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martes, 9 de octubre de 2012

Nothing like us. {11}




Rupturas




Sin darnos cuenta ya eran las siete y media de la tarde, en una hora y media teníamos que estar en casa de Chaz. Aun nos teníamos que duchar, arreglar y si daba tiempo cenar. Subimos corriendo a nuestras respectivas habitaciones dejando alguna que otra pisada de agua por el suelo, Pattie más tarde nos mataría pero ahora había prisa. 

Me desnudé rápidamente dejando la ropa en el cesto para luego lavarla. Entré en la ducha sin regular el agua, normalmente tardaba lo suyo así no había tiempo. Para mi suerte el agua no salía tan fría, era soportable. Salí de la ducha en menos de diez minutos, tiempo récord. Salí envuelta en una toalla y miré en el armario para buscar la ropa que me pondría. Si, lo sé, me había comprado un vestido para esta noche, pero la cuestión era que ahora no me convencía, lo veía demasiado arreglado para esta fiesta, así que después de unos diez minutos largos encontré que ponerme. (http://www.polyvore.com/this_is_love/set?id=60268166) Me vestí, me planché el pelo, maquillé mis ojos como siempre y salí de la habitación.

Justin también había terminado, eran las ocho y media ninguno de los dos tenía hambre, así que nos fuimos sin cenar. Antes de salir, avisamos a Pattie de que nos íbamos, nos dijo que no llegásemos muy tarde y que no hiciésemos tonterías.


-          ¿No te has puesto el vestido?- ambos nos pusimos el cinturón y arrancó el coche.
-          No me convencía mucho.- me encogí de hombros.
-          Vas muy guapa.- me sonrió.
-          Tu también.- le devolví la sonrisa.
El camino era algo largo, Chaz vivía a unos diez minutos en coche. Aunque dicho así parece poco, en realidad no lo es.
El coche iba sumido en el silencio, hasta que Justin lo rompió.
-          ¿Sabes? No he dejado de darle vueltas a la canción que cantaste en la playa.- me miró un segundo para luego volver a mirar al frente.
-          Es bonita.- sonreí inocentemente.
-          Es muy buena _____.- y ahora venia la charlita- deberías hacerme caso, has nacido para dedicarte a esto.
-          Soy más de mates.- reí. En realidad se me dan fatal, y no es que no me gusten, es que no me entran.
-          ______, va enserio.- suspiró- desde pequeños hemos estado haciendo esto, te lo mereces más que nadie.
-          Justin, ahora no es momento para hablar de esto.- empecé a golpear suavemente la ventanilla con mis uñas debido mi nerviosismo- mira aparca ahí.
-          La próxima vez no te vas a librar del tema tan fácilmente.- evadí ese comentario y le volví a señalar el aparcamiento libre.


Aparcó sin problemas en el sitio que le había indicado. Toda la calle estaba llena de coches, así que la casa de Chaz estaría petada. Al salir del coche ya se escuchaba la música y eso que solo estábamos al principio de la calle. Si Chaz quería que sus padres no se enterasen lo estaba haciendo muy mal. A este paso se iba enterar medio país.

-          Joder, no sabía que Chaz se lo supiera montar tan bien.- dije una vez estuvimos enfrente de su casa. La música sonaba altísima, el jardín se empezaba a llenar y solo eran las nueve de la noche. Había gente arreglada, otra no tanto, gente bebiendo, bailando, fumando vamos ahí podías ver de todo.

-          Se lo tenía calladito.- rio Justin.
-          ¿Bueno entramos o que?- Justin rodeó mi cuello con su brazo y sonrió.
-          Vamos.- le devolví la sonrisa
Entramos por el jardín entre la multitud, no veíamos a los chicos ahí así que supusimos que estarían dentro.  Pasamos dentro, no había mucha gente, en un sofá estaban Caitlin, Chaz, Christian y Ryan así que nos sentamos con ellos.
-          Hola caracola.- saludé animadamente.
-          ¿Qué has bebido ya?- Christian alzó una ceja y me miró mal.
-          Melón, que yo no bebo.- le di una colleja en la nuca amistosamente- que guapos vais chicos.
-          Vosotros también.- dijeron los cuatro al unísono.
-          Gracias.- sonreímos Justin y yo.
-          ¿Va a venir mucha gente?- preguntó Justin.
-          Bastante, aquí o se hace a lo grande o no se hace.- reímos todos- por cierto, también invité a Selena y Taylor.
-          Mmm… bueno.- me encogí de hombros y miré a Justin- tampoco creo que vengan- reí.
-          ¿Aún no lo habéis arreglado?- frunció el ceño Ryan.
-          No.- respondió Justin rascándose la cabeza.
-          Joder, pues si que es seria la cosa.- ahora intervino Christian.
-          Chicos, ¿Qué hacemos hablando de esto en una fiesta?- reí- venga, todo el mundo a bailar.

Intentaba aparentar que las cosas me iban bien, que no me importaba el tiempo que estuviese sin ver a Taylor, que él no me importaba en general. Tal vez las cosas se habían enfriado entre los dos pero por eso no dejará de importarme de la noche a la mañana. Intentaba convencerme a mi misma que Justin no me gustaba, pero cuantas más vueltas le daba al tema, cuanto más tiempo pasaba con él menos argumentos me quedaban.  Justin es un conjunto de buenas cosas, tendrías que rebuscar mucho para encontrarle un solo defecto.

-          La que quería bailar.- todo el mundo se había levantado del sofá y estaban bailando en medio de la sala. Caitlin se había quedado conmigo- ¿a que le das tantas vueltas?
-          Chica, parece que me lees la mente.- reí forzadamente.
-          Te conozco, eso es todo.- me sonrió y apoyo su cabeza en mi hombro- pero respóndeme, ¿en que piensas tanto?
-          En Justin.- suspiré y lo miré- que al final va a ser verdad que me gusta.- hundí mi cara entre mis manos.
-          ¿Y que tiene de malo?- frotó su mano en mi espalda, intentando consolarme.
-          No es que sea malo, es que hay muchos inconvenientes Cait…- me crucé de brazos mirando al suelo.
-          Ah, ¿si?- alzó una ceja mirándome de arriba abajo.
-          Si.- la miré yo.
-          ¿Cómo cuales?- era cabezona.
-          Como que esta con Selena, yo con Taylor, no le gusto, somos amigos de toda la vida y etc.- volteó los ojos.
-          Qué optimista eres chica.- me dio unas palmaditas en la espalda.
-          Dejemos de hablar de esto.- acabé diciendo.
-          Siempre quieres evadir el tema.- resopló mi amiga.
-          Es que siempre lo hablamos en los momentos menos indicados.- reí.
-          Vamos a bailar anda.- se levantó tendiéndome una mano.


Intenté no rallarme más, y lo estaba consiguiendo. Todos nos lo estábamos pasando genial, estaba siendo una de esas noches perfectas. Cero problemas, cien por cien risas, me encantaba estar con los chicos así. Aunque Chaz estaba bebiendo más de la cuenta, no hasta el punto de ir borracho pero si en su punto, algo raro. Era gracioso ver como bailaba yéndose de un lado para el otro, y como no, la buenaza de Cait cuidando de él.

Ahí dentro empezaba a hacer calor, así que decidí salir a fuera para tomar un poco el aire, no quise avisar a los demás ya que cada uno estaba en su tema, Justin bailando con Christian, Chaz marcándose su baile, Caitlin cuidando de este y Ryan, no se donde estaba Ryan.

Salí al jardín esperando que corriera algo de aire, pero tampoco, había demasiada gente, y el ambiente estaba caldeado, así que no me quedaba otra que salir a la puerta de casa de Chaz o tirarme a la piscina, pero opté por la primera.

Pasé por el medio de la multitud, saludando alguno que otro conocido del instituto. Pero por ningún lado veía a Taylor, tampoco esperaba a que viniera. Acabé de cruzar el jardín, salí de su casa y me quedé sentada en el muro que daba al jardín. No habían pasado ni dos horas y ya no sabía que hacer. Estuve jugando un rato con el móvil, entré a Twitter, Facebook y a todo tipo de redes sociales, pero el aburrimiento ahí fuera era mortal, así que decidí entrar con mis amigos. Pero antes de poder hacer nada unas manos taparon mis ojos.  Reí sin saber porque, me hacía una idea de quien era. Posé mis manos sobre las suyas y reí más fuerte.

-          Justin, no seas pesado.- reí por tercera vez.
-          ¿Justin?- y ahí me quedé blanca, me giré rápidamente para ver el rostro de esa voz.
-          ¿Taylor?- abrí los ojos como platos, no me creía que estuviese ahí- ¿Qué haces aquí?
-          He venido a verte.- abrí aún más los ojos ¿Es que aún no sabía donde vivía o que? Ni me digné a responder, estaba alucinando en ese momento- ¿sigues enfadada?
-          Él que estaba tan enfadado eras tu ¿no?- reí irónicamente negando con la cabeza.
-          Ya se me ha pasado todo.- me sonrió como si eso fuera a arreglar las cosas.
-          ¿De que vas?- estallé- te enfadas, te envío miles de mensajes, no los contestas, estas 4 días desaparecido haciendo vete tu a saber que ¿y ahora vienes de este palo? Te estás equivocando conmigo Taylor, trátame como una reina y te trataré como un rey, trátame como un juego y te mostraré como se juega.

Y dicho esto me fui para dentro de la casa, me parecía increíble lo que estaba haciendo Taylor, nunca hubiese pensado eso de él pero estaba siendo un completo idiota. Siempre lo había visto como el típico chico que te trata como una princesa, un chico maduro, coherente, pero en estos momentos no estaba siendo nada de eso. Y ahora si me estaba dando cuenta de que habíamos ido demasiado rápido, nos habíamos precipitado, lo habíamos echo mal. Parecía el chico perfecto, pero las apariencias engañan. Y con esto no digo que no sea un buen chico, por que lo es, pero tal vez no congeniemos lo suficientemente como para estar juntos. O tal vez es que no me guste como me gustaba antes y no esté para aguantar este tipo de cosas. Y con este tipo de cosas me refiero a estar días sin vernos, días sin hablar, enfadados, sin arreglar las cosas, y eso. Y sé que en un principio dije que echaba de menos las peleas, pero creo que pelearse o enfadarse por una cosa tan simple no tiene sentido.
Pensando en todo eso ya había llegado al salón, busqué a Justin con la mirada pero no lo veía, así que me senté con Christian en el sofá ya que estaba solo.

-          ______ ¿Dónde te habías metido?- dijo haciéndome un lado en el sofá.
-          Por ahí.- dije sin ánimos.
-          ¿Lo has visto?- me miró con cara de preocupación.
-          ¿Tu también?- fruncí el ceño.
-          Ha pasado por aquí con Selena.- dijo tranquilamente.
-          ¿¡Qué!? ¿Selena también está por aquí?- me alteré- dios, que cara tienen.
-          Está hablando con Justin.- me encogí de hombros y negué con la cabeza, ¿Qué otra cosa podía hacer?
-          Ya se lo harán.- apoyé mi cabeza en el hombro de Chris mirando al suelo.
-          ¿Tu estás bien?- dijo acariciando mi pelo con delicadeza.
-          No sé, estoy echa un lio.- suspiré.
-          Normal, yo también lo estaría.- hizo una larga pausa- ¿Lo vas a dejar?
-          Sería lo mejor.- Christian me abrazó por los hombros y yo le seguí el abrazo- gracias por todo.- sonreí apoyada en su hombro.

NARRA JUSTIN:

Estaba en la parte trasera del jardín con Selena, minutos antes ella me había llevado hasta aquí. Estaba desconcertado, no sabía muy bien que decirle, tenía miles de preguntas por hacerle pero no me atrevía a decir nada, al menos no hasta que ella se dignara a hablar. Des de que estábamos ahí ninguno de los dos había abierto la boca, y yo no sería el primero. Sé que en un principio era ella la que estaba molesta junto a Taylor, pero creo que se habían pasado de la ralla. Una cosa es enfadarse y la otra es desaparecer cuatro días por una simple tontería.

-          ¿No vas a decir nada?- Selena rompió ese incómodo silencio que se había creado minutos antes.
-          No soy yo el que tiene que dar explicaciones.- y cierto era.
-          No creo que _____ sea buena para ti.- soltó así como así.
-          ¿A que viene _____ ahora?- fruncí el ceño confundido.
-          Ella ha causado casi todas nuestras peleas.
-          No la metas en esto.- metí mis manos el los bolsillos delanteros.
-          Ella se mete entre nosotros.- seguía intentado meter cizaña.
-          No se esta metiendo.- la volví a defender.
-          ¿Por qué la defiendes tanto?- dijo casi gritando.
-          Por qué esta vez no llevas la razón, admite de una vez que te has equivocado, que todo esto esta siendo una tontería.- dije en el mismo tono de voz que ella.
-          Él que te estás equivocando eres tú con ella.- insistió.
-          No vas a hacer que cambie mi opinión hacía ella.
-          ¿Ahora es más importante?- estaba liado, estresado, amargado por así decirlo y no aguantaba más esta situación.
-          Siempre ha sido más importante.- estallé.

Me fui de ahí dejando a Selena sola, no podía soportar más esa situación, nos estábamos amargando los dos y eso no estaba bien. Fui hacía dentro, necesitaba estar un rato con los chicos y olvidarme de todo lo que estaba pasando esta noche.

Nada más entrar vi a Christian en el sofá con _____, estaba medio dormida en su hombro. Era gracioso, la música a tope, la gente hablando, riendo, cantando, bebiendo y ella medio dormida en lo bueno de la fiesta. No quería despertarla, pero si alguien podía hacerme olvidar todo lo que estaba pasando esta noche era ella. Siempre tiene una sonrisa en la cara y eso hacía sentirte bien.
Me acerqué hacía ellos, sentándome al lado de _____, ni se había inmutado, Christian me sonrió medio dormido y reí.

NARRAS TÚ:

Me había dormido, escuchaba la música de fondo, personas hablar y una respiración agitada cerca de mi oído. Fui abriendo los ojos poco a poco y vi a Justin mirándome fijamente.

-          Justin…- reí medio adormilada.
-          Estabas más guapa dormida.- rio.
-          ¿Pues para que me despiertas?- reí yo.
-          Por qué me aburro.- se encogió de hombros.
-          Me he encontrado a Taylor.- cambié de tema y de cara también.
-          ¿También ha venido?- alzó una ceja.
-          Si.

Le conté todo lo que habíamos hablado, Justin me contó que también había visto a Selena y hablado con ella.

Me quedé blanca, ella solo intentaba meter mierda entre él y yo. Y a mi esas cosas me podían. Cada palabra que contaba Justin me iba calentando más, no quería montar un numerito ahí, pero si me daba motivos lo haría.

Desvié la mirada hacía la entrada de casa, y vi a Selena y Taylor muy agarraditos, riendo y bailando muy juntos. Estaba flipando. Pero solo me limité a mirar, pasaba de darle más cuerda a ese juego de niños pequeños. Justin se encogió de hombros y se levantó tendiéndome la mano, pretendía que fuese a bailar. Así que me levanté del sofá dejando a Christian medio dormido y me puse a bailar con Justin animadamente.  

Me lo estaba pasando en grande, bailar con Justin era, tal vez, lo más divertido que había echo en la fiesta. A ratos nos poníamos a bailar a lo tonto, otros nos picábamos entre canción y canción y a veces imitábamos pasos el uno del otro.



***


La fiesta se había acabado, al fin y al cabo había sido divertida. De nuevo me encontraba con Christian, pero esta vez estábamos afuera, esperando a Justin, hacía un rato que se había ido a hablar con Selena, ella insistía en arreglar las cosas hoy, y el bueno de Justin le estaba dando demasiadas oportunidades.

-          Tampoco ha estado tan mal.- dijo Christian.
-          Pero si has estado durmiendo como un bebé.- reí.
-          Tonterías.- siguió mis risas.
-          Si que tarda Justin.- miré el reloj de mi móvil, eran las cinco y su madre nos iba a matar.
-          ¿A que hora teníais que volver?- preguntó mi amigo.
-          No lo sé, dijo que no volviésemos muy tarde.- me encogí de hombros.
-          Ahí viene tu principito.- Christian señaló con la cabeza al interior del jardín, yo pensaba que me estaba vacilando con Justin, pero con “principito” se refería a Taylor- os dejó solos.- antes de que pudiese quejarme, ya se había ido dejándome con el marrón encima.
-          Perfecto…- dije por lo bajo. Taylor se posó enfrente de mí.
-          ¿Cuánto tiempo vamos a estar así?- dijo con un tono cansado.
-          No lo sé.- suspiré- Taylor, esto no es bueno, nos estamos haciendo daño y las cosas no están yendo bien entre nosotros.- dije con un nudo en la garganta. Me daba pena dejar esto, pero tal vez eso era lo que más me convenía en ese momento.
-          ______, dame otra oportunidad, una segunda parte de lo nuestro.- me cogió las manos y me miró entristecido.
-          Las segundas partes nunca han sido buenas.- me mantuve firme ante mi idea- lo que pasa una vez vuelve a pasar.
-          No tiene por qué.- insistió.
-          Es mejor quedar como amigos ahora que odiarnos después, hazme caso Taylor.- me costaba mucho hacer lo que estaba haciendo, pero prefería terminar bien a terminar mal.
-          ¿Enserio?- asentí con una lágrima apunto de caer en mis ojos.
-          Lo siento, pero es lo mejor, créeme.

Lo abracé con fuerzas, llorando desconsoladamente. En ese momento estaba pasando por mi mente cada uno de los momentos junto a él, habían sido dos largas e intensas semanas, él me había ayudado mucho, pero la cosa no daba más de sí. Los dos estábamos mal, y yo por lo menos echa un lio. Todo era muy raro, por qué no quería estar con él, pero me daba pena dejar lo que habíamos tenido, sabía que lo echaría de menos o tal vez no sería a él a quien echase de menos si no a la persona que pensé que era.

A duras penas me separé del abrazo, y casi sin voz dije ese último adiós. Fui lentamente hacía el coche de Justin, él aun no había salido de casa de Chaz, así que me quedé esperándole ahí.

Sequé mis lágrimas y suspiré, en un futuro me gustaría quedar como amiga con Taylor. Pero ahora no podía, lo nuestro era demasiado reciente como para hacer que no había pasado nada. Así que es mejor darle tiempo al tiempo. Al cabo de unos diez minutos Justin apareció. Su madre definitivamente nos iba a matar, eran las cinco y diez. Entramos en el coche sin decir palabra alguna, no tenía muchas ganas de hablar, pero a medio camino me dio curiosidad de saber que había pasado con Selena.

-          ¿Estás bien?- acaricié su hombro y le sonreí forzadamente.
-          Se podría estar mejor.- dijo serio.
-          ¿Cómo ha ido?- me refería a Selena.
-          Lo hemos dejado.- volvió a contestar fríamente.
-          Lo siento…- suspiré.

No dijo palabra alguna, se le veía enfadado, decepcionado. Y yo no quería remover más lo que había pasado esta noche.

Llegamos a casa de Justin a las cinco y media, estaba agotada por todo lo vivido hoy. En cuanto Justin abrió la puerta de su casa me quité los tacones para no hacer ruido y subí a mi habitación. No quería hablar con Justin debido a su malhumor, así que me desvestí, me puse el pijama y me dejé caer en la cama. Poco a poco fui cerrando los ojos recopilando cada segundo vivido hoy, cada risa, cada pelea, cada lágrima. Así caí en un profundo y largo sueño.

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