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lunes, 21 de enero de 2013

Nothing like us. {28}


 Acabarás siendo belieber



-          Por la mañana –

La estridente alarma de mi despertador empezó a sonar, odio despertarme con la alarma de mi móvil, en realidad odio despertarme con cualquier alarma. Cogí el móvil con pesadez, y abrí un ojo para ver la hora que era. Las diez y media. Volví a dejar el móvil en la mesita y me giré hacia Justin. Ni si quiera se había inmutado ante la alarma de mi móvil, así que lo tendría que despertar yo. En mi cabeza rondaba la idea de despertarlo con una buena garra de agua fría, tal y como él había hecho una vez conmigo. Pero no quería hacerlo, es que se le veía tan tierno durmiendo ni siquiera me atrevía a despertarlo. Me acerqué más a él y acaricié su espalda con suavidad mientras le susurraba al oído.

-          Cielo, tenemos que levantarnos ya.- susurré mientras le movía levemente.
-          Cinco minutos más.- me soltó la típica frase.
-          No.- solté una leve carcajada- venga, si quieres te puedes duchar conmigo.- besé su cuello cariñosamente.
-          ¿Qué tarde es no?- dijo Justin incorporándose rápidamente en la cama.
-          Eres un pervertido.- estallé a carcajadas.
-          ¿Vamos a la ducha?- me miró subiendo y bajando las cejas.
-          Anda, ve tu primero.- negué con la cabeza riendo.
-          No insistiré.- se encogió de hombros levantándose de la cama.
-          Algún día Bieber.- le revolví el pelo.
-          Algún día.- repitió él.


Antes de entrar al baño se volvió hacia a mí y me dio un rápido beso en los labios, el primero del día. Sonreí, la primera sonrisa de la mañana, como no él era el motivo. Me levanté de un salto de la cama y me estiré a más no poder. Antes de nada hice la cama, las sabanas estaban totalmente enredadas entre ellas. Reí, parecíamos un matrimonio, tal vez exagero algo, pero nunca había tenido una relación así de seria. Tampoco es que haya tenido muchas relaciones, sólo tres, la primera fue con un chico de mi instituto, de eso hace ya dos años, teníamos catorce cada uno. Solo fueron cuatro meses, era una “principiante” en ese tema, principiante por decirlo de alguna manera. Pero me acuerdo de que lo quería bastante, mucho. ¿Por qué terminamos? Él es uno de esos chicos que no se conforman con una sola chica, de esos que les gusta escoger una chica y estar con ella unos cuantos meses y luego dejarla por otra. Es guapo, atractivo, el típico rompecorazones. Terminé con él cuando me di cuenta de cómo era. No le he vuelto a hablar, ni él a mí. No le guardo rencor, solo me da pena. Mi segunda relación ha sido con Taylor, si a eso se le puede llamar relación claro. Dos semanas, solo hemos durado poco más de dos semanas. Me gustaba, me gustaba mucho y lo quería. ¿Qué nos pasó? Quizá sea la pregunta a la que nunca encuentre respuesta. Bueno, y mi tercera relación con Justin, sin duda la mejor. Él sabe cómo tratarme, me siento tan bien a su lado y sé que nunca me va a fallar. Llevamos pocos días pero lo quiero como nunca he querido a nadie, es el mejor.

Acabé de hacer la cama y saqué del armario la ropa que me iba a poner, la dejé encima de la cama y salí de la habitación. En el comedor no había nadie, parecía que nadie se había levantado aún. Me dirigí a la cocina para hacer el desayuno y ahí me topé con una adormilada Caitlin. Tenía un vaso de agua en las manos y miraba al suelo fijamente.

-          Buenos días tonta.- la abracé efusivamente.
-          Buenos días mema.- me abrazó- ¿Qué haces despierta?- me preguntó alzando una ceja.
-          Me voy con Justin a ver a su madre, mi padre, mi hermano.- le sonreí.
-          A ver a la suegra, eh.- me golpeó con el codo cariñosamente en las costillas.
-          Qué graciosa.- sonreí falsamente- ¿tú cuando vas a presentar a Chaz a tus padres?- la vacilé.
-          Tal vez mañana.- imitó mi sonrisa.
-          Payasa.- reí.
-          Idiota.- soltó una pequeña carcajada.
-          Nos queremos.- asentí con la cabeza.
-          Demasiado.- me abrazó por los hombros apegándome más a ella.
-          Por cierto, me tienes que explicar algo.- di un paso hacia atrás para mirarla mejor.
-          ¿A sí?- hizo una mueca rara.
-          Sí.- me balanceé con los talones y las puntas de los pies.
-          ¿El qué?- seguía haciendo la misma mueca.
-          Tú, Chaz, juntos en la cama.- mientras decía eso dibuje con los dos dedos índices un corazón en el aire.
-          Ah…- Cait se estaba empezando a poner como un tomate- eso…- se tapó la cara con las manos- no es lo que parece.
-          Venga, suéltalo ya.- le di un golpe en el hombro.
-          Pues ya sabes que más o menos estábamos tonteando, pues empezamos a tontear más y más y llegamos aquí y seguíamos igual. El día que nos fuimos por la noche al bosque ¿te acuerdas?- asentí, para no acordarme- pues al llegar aquí yo estaba muy asustada, entonces él se ofreció a dormir conmigo y le dije que juntase las camas por qué estaríamos más cómodos.- sonrió tontamente, cosa que hizo que sonriera yo también- y total que eso, al principio dormimos dándonos la espalda pero después nos apegamos más y más y dormimos abrazados.- suspiró sonriendo.
-          Oh, qué bonito.- alargué la o del “oh”- ¿y no pasó nada más?
-          No.- se encogió de hombros.
-          No me lo creo, dormís juntos abrazados y ni se declara el uno ni se declara el otro, flipo.- me eché manos a la cabeza.
-          Escucha.- alzó una ceja mirándome mal.
-          Lo sé, lo sé, Justin y yo hicimos igual.- puse los ojos en blanco- pero no quiero que eso te pase a ti ni a Chaz, que por no tener el valor suficiente de decir que os gustáis estéis así meses.- suspiré- por qué eso es una putada.
-          Ya…- miró hacia el suelo- ¿qué hago?
-          Insinúate, provócale, haz que se lance él, vuélvele loco o dale celos.- le aconsejé.
-          ¿Tú qué harías?- se mordió la uña del dedo índice.
-          Darle celos.- me encogí de hombros- es lo más fácil y más efectivo.
-          Sí pero ¿con quién?- dijo cogiendo el vaso de agua y le dio un trago.
-          Mike es guapo.- le sonreí.
-          Vale.- estalló a carcajadas.
-          Que mala eres.- reí.
-          Pero si la idea ha sido tuya.- me empujó amistosamente.  
-          Pero eres tú quien lo va hacer.- le saqué la lengua.
-          Anda que vaya bien, yo me voy a dormir.- dijo dirigiéndose a la puerta- y suerte.- vino corriendo hacia a mí, me abrazó y luego se marchó.


Reí, mi amiga estaba completamente loca. Mientras seguía riendo me dirigí a la nevera para coger la leche, luego abrí la estantería y saqué unos cereales de chocolate. Cogí dos cuencos para hacer el desayuno, uno sería para mí y otro para Justin. Vertí la leche primero en un bol y después en el otro y seguidamente vertí los cereales. Después cogí dos vasos y los llené con zumo de naranja. Como no sabía si Justin tendría más hambre hice unas cuantas tostadas con Nutella. Llevé todo eso a la mesa, justo Justin salía de la habitación.

-          ¿Has hecho el desayuno?- me abrazó por detrás.
-          ¿Tu qué te crees?- me giré para poder mirarlo.
-          No sé no sé eh.- se echó para atrás el pelo aún mojado.
-          Vamos a desayunar anda.- le sonreí.
Nos dirigimos hacia la mesa, nos sentamos uno enfrente del otro y empezamos a comernos los cereales. Yo estaba aún medio dormida, necesitaba darme una ducha, en cambio Justin parecía estar más despejado. Deberían ser las once, tenía que darme prisa en acabar de desayunar ya que aún me tenía que duchar. Al acabarme los cereales cogí el vaso de zumo y me lo bebí rápidamente, lo dejé encima de la mesa y me levanté.
-          ¿No vas a comer más?- preguntó mi novio señalando a la comida.
-          No, estoy llena y encima me tengo que duchar.- le expliqué- acábate tú mis tostadas.
-          Vale.- me sonrió.
-          Voy a la ducha.- me acerqué a él para darle un beso, esta vez en la mejilla.

Entré a la habitación y me dirigí rápidamente hacia el cuarto de baño, cerré la puerta sin poner el pestillo y me desnudé. Dejé la ropa tirada por el suelo, más tarde la recogería.

Me duché en unos quince minutos, me dejé el pelo suelto y mojado y me vestí así: http://www.polyvore.com/be_dreamer/set?id=69333745. Ordené todo lo que había tirado por el suelo y puse esa ropa a lavar, luego cogí mi móvil y mi cartera y salí al comedor. Justin estaba en el sofá con el móvil, la mesa ya estaba recogida, así que suponía que Justin también habría fregado los platos.

-          ¿Vamos?- llamé su atención.
-          Tenemos que avisar a los chicos.- dijo despegando la vista del móvil.
-          Ya se lo he dicho a Cait, estaba levantada hace un rato.- le informé.
-          Pues entonces, vamos.- me sonrió levantándose del sofá.

Le cogí la mano y salimos juntos de la casa. Fuimos hacia el coche de Justin, estaba aparcado muy cerca de ahí. La verdad es que estaba un poco nerviosa, sabía que mi padre se alegraría de que estuviese con Justin al igual que mi hermano y Pattie. Entonces, ¿cuál era el porqué de mis nervios? Ni yo misma lo sabía. Sentía como unas mariposas en el estómago que no dejaban de revolotear. Todo saldría bien, así que no tenía que ponerme nerviosa.

Bieber me abrió la puerta de copiloto para que pudiese entrar, le di las gracias mientras le sonreía dulcemente y entraba en el coche. Dio la vuelta para entrar él y así ponernos en camino hacia mi casa, ya que habíamos quedado todos ahí. Puse la radio, sonaba “Run the world” de Beyoncé. Miré a Justin, este esbozó una sonrisa en la cara y subió el volumen de la radio. Empezó a tararear la canción mientras daba golpecitos con el dedo índice en el volante.

-          El fan número uno de Beyoncé.- reí.  
-          Está claro.- sonrió aún más.
-          Cielo, ¿tú eres belieber?- desvió su mirada hacia mí.
-          ¿A qué viene eso?- lo miré raro.
-          No sé, es una duda.- se encogió de hombros.
-          Pues creo que belieber no soy.- no era que no me gustase la música de Justin, ni mucho menos, solo que no me sabía algunas de sus canciones, ni tenía ese sentimiento de belieber.
-          ¿Cómo qué no?- dijo sorprendido.
-          Me encantas, pero…- me encogí de hombros.
-          Acabarás siendo belieber.- dijo orgulloso.
-          Que creído te lo tienes ¿no?- solté una carcajada.
-          Recuerda esto, la primera vez que vengas a un concierto mío, ya serás belieber.- me miró con una mirada desafiante.
-          Ya claro, y One direction y Zac Efron van a ser mis fans número uno.- dije irónicamente. Aunque lo que había dicho él era más probable que lo que había dicho yo.
-          De los sueños se vive.- rió.
-          Soy una soñadora.- suspiré en una sonrisa mientras Justin me cogía de la mano, mientras que con la otra llevaba el volante.
Estábamos casi enfrente de mi casa, el tiempo había pasado volando. Eran ya las doce del mediodía, justo la hora que tenía pensado llegar. Ahora solo faltaba encontrar un aparcamiento.
-          ¿Por qué no lo metes en el garaje?- le pregunté mirando hacia mi casa y la suya ya que estábamos enfrente.
-          Me he dejado las llaves.- miró también por la ventanilla.
-          Mételo en el mío.- le ofrecí.
-          Que va, lo dejo en la calle.- se negó Justin.
-          Venga, mételo en mi garaje Justin.- le insistí.
-          Estará el de tu padre, no quiero molestar.- se excusó mi novio.
-          Tu eres tonto.- le di una colleja, pero floja- ¿qué vas a molestar? Mete el coche en el garaje ya.
-          Esa bien cielo.- sonrió.

Rebusqué en el bolsillo de mi pantalón y saqué las llaves que tenía. Había un llavero donde estaban las llaves de casa, las del garaje, unas que no tenían ni idea de que abrían y otras pequeñas que deberían abrir candados.

Abrí la puerta del coche y salí de él dirigiéndome a la puerta de mi garaje para abrirlo. Cada paso que avanzaba estaba más nerviosa, incluso hubo un momento en el que creí que las piernas me estaban fallando. Suspiré, cerré los ojos e intenté tranquilizarme mientras me agachaba para introducir la llave en la cerradura de la puerta del garaje. Odiaba abrir la puerta del garaje, siempre me costaba una eternidad abrirla, necesitaba fuerza para hacerla girar y a veces no tenía la suficiente. Al fin conseguí que la llave girase, pero la gran puerta no se abría. Tiré hacia arriba con todas mis fuerzas. Nada. Giré la cabeza, el coche de Justin se dirigía hacia la puerta. Me levanté frustrada, era imposible abrir esa puerta. La miré con desprecio, como si sirviera de algo, le di una patada, estaba completamente enfurecida. Me ponía de los nervios esa maldita puerta, enserio. Volví a darle otra patada, con tan mala suerte que la puerta esta vez sí respondió, se abrió hacia arriba tirándome a mí por el suelo. Caí de culo, por suerte no me había hecho mucho daño. Escuché como se cerraba de un portazo la puerta de un coche, seguramente sería Justin.

-          Menuda caída, ¿estás bien cielo?- dijo agachándose hacia mí.
-          Ay…- me levanté con su ayuda- mi culo.- me froté la parte dolorida.
-          Pfr…- se intentó contener la risa, pero no pudo.
-          No hace gracia, Just.- le empujé amistosamente.
-          Lo siento, pero es que…- volvió a estallar en carcajadas.
-          Ok.- lo miré mal.
-          Venga cielo, no me digas que no ha hecho gracia.- sabía que si había hecho gracia, por mi mente apareció la imagen de mi misma dándole patadas a la puerta y luego cayendo al suelo de culo. Me reí durante unos segundos de mi misma.
-          Solo un poco.- volví a reír.
-          Voy a guardar el coche.- se acercó más a mí para darme un beso en los labios, pero lo aparté.
-          Ahora no.- miré incómoda hacía dentro del garaje, quién sabe, tal vez mi padre podría aparecer en cualquier momento.
-          ¿Voy a estar todo el día sin besarte?- hizo un pucherito.
-          ¿Solo me quieres para besarme?- bromeé.
-          ¿Qué dices?- frunció el ceño Justin- ¿enserio piensas eso?- al parecer no había captado mi broma.
-          Era una broma.- dije frunciendo el ceño yo también.
-          Oh.- enrojeció Biebs.


No respondí, ¿Cómo podía llegar a pensar Justin que yo pensaba enserio que solo me quería para eso? Él tampoco volvió a decirme palabra, se dirigió hacia el coche y entró dando un portazo. Vale… ¿estaba enfadado? Hice una mueca de confusión y me eché a un lado para que Justin pudiese pasar con el coche. Me crucé de brazos, estaba molesta, me molestaba que se enfadase por ¿Nada? Tal vez era yo que estaba sacando concusiones demasiado rápido. Justin avanzó con el coche hasta entrar en el garaje. Antes de entrar bajé la puerta del garaje y saqué la llave, había olvidado sacarla. Me agaché para entrar y así no tener que volver a estar subiendo y bajando la puerta, me daba pereza. Cerré la puerta sin problemas, sonreí victoriosa una vez me había guardado las llaves en el bolsillo.

Busqué el interruptor de la luz, estaba al lado de la puerta, cliqué en él pero la luz no se encendió, volví a clicar, repetí el mismo gesto unas diez veces, nada. Estábamos a oscuras.

-          Perfecto.- le di una patada a la puerta.
-          Esta vez no es culpa de la puerta.- rio Justin- hoy estás agresiva.
-          Estoy nerviosa.- le confesé.
-          Tonta.- me abrazó por detrás- estás muy agresiva.- rio nuevamente, yo me giré hacia él y me colgué de su cuello mientras él posaba sus manos en mi cintura.
-          Tengo días.- acompañé sus risas. Me incliné más hacia él y besé sus labios lentamente.
-          Pensaba que no me besarías durante todo el día.- me apegó más a su cuerpo.
-          No puedo resistirme.- me encogí de hombros.

Justin fue a besarme, pero en ese momento volvió la luz. Ahora lo recordaba, mi padre me había explicado que se había ido la luz o que había habido problemas técnicos en la urbanización, algo de eso. Just seguía pidiéndome un beso, pero escuché unos pasos que se dirigían hacia el garaje desde dentro de la casa. No pude resistirme y le di un corto beso a Justin. Nos separamos justo cuando la puerta que daba a dentro de la casa se abrió. Apareció Pattie con mi hermano en brazos y detrás mi padre.

-          Hola.- dijimos Justin y yo al unísono.
-          ¡Oh!- exclamó Pattie al vernos dejando a mi hermano en el suelo- cielos.- corrió a abrazarnos.
-          Mamá, solo hace 5 días que no nos vemos.- dijo con voz pesada Just.
-          ¿Te parece poco?- dijo Pattie separándose del abrazo- estáis guapísimos.
-          ¡Pequeñajo!- corrí hacia mi hermano para abrazarlo. Me agaché y lo abracé con todas mis fuerzas, lo había echado de menos, mucho- que moreno estás.
-          He ido mucho a la piscina.- me dijo contento- estás muy guapa.- dijo con una sonrisa tímida.
-          ¿Sí?- será eso de estar con Justin, que me hace feliz. Pensé- gracias, tú estás muy guapo también. ¡Y has crecido!
-          ¿A que si?- dijo orgulloso.
-          Ya sé, tomas petit suisse.- dije frunciendo el ceño.
-          No, es qué estoy creciendo mucho.- seguía diciendo orgulloso.
-          Jo mamá, que envidia.- se quejó Justin.
-          Yo también tengo ganas de ver a Jaxon y a Jazzy.- dijo Pattie mirándome a mi hermano y a mí.
-          ¿Vendrán pronto?- dijo también mirándonos mi novio.
-          No lo sé cielo.- se encogió de hombros Pattie.
-          ¿No saludas a tu padre?- escuché la voz cálida y dulce de mi papi.
-          ¡Papá!- exclamé tirándome a sus brazos. Lo había echado de menos.
-          ¿También he crecido?- bromeó mi padre.
-          No, pero te ha salido una cana.- miré fijamente a su pelo, era una broma.
-          ¿Qué? ¿Dónde?- dijo frustrado mi padre.
-          Es broma papá.- reí.
-          Hija.- me regañó. Tenía complejo con lo de las canas.


Le sonreí con la mejor de mis sonrisas. Todos entramos para adentro, con la tontería de la puerta del garaje y las saludaciones ya eran la una. Mi hermano empezaba a tener hambre y Pattie y mi padre también. Ellos tenían pensado ir a un restaurante a comer pero a Justin y a mí no nos apetecía mucho, preferíamos ir por la noche, ya que sería cuando les diríamos a nuestros padres que estábamos juntos. Aceptaron el plan de quedarse en casa e ir a cenar fuera por la noche. Así que enseguida se pusieron a hacer la comida.  Me preguntaba de qué deberían hablar mi padre y Pattie cuando estaban juntos. Eran amigos desde hace muchos años así que supongo que de eso, de cosas de amigos. Reí al pararme a pensar sobre lo que estaba meditando. Estaba tan nerviosa que cualquier tema era bueno para distraerse.  

Mi hermano estaba con Pattie y mi padre, decía que quería ver como hacían la comida y ayudar, le había dicho que viniese conmigo y con Justin, pero nada. Me dirigí hacia el salón, Justin estaba estirado en uno de los sofás, tenía los ojos cerrados, estaba totalmente relajado. Sonreí, no se había dado cuenta de que estaba ahí mirándolo. Intenté no hacer ruido al caminar, al llegar a los pies del sofá me lancé encima de él empezándole a dar besos en el cuello.

-          ¿Qué haces?- rio. Estaba loca, sí, lo sé- nos pueden ver.- me susurró.
-          No estamos haciendo nada malo, diré que me he caído.- le dije en el mismo tonto.
-          Claro, y los besos en el cuello son en plan amigos ¿no?- me sonrió.
-          Claro.- puse una pierna a un lado de su cuerpo haciendo lo mismo con la otra. El sofá era lo bastante grande para no caernos.
-          No me provoques.- me avisó Justin con una sonrisa traviesa.
-          No lo estoy haciendo.- me mordí el labio inferior.
-          No hagas eso.- rio.
-          ¿El qué?- volví a morderme el labio.
-          ______(tu nombre).- suspiró.
-          ¿Si Justin?- apoyé cada mano a un lado de su cabeza.

Él sonrió en un suspiró. Se abalanzó sobre mí y me besó con pasión, eso era lo que intentaba conseguir, y lo había conseguido. Sonreí entre beso y beso. Metí las manos debajo de su camiseta acariciándolo dulcemente. Aunque nuestros besos no iban a el compás de mis manos. Just metió sus manos en los bolsillos traseros de mi pantalón. Me apegó más contra su cuerpo, le sonreí, era tan dulce.

-          La comida está lista chicos.- la voz de mi padre nos cortó el rollo.
-          O-ostia.- Justin se asustó y cayó al suelo.
-          Jajajajajajaja.- estallé a risas, no podía parar de reír.
-          No tiene gracia.- se quejó mi novio desde el suelo.
-          Esto me recuerda a algo.- dije vagamente conteniendo la risa.
-           Nos queremos.- rio Just.
-          Demasiado.- seguí sus risas.

Me levanté del sofá de un salto y le tendí la mano para que se levantase. Me la agarró y se levantó en otro salto. Inconscientemente Justin me cogió por la cintura, yo tampoco estaba al caso pero al llegar a la cocina y ver que nuestros padres nos miraban raro nos separamos de inmediato. Vaya descuido.

Nos pusimos a comer de inmediato, también teníamos hambre. La comida no fue nada del otro mundo, hablamos del cumpleaños del Caitlin, de lo que habíamos estado haciendo ahí, obviamente no le mencioné a mi padre lo de mi caída con el caballo, preferí evadir el tema, estaba segura de que se iba a escandalizar. También, durante la comida mi padre intentó poner varias veces la tele, como ya había vuelto la luz quería ver las noticias o no sé qué programa. Como es obvio también Justin y yo no le dejamos ponerla, por si las moscas.

Al acabar de comer decidimos ir un rato al estudio, no por nada en especial sólo para ver a Scooter y a otras personas del Team. Bueno, yo no conocía a nadie del Team Bieber así que tal vez conocería a alguien hoy. Nos despedimos de mi hermano, Pattie y mi padre y salimos fuera de casa. Tardamos un rato en salir, Pattie insistia en llamar a Kenny y Justin se negaba rotundamente, ponía la excusa de que estaba aquí al lado. Pero ella no aceptaba un no por respuesta, al igual que él. Terminó ganando Justin, poniendo la excusa que a la vuelta nos traería Kenny. A la ida iríamos andando. A Justin le daba pereza sacar el coche del garaje y a mí me daba pereza abrir la puerta.

-          Deberíamos haber ido con Kenny.- nunca se sabe lo que puede pasar.
-          Siempre voy con Kenny a todas partes, ahora quiero estar contigo.- me dice cogiéndome por la cintura.
-          Cariño, eres Justin Bieber, no puedes ir solo a ningún sitio.- reí.
-          Al baño si.- me mira orgulloso.
-          No me lo creo.- empiezo a reír.
-          Créetelo.- me da un beso en la comisura de los labios.

Le miré sonriente, él me dedicó otra sonrisa y me derretí. Podría haber muerto en ese mismo momento ¿por qué es tan perfecto? Lo abracé por la cintura y me apegué más a él. Me olvidé de todo en ese momento, no teníamos que ocultar nada, ya se habría enterado medio mundo, así que ¿y qué? Sonreí, estaba feliz.

Seguimos andando en silencio, los dos con una sonrisa en la cara, parecía que solo existía él. La calle estaba desierta, hacía un calor sofocante, normal que no hubiese nadie a esas horas. Solo dos locos como él y yo se nos ocurren esas ideas. Solo por el simple hecho de que él no tiene ganas de conducir y yo no tengo ganas de abrir una miserable puerta. Como siempre digo, estamos hechos el uno para el otro. Sonreí de nuevo, que bien me sentía. Bien, hasta el momento en que vi aparecer a unos cuantos, bastantes paparazzi.

-          Perfecto.- murmuró Justin- cielo, ¿quieres mis gafas?- supongo que me las ofrecía por la luz cegadora de los flash.
-          No, tranquilo.- le sonreí- allá vamos.- cogí aire, suspiré. Contemplé como se acercaba esa masa.



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Holi preciosas, como siempre he tardado en subir, sí, siempre llego tarde a todos sitios. No enserio, es que empieza la época de exámenes y como no soy de sacar dieces pues me estoy preparando y tal. Intento subir otro capitulo el viernes ¿vale? Gracias por las visitas y los comentarios, sois lo mejor, si algún día quereis que os dedique un capítulo solo teneis que decírmelo ¿vale? Seguid comentando, votando la novela y visitando. Disfrutad del capítulo, os amo <3.

1 comentario:

  1. Me encaantoo!! Bueno igual que todos hahaha :) sigueka por favooor!! Es taaaaaaaan dulce Justiin!! *-*

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