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lunes, 1 de octubre de 2012

Nothing like us. {08}


Con el tiempo aprendí que no a cualquiera se le llama amigo.




Me desperté a causa de los rayos de sol que entraban por mi ventana. Miré el despertador de la cama y eran las 10 y media, buena hora para levantarse. Me incorporé en la cama, hoy no tenía ningún plan hecho, así que como hacía tiempo que no quedaba con los chicos decidí enviarles un mensaje a cada uno, menos a Justin. A él lo pasaría a ver más tarde.

Cogí el móvil y tecleé: Bueno chicos, he pensado que como hace mucho que no pasamos tiempo juntos podemos ir a la playa, han pasado dos semanas de verano y no he ido ningún día, estoy blanca,  no, lo siguiente. Así que a la playa a pasar todo el día se ha dicho, a las 12 en mi casa, lo siento por avisar tan tarde os quiero.

Difundí el mensaje entre Caitlin, Ryan, Chaz y Christian. Dejé el móvil encima la mesita de noche y me incorporé en la cama vagamente. Di un pequeño salto para bajar de ella y me dirigí al armario para sacar la ropa que me pondría hoy. Suponía que todos vendrían a la playa así que dejé el bikini y la ropa encima de la cama para luego cambiarme.


Antes de salir de mi habitación para ir a desayunar rebusqué entre los pantalones de pijama y saqué uno corto y negro. Me lo puse y bajé las escaleras dirigiéndome a la cocina. Estaban Alex y papá, empezando a desayunar.

-          Buenos días guapos.- le di un beso a cada uno y me senté en un taburete enfrente de la encimera.
-          Buenos días.- dijeron al unísono sonriendo.
-          ¿Quieres un bol de cereales?- dijo mi padre desde la nevera.
-          Si me lo preparas.- reí vagamente mientras estiraba los brazos hacía arriba.
-          Ya lo tienes echo, vaga.- me dejo el bol y una cuchara encima de la encimera.
-          Gracias ¿alguna vez te he dicho que eres el mejor padre del mundo?- pestañeé varias veces y reí.
-          Boing, boing.- dijo Álex con la boca llena.
-          Oye, ¿a ti no te han dicho que no se habla con la boca llena? marrano.- me levanté del taburete y me dirigí hacía mi hermano. Giré su taburete haciendo que me mirara- con que pelota ¿eh?

Empecé a hacerle cosquillas, pero Alex no se reía, casi nunca conseguía aguantarse la risa, así que seguí haciéndole cosquillas por las costillas, por los pies, por el cuello, etc.

De repente oí una gran carcajada y con ella un montón de cereales y leche se estamparon en mi camiseta. Ahí tenía la respuesta del porqué Alex no se reía, tenía la boca llena y no me quería echar la comida encima, pero al fin y al cabo mirad.

Mi padre había visto toda la escena y en vez de ayudarme a limpiar reía como un loco tomando su café de todas las mañanas. Yo seguía mirando mi camiseta, ahora empapada Alex me miraba a mí, empecé a reír por lo que acababa de pasar y Alex siguió mi risa al igual que papa.

-          Recuérdame que nunca más vuelva a hacer eso papa.- reí de nuevo- voy a cambiarme.

Mi padre asintió aun riendo al igual que Alex parecía que les iba a dar algo. Negué con la cabeza, subí las escaleras de dos en dos y entré a mi habitación eran las once de la mañana y en una hora había quedado con los chicos, tenía que ducharme, cambiarme, avisar a Justin y miles de cosas más. Lo primero de todo sería avisar a Justin, ya que si lo hacía más tarde probablemente no le daría tiempo a nada.

Cogí mi iPhone y salí al balcón de mi habitación, Justin no estaba en él así que le envié un Whatsapp para que saliera. En dos minutos ya estaba fuera, y como no sin camiseta.

-          Buenos días.- dijo sonriente apoyándose en la barandilla de su balcón.
-          Buenos días feo.- respondí con otra sonrisa- tengo una propuesta para ti, y no me puedes decir que no.
-          ¿Qué es?- dijo curiosamente.
-          ¿Te apetece venirte a la playa hoy? Vamos a estar todos, los de siempre vamos.- sonreí ampliamente, me hacía ilusión volver a estar todos juntos.
-          Es que tengo planes con Selena.- y ahí mi ilusión cayó por los suelos.
-          Perfecto.- me giré para irme pero su voz me detuvo.
-          Espera, no te enfades por favor.- me giré para mirarlo y suspire.
-          ¿Cómo quieres que no me enfade? Solo te estoy pidiendo que pases un día con todos nosotros, y prefieres pasar el día con ella.
-          ¿Y tu que harías en mi situación?- cruzó sus brazos y los apoyo nuevamente en la baranda del balcón.
-          Yo estoy en tu situación. Taylor me ha llamado miles de veces esta mañana y ayer y no le he cogido el teléfono porque yo a mis amigos los tengo como prioridad, no como opción.- y era cierto tenia bastantes llamadas perdidas de Taylor, sabia que si se lo cogía quería venir con nosotros, y a mi no me molestaba en absoluto, solo era que quería pasar un día entero los seis juntos.
-          ¿Enserio crees que os trato como una opción?- las palabras de antes habían sido algo duras, pero me da rabia lo que hace.
-          No es que lo piense Justin, es lo que haces, o al menos lo que estas haciendo ahora, yo he preferido pasar el día con vosotros a estar con mi novio.
-          Tienes razón, pero ya he hecho planes con Selena y si los cancelo va a querer venir con nosotros.
-          Pues no le digas nada.- me encogí de hombros.
-          Tampoco quiero hacer eso.- dijo encogiéndose de hombros él.
-          Pues se lo explicas y si no lo entiende tal vez es que no sea tan buena para ti ¿no crees?
-          ¿Y tu porque no le dices nada a Taylor?- alzó una ceja esperando mi respuesta.
-          Pues por lo mismo que te pasa a ti.- si se lo decía a Taylor el también querría venir, y tal vez no lo entendería del todo. Me echaría en cara que esta aquí por mi y que hace casi dos días que no nos vemos.
-          A lo mejor es que no es tan bueno para ti.- repitió la frase que anteriormente había dicho yo.
-          Pues se lo decimos los dos, y si no nos entienden que no nos entiendan, mira. Los amigos son los amigos.- acabé resignándome. Él soltó una pequeña risita y asintió- a las doce en tu casa.
-          Está bien, tú y yo vamos en mi coche ¿te parece?- sonrió.
-          Me parece.- le devolví la sonrisa- voy a ducharme, a las doce en tu casa.
-          ¿Te duchas para ir a la playa?- hizo una mueca.
-          Mira mi camiseta ¿te parece una buena excusa?- reí, aun no me había duchado y tenía la mancha de leche en la camiseta.
-          Por lo menos hoy llevas pantalones.- rio él. Yo volteé los ojos y me giré para entrar en la habitación.
-          Por lo menos tengo camisetas.- alejé riéndome.

Miré los mensajes que tenía en el móvil, eran de los chicos y de Cait. Todos habían aceptado ir también les hacía ilusión volver a estar todos juntos.

Yo me encargaba de llevar las bebidas, Cait y Chris traían la comida, Chaz se encargaba de llevarlos ya que era el único que tenía coche aparte de Justin, Ryan traía mas comida y por último habíamos quedado que Justin nos invitara a unos helados, así por la cara. Acabé de acordar algunas cosas con los chicos sobre lo que íbamos a hacer hoy. Empecé a escribirle un mensaje a Taylor. No tenía tiempo para llamarlo, así que le puse esto:
“Taylor siento no haberte contestado, he estado liada y no he tenido demasiado tiempo para ti, y lo siento. Hoy voy a estar todo el día fuera con los chicos, hace mucho que no pasamos tiempo juntos. Sólo espero que me entiendas. Te quiero, besos.”

Hecho esto me metí en el baño y me duché rápidamente. Tenía que preparar muchas cosas y como siempre me faltaba tiempo. Salí de la ducha no me sequé el pelo ni me maquillé. Me puse esto http://www.polyvore.com/cgi/set?id=59945176&.locale=es y salí de mi habitación como un tren. Eran las 11 y media, me quedaba media hora para prepararlo todo.

Cogí un bolso de playa, ahí metí una toalla, aceite solar, gafas de sol, un sombrero de paja y unas cartas. Lo dejé en la encimera, dónde aún estaba el bol de cereales que había olvidado comerme. Pasé a la cocina y del congelador saqué una nevera portátil, ahí puse las bebidas para hoy hielos y vasos. Con eso había acabado de prepararlo todo, dicho a si parece poca cosa, pero en el momento de hacerlo te lleva su tiempo.

Fui al comedor ya que era donde estaban papá y Alex, estaban mirando la tele, precisamente Bob esponja.

-          Papá, que ya eres muy mayor para mirar estas cosas.- reí.
-          Ya, claro. Yo no te digo nada cuando lo miras tú.- y si a veces me ponía a mirar Bob esponja con mi hermano, lo más normal del mundo.
-          Hoy voy a pasar todo el día fuera con los chicos ¿vale?- sonreí mientras me sentaba a su lado.
-          Eso es genial cielo.
-          Si, los echaba de menos.- suspiré con una sonrisa en la cara.
-          ¿Y Taylor?- dijo el cotilla de mi padre.
-          Que cotilla.
-          No es ser cotilla, es preocuparse por ti.- negué con la cabeza y me levanté. Miré la hora del móvil y eran las 12 menos dos minutos.
-          Llego tarde, os veo por la noche.- les di un beso a cada uno, aun sin responder a la pregunta de mi padre. Cogí la nevera y el bolso y me dirigí hacía la puerta- Adiós, os quiero.
-          Pásalo bien.- sentí como se despedía mi padre.

Salí de casa a paso ligero, salí al mismo tiempo que Justin cosa que me hizo gracia. Me dirigí hacía él y dejé las cosas en el suelo.

-          Hola feo.- empecé a hacerme una coleta alta ya que hacía calor y el pelo me molestaba.
-          Que manía tienes con decirme feo.- rio- ¿Qué llevas ahí?- cogió mis cosas y las puso en el maletero del coche, aparcado enfrente de su casa.
-          Pues las bebidas para hoy en la nevera, y en la bolso pues la toalla y bla bla bla.
-          Oh, ¿y la comida?- dijo mientras me abría la puerta del coche.
-          Chris y Cait la traen, Chaz los lleva y trae los vasos platos etc., Ryan trae más comida y tú nos invitas a helados.- me senté en el asiento de copiloto, Justin cerró mi puerta y se sentó en el asiento de conductor- al final hemos quedado todos en la playa a las 12 y media.
-          Pues entonces vamos.- arrancó el coche y empezó a conducir en dirección a la playa. Estaba a unos 15 minutos de donde vivíamos nosotros- y eso de que os invite a unos helados no sé yo, eh.
-          Pues si no, no comes ni bebes. Tu mismo.- lo miré seriamente.
-          Pues si no te dejo aquí mismo y vas a la playa andando, señorita.- hizo que el coche frenara lentamente.
-          ¿Sabes que te quiero?- dije rápidamente.
-          Lo sé.- volvió a acelerar el coche.

Llegamos a la playa en quince minutos, esperamos a que llegaran todos para colocarnos en un sitio. 

Caitlin y los otros chicos llegaron cinco minutos más tarde que nosotros. Buscamos un lugar apartado de la gente para que no montaran jaleo al ver a Justin. Nos pusimos al lado de las rocas, donde normalmente la gente no solía ir. Hicimos un círculo con las toallas de manera que todos nos pudiésemos ver. A mi derecha estaba Justin y a mi izquierda Christian, me esperaba un bonito día lleno de bromas. Cuando Justin y Christian estaban juntos no había quien los parase.  


Todo el mundo empezó a quitarse la ropa para tomar el sol. Yo aún estaba en mi mundo yupi a causa del mensaje que me acababa de llegar. Era de Taylor y se había enfadado. La primera vez que se enfadaba conmigo. Volví a dejar el móvil en el bolso y acto después Justin ya me había cogido para tirarme al agua. Que original.

-          Justin, no, para, para, para, que llevo el sombrero y no quiero que se moje, y llevo dinero encima, por favor Justin.- supliqué para que me dejará en el suelo, pero era en vano- Justin si tu también vas vestido, si quieres tírame después pero ahora no.- volví a intentarlo pero no daba resultado
-          Ostia, no me  he acordado de quitarme la camiseta.

Este chico, no vive en la tierra. Ya se había metido en el agua, pero solo se había mojado hasta por debajo de las rodillas. Me soltó suavemente en el agua, el agua me llegaba por las rodillas y esta era la mía. Me puse detrás de él rápidamente y antes de que pudiera reaccionar lo empujé hacia el agua haciendo que se mojara de arriba a bajo. Salí corriendo de ahí hasta mi toalla, me quité la ropa rápidamente quedándome en bikini. Y a los segundos Justin ya corría hacia mí.

-          Te ha salido mal la broma Biebs.- dijo Christian riendo.
-          Si, a la próxima fíjate en lo que llevas puesto.- rio Ryan esta vez.
-          Mira el lado bueno, mi gorrito no se a mojado.- esta vez reímos todos.
-          No importa, te perdono.- se acercó a mí sonriendo- pero me darás un abrazo ¿verdad?
-          Estas empapado.- fui tirándome hacía atrás.
-          Venga solo un abrazo.- se quitó la camiseta y la dejó encima de su toalla.

Salí corriendo de ahí antes que me cogiera, pero él fue más rápido que yo y me cogió al momento. Me cargó en su espalda como un saco de patatas dirigiéndose al agua. No me quedaba otra que caer en ella, así que esta vez no le suplicaría nada, aun me quedaba dignidad.

-          Dulce venganza.- dijo acercándose más y más al agua.
-          Por lo menos yo voy en bikini.- reí.
-          ¿Y encima te ríes?- se hizo el indignado.
-          ¿Dónde te has dejado la camiseta? Por una vez que llevabas una puesta.- seguí vacilándole.
-          Te crees muy graciosa.

Se sumergió en el agua conmigo encima, estaba fría, muy fría. Normalmente me suelo meter cuando he tomado un poco el sol y empiezo a tener calor.

Salí a la superficie del agua al mismo tiempo que Justin, le sonreí y me apoyé encima de sus hombros para sumergirlo. Pero era muy difícil tenía más fuerza que yo y no me lo ponía fácil. Se separó de mí apoyándose en mis hombros haciendo que me hundiera al segundo.  Pero eso fue un punto a favor mio. Me sumergí un poco más para llegar a la altura de sus pies, los cogí y tiré de ellos haciendo que Justin quedara debajo del agua.

-          ¿Salimos ya?- dije una vez salió a la superficie.
-          Vamos.- me sonrió.
-          Oye, llévame a caballito ¿no?- puse voz de niña pequeña.
-          ¿Y si no quiero?- dijo desafiándome con la mirada.
-          Pues te quedas sin beber.- le seguí el rollo.
-          Y tú sin helado.- contrataco.
-          Pues vale.- seguí.
-          Pues ok.- respondió.
-          Pues que me lleves.- insistí.
-          Pues que no quiero.- se negó.
-          Pues que venga.- seguí insistiendo.
-          Pues que vale.- acabó aceptando.
-          ¿Qué acaba de pasar Justin?- dije riendo.
-          Olvidemos esta conversación.- rio ahora él.
-          ¿Qué conversación?- me hice la loca.
-          Muy bien.- empezamos a reír como tontos, a carcajada limpia.

Me cogió a caballito y me llevo hasta donde estaban los chicos. Me dejó suavemente en la arena y yo le sonreí como signo de agradecimiento.

-          Vaya por fin volvéis.- dijo Chaz cruzándose de brazos.
-          Nos habéis dejado aquí marginados.- esta vez la que se quejó fue Cait.
-          Que celosos.- dije riendo- no os enfadéis.- empujé a Chaz de broma y después a Cait.
-          Si, no es ser celoso, es tener hambre.- bromeó Ryan. Todos empezamos a reír.

Empezamos a comer a las una y media, Chris y Cait habían traído sándwiches, y otras cosas para comer. Yo había traído Coca Cola, Agua y otras cosas para beber, Ryan había traído patatas y cosas para picar. Y Justin nos invitaría a los helados.

La tarde estaba pasando rápida, unas cuantas fans de Justin se acercaron para hacerse fotos con nosotros y que él les firmara unos autógrafos. No habían venido muchas fans por lo que pudimos estar más tiempo hablando animadamente sobre miles de cosas.

Eran las ocho de la noche y la puesta de sol era preciosa, habíamos echo una hoguera y estábamos sentados alrededor de ella. Justin había traído su guitarra, así que empezó a cantar algunos de sus temas, o a hacer covers de otras canciones.

-          Me encanta esta canción, me la se entera.- dije cuando Justin acabo de cantar U Smile.
-          Yo toco y tú cantas.- dijo sonriéndome.
-          Hace tiempo que no canto.- dije mirando hacía el suelo. Eso aun no se lo había contado.
-          ¿Qué?- estaba anonado. Dejo la guitarra tumbada en la arena y se levantó- ¿Cómo que no cantas? ¿Estás loca?
-          Bro, tranquilízate.- Christian estaba intentando calmar de alguna manera a Justin.
-          ¿Qué me tranquilice?- me miró directamente a los ojos y suspiro- creía que era lo que más te gustaba, lo que nunca dejarías por nada.- y dicho esto, se fue.
-          Justin espera.- grité.

Me levanté rápidamente y lo seguí. Había echo mal en no contárselo, nuestra infancia era básicamente eso, cantar, cantar y cantar. Y juntos lo hacíamos de maravilla. Pero él se fue. 

Justin seguía caminando, y parecía que no tenía intención de parar. Nos habíamos alejado bastante del grupo.


-          Justin, escúchame.- grité- para.
-          ¿Qué?- dijo parándose enfrente de mi.
-          Que me escuches.
-          Habla.- Justin estaba siendo frío, pocas veces se enfadaba y esta era una de las pocas.
-          Dejé de cantar cuando te fuiste, no me veía con ganas, tú eras mi apoyo y sin ti no era igual. Sabes que me encanta cantar, y nunca lo hubiese dejado de hacer si me hubieses apoyado siempre.- suspiré y me senté en la fría arena- no te estoy echando nada en cara, solo te digo que no te enfades conmigo por esto.
-          Me siento culpable.- se sentó a mi lado- no me he enfadado contigo si no conmigo mismo, me imaginaba el por qué y es mi culpa. Lo siento.
-          No es tu culpa, es mía por no luchar por lo que quería.- me abrazó con fuerza apoyando su cabeza en mi hombro, al igual que yo.
-          Prométeme que volverás a cantar.
-          Lo intentaré.- sonreí.
-          Sé que lo harás, confío en ti.- se separó del abrazo sonriéndome- vamos con los chicos.
-          Vamos.

Se levantó y me tendió la mano para ayudarme a levantarme. Nos dirigimos con los chicos, seguramente estarían preocupados por el repentino enfado de Justin. Cosas que pasan.  Aun seguían en la hoguera cantando canciones y riéndose.

-          ¿Que canción tengo que cantar?- sonreí. Me habían dado ganas de cantar, gracias a la charlita con Justin.
-          U Smile.- dijo Justin
-          ¿Qué nos hemos perdido?- dijeron todos al unísono.
-          Un chino se ha muerto.- dijimos yo y Justin al unísono.
-          Pues ahora son dos.- reí vagamente.
-          ¿Qué es eso del chino?- dijo Chaz.
-          Cuentan que cada vez  que dices algo al unísono con una persona sin querer se muere un chino.
-          ¿Y porque tienen que ser chinos?- esta vez pregunto Ryan.
-          Pues yo que se, porque habrá muchos.- respondió Justin. Empezamos a reír todos descontroladamente.
-          Chicos se hace tarde, es mejor que empecemos a irnos.- dijo Cait aun riendo.
-          Si, Cait tiene razón.- intervine yo- pero antes de irnos os quiero dar las gracias, con el tiempo he aprendido que no a cualquiera se le llama amigo y vosotros lo sois.

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