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jueves, 3 de enero de 2013

Nothing like us. {25}


 Cuando esté enamorado de ella, se lo diré



Estuvimos un rato en el sofá sin hacer nada. Nadie sabía que podríamos hacer esa noche. No queríamos hacer el típico plan de “película y palomitas”, queríamos hacer algo distinto, pero nadie parecía estar por la labor de pensar.

-          Venga decid algo ya.- se impacientó Ryan.
-          Pues di algo tú también.- le reclamó Caitlin.
-          Haber, chicos tranquilidad.- intenté poner calma- podemos jugar a la botella.- propuse el típico juego.
-          Un poco cutre, ¿no cari?- me miró raro mi novio.
-          Pues juguemos con otras reglas.- sonrió pícaramente Chaz. Parecía que había estado esperando que alguien propusiese ese juego.
-          A ver, di.- alzó una ceja Justin.
-          Es más o menos lo mismo, uno hace girar la botella, al que le toque elige prueba o verdad, si no quiere hacer la prueba o contestar a la pregunta se tiene que beber un chupito en vez de quitarse una prenda de ropa.- explicó Chaz.
-          Sí pero, ¿de dónde sacamos el alcohol?- preguntó Caitlin, que al parecer estaba de acuerdo con la idea de Chaz.
-          Todo controlado.- sonrió Ryan.
-          ¿Enserio queréis jugar así?- yo, raramente bebía al igual que los otros chicos pero parecía que hoy sí que querían beber a no ser que hiciesen todas las pruebas o contestasen todas las preguntas que me da a mí que no.
-          Sí.- contestaron todos al unísono.
-          Vale.- alcé el pulgar.
-          Pues vamos que el tiempo es oro.- rio Christian. Era la primera vez que sonreía esa noche.
-          Vaya borrachos.- dije por lo bajini.
-          ¿Decías?- me preguntó Justin que al parecer me había escuchado.
-          Que vamos.- sonreí a medias, al fin y al cabo nos lo íbamos a pasar bien y no quería ser una aguafiestas.


Chaz, Ryan y Mike fueron a buscar la bebida, mientras, Justin, Christian, Caitlin y yo nos quedamos esperando en el salón. Justin y Cait hablaban animadamente de no sé qué. No estaba prestando atención a la conversación ya que estaba pensando en Christian. Lo miraba atentamente, este jugaba concentrado con el botón de su camisa. Al minuto alzó la vista y me pilló mirándolo, en su cara se dibujó una sonrisa, la segunda de esa noche. Parecía que se le había pasado el enfado, eso me aliviaba, pero de todas formas quería hablar con él ya que si comportamiento me parecía algo raro. Al cabo de unos segundos le devolví la sonrisa y miré hacia el suelo. En ese momento me empezó a invadir un sentimiento de remordimiento y culpa por así decirlo. Me acordé de la conversación que había tenido con Justin en la habitación, ¿Realmente le gustaba a Christian?

Chris es mi amigo, no quiero que nuestra amistad cambie, otra vez no. Esa vez que le rechacé nos fuimos distanciando, yo no quería, no quería perder a otro amigo pero al final lo perdí. Por el simple o complicado hecho de que yo no sentía lo mismo que sentía él, perdí su amistad y quedé hecha polvo. En esos momentos deseaba poder sentir lo mismo que él, porque me sentía culpable de que por mi culpa él lo pasase mal. Lo bueno es que lo solucionamos y volvimos a estar igual que siempre. Según él, ya me había olvidado, ¿así que cual era el problema? Tal vez que no me hubiese olvidado. Así que ahora me sentía igual, solo que había cambiado una pequeña cosa, ahora estaba con Justin y no podía obligarme a sentir nada por Christian, solo ese cariño de amistad y ese querer de hermano. Pero sentía esa culpabilidad de que por mi culpa lo pudiese pasar mal. ¿Pero que tenía que hacer?

-          Empanada.- llamó mi atención mi amigo.
-          Hey.- sonreí.
-          ¿A qué le das tantas vueltas?- preguntó alzando una ceja.
-          Nada, que los chicos tardan bastante ¿no crees?- mentí ya que no le iba a decir “pues nada, estaba pensando en que he sido una mala amiga contigo ¿no crees? Por cierto, ¿ya no sientes nada por mí?”
-          Ahí vienen.- señaló con la cabeza hacia la puerta de entrada.


Miré hacia donde me señaló Christian, vi  a Ryan, Mike y Chaz entrar con unas cuantas botellas. Si nos negábamos a hacer muchas pruebas o a contestar preguntas eso iba a ser un descontrol. En cierto modo era culpa mía por haber propuesto el típico juego de la botella, pero era más de Chaz por haber propuesto lo de la bebida. Esperaba no tener que beber mucho, más que nada por qué al día siguiente te sientes fatal y no te dan ganas de hacer nada. A decir verdad, también me podía haber negado a jugar a ese juego, pero no lo hice así que me atenía a las consecuencias.
Todos nos miramos entre todos, todos parecíamos de acuerdo en empezar a jugar, pero nadie parecía querer decir palabra.

-          ¿Vamos al jardín?- preguntó Mike.
-          Sí, mejor.- contestó por todos Justin.
-          Pues vamos.- sonrió Chaz.

Me puse al lado de Christian y le sonreí, todos fueron saliendo al jardín, por último quedamos Christian y yo. No nos dijimos nada pero al menos quería hacerle ver que estaba ahí. Al salir al jardín los chicos se estaban poniendo en círculo para jugar al juego, me senté al lado de Mike y Christian, Justin estaba enfrente de mí. Chaz puso la botella en medio del círculo y se volvió a sentar.


-          ¿Quién hace girar la botella?- preguntó Caitlin.
-          Tu misma.- le contesté. Como nadie se opuso Cait hizo girar la botella.
-          Ryan.- dijo Cait cuando la botella paró y señaló a nuestro amigo.
-          Pero si apunta más hacia Justin que a mí.- se quejó Ryan.
-          ¿Prueba o verdad?- le preguntó Cait evadiendo su comentario.
-          Verdad.- contestó Ryan sin pensárselo dos veces.
-          Mmm…- Cait pensó la pregunta un rato- ¿hasta dónde llegarías en una primera cita?
-          ¿Qué pregunta es esa?- la miró extrañado Ryan.
-          Una pregunta embarazosa.- rio Caitlin.
-          No voy a contestar a eso.- se negó nuestro amigo.
-          Pues bebes.- le dije sonriendo.
-          Vale.- dijo tranquilamente.
-          Tú lo que quieres es beber.- rio Chaz.
-          También.- estalló a carcajadas Ryan y después se bebió el chupito que le había puesto Chaz, que por cierto no tenía ni idea de que era- me toca girar la botella.- dijo mientras hacía girar la botella.
-          Que suerte.- dijo Christian al ver que le había tocado a él.
-          ¿Prueba o verdad?- le preguntó Ryan.
-          Verdad.- contestó sin pensárselo.
-          Te voy a hacer la típica pregunta.- le anunció Ryan- ¿te gusta alguien?
-          No voy a contestar.- dijo rápidamente, yo lo miré y él me aguantó la mirada- bebo.- dijo aun mirándome.
-          Chaz.- Ryan le hizo un gesto para que pusiese otro chupito en el vaso.
-          Joder, ¿Qué es esto?- Chris se bebió el chupito dejando ir una mueca de asco al bebérselo. Nuevamente la botella giró y fue a parar a mí- vaya.- sonrió Christian.
-          Prueba.- dije sin dejarle que me formulara la pregunta.
-          Oh, que valiente.- rio Justin, yo le guiñé un ojo.
-          No te pases.- le avisé a mi amigo.
-          A ver…- pensó- bésale los pies a quien tengas a tu izquierda.
-          ¿Qué dices?- puse una mueca de asco- no le pienso besar los pies a Mike.- reí- Bebo.- dije sin pensármelo dos veces, no me gusta tocar pies y menos besarlos- bueno me toca girar la botella.- dije tras beberme el chupito.
-          Preciosa.- Chaz me miró pestañeando rápidamente al ver que la botella apuntaba hacia él.
-          ¿Prueba o verdad?- le pregunté mientras se me escapaba una risa.
-          Prueba.- me sonrió.
-          Mmm…- pensé lo que iba a decir- comete una cuchara de café.
-          Ug, que asco.- negó con la cabeza- bebo.
-          ¿Es que nadie va hacer ninguna prueba?- preguntó retóricamente Caitlin.
-          Como vayamos a este paso de aquí media hora se nos habrá acabado la bebida.- rio Chaz.
-          No quiero saber cómo acabaremos.- negué con la cabeza al imaginarme lo que pasaría si nos bebíamos entre todos esas botellas.
-          Me toca.- dijo Chaz tras beberse el pequeño vaso de bebida- ese Mike.- Chaz señaló con el dedo índice a Mike ya que la botella apuntaba hacia él.
-          Verdad.- dijo sin dejar que Chaz le preguntase.
-          ¿Alguna vez has sido infiel?- le preguntó Chaz con voz de presentador.
-          Para ser infiel primero tienes que tener novia.- vaciló Ryan a Mike.
-          Zasca.- reí al igual que todos.
-          No, nunca he sido infiel.- Mike paso del comentario de Ryan y de nuestras risas. Nuestro amigo hizo girar la botella, ésta apunto hacia Caitlin- ¿Verdad o reto?
-          Venga, reto.- respondió nuestra amiga.
-          Baila algo durante un minuto.- parecía que Mike ya se había pensado antes lo que iba a decir.
-          No me apetece bailar.- se quejó Cait.
-          Pues bebes.- Chaz volvió a poner voz de presentador- aquí tiene la señorita.- le pasó un vaso de bebida.
-          Joder, es que no me va a tocar nunca.- comentó Justin al ver que le había tocado a Chaz.
-          Prueba.- le dijo Chaz a Cait.
-          Beso.- grité para luego esconderme detrás de Christian y Mike. Sabía que los dos estaban deseando eso, pero también sabía que ninguno diría nada de darse un beso.
-          ¿Alguna vez te has enamorado de alguien?- le preguntó seria Cait.
-          Emm…- Chaz se empezó a ruborizar.
-          Se está poniendo rojo.- rio Justin.
-          Bebo.- decidió Chaz.
-          Entonces eso significa que sí.- dijo Christian.
-          O no, tal vez le de vergüenza decir que no, quien sabe.- dije yo.
-          Bueno mejor giro la botella.- Chaz hizo un movimiento de muñeca y la botella empezó a girar.
-          ¡Por fin!- exclamó Justin alzando los brazos y alargando la i.
-          ¿Prueba o verdad? Machote.- le sonrió pícaramente.
-          Prueba.- le devolvió la sonrisa mi novio.
-          Mmm…- Chaz estuvo pensando un rato- tienes que dejar que alguien te de un mordisquito cariñoso.
-          ¿Quién?- pregunté yo.
-          Ui, que se pone celosa.- empezó a reír Mike y los otros siguieron sus risas.
-          Quien quiera darle un mordisco amoroso.- me aclaró Chaz.
-          Me ofrezco voluntaria.- sonreí.


Me arrodillé en el suelo y me fui acercando a Justin, no sabía dónde le iba a dar el mordisco. Tal vez en la cara, en el cuello o mejor aún, en los labios. Justin me miraba con impaciencia y yo lo miraba con una sonrisa, sabía que estaba deseando que le mordiese. Me quedé a muy pocos centímetros de su boca, y una vez más, como tantas veces había hecho estos días sonreí en sus labios. Luego acorté la poca distancia que quedaba y le mordí delicadamente el labio inferior, deslizando lentamente mis dientes hasta llegar al final de su labio. Los chicos permanecían callados, como si eso fuese la escena final de una película. Al acabar Justin me sonrió tiernamente. Le había gustado. De repente noté sus labios sobre los míos, cerré los ojos para disfrutar más ese beso. Creía que iba a ser un beso corto, pero estaba equivocada. Su lengua empezó a jugar con la mía, haciendo ese beso más apasionado. Hubiese seguido horas y horas pero los chicos estaban contemplando ese escena y no me gustaba mucho besarme delante de otras personas.
Me separé de él con una sonrisa de felicidad pero a la vez de timidez, ya que los chicos me estaban mirando. Volví a mi sitio rápidamente, se había creado un silencio algo incómodo.


-          Joder, solo era un mordisco.- habló Chaz bromeando. Todos estallamos a risas.
-          Déjalos, no saben que es un mordisquito.- siguió riendo Cait.
-          No ha sido mi culpa.- alcé las manos.
-          Sí, pero te has dejado. Eh, pillina.- me vaciló amistosamente Mike.
-          A ver, contéstame una cosa ¿quién es la idiota que no se dejaría besar por él?- le pregunté a Mike alzando una ceja.
-          Yo, por ejemplo.- me contestó Christian.
-          ¿Tú eres una chica?- estallé a risas junto a los demás.
-          Oye, que lo he entendido mal.- se excusó Chris- anda, sigamos jugando.

Hicimos caso a Christian y seguimos jugando durante una hora más e increíblemente la bebida ya se había acabado. Unos habíamos bebido más que otros pero todos habíamos bebido. Bueno, en general habíamos bebido bastante.


Al levantarme noté un leve mareo, notaba poco a poco como me iba subiendo todo lo que había bebido. Las mejillas me empezaban a arder, pero me encontraba la mar de bien, ligera, feliz, con energías para todo, tenía unas ganas de bailar tremendas y entre otras cosas, también, tenía ganas de besar a Justin ya que me sentía atraída por él, parecía estar en una nube.
Fui hacia adentro sin decir nada a los otros chicos, necesitaba un vaso de agua, tenía bastante sed. Al entrar fui directamente a la cocina y me serví un vaso de agua bien fresquito. Dejé el vaso encima de la encimera y me dispuse a salir a fuera nuevamente con los chicos. Pero me topé con Justin que al parecer me había visto entrar o bien también quería algo de la cocina.


-          Hola guapo.- le sonreí mientras le rodeaba el cuello con mis manos.
-          Has bebido mucho.- negó con la cabeza sonriendo.
-          Me han hecho beber, que es diferente.- y cierto era, yo no acostumbraba a beber así porque sí- encima, tú también has bebido.
-           Bueno, yo soy mayor de edad.- rio.

Ante su respuesta solo reí, la verdad es que no sabía que decirle. Justin rodeó mi cintura con sus manos. Me acerqué hasta sus labios y empecé un beso. Cerré los ojos y me dejé llevar. Era increíble lo que me hacía sentir Justin, con tan solo una caricia, un beso, una palabra, una sonrisa, una mirada o un gesto suyo me hacía estremecer completamente, me hacía tocar el cielo. Dicen que nadie es perfecto, pero él os lo aseguro que lo es. Él es esa persona que sabe cuándo hacerme reír o cuando dejarme tranquila. Cuando hacerme cosquillas o cuando darme un abrazo. Él está ahí en los peores momentos y eso lo hace completamente perfecto.

-          Eres perfecto.- le dije después de separarme del beso.
-          Y tú eres toda mi vida.- acarició mi espalda hasta llegar a la parte de arriba del bikini.
-          Con eso ya soy feliz.- metí mis manos por dentro de su camiseta y acaricié su espalda como él, anteriormente había hecho con la mía.
-          ¿Sabes una cosa?- dijo mirándome a los ojos- ¿recuerdas la noche en que nos vimos por primera vez en mi coche?- asentí, recordaba esa noche como si hubiese sido ayer- esos tíos- miró hacia el suelo- si te hubiesen hecho algo, yo, ______(tu nombre), yo no me lo perdonaría.
-          Justin, gracias a ti no me pasó nada.- le cogí del mentón e hice que me mirara- olvídate de eso, enserio.
-          Das unos buenos puñetazos.- rio.
-          Anda, vamos a fuera.- reí ante su comentario. 

La verdad es que no me gustaba para nada recordar esa noche. Cada vez que lo hacía sentía unas ganas terribles de llorar de rabia y de impotencia al no poder haberles dicho ni hecho nada a esos animales. 

Solo sabían lo que me había ocurrido dos personas, Justin y Taylor. Taylor, hacía tanto tiempo que no sabía nada de él. ¿Estaría bien? Un día de estos podría llamarle ¿O era demasiado pronto? Bueno, la verdad es que quisiese o no llamarlo, fuese pronto o tarde mi orgullo era demasiado grande. Odio este puto orgullo que me impide hacer tantas cosas. Pero forma parte de mi carácter y parece ser que no puedo cambiarlo. Aunque de vez en cuando consigo tragármelo y arreglar las cosas con las personas que la he cagado ¿Taylor me seguía importando? Qué sé yo. No pensaba con claridad, al parecer el alcohol me había subido a la cabeza y solo pensaba tonterías.

Después de estar un rato callados y abrazados Justin besó mi frente con fuerza para luego cogerme de la mano. Habíamos pasado un buen rato en la cocina y ninguno de los chicos había entrado, me preguntaba que estarían haciendo.

-          Mi amor.- llamé la atención de Justin antes de salir al jardín- ¿nos hacemos una foto?- me apetecía hacerme una foto con Justin.
-          Claro, mi vida.- dijo sacándose su móvil del bolsillo.
-          Me gusta eso de mi vida.- reí.
-          Ven.- dijo enfocándonos con el móvil.
Miré a Justin y él me miró a mí, nos fuimos acercando más y más, Just hizo la foto justo cuando nos estábamos besando.
-          Es preciosa.- dije tras ver la foto.
-          Me encanta.- sonrió.
-          Cuélgala en Twitter.- dije ilusionada.
-          ¿Segura?- alzó una ceja.
-          ¡Claro!- exclamé.

Sí, sorprendentemente, yo, diciendo eso. La verdad es que en ese momento no me importaba mucho nada de lo que me pudiesen decir, estaba feliz. Tenía ganas de enseñarle al mundo que ahora, por fin, estaba completamente feliz. Justin parecía sorprendido ante mi insistencia de colgar la foto en Twitter, pero aun así me hizo caso y la colgó. En el pie de foto puso algo así como “te quiero”, no lo llegué a ver bien.

Después de la foto, por fin, salimos al jardín y nos encontramos con los chicos metidos en la piscina, salpicándose, haciéndose ahogadillas, tirándose a la piscina haciendo el loco. Los chicos iban en calzoncillos, y Caitlin en ropa interior, parecía no darle vergüenza. Tal vez era por el alcohol que había tomado o porque eso se considera como un bikini. En fin, que eso era un total descontrol, Justin se quitó la camiseta, los pantalones y las Supras y se tiró a la piscina. Reí negando con la cabeza, parecían pasárselo bien, así que quería unirme a ellos. Me quité las Vans rápidamente y luego el pantalón, cuando fui a tirarme paré en seco. Christian estaba a un lado apartado de los chicos, decidí ir a ver lo que le pasaba.

-          Ei, Chris.- llamé su atención- ¿Qué te pasa?
-          Nada.- dijo secamente.
-          ¿Por qué estás así?- le pregunté nuevamente.
-          ¿Qué más da?- dijo de malhumor.
-          Oye, que me lo puedes contar todo.- me senté a su lado.
-          Todo no.- siguió respondiéndome fríamente.
-          Venga Christian.- dije tragándome mi orgullo, me estaba preocupando por él y él solo pasaba de mí- no te puedo ver así.
-          Anda, ven.- dijo levantándose y tendiéndome la mano.
-          Está bien.- le cogí la mano y lo seguí.
Cruzamos todo el jardín, entramos dentro de la casa y luego salimos a fuera. Andamos hasta el campo de enfrente de la casa y nos sentamos en la hierba. No tenía ni idea de lo que le pasaba a Christian, me estaba preocupando. Él miraba hacia el suelo, y yo hacia el cielo, había miles, millones de estrellas se veían con claridad, al igual que la luna.
-          Oye Chris, me puedes contar lo que sea.- rompí el silencio que se había formado- lo que sea ¿vale?
-          Lo sé, pero es complicado.- me miró.
-          Bueno, tu solo inténtalo.- le sonreí.
-          A ver, no sé por dónde empezar.- se rascó la nuca- a ver, no sé expresarme muy bien, ya me conoces.
-          Ya lo sé, pero te voy a entender igual.- le sonreí tiernamente- oye, no cualquiera sale en medio del campo donde hay miles de mosquitos en bikini para escuchar a su mejor amigo.
-          ¿Qué haces en bikini?- me preguntó mirándome mejor.
-          Iba a bañarme con Caitlin y los otros chicos.- le expliqué a Christian.
-          Oh, vaya, te he fastidiado el plan.- me miró preocupado.
-          A ver, no me has fastidiado nada.- solté una pequeña carcajada- estoy para escucharte.
-          Está bien.- suspiró- es sobre ti.

Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. Empezaba a creer lo peor, ¿y si ocurría otra vez? ¿Sería capaz Christian de declararse nuevamente sabiendo que estoy con Justin? Me estaba poniendo realmente nerviosa, no sabía si había hecho bien del todo en acompañar a Chris hasta ahí. ¿Pero qué decía? Christian era mi amigo y estaría ahí dijese lo que me dijese.

-          Creo que somos mejores amigos.- me empezó a explicar.
-          Claro que lo somos.- lo interrumpí.
-          Pues a veces ni lo parece.- suspiró- no quiero que te ofendas con esto, pero desde que llegó Justin no has hecho nada más que estar con él. Entiendo que lo hayas echado de menos todo este tiempo, pero has sido… ¿Cómo decirlo?
-          Egoísta.- dije yo por él- lo sé.
-          Sí.- agachó la cabeza- no te pido mucho, solo que me tengas en cuenta, que me llames más, que pasemos algo de tiempo juntos.
-          Lo siento.- me disculpé- hoy he pensado en eso, y quería hablar contigo, sobre esto mismo. Solo quiero decirte que aunque no parezca que este ahí lo estoy, aunque no te llame cada día o no nos veamos tanto me acuerdo de ti y de todo lo que has hecho por mí, ¿vale?- le sonreí- prometo estar más contigo, enserio.
-          Te quiero.- me dijo abrazándome- pero como una hermana.  
-          Y yo a ti.- empecé a reír.


NARRA JUSTIN:


Ryan, Mike, Chaz, Caitlin y yo estábamos en la piscina. No tenía ni idea de donde se habían metido Christian y ______(tu nombre), más tarde hablaría con ella para saber qué había pasado.

-          ¿Cómo haces para hacer tan feliz a ______(tu nombre)?- me preguntó de repente Chaz.
-          ¿A qué viene eso tío?- le pregunté mirándole raro.
-          No sé.- se encogió de hombros.
-          Has bebido bastante.- reí.
-          Sí, tal vez.- se encogió de hombros- si no, no te estaría diciendo esto.- se sumergió en el agua y volvió a salir- venga dime.
-          Pues no sé.- reí encogiéndome de hombros.- Siempre la levanto y hago como si fuera a tirarla a la piscina. Ella grita y se enfada conmigo, pero sé que le encanta que haga eso. Siempre la cojo de la mano cuando habla o a veces cuando estoy conduciendo. Simplemente la cojo de la mano. Le digo que está guapa. La miro a los ojos cuando le hablo. La protejo. Le digo bromas estúpidas. Le hago cosquillas, incluso cuando me dice que pare. Cuando me insulta le digo que la quiero. Dejo que se quede dormida en mis brazos. Hago que se vuelva loca.- solté una pequeña carcajada- y la beso. Me burlo de ella y dejo que ella se burle de mí. La beso en la mejilla y en la frente. Simplemente la beso. Dejo que se ponga mi ropa. Y cuando esté enamorado de ella, se lo diré.- le expliqué a mi amigo- ¿sabes? Solo son pequeños detalles, y con eso sé que puedo hacerla más feliz aun. Son pocos días los que llevo con ella, pero nos han pasado ya tantas cosas, la quiero demasiado.
-          Joder tío, eso ha sido realmente bonito, ¿de dónde lo has sacado?- preguntó mirando a Caitlin, que esta estaba jugando en el agua junto con Ryan y Mike.
-          No lo he sacado de ningún sitio.- reí- y ¿a ti que te pasa con Cait?
-          Pues que me gusta.- sonrió aun mirándola.
-          Lánzate tío.- le aconsejé.
-          No sé si le gusto.- dejó de mirarla para mirarme a mí.
-          Se nota que os gustáis.- se notaba desde hacía tiempo.
-          Esta historia me suena a algo.- empezó a reír Chaz.
-          Pues eso.- seguí sus risas- no hagas como yo y no pierdas el tiempo.
-          Intentaré no seguir tu ejemplo.- bromeó mi amigo.

Después de esa pequeña conversación seguimos haciendo el tonto en la piscina. ______(tu nombre) y Christian seguían sin aparecer y yo seguía sin tener idea de que estaba pasando.



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Me vais a matar, pero con esto de las fiestas no he podido subir el capítulo antes, juro que lo tenía hecho. Pero siempre me tiene que pasar algo, lo que no me pase a mí. Espero que os guste el capítulo, chicas. Feliz año nuevo, os quiero.  

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