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viernes, 1 de marzo de 2013

Nothing like us.{34}


                                                                               

 Mi elección siempre ha sido Justin



No quería una pelea entre Justin y Christian, no quería posicionarme en ningún bando, porque sabía que si se peleaban lo tendría que hacer y es lo que menos quería en esos momentos, tener que elegir.

Llegamos al campo de paintball, estaba un poco a las afueras de Atlanta así que tardamos un cuarto de hora en llegar. Los chicos ya estaban allí, desde fuera los podía ver en la recepción, estaban todos incluido Christian, al verlo un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. Hacía tanto que no lo veía, ¿cuál sería su reacción? ¿Cuál sería la mía? Y lo más importante, ¿cuál sería la reacción de Justin? Me removí incómoda en el asiento del coche, no esperé a que Justin me abriese la puerta y salí. No nos habíamos dirigido palabra en todo el camino, había mucha tensión y todo esto por Christian. Suspiré estresada. Sin esperar a Justin me fui hacia recepción, donde estaban los otros. Al entrar todos se giraron para verme y todos me sonrieron menos Christian como esperaba. Justin llegó al minuto.

-          ¿Problemas en el paraíso?- alzó una ceja Mike.
-          El paraíso está igual de perfecto que siempre.- le contestó Justin mientras me abrazaba por la cintura. Lo miré raro, ¿no estaba enfadado? Tal vez la rara era yo. 
-          Te quiero.- le susurré al oído.
-          Bueno tortolitos, ¿vamos entrando? Aun nos tenemos que cambiar.- nos sonrió Caitlin.
-          Claro.- reí.

Caitlin y yo nos metimos en un vestuario, mientras que los chicos se metieron en otro. No sé de dónde había salido la idea de ir a jugar al paintball, saliese de donde saliese estaba segura de que sería divertido. Me empecé a desvestir para ponerme el mono.

-          ¿Qué tal con mi hermano?- me preguntó Cait rompiendo el silencio.
-          Como siempre, es tan cabezota.- negué con la cabeza.
-          Últimamente está insoportable, no sé qué le pasa.- dijo en un tono de preocupación.
-          Si pudiese hablar con él…- me encogí de hombros.
-          Espero que se le pase pronto.- suspiró mi amiga.
-          Eso espero yo también.- hoy hablaría con él.
-          Cambiando de tema, ¿qué tal con Justin?- me preguntó de más buen humor.
-          ¡Mejor imposible! Ayer me dio una sorpresa…- le conté todo lo que pasó ayer por la noche.
-          Entonces, ¿cuándo le darás la canción?- preguntó acerca del dueto.
-          Pues no lo sé, quiero que sea bonito y especial ¿sabes?- el problema era que no sabía que podía hacer.
-          Ya se nos ocurrirá algo, ¿vamos?- dijo saliendo del vestuario, ya estábamos cambiadas.
-          Claro.- le cogí la mano y salimos hacia el campo de paintball.

Los chicos ya estaban fuera, y les estaban dando las instrucciones de cómo jugar. Las instrucciones eran estas: habían dos equipos, cada equipo tenía cuatro personas (como faltaba una persona en un equipo la instructora se ofreció voluntaria para completarlo), un equipo era el azul y el otro el rojo, el azul tenía que coger la bandera del equipo rojo y llevarla a la base y el equipo rojo tenía que coger la bandera del equipo azul y llevarla a su base. Simple. Nos pusimos las máscaras y cogimos las “pistolas de paintball”, el juego acababa de empezar.

En mi equipo éramos: Chaz, Caitlin, Justin y yo y en el otro estaban Christian, Ryan, Mike y la instructora que era un poco más grande que nosotros. Empezamos a movernos, por el campo Chaz y Caitlin se quedaron vigilando la bandera azul, mientras Justin y yo avanzábamos para conseguir la bandera roja (nosotros éramos el equipo azul). Era tan divertido, parecía que estábamos en una “guerra” de verdad.

-          Christian y la instructora se han quedado vigilando la bandera.- me susurró Justin.
-          ¿Cómo se llama la instructora?- no le había preguntado a ella, tal vez él lo sabría.
-          Ni idea.- se encogió de hombros.
-          Yo voy a por Christian y tú a por ella.- planeó mi novio.
-          Las bolas de pintura, ¿hacen daño?- pregunté preocupada.
-          Un poco.- me contestó él sonriendo- a la de tres.- me avisó-una, dos… y tres.

Salimos de dónde estábamos escondidos y empezamos a correr y a disparar bolas de pintura. La verdad es que me daba un poco de miedo, era la primera vez que jugaba al paintball y siempre me han dicho que las bolas que te tiran y tiras dejan moratones, ahora comprobaría si era verdad.

Justin y Christian se empezaron a disparar, yo creía que entre ellos estaba todo bien, pero al parecer Chris estaba igual de frío con Justin. Mientras nos escondíamos por diferentes partes del campo, la instructora y yo iniciamos una pequeña batalla entre ella y yo, era divertido. Consiguió tocarme con las bolas unas cuantas veces, y sí cuando te daban te dolía, no mucho, pero te dolía.

Conseguí llegar a la bandera roja, ahora solo me faltaba llevarla a nuestra base, sería fácil. Empecé a correr como una loca, Christian y la instructora (que aún seguía sin saber su nombre) me perseguían, yo ya ni me dignaba a esconderme para que no me tocasen con las bolas de pintura que me disparaban. Solo tenía en mente correr y correr, se me hacía difícil ya que no paraba de reír, no sé qué me resultaba tan gracioso pero no podía parar de reír. Conseguí llegar a la base, así nuestro equipo ganó el juego.

-          ¿Dices que no has jugado antes?- Ryan me miró alzando una ceja.
-          Pura suerte.- me encogí de hombros.
-          Suerte, claro.- rio él.
-          ¿Vamos a cambiarnos?- me propuso Caitlin.
-          Claro.- le sonreí- estoy deseando quitarme toda esta pintura de encima.
-          ¡Y que lo digas!- dijo mi amiga mirándose el cuerpo que estaba lleno de pintura de diferentes colores- nos vemos fuera chicos.
-          Hasta ahora.- se despidieron ellos.

Volvimos a los vestuarios dónde nos habíamos cambiado antes, nos dimos una ducha rápida y nos vestimos. http://www.polyvore.com/feel_it/set?id=72950059 (Así es como iba yo)

-          ¿Sabes? Había tensión entre Chris y Justin.- le expliqué a Caitlin.
-          ¿Sí?- me dijo sorprendida- casi nunca se pelean.
-          No se han peleado, solo había tensión.- me encogí de hombros.
-          Ahora que está aquí deberías hablar con él.- me aconsejó mi amiga.
-          Es lo que pensaba hacer.- sonreí- por cierto ¿sabes que mañana voy al programa de Ellen?- le dije con tranquilidad.
-          ¿QUÉ?- abrió los ojos como platos- llévame contigo, llévame contigo, por favor.- me suplicó.
-          Es lo que pensaba hacer.- estallé a carcajadas al ver su reacción.
-          ¿Enserio?- dijo ilusionada.
-          Claro.- dije igual de motivada que ella.
-          ¡Te quiero, eres la mejor!- se abalanzó sobre mi asfixiándome con su abrazo.


Después de ese gesto de cariño recogimos nuestras cosas y salimos a recepción, nos despedimos y nos reunimos con los chicos que ya estaban a fuera. Solo que no estaban todos, faltaban Justin y Christian.

-          Chicos, ¿dónde están Chris y Justin?- pregunté al no verlos.
-          Se estaban cambiando.- me contestó Ryan.
-          ¿Cuánto hace de eso?- pregunté preocupada, ¿Justin y Christian solos? Nada bueno.
-          Hace un buen rato.- me contestó mirándome extrañado.
-          Ahora vuelvo.- dije corriendo hacia dentro otra vez.
-          No entrarás en el vestuario de los chicos ¿verdad?- me preguntó Ryan alzando la voz para que lo escuchase.
-          Es exactamente lo que voy a hacer.- dije sonriéndole.

Deprisa entré en recepción, busqué los vestuarios de los chicos tendrían que estar más o menos cerca del de las chicas. Vi una puerta con el típico dibujito del hombre en negro la abrí sin pensármelo dos veces y…Mierda ese era el baño de los chicos. Cerré la puerta rápidamente, no quería que algún chico saliese y me viese ahí. Empecé a dar vueltas por las instalaciones y por fin, encontré el vestuario de los chicos, sin pensármelo dos veces entré. En el vestuario solo estaban Christian y Justin y para mi sorpresa estaban discutiendo.


-          ¿Pero qué dices? Yo no la dejé tirada con la lluvia.- le gritó Christian a Justin.
-          ¿Qué no? Ayer cuando fue a tu casa a buscarte llovía a mares y no la dejaste ni pasar.- le contestó Justin en el mismo tonto. Ni se habían enterado que estaba allí.
-          ¿Qué?- preguntó desconcertado Christian- no vi que lloviese.- dijo algo más tranquilo.
-          Le podría haber pasado algo.- Justin estaba histérico. Me sentía un poco tonta al estar ahí y estar escuchando todo lo que decían sobre mí, más que tonta me sentía una cotilla.
-          ¿Y crees que aunque no le hable no me importa?- le gritó nuevamente Christian- estoy seguro que me importa más que a ti.
-          ¿Pero cómo puedes decir eso?- Justin subió más el tono tenía que intervenir ya.
-          Yo siempre he estado ahí para ella, siempre he estado a su lado.- le reprochó Christian a Justin.
-          Te equivocas, ahora ya no estás.- esa conversación me parecía estúpida, ¿qué más daba si alguna vez me habían fallado? Todo el mundo se equivoca, yo también he decepcionado a personas.
-          Si no estoy es porque te ha preferido a ti antes que a mí.- ¿cómo podía decir eso?
-          ¡Parad!- les grité cerrando la puerta.- ¿Qué decís? Yo no prefiero a nadie, tú eres mi amigo y Justin es mi novio.- aunque también mi amigo- os quiero de formas distintas y porque os quiera de forma diferente a cada uno no significa que quiera más a Justin o te quiera más a ti.
-          Lo que me jode es que no sé qué tiene él que no tenga yo.- vale… ya sabía por dónde iba ese tema- hace dos años te dije que te quería y me rechazaste, lo acepté. Pero ahora que estás con él no lo entiendo.
-          Éramos unos críos, no sabía lo que quería, siempre te he visto como un hermano Christian.- me encogí de hombros- entiéndeme.- le pedí.
-          Te entiendo, pero tú entiende también que te quiero y que no puedo ser tu amigo si aún no me he olvidado de ti- más claro no me lo podía haber dicho.
-          Parece que aquí sobro.- Justin estaba pálido, mierda, me había olvidado que estaba ahí- seguid a lo vuestro.- dijo y se fue.
-          ¡Justin!- le grité, dios, se me estaba formando un nudo en la garganta, pero no era momento para llorar- espera.- intenté detenerlo pero fue inútil, genial, ahora él también estaba enfadado.
-          Lo siento.- se disculpó Christian.
-          No es culpa tuya.- me dejé caer en el suelo. Era agotador estar discutiendo con dos personas a las que quieres.
-          Entiende lo que te he dicho.- me dijo sentándose a mi lado.
-          Y tu entiende que no quiero elegir.- aunque mi elección por duro que fuese decirlo y escucharlo, siempre había sido Justin.


¿Qué había hecho tan mal? Tal vez no me había explicado bien con Christian o tal vez no era del todo mi culpa. Christian había confundido amistad con “amor” y no lo culpo por eso, todos somos humanos y a todos nos ha pasado alguna vez. La culpa también era mía, por ser egoísta por querer tener a mi lado a una persona que se quiere olvidar de mí y así hacerle daño a otra. Dios que lío, ¿por qué tenía que ser tan complicado todo? A veces me gustaría tener un botón de pausa para poder detener el tiempo, pensar y luego reaccionar. Pero no es posible, así que tenía que afrontar mis problemas yo sola. Lo que pasaba es que no sabía que hacer ¿y si me equivocaba? No quería hacerle daño a Christian pero tampoco quería perderlo.

Me abracé a mis rodillas y hundí mi cara entre ellas. Había olvidado por completo que estaba en un vestuario de chicos, pero que más daba, allí parecía no entrar nadie. Por sorpresa Chris me abrazó por los hombros.

-          Siento haberme comportado como un niñato.- se disculpó.
-          Yo siento haber sido una egoísta.- levanté la cabeza y le sonreí.
-          Siento que te hayas peleado con Justin.- con el pulgar me limpió una lágrima que se me había escapado.
-          No es culpa tuya.- me encogí de hombros- ya hablaré con él.
-          Bueno, creo que no siento nada más.- empezó a reír.
-          Sí, dejemos de disculparnos.- seguí sus risas- te prometo que pasaré más tiempo contigo y que no me mostraré tan cariñosa con Justin cuando estés delante, pero por favor, que siga todo como antes.- le pedí.
-          Me conformo con lo primero.- me sonrió- me acostumbraré a lo segundo.
-          Anda vamos.- me levanté y luego le tendí la mano.
-          Ya se habrán ido.- me miró frunciendo el ceño.
-          Ahora tengo un guardaespaldas.- reí y tiré de su mano para que me abrazase.

Echaba de menos esos abrazos, había echado de menos nuestras locuras, había echado de menos a Christian en general. Esta discusión había tenido algo bueno, mi reconciliación con él, pero también había tenido algo malo, una pelea con Justin ¿qué le había sentado tan mal? Tendría que hablar con él lo más pronto posible, no quería que estuviese enfadado conmigo. Me separé del abrazo de Christian y salimos en silencio hacia afuera, como era de esperar no había nadie. Nuestros amigos nos querían, nos querían mucho. Christian y yo nos miramos serios ¿qué íbamos a hacer? De repente estallamos a risas, ¿qué íbamos a hacer? Seguro que alguna locura.

-          Genial, ¿qué hacemos?- seguí riendo como una loca.
-          Vamos andando.- dijo siguiendo mis risas.
-          ¿Estás loco?- lo miré sorprendida- estamos casi a las afueras de Atlanta, queda muy lejos de casa.
-          Entonces, ¿qué hacemos?- preguntó mirando a su alrededor.
-          Llamaré a mi padre o a Liam.- rebusqué en mis bolsillos para buscar mi móvil- mierda.- dije al darme cuenta de que aún no tenía móvil.
-          ¿Qué pasa?- me miró raro Christian.
-          No tengo móvil.- me eché manos a la cabeza.
-          Yo tampoco he traído.- dijo tocándose los bolsillos.
-          Vamos bien.- negué con la cabeza preocupada, no quería estar ahí toda la tarde.
-          Entonces, ¿prefieres mi propuesta de ir caminando?- rio- hay un camino de tierra que sigue la carretera y llega hasta alguna calle de la ciudad.
-          ¿Hay otra forma?- ya conocía la respuesta.
-          Esperar hasta que se den cuenta de que no tenemos carnet de conducir ni coche.- se encogió de hombros.
-          ¿Dónde está ese camino?- accedí.

Christian rio, me dijo que lo siguiera y empezó a caminar hacia la salida del parking. Lo seguí, ¿cómo sabía él que había un camino hasta esas calles? No pregunté y seguí caminando en silencio. A los minutos salimos del parking y nos adentramos en un camino de tierra, que como había dicho Christian seguía la carretera. Me daba la sensación de que íbamos a tardar demasiado, si en coche más o menos eran unos diez minutos o cuarto de hora caminando serían horas y mi padre me mataría si llegaba muy tarde, además no teníamos móvil para avisar a nadie, que desastre. ¿En qué pensaban nuestros amigos? Cuando los viese hablaría con ellos, si es que los llegaba a ver, porque al paso que íbamos.

-          Está lleno de mosquitos.- me quejé y los empecé a apartar dando manotazos en el aire.
-          ¿Qué te esperabas? ¿Un camino lleno de rosas?- negó con la cabeza riendo.
-          Me van a picar.- lo miré haciendo un pucherito- encima, me voy a ensuciar la ropa y me encanta lo que llevo puesto.  
-          ¿Tú quieres volver a casa o no?- me dijo serio.
-          Si…- puse los ojos en blanco.
-          Pues venga, aligera el paso.- me ordenó.
-          Que mandón te has vuelto.- puse los ojos en blanco.


Aligeramos el paso y empezamos a hablar de todo un poco. Aunque estaba mosqueada con los chicos Christian me mejoró mucho el humor. Hacía tiempo que no pasábamos una tarde juntos, debo confesar que me sentía un poco incómoda sabiendo que él me quería como algo más que una amiga pero parecía que todo estaba igual que antes. Solo que ahora se me haría raro estar con Justin y Christian a la vez, porque estando Christian delante no quería ser muy cariñosa con Justin y estando Justin delante no quería demostrar mucho afecto hacia Christian por si pensaba mal. Que líos.


-          ¿En qué piensas?- me preguntó Christian mirándome fijamente.
-          Eh…- fruncí el ceño- nada.
-          Vamos dime, ¿qué te preocupa?- me sonrió tiernamente.
-          ¿Preocuparme?- lo miré raro- n-nada, n-no sé.- tartamudeé, ¿cómo sabía que estaba preocupada?
-          Sé que estás preocupada.- dijo adivinando lo que pensaba.
-          A ver adivino, ¿cómo lo sabes?- alcé una ceja y lo miré de arriba abajo.
-          Siempre que estás preocupada y le estás dando muchas vueltas a algo no paras de fruncir el ceño- me señaló entre las cejas, volvía a tener el ceño fruncido- y además cuando te preocupas siempre te muerdes las uñas.
-          Vaya.- me conoce más que yo, no me había dado cuenta de que hacía todo eso- me intimidas.- reí.
-          Venga, ¿qué te preocupa?- me empujó amistosamente.

Tal vez era porque estaba un poco pava o tal vez era porque ese pequeño empujón me había pillado desprevenida, pero la cuestión es que perdí el equilibrio y justo fui a parar a un charco de barro, genial había manchado uno de mis pantalones favoritos, al igual que las Vans. Miré hacia Christian, este me miraba sorprendido y a punto de estallar a carcajadas. En pocos segundos Christian ya había estallado a carcajadas, no podía parar de reír, yo seguía en el suelo con cara de tonta. Christian siguió riéndose, tanto, que se acabó tirando por el suelo. Mientras se seguía riendo de mi me levante del suelo y cogí barro, me daba igual ensuciarme más. Me puse encima de él y le restregué el barro por la cara. Tal vez creáis que me había pasado un poco, pero no. Christian sabe que si se ríe de mi cuando lo estoy pasando realmente mal (como en este caso) las consecuencias no serán buenas.

-          ¿Qué haces? ¡LOCA!- gritó Christian intentándose tapar.
-          Por reírte de mí y no ayudarme, ahora estamos en las mismas.- reí mientras seguía restregándole el barro.
-          Eres una vengativa rencorosa.- al fin se deshizo de mí y logró levantarse del suelo.
-          Parece que tengas las cejas juntas.- estallé a carcajadas señalando la zona.
-          ¿Quién se está riendo ahora de quién?- me miró mal Chris.
-          Lo siento, lo siento.- me aguanté la risa- dios no puedo ir así por la calle.
-          No te ve nadie.- Christian me miró raro.
-          Pero me verán.- hice un pucherito y me puse a caminar de nuevo.
-          Yo te cubro.- me sonrió.
-          Pero si tú vas igual que yo.- se me escapó una pequeña risita.
-          Si no me hubieses manchado.- puso los ojos en blanco.
-          Ha sido divertido.- me excusé- ¿no?- Christian me sonrió como signo de afirmación.


***


Eran las ocho de la tarde, habíamos tardado dos horas en llegar, ¡dos horas! Tenía la esperanza de que mi padre no estuviese en casa, con suerte aun estaría en el partido o en algún otro sitio con Alex. Estaba en la puerta de mi casa, Christian me había acompañado hasta ahí para después irse a su casa. Abrí la puerta del jardín, desde afuera parecía que la casa estaba muy tranquila, fui avanzando hasta llegar a la puerta principal, la abrí y colgué las llaves en una pequeña estantería especialmente para colgar llaves. Me quité las zapatillas y entré con cuidado, no quería manchar toda la casa.


-          ¿Hola?- grité para saber si había alguien en casa, pero solo me respondió mi eco- menos mal.- suspiré aliviada al ver que no había nadie en casa.

Bajé al sótano para quitarme la ropa sucia y ponerla en la lavadora para lavar. Me quedé en ropa interior. Subí corriendo hacia mi habitación y me metí en la ducha. Era agradable poder quitarse todo ese barro de encima. Había sido una tarde bastante cansada, Christian por fin me hablaba y parecía que de una vez por todas ya estaba totalmente arreglado, Justin se había enfadado, aún no sé muy bien por qué pero tendría que hablar con él.

Salí de la ducha después de estar un buen rato debajo del agua reflexionando sobre todo lo que había pasado y, me puse el pijama ya que no iba a salir a ningún sitio, encendí el portátil y salí de mi habitación para ir al salón. Una vez abajo me acorruqué en el sofá y puse el portátil encima de mis rodillas abrí mi Twitter y antes de que pudiese ver cuantos seguidores tenía sonó el teléfono de casa.

Me levanté corriendo para cogerlo pero cuando lo fui a coger solo era un mensaje del contestador, bueno, había bastantes mensajes.

-          Hola cariño, soy papá si escuchas esto quiere decir que ya estás en casa- rio- solo quería decirte que vamos a salir a cenar al Mc Donald si quieres venirte estaremos allí sobre las ocho y media, adiós un beso, cuídate.”- vale, ¿en cuál de los veinte Mc Donald está? Descolgué el teléfono, marqué su número de móvil y lo llamé.
-          ¿Papá?- pregunté una vez hubo descolgado el móvil.
-          Dime cielo.- me contestó.
-          ¿En cuál de los veinte Mc Donald que hay en Atlanta estás?- reí.
-          Vaya, se me había olvidado decírtelo.- siguió mis risas.
-          Da igual, tampoco me apetece ir, ya me he puesto el pijama.- le expliqué.
-          ¿No vas a salir con Justin ni nada?- me preguntó extrañado.
-          Mmm… no.- le contesté secamente.
-          Vale, te traeré chocolate.- rio mi padre.
-          ¡Oye, que no estoy deprimida!- me quejé- me apetece estar en casa, solo eso.
-          Vale, te velo luego cielo.- se despidió mi padre riendo.
-          Hasta luego papi.- reí y colgué.

Negué con la cabeza mi padre siempre lo solucionaba con chocolate. Me acuerdo cuando era pequeña, siempre que me caía o no me salía bien algo y lloraba me ofrecía chocolate y aunque no lo parezca los problemas se esfumaban. Lástima que ahora eso ya no funcione, ahora tengo que enfrentarme a mis problemas. Iba a ir al sofá otra vez, pero vi que en el contestador había más mensajes.

-          “Hola ______(tu nombre), soy Taylor, verás, te llamo para decirte que te he estado llamando al móvil estos días pero no me lo has cogido, quería saber si todo va bien.- vaya, es verdad, me tengo que comprar un móvil- también te quería decir que iré a Atlanta a finales de septiembre, un beso.- ¿lo debía llamar o mejor esperar? Pero, ¿esperar a qué? Opté por llamarlo.
-          Hombre lobo.- esas palabras me traían tantos recuerdos, pero ya era pasado.
-          ¿Quién me llamaba así?- escuché la risa de Taylor por el otro lado del teléfono.
-          Una loca.- reí- acabo de ver tu mensaje, mi móvil está estropeado. Cuando me compre uno nuevo te aviso.
-          Me parece bien.- sentí como sonreía.
-          ¿Todo bien?- le pregunté vagamente.
-          Sí, genial.- qué raro es hablar con tu ex- ¿tú que tal?
-          Todo bien.- me encogí de hombros.
-          He escuchado tu nueva canción, tienes una voz asombrosa, enserio.- me alagó.
-          ¿Enserio?- sonreí- muchas gracias, mañana voy al programa de Ellen.- le expliqué.
-          ¿De verdad?- dijo sorprendido- yo estuve allí, es muy divertido.
-          Seguro.- sonreí- oye, te tengo que dejar aún tengo que cenar y todo, te llamo otro día.- me despedí.
-          Suerte para mañana, adiós.- se despidió y colgó.


Esta vez sí, volví al sofá y abrí de nuevo el Twitter, inicié sesión en mi cuenta y me llevé una sorpresa, tenía más de cinco millones de seguidores ¿qué había pasado ahí? Tenía muchas menciones, wow. Contesté a bastantes y retwitteé mucha más. Me parecía increíble todo. Me puse a escribir tweets agradeciendo a todo los que me apoyaban, también twiteé lo que había hecho a lo largo del día. Cuando acabé de conectarme a todas las redes sociales que tenía cené y me fui a la cama, mañana sería un nuevo día


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Hooooooli guapas, pues nada el capítulo 34 espero que os guste. Sé que dije que subiría el domingo pero se me pasó la tarde, esta semana he tenido examenes y he intentado escribir lo más rápido que he podido pero no tenía mucho tiempo. He hecho el capítulo un poco más largo intentaré subir el fin de semana pero no sé si podré ya que la semana que viene la tengo llena de examenes, quiero que se acaben ya! 
Dejando los temas aburridos y mi vida, ¡¡HOY ES EL CUMPLE DE JUSTIN!! Joder, nuestro bebé se hace grande, después haré una entrada en el blog escribiendo algo bonito, bueno nada, solo eso. Os loveo mucho <3. 

4 comentarios:

  1. Me encantaaa!! pero no quiero que Just se enfade conmigo!! Después de todo no era mi culpa! Sube pronto guapa! Y gracias por comentar en mi novela

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  2. Poooorrffaaavoor SIIIGuiuiiieenteee pasaate por mi novee
    Pilaraynanadominguez.blogspot.com.es

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  3. Me encantó!!!!! Ai me dió al principio muchísima pena por Chris pero menos mal que ya se arregló. Lo malo es que ahora quien me da pena es Justin! :/ Jupe soy muy sensible, no puedo ir así por la vida xD hahaha buenooooo siiigueeee porfavoreee!!! :)))) =D

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  4. wwwaaaaaaa me encanto puedes creer que me lei tu nove en solo 2 dias wooowww
    hola, soy Andrea y vivo en Ecuador tengo 14 y soy ultramegaarchirecontra que belieber desde finales del 2009 seepp espero con ansias un nuevo capii, un abrazo spicologico, bye
    XOXO

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