Estamos juntos |
-
Perfecto.- murmuró Justin- cielo, ¿quieres
mis gafas?- supongo que me las ofrecía por la luz cegadora de los flash.
-
No, tranquilo.- le sonreí- allá vamos.- cogí
aire, suspiré. Contemplé como se acercaba esa masa.
Sabía
que lo de salir sin Kenny no había sido una buena idea, ya lo habíamos hecho
otras veces, pero esta no lo deberíamos haber hecho. No tenía miedo de
enfrentarme con nadie ni responder a las preguntas que me hiciesen, solo que
estaba demasiado nerviosa. Apreté más fuerte la mano de Justin, eso era nuevo
para mí, demasiado nuevo. Just me apegó más a él rodeándome con el brazo la
cintura mientras sacaba el móvil de su bolsillo, iba a llamar a Kenny. Los
paparazzi nos rodearon, los flashes empezaron a salir de las cámaras, fruncí el
ceño, estábamos en plena tarde de verano ¿Para qué hacían las fotos con flash?
Sonreí nerviosa, en medio de la calle rodeada de paparazzi con mi novio y
pienso en eso, de locos.
-
Chicos, chicos.- un hombre bastante joven nos
llamó la atención, ahí iba la primera pregunta- todo el mundo ha visto por
twitter la famosa foto que colgasteis hace unos días, ¿estáis juntos?- no,
subimos fotos así siempre. Se me cortó la respiración, miré a Justin.
-
Sí, ¿por qué subiría la foto sino?- Justin me
miró sonriéndome- en nada viene Kenny.- me susurró en la oreja, nadie, excepto
yo se había enterado de lo que me había dicho.
-
¿Qué tal está yendo vuestra relación?- esta
vez habló una chica morena de pelo corto.
-
Genial.- me limité a contestar sonriendo.
-
¿Creéis que vais a durar mucho?- otra
pregunta.
-
Eso espero.- sonrió Justin.
-
¿Seguís manteniendo contacto con vuestros
respectivos ex-novios?- que pregunta más directa, no la quería responder.
Vale,
me habían pillado por sorpresa ¿Qué tipo de pregunta era eso? Miré de reojo a
Justin, estaba confundida, él tampoco decía nada, seguíamos avanzando
lentamente. De pronto, noté como Bieber tiraba de mi mano y me arrastraba hacia
el borde de la acera, ahí estaba aparcado un coche negro, se me hacía familiar.
Just abrió la puerta para que entrase en él, nos liberamos de esa masa de gente
y por fin, logré entrar en el coche. Solté un suspiro, me fijé mejor en la
persona que tenía delante, era Kenny.
-
¡Kenny!- exclamé motivada, hacía tiempo que
no lo veía.
-
Pequeña, ¿Qué tal todo?- vi su amplia sonrisa
por el retrovisor.
-
Genial, ¿nos has echado de menos?- pregunté
animada.
-
A ti si.- rio ante mi pregunta.
-
¡Oye!- Justin miraba a Kenny con mala cara.
-
¿Dónde os llevo?- volvió a sonreír Kenny.
-
¿Al estudio?- miré a Justin esperando su confirmación.
-
Mejor vamos a ver a los chicos.- dijo
vagamente.
-
Justin, cielo, los chicos están en casa de
Mike, a las afueras de Atlanta, venimos de ahí ¿recuerdas?- intenté aguantarme
la risa.
-
¿En qué mundo vives biebs?- estalló a
carcajadas Kenny junto a mí.
-
Ostia.- se echó manos a la cabeza- pues vamos
a mi casa mejor.
-
¿A tu casa?- pregunté extrañada alzando una
ceja.
-
Sí, no tengo ganas de ir al estudio, mañana
vamos.- dijo sonriente.
-
¿Nos quedaremos a dormir?- fruncí el ceño,
eso no lo tenía previsto.
-
Si quieres claro.- me sonrió dulcemente.
-
No hay problema.- le devolví la sonrisa.
Kenny
arrancó el coche dirigiéndose a la casa de Justin, estábamos todos en silencio
cada uno concentrado en una cosa. Kenny miraba fijamente al semáforo que estaba
en rojo, esperando a que cambiase de color, yo miraba por la ventanilla
fijándome en la gente que pasaba y Justin estaba con el móvil metido en
twitter, como no. Kenny encendió la radio, supongo que para romper un poco
el silencio que había en el coche, normalmente siempre que está Kenny hablamos
con el de un montón de cosas pero esta vez parecía que nadie iba a sacar ningún
tema. Me quedé pensativa mirando a Kenny, el grandullón. Sonreí torpemente, me
caía muy bien, es más, le estaba cogiendo mucho cariño. Kenny es una buena
persona, se le ve a simple vista, es muy gracioso y divertido, me hace reír
muchísimo, la verdad una de las cosas que me fascina más de él es la relación
que mantiene con Justin, parecen tío y sobrino.
En unos diez minutos ya habíamos llegado a
casa de Justin, me preguntaba por qué no íbamos directamente a la mía, pero
bueno. Le dimos las gracias a Kenny por traernos, Justin le invitó a pasar y a
quedarse la tarde con nosotros pero al parecer tenía planes. Antes de que el
grandullón se fuese le di un tierno abrazo. Nos bajamos del coche y nos dirigimos
a la puerta de entrada, Just se rebuscó en su bolsillo y sacó las llaves de
casa. Introdujo la llave en la cerradura y la abrió, le seguí hasta adentro de
la casa.
-
¿Mamá?- gritó Justin. Pero no hubo respuesta- ¡MAMÁ!-
gritó más fuerte.
-
Es obvio que no está.- reí.
-
¿A dónde habrá ido?- se preguntó a sí mismo.
-
Seguirá en mi casa.- respondí vagamente- si quieres
vamos.
-
Quiero estar un rato a solas contigo.- sonrió tímidamente.
-
Pervertido.- reí haciendo broma.
-
No soy yo el que piensa mal.- siguió mis risas.
-
¿Qué quieres hacer esta tarde?- no teníamos absolutamente
nada que hacer.
-
Me apetece componer algo contigo.- dijo mientras me
extendía la mano.
-
¿A qué esperamos?- le sonreí agarrando su mano.
Subimos las escaleras dirigiéndonos a la habitación
de Justin, cogimos papel, bolígrafos y una guitarra de Justin. Estuvimos
discutiendo un rato para ver donde podíamos ir a componer, optamos por el
jardín de la casa, aunque hacía un sol abrasador se estaba bien.
Nos sentamos en la hierba, estaba algo mojada
a causa de los aspersores, si el sistema funcionaba igual que en mi casa se
encendían cada 3 horas solo por la tarde. Empezamos a componer, Justin tocaba
unos acordes con la guitarra, yo iba componiendo poco a poco la letra, eso es
lo mío. Los únicos instrumentos que se me dan realmente bien son la batería y
el piano, sobretodo el piano. Las melodías no se me dan muy bien, en cambio a
Justin, es perfecto en todo lo que hace. Iba pasando la tarde, estábamos muy
entretenidos, Justin me estaba enseñando lo básico para empezar a tocar la
guitarra, es un instrumento que me gusta pero se me hace difícil tocarlo, no sé
por qué. Nos estaba quedando una canción muy bonita, aunque solo teníamos el
principio. Nos estiramos en la hierba para descansar un poco.
-
Tienes tanto talento.- lo alagué.
-
No tanto como tú.- me devolvió el alago sonriendo.
-
¿Vamos a discutir por ver quien tiene más talento?- alcé una ceja mirándolo.
-
Si quieres…- rio cogiéndome de la mano.
-
No quiero, está más que visto que tú tienes más talento. Tienes miles de
millones de fans, tu música es fantástica, sabes tocar un montón de
instrumentos, eres inteligente, tienes talento para los deportes, eres una gran
persona, ¿sigo?- jugué con el anillo que llevaba.
-
Me has dicho que no querías discutir.- rio haciendo que me contagiara su
risa.
-
Me has obligado.- me encogí de hombros bromeando- por cierto, ¿es un anillo
de castidad?- lo miré mejor.
-
Sí.- asintió poniéndose serio.
-
He oído hablar de ellos.- murmuré- ¿en qué consisten?
-
¿No lo sabes?- sonrió- es como un voto religioso de permanecer virgen hasta
el matrimonio.- abrí los ojos sorprendida ¿virgen hasta el matrimonio?
-
¿Vas a estar toda tu adolescencia sin…?- me ruboricé.
-
No sé.- se encogió de hombros- siempre lo he pensado así, pero estando
contigo…- se volvió a encoger de hombros. Me tranquilicé un poco, no es que quisiese
perder ya la virginidad con Justin, ni mucho menos. Pero en mi cabeza rondaba
la idea de un futuro lejano. Cuando nos sintiésemos preparados, ¿hasta el
matrimonio? Fruncí el ceño- eres como un huracán.- añadió.
-
Yo siempre he creído que eso de perder la virginidad tiene que ser con la
persona que estés realmente enamorado y cuando te sientas preparado.- esa es mi
teoría.
-
¿Estás preocupada?- rio a carcajada limpia- me lo puedo quitar cuando
quiera, cielo.- noté un calor en mis mejillas, me estaba poniendo roja.
-
No estoy preocupada.- reí- era una duda.- me encogí de hombros, él besó mi
frente.
Me apegué más a él, me sentía protegida, me
sentía bien. Estaba inundada por esa sensación de felicidad y alegría que me
hacía sentir cuando estaba cerca de él. Suspiré, estaba muy a gusto aunque el
sol pegaba bastante fuerte. Deseaba estar dentro de la piscina para
refrescarme. Cerré los ojos y fui cogiendo el típico sueño que te entra en una
tarde de verano a causa del calor. Mi intento a dormir fue nulo, a los minutos
de cerrar los ojos me empezaron a gotas en la cara. Era imposible que hubiese
empezado a llover. Vale, los aspersores. Abrí los ojos y me incorporé en la
hierba, Justin asustado por mi reacción hizo lo mismo. Una lluvia de agua
artificial nos empapó a los segundos. Nos echamos a reír, nos daba igual estar
empapados, es más lo agradecíamos. Mi novio se levantó del suelo tendiéndome la
mano, se la acepté extrañada ¿a dónde iba? Pronto lo comprendí, se echó a
correr pasando por todos los aspersores de mi mano. No parábamos de reír, era
tan divertido. Aunque estaba exhausta seguí el ritmo de Justin, nos estábamos
divirtiendo. Él paró en seco, me cogió por la cintura y me alzó en el aire
dando vueltas. Reí a más no poder, el agua me rociaba suavemente, cosa que al
tocar mi piel me producía un cosquilleo. Just me dejó en el suelo, los
aspersores habían dejado de expulsar agua.
-
¿Siempre eres tan perfecta?- besó mis labios.
-
¿Siempre me vas hacer sentir así?- lo miré con ternura devolviéndole el
beso.
-
Espero que sí.- retiró un mechón de pelo que yacía suelto por mi cara.
-
Oh dios, los papeles.- cambié de tema drásticamente y fui corriendo en
busca de lo que habíamos escrito.
-
¿Se entiende algo?- oí la voz de Justin detrás de mí.
-
¿Entiendes el chino?- reí.
-
¿El mandarín te sirve?- se echó a reír junto a mí.
-
Menos mal que si se entiende algo.- suspiré aliviada.
-
Vamos a guardar todo esto.- hizo referencia a los papeles escritos.
-
Vamos a poner tu casa echa un asco.- nos miré, estábamos completamente
mojados.
-
Sé limpiar.- me sonrió.
Para no ensuciar tanto dejamos los papeles al
sol para que se secasen, al igual que nuestra ropa, menos la interior, claro
está. Me hice un moño flojo y entramos en casa de Justin. Antes de coger unas
toallas para secarnos nos pasamos por la cocina, teníamos sed.
-
¿Qué quieres beber?- me preguntó Justin desde la nevera.
-
Un batido de chocolate, por favor.- le sonreí, estaba sentada en la en uno
de los taburetes de la encimera. Me sentía un poco incómoda al estar en ropa
interior por su casa.
-
Toma.- me lanzó el batido. Él se había cogido otro- no hemos ensuciado
nada.
-
Sí, suerte de que teníamos los pies secos y hemos dejado la ropa mojada fuera.-
le sonreí.
Una vez nos acabamos los batidos fuimos hacia
el baño para coger unas toallas, pero no había, Pattie las había puesto a
lavar. Así que fuimos para la habitación de su madre a coger unas limpias, las
guardaba en su armario. Just me lanzó una, me sequé el cuerpo con rapidez y
luego me la envolví en la cabeza, tenía el pelo empapado. Él hizo lo mismo,
solo que en vez de envolverse la toalla en el pelo se la dejó colgada en un
hombro.
-
Ha estado bien la tarde.- Justin me cogió por la cintura.
-
Un poco movidita.- añadí.
-
¿Justin? ¿______(tu nombre)?- Pattie estaba enfrente de nosotros
boquiabierta.
-
Mamá, no es lo que parece.- Justin se apartó de mí. Oh dios, que vergüenza,
me estaba poniendo roja.
-
¿Qué demonios estabais haciendo?- dijo sorprendida.
-
Pattie, es cierto, no es lo que crees.- dije nerviosísima.
Por suerte, le pudimos explicar a Pattie lo
ocurrido, se tranquilizó al escucharlo y yo también. Seguía algo nerviosa, no
quería que Pattie pensase mal ni quería darle razones. Esta noche le tendríamos
que decir a nuestros padres lo que había entre los dos, lo había olvidado por
completo. Vale, me puse más nerviosa aún. Justin notó mis nervios y como excusa
para estar solos me ofreció dejarme una camiseta suya mientras se secaba la
ropa. Subimos las escaleras a zancadas, lo más rápido posible. Y entramos en su
habitación.
-
Madre mía que tarde.- suspiré- no quiero imaginar lo que pasará esta noche.
-
¿Qué va a pasar?- frunció el ceño Just- no estés nerviosa.
-
Para no estarlo, he notado que tú también lo estás.- sonreí nerviosamente.
-
Pero sé que irá bien.- me sonrió con dulzura- elige la camiseta que
quieras.
-
¿Le habré dado una mala impresión a tu madre?- pregunté preocupada mientras
buscaba una camiseta en el armario.
-
Cielo, mi madre te cambiaba los pañales cuando eras pequeña- reprimió una
carcajada- sabe cómo eres, ni que te la acabase de presentar.
-
Mis nervios me juegan malas pasadas.- estallé a carcajadas.
-
No lo he notado.- dijo irónicamente.
-
¿Qué hora es?- cogí una camiseta de GAP blanca con las letras en un tono
azul eléctrico.
-
Las siete.- sacó el móvil para mirar la hora.
-
¿Ya?- la tarde se me había pasado volando- tengo que ducharme y cambiarme.
-
¿Te vas ya a casa?- hizo un pucherito, si no fuese porque teníamos esa cena
con nuestros padres me hubiese quedado con él todo el tiempo del mundo.
-
Si, que luego siempre llego tarde.- reí.
-
Tu ropa no estará seca.- me avisó.
-
Me llevo tu camiseta.- sonreí mientras le daba un largo beso. Algo
imprudente de mi parte, pero me apetecía.
-
Te acompaño a la puerta.- me sonrió.
Antes de salir, me agarró por la cintura y me
apegó a él. Besó mis labios con ternura y con algo de desesperación. Pronto su
lengua busco a la mía esta, la aceptó con gusto, como de costumbre. Enredé mis
manos en su pelo y mientras nos besábamos jugueteaba con él enredándolo en mis
dos dedos índices. Nos separamos sonrientes, Justin pasó delante de mí y se
dirigió hacia la puerta, no me pude resistir y le di una palmada en su trasero.
Se giró sorprendido.
-
Como estás últimamente.- rio bajando las escaleras.
-
No me puedo resistir a tanta perfección.- me encogí de hombros divertida.
-
Entonces ¿qué haces cuando te miras al espejo?- en ese momento me derretí.
-
Aw, que cuqui eres.- le sonreí tiernamente ante ese piropo.
-
¿Ya te vas?- me preguntó Pattie al verme en la puerta.
-
Sí, tengo que ponerme guapa.- reí nerviosa, parecía que era la primera vez
que veía a Pattie, se me estaba haciendo todo tan raro.
-
No te hace fala arreglarte para estar guapa.- me alagó la madre de Justin.
-
Oh, Pattie.- reí.
-
Nos vemos a las nueve cielo.- vino a abrazarme.
-
A las nueve.- sonreí arbrazandola también.
-
¿No te llevas tu ropa?- preguntó ella aun abrazada a mí.
-
Aun esta mojada.- me separé del abrazo- hasta ahora.- me despedí con la
mano cerrando la puerta.
Me di prisa en ir a casa, iba sin pantalones,
suerte que la camiseta que me había dejado Justin me cubría hasta un poco más
arriba de las rodillas. También, por suerte, mis Vans no se habían mojado.
Entré en casa rápido, mi padre y mi hermano estaban arriba, escuchaba las risas
desde el salón. Subí a zancadas, la puerta de la habitación de mi hermano
estaba medio abierta. Me asomé para ver lo que estaban haciendo. Sonreí,
estaban jugando entretenidamente, vaya, que felices se les veía. No quería
interrumpir ese momento, tampoco quería que me viesen con esas pintas, suspiré
enternecida y me fui para mi habitación. Me quité las Vans y las dejé tiradas
por el suelo, seguidamente me quité la camiseta y esta vez, con más cuidado, la
doblé y la puse encima de la cama. En ropa interior me dirigí deprisa al
armario para escoger el conjunto que me pondría esta noche. Era una noche
bastante importante para mí, así que opte por un vestido y unos buenos tacones.
Lo coloqué todo en la cama para luego irme a la ducha.
Me duché en unos cuarentaicinco minutos, sí,
había tardado demasiado. Me había entretenido en mis pensamientos, sonará a tontería
pero cuando estoy en la ducha parece que pienso con más claridad y mejor.
Ya me había puesto la ropa interior, solo
faltaba arreglarme el pelo y vestirme. Me miré al espejo detalladamente. Nunca
había tenido complejo de mi misma, nunca. Pero esta vez me preguntaba si era
suficiente para Justin, él es tan perfecto. Negué con la cabeza para quitarme
esas idas de mi mente. No debía pensar eso, estaba mal. “Para que te quieran,
primero te debes querer a ti misma”, recordé esa frase, siempre me la decía mi
madre cuando estaba deprimida. Oh dios, ¿a que venían todos esos pensamientos
ahora? ______(tu nombre completo) estando insegura de sí misma ¿dónde se ha
visto semejante cosa? Sonreí. “Exacto, muestra esa bonita sonrisa al mundo”
pensé animándome.
Me sequé el pelo mientas escuchaba música,
hacía distraerme de cualquier pensamiento erróneo. Éramos yo, la música y el
secador. Al acabar de secármelo me lo planché y no me hice anda más.
Eran las ocho y cuarentaicinco cuando ya
estaba vestida, solo quedaba maquillarme. Me apliqué rímel, la raya de abajo y
un pintalabios rosa pálido. No acostumbraba a pintarme los labios, per esta era
una excepción, además me favorecía bastante ese color. (http://www.polyvore.com/love_history/set?id=69810587).
Cogí mi móvil, dinero, aunque sabía que no me iba a hacer falta y las
llaves de casa, lo metí todo en un bolso pequeño color cobre. Cogí los tacones
en una mano, no me apetecía ponérmelos, y salí de mi habitación. Por primera
vez en este año, había sido puntual.
-
Estás guapísima princesa.- me alagó mi padre mirándome
sorprendido.
-
¿Te gusta?- sonreí satisfecha- vosotros
también vais muy guapos, como siempre.- abracé a mi padre tiernamente,
necesitaba abrazarlo.
-
Te noto nerviosa.- dedujo mi padre.
-
No sé por qué lo estoy.- me encogí de hombros
intentando aparentar que estaba siendo natural.
-
¿Es por Justin?- me miró subiendo y bajando
las cejas, vale, sabía a qué venía eso.
-
¿Justin?- dije extrañada.
-
¿Os gustáis?- preguntó de la manera más
natural.
-
¿A qué viene eso papá?- no le quería decir ni
que si ni que no.
-
Hay complicidad entre los dos.- me susurró,
Alex nos estaba escuchando.
-
Ala, pero que tarde es.- intenté escaparme de
esa conversación- ¿vamos todos en nuestro coche?
-
Si cielo.- asintió extrañado.
-
Pues vamos que hemos quedado a las nueve.- le
tiré del brazo.
-
¿Qué te preocupa? Siempre llegas tarde.- me
estaba poniendo de los nervios ¿por qué justamente hoy mi padre se ponía tan
tiquismiquis?
-
Hoy no quiero llegar tarde papá.- dije en
tono cansado, me puse los tacones y cogí a mi hermano de la mano.
-
Que susceptible estás hoy.- dijo riendo.
-
Papá, no te inventes cosas.- dije irritada,
pero se me escapaba la risa.
-
Anda vamos, que llegamos un minuto tarde.-
imitó mi voz.
-
Uf…- suspiré poniendo los ojos en blanco.
Nos
encontramos afuera con Pattie y Justin, los cinco habíamos sido puntuales. Eso
era nuevo para mí, la puntualidad. Nos subimos al coche, mi padre conducía,
Pattie iba de copiloto, Justin y yo íbamos atrás cada uno en una ventanilla y
mi hermano en medio. Yo no dejaba de mirar a Justin y el tampoco dejaba de
mirarme a mí. Estábamos nerviosos y tarde o temprano nuestros padres se
acabarían dando cuenta de nuevo, así que lo mejor era decírselo lo más pronto
posible, la cuestión era ¿cómo? Bufé frustrada mirando mi reflejo en la
ventanilla. Se me veía de malhumor, y en realidad estaba feliz. Desfruncí el
ceño y sonreí, así estaba mejor. Me relajé, todo iría bien, no había que
preocuparse por nada. A mi padre le gustaba Justin yo le gustaba a Pattie, Justin
me quería, yo quería a Justin ¿Qué problema había? Uf, ahora sí, estaba mucho
más tranquila y segura de mi misma, volvía a ser yo.
Llegamos a
el restaurante, a simple vista se veía sofisticado y caro, papá aparcó el coche
en el aparcamiento y todos bajamos de él. Los tacones ya me empezaban a hacer
daño, eran altísimos. Pero podía aguantar unas cuantas horas más.
-
¿Tienen mesa reservada?- nos recibió un
camarero.
-
Si.- respondió mi padre- a nombre de
______(nombre de tu padre).
-
Oh sí, ¿cinco verdad?- el camarero localizó
nuestra mesa y nos condujo hasta ella.
-
Gracias.- sonreí. Este asintió dejándonos los
menús encima de la mesa y se marchó para atender a las otras personas que
habían en el local.
-
¿Qué vais a pedir?- preguntó mi padre tras
echarle una ojeada al menú.
-
Yo raviolis con la salsa esta rara.- dije
leyendo el menú, no sabía pronunciar el nombre de la salsa.
-
Yo lo mismo.- asintió Just.
-
Yo pizza.- Alex estaba entusiasmado.
-
Cielo, pizza puedes comer en casa cuando
quieras.- reí.
-
Pero yo quiero pizza de aquí.- se cruzó de
brazos.
-
Vale, vale.- le acaricié el pelo.
-
Yo tomaré solomillo con salteado de verduras.-
se decidió mi padre- ¿Pattie?
-
Lo mismo.- sonrió ampliamente.
Nos tomó
nota el mismo camarero, no tardaron en llegar nuestros platos. Tenía hambre y
los raviolis estaban de muerte. Todos hablábamos
animadamente, incluso Alex que por una vez no decía que estaba aburrido. La
noche se estaba pasando volando, ya íbamos por el postre, era hora de decirle a
nuestros padres lo nuestro. Ya no estaba nerviosa. Sonreí y por debajo de la mesa
le cogí la mano a Justin, el me la sostuvo con fuerza.
-
Papá.- llamé la atención de mi padre.
-
Mamá.- llamó Justin a su madre.
-
¿Qué pasa?- contestaron los dos al unísono
frunciendo el ceño.
-
Tenemos que deciros algo.- dijo nervioso
Justin.
-
¿Qué pasa?- preguntó preocupado mi padre.
-
No es nada malo papá.- sonreí.
-
Es sobre ______(tu nombre) y yo.- dijo algo
más tranquilo mi novio.
-
¿Y bien?- Pattie alzó una ceja llena de
curiosidad.
-
Estamos juntos.- agarré la mano de Justin con
más fuerza que nunca.
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Jelou
preciosas, llevo dos días de retraso en subir capítulo, sorry. Pero he subido
este fin de semana que es lo importa ¿no?
Las visitas
están bajando, espero que os siga gustando la novela, nada, deciros lo de
siempre que gracias por el apoyo que me dais algunas y que no dejéis de
comentar y visitar, el próximo capítulo va a ser más interesante.
Por cierto,
no he tenido tiempo de pasarme por las novelas que me habéis dejado algunas, me
pasaré entre hoy y mañana ¿vale? Gracias por todo de nuevo, os quiero.
Nueva lectoooora, me ha encantado el capitulo, es geniaaaal!! Que mono que es Justin *__* Sigueeeela!!!
ResponderEliminarSiigueee!!! Me encaaantaaa en seriiiiiooo!!!! *-* es HERMOSA la novela :)
ResponderEliminarPorfavor si no sigues mueroooooo! Me encanta tu nove en serio esta BUENISIMA. gracias por existir! *-*
ResponderEliminarYeyeyeye c: Holi jaja bueno soy nueva y ya te sigooooo :D Tu novela *OO* Sin palabras, joder, que genial!! Justin Ay Diosito porque no me salen así igualito a él, como que hicieran copias de él y me mandarán uno, hay, mi sueño... Si ves uno por la calle me avisas eh?? jaja Bueno solo decirte que aquí estoy para apoyarte y claramente para decirte que SIGUE LA NOVE ESTÁ RE BUENA... Me Encanta!!
ResponderEliminarChau Chau...