broma Chaz y Ryan.
—     Oh, parad. —seguí riendo como una posesa— I can’t.
—     Va levantaos, va a amanecer y tenemos que volver. —nos cortó el rollo Christian.

Tardamos una hora en llegar al hotel, una maldita hora. Ya había amanecido y todos estábamos cagados por si nos llegaban a pillar, aunque con la que habíamos liado anoche era obvio que nos pillarían de una manera u otra. Subimos las escaleras a la velocidad de la luz, antes de llegar al pasillo de nuestras habitaciones vigilamos que no hubiese nadie y gracias a dios no había nadie rondando por el pasillo.

Cada uno se fue a la habitación que le tocaba y una vez allí nos cambiamos de ropa para irnos a dormir, aunque Alice no tardaría en venir a “despertarnos”.

—     Domingo—


El sábado se había pasado volando, ya dicen que lo bueno dura poco. Había sido increíble, por la mañana cacé a Taylor, la broma había consistido en que una pareja, esposados y desnudos, se había metido en el coche en el que íbamos, teníais que haber visto su cara, tenía un cabreo monumental. Bueno, y así la broma fue subiendo de grado hasta que llegó el momento de cazarlo, aunque a Taylor casi le da un ataque, había valido la pena.

Después de comer, tocó cazar a Cody, la broma consistió en que un hombre entraba a robar a su casa, le rompía la guitarra, que en realidad solo era una réplica y bueno, la broma subió de grado hasta que salí para cazarlo. Se sorprendió mucho al verme, no se esperaba que fuese yo quien lo cazase, pero aun así se alegraba de verme ya que hacía mucho tiempo que no nos veíamos.

Sobre las ocho, cuando empezó a anochecer empezó mí primer concierto, fue genial, el Staples Center estaba lleno, las gradas, la pista, todo lleno. Fue genial, el concierto duró una hora, los fans estaban enloquecidos, gritaban, bailaban, cantaban conmigo, fue genial, la mejor sensación del mundo. Quería volver a sentir esa sensación, allí arriba, cantando se te olvida todo, solo estás tú, la música y tus fans. Canté junto a Jason y presenté nuevas canciones. Enserio, el mejor día de mi vida. Aunque ahí faltaba Justin, estaban todos menos él, aunque entendía que él estaba de gira y no podía venir a verme, además, no nos hablábamos y supongo que eso es excusa suficiente para perderse mi primer concierto, ¿o no?

Así que mi trabajo había concluido en Los Ángeles. Esa misma tarde había grabado el dueto con Jason, así que no quedaba nada por hacer, solo volver a casa y seguir con la rutina de siempre.

Íbamos caminando por el paseo de la fama de Hollywood, siempre me había hecho ilusión pasear por allí, hacerme fotos con las estrellas rosas y doradas de mis ídolos y hasta alguna vez había soñado tener una estrella en ese paseo. Pero ese sueño quedaba muy lejos, ni Justin tenía una.


—     Es bonito. —dije mirando a mi alrededor.
—     Sabía que te iba a gustar. —me miró sonriente Liam.
—     Ha sido increíble. —le devolví la sonrisa.
—     ¿A qué hora nos vamos? —preguntó Ryan.
—     A las…

En ese momento desconecté por completo, un papel vino volando hasta a mí quedándose enganchado en mis piernas, al parecer se había despegado de algún sitio. Lo cogí curiosamente, y al desplegarlo una oleada de sentimientos me invadieron. Me paré en seco y lo miré mejor ¿esto era de este año? ¡Claro que lo es! Me contesté a mí misma. No sabía si reír, llorar, emocionarme o cagarme en todo.

—     No me voy a ninguna parte. —dije mostrándoles el cartel de propaganda— ¿lo sabíais?
—     ¿Hoy viene Justin de gira? —preguntó Caitlin incrédula.
—     No, no lo sabíamos ____, te lo hubiésemos dicho. —me contestó Christian.
—     ¿Cómo la otra vez? —pregunté enfadada.
—     ____, hemos estado todo el tiempo contigo, nosotros tampoco habíamos visto los carteles, ni siquiera hemos hablado con Justin desde que se fue.
—     ¿Alice?
—     Tranquila, no he hablado con Scooter, no sabía nada, nadie te ha ocultado nada.
—     Necesito quedarme. —le pedí.
—     ____, tienes que ir a clases, tienes mucho trabajo por hacer.
—     Él es más importante. —necesitaba saber que estaba bien.
—     Sólo si me prometes no volver a reventar cristales con la mano. —Oh por dios, eso sólo había sido un pequeño lapsus.
—     Prometido. —la abracé contenta.
—     Cancelaré los vuelos. —se encogió de hombros.
—     Ni una palabra a Justin, quiero que sea una sorpresa.


***


Estaba nerviosa, contenta y a la vez triste, estaba confundida. Tenía muchísimas ganas de ver a Justin pero no sabía cómo reaccionaría, ni si quiera sabía si se acordaba de mí, tal vez el Tour le había hecho olvidarme un poco, o no. Todo era un lío y lo quería aclarar cuanto antes, y eso sería sólo dentro de unas horas.

Me hubiese gustado aclarar esto con Justin en el hotel, ya que él se alojaría en el mismísimo hotel dónde nos encontrábamos nosotros. Pero quería darle una bonita sorpresa, y para eso tendría que hablar con Scooter. La idea era que no me viese por ninguna parte, en teoría yo ya iba camino a Atlanta, así que la sorpresa empezaba.

—     ¿Lo ves? —me mordí la uña del dedo meñique.
—     ____, hay miles de fas ahí fuera, no puedo distinguir nada. —me respondió Ryan desde la ventana.
—     Esto va a salir fatal, me va a pillar. —
—     ¡Deja de decir eso! —Christian puso los ojos en blanco.
—     ¡Vosotros dos! —llamé la atención de Caitlin y Chaz— dejad de daros arrumacos, dais envidia.
—     Tranquila princesa, pronto tendrás los tuyos. —bromeó Caitlin.
—     Eso, eso. —Christian movió las cejas hacia arriba y hacia abajo mientras daba unas palmaditas al colchón.
—     Christian por favor. —estallé a carcajadas— tenemos que marcharnos ya.
—     ¿Cómo quieres irte? No sabemos si está ahí abajo.
—     Iremos con cuidado. —me encogí de hombros— Alice me ha dicho que Scooter nos esperaría abajo para entrar al concierto.
—     Pues vamos.

Antes de salir al pasillo nos asomamos por la puerta, me puse la capucha y unas gafas de sol antes de salir, éramos cinco y sería difícil ocultarnos para que no nos viesen, así que nos separamos, Caitlin y yo iríamos juntas y los demás chicos irían juntos.

Nosotras bajamos por las escaleras lo más rápido posible, los chicos iban por el ascensor, cuanto más bajábamos más se escuchaban los gritos de las fans, enloquecidas por ver a Justin y yo, cada vez estaba más nerviosa. Tanto que en el último escalón tropecé e hice que Caitlin, la cual también iba con capucha y gafas de sol, cayese al suelo al igual que yo. A duras penas nos pusimos a cuatro gatas y ahí fue cuando me di cuenta de que delante de nosotras había una persona. Unas Supras moradas me llamaron la atención, oh dios, oh dios, oh dios, era él, era él, era él. Miré a Caitlin preocupada, ¿nos había pillado?

—     ¿Estáis bien chicas? —oí su voz, dios, era la gloria, hacía tanto que no lo oía, tenía unas ganas inmensas de mirarle a los ojos pero debía contenerme.
—     Lola. —llamé a Caitlin en un susurro—huyamos. —gesticulé con los labios.
—     ¿Cómo? —dijo asustada.
—     Sígueme. —volví a mirar al suelo.

Como quien no quiere la cosa, me puse a gatear tan rápido como pude para pasar por debajo de las piernas de Justin y después hui haciendo la croqueta hasta llegar a la puerta, ahí me levanté y me puse a correr, Caitlin siguió mis mismos pasos, sí, todo muy normal.

Al salir, todo estaba rebosado de fans, ¿cómo íbamos a pasar por ahí? Necesitábamos un plan y rápido. Los chicos salieron detrás de nosotras aun riendo por nuestra original huida. No pude evitar que se me escapase una leve carcajada.

—     Vale, vosotros id hacia el coche de Scooter, las fans pensarán que Justin está con vosotros y Caitlin y yo saldremos por otra parte, ¿sí? —propuse.
—     ¿Cómo entraréis al concierto? —preguntó confuso Ryan.
—     Ya nos las apañaremos, no hay tiempo, id, va. —le contestó Caitlin.
—     Debo reconocer que me siento como en una película. —estallé a carcajadas para liberar algo de tensión.
—     Idiota, vamos. —se echó a reír Caitlin también.

Los chicos empezaron a correr y a abrirse paso entre las fans, mientras Caitlin y yo decidimos salir por una de las vallas de atrás del hotel, bueno salir, salir no. Mejor dicho decidimos saltar esa enorme vaya. Cait entrelazó sus manos, puse un pie en ellas y salté para agarrarme al extremo superior de la valla, una vez arriba le tendí las manos a Caitlin para que subiese. Salimos corriendo como dos locas en dirección hacia el Staples Center.


—     Dios, ¿ayer también había tanta gente? —le pregunté a mi amiga una vez estuvimos enfrente del Staples Center.
—     Sí, Justin también ha agotado todas las entradas.
—     ¿Cómo leches vamos a entrar ahí? —dije al ver todo ese gentío en las taquillas.
—     No lo sé, pero vamos, Justin no tardará mucho en llegar. —la loca de mi amiga me cogió de la mano y prácticamente me arrastró hasta las taquillas.

Poco a poco nos fuimos mezclando con las fans, lloraban, reían, llevaban carteles, iban pintadas o con camisetas de Justin, incluso hablaban de tirarle su sujetador al escenario. A éstas últimas las miré mal, incluso iba a replicar pero Caitlin me cerró la boca para que no les pudiese decir nada.

—     ¿Es que no aprendes? —me dijo mi amiga algo molesta.
—     ¡Eh! ¡Oye! Ya me gustaría ver tu reacción si hablasen de tirarle su sujetador a Chaz. —hice un mohín.
—     Mi novio no es Justin Bieber. —siguió con la discusión.
—     Yo no soy la novia de Justin Bieber, soy la novia de Kidrauhl. —le guiñé un ojo.
—     Te juro que esta te la devuelvo. —rio mi amiga.
—     Oh dios, ¿por qué siguen empujándome? —dije molesta al ver que todo ese cúmulo de gente no paraba de empujarme en todas direcciones.
—     Podéis pasar. —dijo la taquillera— siguiente.
—     Hola, soy _____. —dije mi nombre completo— tenemos que entrar.
—     Sí, nuestros nombres están en la lista. —mintió Caitlin.
—     Bien, ¿por qué no lo habéis dicho antes? —nos sonrió— en vuestros sueños dulzuras, ¡siguiente!
—     Oye, oye, ayer di un concierto aquí, soy la novia de Ju… —Caitlin me tapó la boca.
—     ¿Quieres que se abalancen contra nosotras o qué? —gruñó frustrada— ¿cómo vamos a entrar ahora? —dijo preocupada— ¡eres la única cantante que no puede entrar a los conciertos de su novio!

Miré para mí izquierda contrariada, no tenía un plan B, no sabía que podíamos hacer, Scooter no tendría tiempo para venir a buscarnos así que nos las teníamos que arreglar nosotras solas. De repente me di cuenta que estábamos delante de un carrito de golf, y se me encendió la bombilla, miré a Caitlin con una sonrisa de oreja a oreja. Ésta miró al carro y luego a mí.

—     Oh no. —se negó.
—     ¿Alguna idea más? —dije dirigiéndome hacia el pequeño coche de golf.



—     ¡¡¡AAAAAH!!! —gritamos como locas al tener a un segurata persiguiéndonos detrás del coche por los backstages.
—     ¡¡Parad!! —nos gritó— ¡qué alguien pare a esas dos locas! —siguió corriendo detrás de nosotras.
—     ¡ACELERA! —me metió prisa Caitlin.
—     No puedo, es un carrito de golf. —dije aturdida y asustada, nunca había conducido en mi vida, menos mal que esto no tenía marchas.  
—     ¡Parad! —siguió rogándonos el guardia de seguridad.
—     ¿Dónde está el backstage de Justin? —pregunté perdida.
—     ¡Cuidado! —avisó Caitlin a un hombre que pasaba por delante nuestro con unas botellas. Éste las dejó caer y se apartó asustado, haciendo que el guardia de seguridad cayese.
—     ¡Sí! —gritamos al unísono mientras la chocábamos.  
—     ¡¡____ el volante!! —me regañó Caitlin.

El segurata nos empezó a seguir de nuevo, no paraba de gritar que parásemos, pero como era obvio no lo íbamos a hacer. Frené al ver a Scooter y los chicos en la puerta de un camerino, dios, era nuestra salvación.

—     ¡Está bien, está bien! —nos paró Scooter— están conmigo, vamos, vamos, vamos. —nos metió prisa para que entrásemos.

Y gracias a dios habíamos llegado antes que Justin, me dejé caer en un sofá agotada, al igual que Caitlin, los chicos se empezaron a reír como locos, incluso Scooter.

—     Vaya, la seguridad tiene que mejorar. —siguió riendo Scot.
—     Lo he pasado fatal, no es para reírse. —me quejé— en mi vida había conducido. —estallé a carcajadas junto a Caitlin.
—     ¿No me vas a dar un abrazo? —Scooter me recibió con los brazos abiertos.
—     Oh, Scot. —lo abracé efusivamente—gracias.
—     A ti pequeña, Justin ha estado muy raro últimamente. —me miró entristecido.
—     No es el único. —dijo Ryan señalándome con la mirada.
—     ¿Qué te ha pasado en la mano? —preguntó el mánager de mi novio al vérmela vendada.
—     Una larga historia. —reí al recordarlo.
—     Luego me cuentas. —me miró raro, ni que hubiese intentado suicidarme pensé— al lío, ¿quieres ser la OLLG de esta noche?

Sonreí tiernamente al imaginarme la imagen de que Justin me encontrase ahí sentada, siendo su OLLG, dejándolo sin habla y cantando con él, pero no. Ese no era mi sitio, miles de chicas querían cumplir ese sueño y yo no haría que una de esas chicas se quedase sin ser la OLLG. Lo sorprendería de otra forma, y yo ya tenía en mente como sería.


________________


¿Qué os parece? Sólo he tardado un día en subir. Récord. Party hard en mi casa, JAJAJA. Vale, ya. Pues nada, ahora sí que no sé cuándo subiré el próximo capítulo, no tararé más de una semana, tengo los tres últimos exámenes y luego seré toda vuestra JAJAJA, ok no. Pero subiré más a menudo. Espero que os haya gustado el capítulo, creo que es más interesante que el anterior y más largo. Pues nada, al siguiente reconciliación.


Comentad mucho y hacedme feliz, os loveo mucho. 

8 comentarios:

  1. Buah tia tu que quieres? que me de un infarto esperando a que vuelvas a subir otro capitulo? Joder tia sigela, amo tu novela es perfecta y como te digo en whatsapp o la acabas o me corto las venas hahaahha no enserio haz maraton tia me va a dar algo esperando hahahhaha te amo her <3

    ResponderEliminar
  2. Siguelaaaaa
    y que vuelvan a estar juntos

    ResponderEliminar
  3. ohhhhh buenisima siguela pronto estaran de nuevo siiii
    by : swag

    ResponderEliminar
  4. No, a la chucha que estoy que me muero.
    No tengo ni idea de como carajos lo va a sorprender pero seguro que quedare flipando.
    Perdón por no comentar en el otro, pero como pusiste, ¡un día! apenas estaba asimilando el otro, ¡ja!
    ¡Síguela en cuanto puedas!

    ResponderEliminar
  5. AAAAAAAAHHHHHHHHH !!!! QUE TE PASA COMO LA VAS A DEJAR ASI ? ERES ANIMAL O QUE ?

    TU QUIERES QUE NOS DE UN INFARTO A TODAAS AQUI TIENES QUE SEGUIRLAAAAAA

    SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA.

    Porfavoooor.

    Te amo y amo tu novela pero..

    SIGUELA YA. Bueno a lo que iba..

    El capitulo estuvo buenisimo eres una exelente escritora pero SIGUELA porfavor necesito saber que hasta justin.

    SIGUELA

    Andrea Gomez.

    ResponderEliminar
  6. asdfghjkl holaaaaa soy nueva lectota *.* amo tu nove es lamejor todos los dias la leooo espero que ______ acepte ser la ollg seria un sueño . perdon por no comentar en en los ptros capitulos pero. me emocionee

    SIGUELA
    SIGUELA
    SIGUELA
    SIGUELA
    SIGUELA
    SIGUELA
    SIGUELA
    SIGUELA
    SIGUELA
    SIGUELA
    SIGUELA
    SIGUELA
    SIGUELA
    SIGUELA
    SIGUELA
    SIGUELA
    SIGUELA
    SIGUELA
    SIGUELA
    SIGUELA
    SIGUELA
    SIGUELA
    SIGUELA
    SIGUELA
    SIGUELA
    SIGUELA
    SIGUELA
    SIGUELA
    SIGUELA
    SIGUELA
    SIGUELA
    SIGUELA


    porfisss dedice el otro cap. by : key

    ResponderEliminar
  7. Por favoooorrrr SÍGUELA esta súper buenaaaaaaaaaaa.

    ResponderEliminar
  8. Aaaaawww me lo ha dedicado AAAAAAHH!! *baile de 5 segundos* me ha echo mucha ilusion gracias enseriio, jajajajaja lo del carrito de golf y toda esa parte la has sacado de hannah montana verdad?? Jajaajajaja me ha encantado. Siguela enserio no la puedes dejar asi me va a dar un infarto, lo siento por no haber comentado antes, esque no he podido. Para todas las que vivís en cataluña, FELIZ SAN JUAN!!

    ResponderEliminar