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jueves, 27 de junio de 2013

Nothing like us. {49}

Juguemos




|NARRA JUSTIN|


____ levantó una mano indicándome que me quedara detrás de las puertas de cristal de la recepción del hotel. Suponía lo que quería hacer, hablar con la multitud. Pero resultaría difícil más o menos como si hubiese salido a hablar yo, las fans gritarían se correría la voz, vendría más gente y como le había dicho a ____ antes, armaríamos el jaleo del año.

Me apoyé en las puertas de cristal para observar como mi perfecta novia caminaba hacia la multitud de fans. El pelo le caía sobre su cintura y se movía perfectamente coordinado con sus caderas, tengo suerte, mucha suerte. Pero al tema, las fans apenas visualizaron a ____ se exaltaron, empezaron a gritar, saltar y hacer fotos. La cosa no parecía ir bien, no acabaría bien, la miré preocupado, no quería que le pasase nada, no otra vez. Aún me sentía culpable por lo que había pasado hoy en Staples Center y aunque ____ intentara quitar hierro al asunto el problema seguía estando ahí.

Vi como mí novia empezaba a hablarle a los chicos, les hablaba como amigos en lugar de fans, tan natural, tan simpática, tan encantadora, tan ella. Parecía que se conocían de toda la vida, que había tratado con ellos numerosas veces. La verdad es que estaba sorprendido, a veces las fans arman tanto escándalo que no pueden oír lo que les intentamos decir. Pero esa noche, sin embargo estaban especialmente receptivas.

—     Os pido que me escuchéis. —gritó ____ para que la escuchasen— ¿Veis a esos chicos de ahí? Son Ryan y Chaz, amigos de Justin y también míos. —se acercó algo más a los fans— Justin está arriba y cree que no puede hacer lo que cualquier persona normal: bajar a patinar. Es más, cree que no es una persona normal, lleva días así chicas. Y me duele verlo de esa manera, y sé que también os duele a vosotras. —sonreí orgulloso por las palabras de mí novia— Chicas, sé que lo respetáis y lo queréis lo suficiente para dejarlo que lo haga y compartir este momento con él. Es importante, para él, para mí, para vosotras, para todos los que les importa Justin es importante, porque queremos verlo feliz, que se sienta normal porque es normal. Haré un trato con vosotras. Él bajará y en el momento oportuno vendremos hasta aquí y Justin se hará una fotografía con todas vosotras juntas. Y lo que es más importante, compartirá algo especial que muchas fans no han conseguido nunca. Podréis verlo como alguien normal con sus amigos por una noche, alguien normal como ya he dicho que es. No vamos a gritarle ni a hacerle fotografías. No iremos a pedirle autógrafos, sé que cuesta chicas, que es vuestro ídolo, pero su felicidad es más importante, ¿no creéis? ¿Hay trato?
—     ¡Sí! —gritaron al unísono.
—     Dile a Justin que queremos que sea normal. —gritó una de mis fans cuando ____ se empezó a alejar.
—     Lo he oído. —salí de detrás de las puertas de cristal—Gracias. Esta noche sólo voy a ser normal. Realmente lo valoro.

Tengo las fans más increíbles del mundo y estoy agradecido a todas y cada una de ellas. Vaya donde vaya siempre encuentro apoyo de ellas y bueno, ellas siempre encontrarán mi apoyo en donde quiera que esté.

Así que así lo hicimos, cogí mí monopatín y le dejé uno a ____ para que también patinase con nosotros. Era muy divertido poder estar así con mis amigos y mi novia mientras mis fans también lo disfrutaban con nosotros. Hacía tiempo que no patinaba así, que no lo disfrutaba tanto, me sentía normal, había dejado de ser Justin Bieber en esos momentos para ser sólo Justin, su Justin.


Mi novia dominaba bien el monopatín, iba de allí para allá con él, sin caerse, sin tropezarse, para ella es como caminar. Se veía tan bien encima de él. Cada vez que tomaba impulso su cabello casi rubio se mecía hacia atrás, dejando su perfecto rostro y su perfecta sonrisa al descubierto, al natural. Estaba feliz por verme a mí feliz y eso me hacía a mí más feliz verla feliz a ella cosa que le hacía más feliz a ella y me volvía a hacer más feliz a mí y… bueno, sí paro.

Patinamos durante unas dos horas. Todas las fans estaban sentadas en la acera y  me observaban sin quejarse ni hacer escenas.

Como prometimos, cuando terminé de patinar fui hasta allí y me hice fotos en grupos de diez aproximadamente con todas ellas. A cada fotografía les iba dando las gracias por haber hecho de esa noche una de las mejores de este año.

—     Muchísimas gracias amor. —besé el cabelló de mi novia.
—     No me las des, para eso estoy. —me sonrió dulcemente.
—     ¿Te apetece si mañana vamos a ver un partido de baloncesto? —le propuse.
—     Me encantaría. —volvió a sonreírme— ¿tú y yo?
—     Solos. —le devolví la sonrisa.
—     Hecho. —sabía que a ___ le gustaban los deportes no tanto como a mí pero le gustaban así que sabía que no se aburriría si la llevaba a ver un partido de baloncesto— me estoy perdiendo clase por ti. —rio.
—     Oh…—caí en la cuenta— ¿cuándo volverás a Atlanta? —no iba a estar para siempre conmigo.
—     ¿Te miento o te soy sincera? —me vaciló.
—     ¡Oye! No me ataques con eso, dijiste que lo olvidáramos.
—     Lo siento, lo siento. —me abrazó por la cintura— me marcharé cuando te vayas de Los Ángeles. —supuso.
—     Ya, pues espero no irme nunca. —besé su frente.
—     Te perdiste mi primer concierto. —me retrajo de repente.
—     Ah… no. —jamás me lo hubiese perdido— estaba ahí, mirándote.
—     ¿Qué? —me miró extrañada.
—     Lo que oyes. —sonreí orgulloso.
—     ¡ERES LO PEOR! —me miró seria— ¿¿cómo no me viniste a hablar?? Lo estaba pasando fatal.
—     Estaba celoso. —me sinceré— Zac, Taylor, Cody. —me encogí de hombros— demasiados chicos a tu alrededor y yo con demasiado orgullo.
—     Oh Justin, sólo te quiero a ti y lo sabes. —me miró algo decepcionada— jamás hubiese pensado en liarme con uno de esos mientras estuviese contigo.
—     Lo siento cielo, te quiero mucho, mucho, mucho, jamás te vuelvas a enfadar o iré en donde quiera que estés, te secuestraré y no te soltaré hasta que no estés enfadada conmigo y…
—     Justin, Justin, lo he captado. —soltó una carcajada.

Después de ponernos al día y contarnos todas las novedades que nos habían pasado desde que no nos veíamos, decidimos hacer algo con los chicos. En unos días se irían y no nos volveríamos a ver desde dentro de mucho tiempo. Así que debíamos aprovechar el tiempo que nos quedaba.

Por suerte estábamos prácticamente solos en el hotel, Scooter, para mayor seguridad, había reservado toda una planta para nosotros solos así que podríamos hacer miles de cosas.

—     Guau, tenemos la planta de un hotel para nosotros solos. —dijo ____ alucinada.
—     Sí, ¿qué os apetece hacer? —preguntó Christian.
—     Podemos hacer bastantes cosas, la verdad. —respondió pensativo Ryan.
—     ¿Jugamos al escondite? —propuse sonriente.
—     Justin, ya no eres un niño. —rio Caitlin.
—     Vamos, seguro que todos tenéis ganas. —me apoyó mi novia— además es divertido.
—     Vale. —aceptó Ryan— animaros, ¿qué haremos sino?
—     Está bien. —acabaron aceptando todos.
—     _____ te la quedas. —Christian le encasquetó todo el trabajo a _____.
—     ¡Eh!
—     Eso, eso, que eres la más lista. —le apoyó Caitlin riendo.
—     ¡No! —se siguió quejando mí novia.
—     Cuenta hasta cincuenta. —salió corriendo Chaz.
—     ¡Justin!
—     No cuentes muy rápido, te quiero. —también me puse a correr.

Tenía la planta de un hotel para esconderme, era increíble, me podía esconder en la habitación que quisiese, en cualquier sitio. A _____ le costaría encontrarme. Entré en muchas de las habitaciones, había tanto sitio por elegir que no sabía dónde esconderme. De repente, vi a mi madre salir de la habitación en dónde nos alojábamos.

—     ¡Mamá, mamá! —corrí hacia ella— ayúdame. —le pedí.
—     ¿Qué pasa hijo? —me miró extrañada, pero pronto comprendió— ¿otra vez quieres que te ayude al escondite?
—     Sí. —reí, como me conocía— si _____ te pregunta dile que no sabes dónde estoy o mándala en dirección contraria. —dije metiéndome en una de las habitaciones del hotel.


|NARRAS TÚ|


Maldita sea pensé frustrada mientras buscaba por todas las habitaciones de la planta a mis amigos. Que cara tienen, siempre me dejan a mí todo el trabajo, no sé si me ven cara de tonta o qué, pero la próxima vez no pienso hacer nada.

Cerré la puerta, era la tercera habitación en la que buscaba a los chicos y mi búsqueda no había sido muy buena, ni rastro por ningún sitio. Me estaba empezando a estresar de verdad, eso era muy grande y tardaría horas en encontrarlos. Hasta que vi mí salvación, Pattie. Estaba ronando por el pasillo desde hacía rato, seguro que tenía que haber visto a alguno de los chicos.

—     ¡Pattie! —corrí a abrazarla.
—     ¡Cariño! —me acogió en un abrazo— ¿qué pasa?
—     Estoy buscando a los chicos. —puse los ojos en blanco— ¿los has visto?
—     Eh…—pensó— sí, a Justin. Se ha ido por…—miró hacia las dos bandas— ahí. —me señaló a la izquierda.
—     Pattie Mallette. —alcé una ceja— te conozco, a ti y a Justin. —reí— así que gracias. —besé su mejilla— ahora sé que se ha ido por la derecha.
—     ¡Justin tiene que cambiar de estrategia! —rio mi suegra.


Corrí contenta observando las diferentes habitaciones, Justin habría cogido una la cual algo le llamase la atención, lo conocía, lo conocía muy bien. Retrocedí unos pasos al ver la puerta de una habitación abierta y llena de morado. No me cabía la menor duda de que Justin se encontraba ahí. Sonreí satisfecha, por fin no iba a estar sola buscando  los chicos. Entre sin hacer ruido, no quería que me sintiese, quería asustarlo. Busqué por debajo de la cama, por los armarios, detrás de las puertas, detrás de los muebles y nada. Tal vez me haya equivocado y Justin sólo haya querido despistarme pensé confusa. Hasta que caí en la cuenta de que no había buscado por el baño. Debía estar ahí.

La puerta estaba entreabierta y sólo al entrar pude distinguir la silueta de Justin detrás de la bañera, bueno pude distinguir su cabeza con su pelo alborotado. Me agaché para que Justin no pudiese ver mi sombra, fui de cuclillas hasta la bañera, ahí abrí la cortina lentamente y vi a Justin agachado y encogido en ella. A punto estuve de estallar a carcajadas, pero me aguanté. En un principio sólo quería asustar a Justin, pero ya que estaba en la bañera le gastaría una pequeña broma.

Me levanté rápidamente y antes de que pudiese reaccionar abrí el grifo de la ducha y lo rocié de arriba abajo. Justin dejó ir un grito de susto sacándose de encima el móvil y el dinero que llevaba. Intentó evitar el agua, pero le fue imposible, no dejaba de apuntarlo con la manguera, o como se llame esa cosa, de la ducha. No paré hasta dejarlo completamente empapado y lo más sorprendente es que Justin no se opuso. Como era de esperar yo no podía parar de reír, era la gloria hacerle eso a tu novio, después de tantas veces tirándome a la piscina para mí hacerle esto era como un sueño.


—     ____—dijo mi nombre completo— no sabes lo que acabas de hacer, ni te lo imaginas.
—     ¿Gastarle una broma al supuesto rey de las bromas? —estallé a carcajadas echándome a correr.
—     ¡No corras, ven aquí! —me gritó mi novio empezándome a perseguir— ¡la venganza se sirve en plato caliente!
—     ¡Es frío idiota! —me eché a reír más.
—     ¡Lo sé, es para que te rías y pares de correr! —se sinceró mi novio.
—     ¡Jamás! —volví echarme a reír.

Corrí a más no poder, quería salvar mi vida, pero la cuestión era que no sabía dónde meterme para que Justin no me pillase, aunque sabía que tarde o temprano me cogería, como lo hacía siempre.

Miré hacia atrás para calcular cuanta distancia le llevaba a Justin, entonces fue cuando vi que se estaba quitando la camiseta para luego dejarla tirada por el suelo del pasillo. ¿Intentaba provocarme? ¿Distraerme? Dios, como me conocía. Seguí mirando hacia atrás como una boba, tengo que reconocer que se me caía la baba, sólo imaginároslo, Justin. Mojado. Sin. Camiseta. Corriendo. A. Cámara. Lenta. Orgasmo. Fin.

De tanto fijar mi vista en la sonrisa y en los músculos de Justin, choqué contra una mesa que había en el pasillo. Tiré la mesa abajo, caí yo y el garrón de flores que había en ella. Como era de esperar Justin, en vez de ayudarme se echó a reír como un loco, sus carcajadas se podían oír por todo el hotel, de eso estoy segura. Lo miré desde el suelo adolorida, me había hecho daño en la cadera y en el muslo. Me masajeé la parte del golpe y me levanté como pude.


—     ¡Eres de lo peor! —me quejé.
—     ¿Qué he hecho ahora? —estalló a carcajadas. Sabía muy bien lo que había hecho.
—     Drew, yo también sé jugar a esto. —le señalé con el dedo.
—     ¿A qué te refieres exactamente? —se acercó hacia a mí.
—     A esto. —me quité la camiseta y la tiré al suelo.
—     Guau. —Justin me miró sorprendido, le podía haber limpiado la baba y me hubiese faltado con una servilleta— con que quieres jugar, ¿eh? —me miró divertido.
—     Tú has empezado. —me encogí de hombros.
—     Sé jugar mejor.
—     Ni si quiera sabes de lo que estás hablando. —reí cínicamente, Justin no sabía con quien hablaba. Si él sabía seducir yo sabía el doble.

Sonreí pícaramente, con que esas tenemos pensé mientras le miraba de arriba abajo. Me desabroché el botón de mis pantalones y me los fui bajando mientras entraba en una habitación del hotel, los dejé en la puerta incitando a Justin a que entrase. Y como era de esperar Justin entró. Cerró la puerta y me miró con una sonrisa de oreja a oreja.

—     Ya has hecho la mitad del trabajo. —Justin miró mi cuerpo— creí que lo de quitarte la ropa era cosa mía. —rio.
—     Bueno, aún me puedes quitar el resto. —me encogí de hombros sentándome en la cama.
El perfecto chico de ojos miel se acercó hasta mí, seguía mojado, se veía tan bien, tan él. Acaricié su torso desnudo, su cuello, sus hombros, sus pechos, sus abdominales, su barriga, hasta llegar a su cintura.
—     Vamos, hazlo. —besó mi frente Justin—lo estás deseando. —me incitó a quitarle los pantalones.


Obviamente no le iba a llevar la contraria a mi novio así que le hice caso. Delicadamente le fui bajando los pantalones de chándal que llevaba, aunque bueno tampoco se los tenía que bajar mucho. Hoy era uno de esos días en que Justin llevaba los pantalones por las rodillas, así que el trabajo estaba casi hecho. Una vez los pantalones cayeron al suelo Biebs salió de ellos, yo, besé su ombligo y me dejé caer en la cama al compás que lo hacía el cuerpo de Justin encima del mío.

¿Sabéis? En esos momentos necesitaba a Justin, pero de una manera más carnal, necesitaba ser suya y que el fuese mío, quería que fuese mi primera vez y yo la suya, quería que estuviese dentro de mí, sin ir más lejos. Pero tenía miedo, ¿y si se negaba? Otra vez no, por favor.

Empecé a besar a Justin como si no hubiese mañana, enredé mis piernas en su cintura, como de costumbre y me aferré a su cuello. Él tampoco se cortó mucho. Podría decir que esta vez sí queríamos ir un paso más allá de lo normal para nosotros. Jus me acarició lentamente la cara, bajó por mis hombros y delicadamente bajó a mis pechos, las yemas de sus dedos jugaban con mi sujetador, poniéndome la piel de gallina y haciendo que desease a Justin cada vez más. Siguió bajando. Me agarró por la cintura y me observó detenidamente.

—     Soy el hombre con más suerte del mundo. —dejó un beso mojado en mi ombligo. Gemí inconscientemente.
—     Justin, hazme tuya. —acaricié dulcemente su cuello.
—     _____...—no te opongas, por favor no lo hagas.
—     No estoy borracha, lo prometo. —sonreí.
—     Cielo. —soltó una carcajada— quiero que sea especial, te quiero hacer sentir especial.
—     Justin, contigo ya es especial, hasta en un ascensor sería especial. —y eso que soy claustrofóbica— te amo.
—     Y yo shwaty. —besó mi frente.

Apoyé mis manos en su cintura, estaba dispuesta, estaba lanzada. Delicadamente cogí la goma elástica de los boxers de Justin, lo miré atentamente, esperando una reacción, positiva o… negativa. Y sonrió divertido, perfecto. Metí mis manos por detrás de los boxers y…


—     ¡¡¡_____, Justin!!! —alguien tocó seguidamente a la puerta.
—     No digas nada. —me susurró Justin poniéndose el dedo índice en los labios.
—     ¡Sé que estáis ahí! —mierda, era Pattie— vuestra ropa está tirada por el pasillo, ¿qué diablos estáis haciendo?
—     Mierda, mierda, mierda. —me miró preocupado Justin.
—     Salgamos. —me levanté de sopetón de la cama.

Y cuando fuimos a ponernos la ropa recordamos que, como bien había dicho Pattie, estaba tirada por el pasillo. Miré a Justin, medio se me escapaba la risa medio lloraba. ¡Qué vergüenza! Fui a abrir la puerta y Justin rápidamente se puso detrás de mí y me abrazó por la cintura. ¿Qué hacía?

—     ¡Pattie! —sonreí nerviosa.
—     ¿Qué hacéis? —dijo extrañada.
—     Nada, pasar el rato mamá. —sonrió Justin detrás de mí.
—     Justin, sal de ahí atrás. —le reclamó su madre.
—     No. —se negó su hijo.
—     Drew hazle caso a tu madre. —intenté apartarme.

Fue entonces cuando Justin se apegó más a mí y ahí lo comprendí todo. Noté su… erección en mi espalda, vale, eso era un problema. Lo miré de reojo, la risa se me escapaba Justin se encogió de hombros, su cara expresaba un: lo siento, tú has tenido parte de culpa. Vale, ahora estaba más nerviosa y encima Pattie seguía esperando a que su hijo “saliese a dar la cara”.


—     Uf, que frío, ¿no? —cogí las manos de Justin que en esos momentos rodeaban mi cintura y lo apegué aún más a mí.
—     Pe-pero ¿qué hacéis en ropa interior? —la madre de Bieber seguía sin comprender.
—     Nos hemos mojado. —nos excusé— ya sabes, bromas entre amigos.
—     Novios. —me corrigió Justin.
—     Sí, eso. —reí nerviosa— el caso es que nos ha dado frío y ahora nos íbamos a cambiar.
—     Oh vale. —Pattie no estaba muy convencida— ya dejo que os cambiéis con vuestro… ¿traje invisible?
—     ¡Oh por dios mamá! —estalló Justin— estamos juntos, somos pareja y vamos a seguir haciendo lo que hacen las parejas normales, ¿vale? Deja de meterte en todo.
—     ¡Justin! —acaricié sus manos intentando calmarlo— no te pases.
—     Tranquilo, no me meteré más. —su madre se fue dolida, cabreada y enfadada.
—     ¡Pattie, espera! Justin no quería decir eso. —intenté detenerla.
—     Déjala, más tarde hablaré con ella.


Mi novio se dejó caer en el suelo apoyado en la pared. Oh, si no es una cosa es otra pensé cerrando la puerta de la habitación.

Me agaché y miré a Justin, le di un beso en la mejilla y le acaricié el pelo. Él dio unas palmadas en su regazo incitándome a sentarme en él, y así lo hice. Me agarré a su cuello y apoyé mi cabeza en su pecho, Biebs mientras acariciaba mi torso medio desnudo.

—     Odio enfadarme con mí madre. —estaba frustrado.
—     Todos tenemos peleas con nuestros padres. —le besé.
—     Lo sé.
—     Vamos, te traeré ropa seca e irás a hablar con ella. —acaricié su nunca dulcemente quería que se sintiese cómodo y a gusto pese todo el estrés de hoy.
—     De acuerdo. —aceptó— gracias shwaty.
—     No hay de qué.
—     Te quiero. —besó mi frente.
—     Yo más cielo. —sonreí en sus labios.


Y así hicimos, yo, fui a buscar ropa limpia y seca para nosotros dos y una vez nos cambiamos Justin fue a hablar con su madre, que se había encerrado en su habitación del hotel. Lo arreglaron rápido, sólo había sido un estúpido rifirrafe entre madre e hijo. Lo normal, ya sabéis.


El resto de la noche fue tranquila, cenamos, estuvimos un rato jugando a la Xbox, Justin nos ganó a todos, como no y luego fuimos a dormir. Mañana sería un buen día, teníamos casi todo el día libre y la mayoría del tiempo lo pasaría con Justin.

Cerré mis ojos pensando en todo lo que había pasado hoy y así, poco a poco fui cayendo en un dulce y agradable sueño.


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Holita chicas, como dije en el capítulo anterior, subiré más a menudo. Así que he preferido subir el capítulo antes que hacer una maratón, ya que eso me llevaría unos días. Hoy no me voy a enrollar mucho, normalmente lo hago JAJAJA. Sólo daros las gracias por las 23.000 visitas ¡es genial! Enserio. Y bueno, gracias a los comentarios, a quien se suscribe a quien valora la novela, mil gracias enserio. Seguid haciéndolo y comentad mucho, os quiero. 

7 comentarios:

  1. ohhhh segunda en comentar estubo super me rei mucho me encanta siguela pronto superr como la dejas hay ahs que mal bueno
    by : swag

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  2. Siguela prontisimooo !!! ♡♥♡♥♡

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  3. Siguela por favor! en serio es genial

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  4. Ooo Por Dios Esa Suegra Esta En Todoo!!! :) Atte Tama

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