Sorpresas |
-
Mañana siguiente –
Notaba el aliento de alguien impactar
contra mi cara, era agradable, me podía quedar ahí toda la mañana y no
cansarme. Abrí mis ojos lentamente, y me encontré la cara de Justin, al
principio me sobresalté, pero poco a poco me fui fijando en detalles tontos.
Estaba enredado por las sabanas blancas de su cama, dormía plácidamente y… un
momento, ¿Qué hacía yo en su cama? Me incorporé bruscamente en la cama ¿Cómo
había llegado ahí? Me eché para atrás sin tener en cuenta que la cama no era
tan grande como para hacer esas cosas, me caí dejando ir un grito de susto
debido a mi golpe contra el suelo. Estaba de espaldas en el suelo, con los pies
encima de la cama.
Vi la cabeza de Justin asomarse de entre
las sabanas, y como no en vez de ayudarme empezó a reírse como un loco, yo
también me hubiese reído si no fuese por el golpe que me había dado en la
muñeca al caer.
-
¿Te has caído?- preguntó intentando aguantarse la risa.
-
No, es qué me gusta darle abrazos al suelo.- dije
irónicamente, cosa que hizo que Justin riese aún más- Para de reír Justin, que
me he hecho daño.
-
¿Te has hecho mucho daño?- dijo mi amigo parando de reír
en seco.
-
Si.- me miré la muñeca, la tenía algo roja. Y el dolor
iba aumentando a medida que pasaban los minutos.
-
¿Dónde?- salió de entre las sabanas y se incorporó en la
cama.
-
En la muñeca.- hice una mueca de dolor deje ir un leve
“au”.
-
Déjame ver.- se levantó de la cama y se agachó para ver
mi mano ya que, yo, seguía tumbada en el suelo- esta roja, habrá que ponerle
hielo.- observó Justin.
No contesté, seguí observando mi mano e
intentándola mover, y aunque doliese lo podía hacer, eso era señal de que no me
había roto nada. Y parezco exagerada, pero el golpe había sido fuerte.
Justin sin ton ni son me cogió en brazos y
salió de su habitación conmigo encima.
-
Justin, que no me duele el pie, que me duele la muñeca.-
reí.
-
Estoy medio dormido.- se excusó- no me hagas caso.- soltó
una risotada tímida.
Le sonreí con las mejores de mis sonrisas,
Justin siempre sabía que hacer para que me olvidara de los problemas, en este
caso el dolor de mi mano.
Bajó las escaleras con rapidez y me dejó en
el suelo. Le sonreí como signo de gracias y fuimos para la cocina ya que
necesitaba hielo. Me senté en una silla enfrente de la mesa esperando a que Justin
me trajese el hielo. Me quedé pensando en la manera de cómo me había caído, la
verdad es que había sido gracioso y también había sido una manera muy tonta de
caerse. Solté una pequeña risa y negué con la cabeza, lo que no me pase a mí.
-
¿De qué te ríes?- Justin se sentó en la silla de al lado
y puso con cuidado el hielo sobre mi mano.
-
De la ostia que me he dado antes.- dije en una risa.
-
Estás loca.- empezó a reír mi amigo- ¿de verdad te habías
creído que te iba dejar dormir en el suelo?
-
Ese no era el trato Bieber.- ya que lo acordado era que
hasta que no se comiese la pizza no saldría de su habitación.
-
Me comí la pizza.- dijo levantando las manos.
-
¿Así?- alcé una ceja- ¿Cuándo?
-
Minutos después de que te durmieras.- me sonrió- tenía
hambre.- dijo rascándose la nuca.
-
Pues te la podías haber comido antes y me habría ahorrado
dormir en el suelo.
-
Eh, que no dormiste en el suelo. Después de comerme la
pizza te dejé en la cama.- que considerado, pensé entre mi.
-
Igualmente, me podría haber ahorrado esto.- señale mi
mano con el hielo encima.
-
¿Lo llevas mejor?- levantó la bolsa de hielo y observó
detenidamente mi mano.
-
Si, ya no me duele tanto.- sonreí- gracias.
-
No hay de que.- me devolvió la sonrisa.
-
Hoy podemos ir al cine con los chicos.- dije después de
unos minutos en silencio.
-
Tengo que ir al estudio.- dejó la bolsa de hielo a un
lado y me miró.
-
¿Por la tarde también?- a veces Justin trabajaba
demasiado, pero lo entendía, siempre quiere dar el cien por cien de si para no
defraudar a sus fans.
-
Depende de lo que haya hecho por la mañana.- se encogió de
hombros.
-
¿Y que haces aquí perdiendo el tiempo melón?- le di una
colleja amistosa en la nuca.
-
Pero si aun es temprano.- dijo mirando la hora en su
móvil- pero si me acompañas voy ahora.- no sabía por qué quería que lo
acompañase pero bueno, a mi no me importaba.
-
Si por la tarde vienes a ver una película con los
chicos.- le “chantajeé”.
-
Si tengo tiempo, eso esta echo.- me sonrió.
-
Voy a ducharme entonces.- me miré la mano, el hielo me
había venido muy bien- y, gracias.- alcé la mano golpeada y le sonreí.
-
¿Está mejor?- asentí con la cabeza y me levanté de la
silla.
-
No tardes en ducharte.- le avisé, ya que siempre tardaba
bastante.
-
Pero si no tardo nada.- él también se levantó de la
silla.
-
¿Qué no? ¡Pero si tardas más que yo!- salimos de la
cocina y subimos las escaleras vagamente.
-
Exagerada.- me empujo amistosamente para un lado.
-
Lo dicho, que no tardes.- le amenacé con el dedo y entré
en mi habitación para ducharme.
Rebusqué entre la ropa para ver lo que me
pondría hoy, hacía calor, así que una camiseta de tirantes, unos pantalones
cortos y unas Vans me irían bien para no pasar tanto calor. Cogí la ropa y
entré al baño con ella para luego cambiarme. De paso también cogí mi iPhone
para poner un poco de música mientras me duchaba.
Me desvestí rápidamente, aunque hoy me daba pereza todo, lo típico cuando llevas casi un mes de vacaciones. Entré a la ducha, y abrí el grifo del agua, mientras me duchaba pensé en lo de ir al estudio, no sé, me daba vergüenza, y era raro por qué normalmente nunca me da vergüenza hacer nada y menos esto. Pero conocer al mánager de Justin y tal vez a Usher me cohibía y me motivaba al mismo tiempo, solo yo puedo tener estos problemas. Seguí dándole vueltas a eso un buen rato, y sin darme cuenta ya había acabado de ducharme. Me sequé, me puse la ropa que había escogido un rato antes, me hice una coleta alta y salí del baño. No había tardado mucho en arreglarme, miré el reloj y solo eran las 10 de la mañana. ¿A qué hora nos habíamos levantado hoy? Últimamente no sé en que mundo vivo.
Me desvestí rápidamente, aunque hoy me daba pereza todo, lo típico cuando llevas casi un mes de vacaciones. Entré a la ducha, y abrí el grifo del agua, mientras me duchaba pensé en lo de ir al estudio, no sé, me daba vergüenza, y era raro por qué normalmente nunca me da vergüenza hacer nada y menos esto. Pero conocer al mánager de Justin y tal vez a Usher me cohibía y me motivaba al mismo tiempo, solo yo puedo tener estos problemas. Seguí dándole vueltas a eso un buen rato, y sin darme cuenta ya había acabado de ducharme. Me sequé, me puse la ropa que había escogido un rato antes, me hice una coleta alta y salí del baño. No había tardado mucho en arreglarme, miré el reloj y solo eran las 10 de la mañana. ¿A qué hora nos habíamos levantado hoy? Últimamente no sé en que mundo vivo.
Antes de salir de la habitación cogí mi
iPhone, dinero, y me puse unos pendientes. Iba así http://www.polyvore.com/freedom/set?id=60736157.
Al salir de la habitación me topé con Justin, él
justo salía de la habitación de su madre. Seguramente le habría ido a decir que
nos íbamos al estudio. Sonreí tontamente, iba muy guapo, llevaba unos jeans
cortos y caídos, los típicos que llevan ahora todos los chicos, una camiseta de
tirantes que dejaba ver gran parte de sus costillas, unas Vans negras y se
había dejado el flequillo hacía arriba, como últimamente siempre se lo hacía. Iba
simple, pero guapo.
-
¿Vamos?-
propuso Justin.
-
Vamos.-
sonreí.
-
Vas
muy guapa.- dijo Justin mientras bajábamos las escaleras.
-
Tu
también, me encanta tu camiseta.- di un salto al bajar la última escalera.
-
Gracias.-
me sonrió.
Salimos de casa de Justin, yo lo seguía a él ya
que no tenía idea de donde estaba el estudio. Aunque tal vez fuésemos en coche,
pero igualmente tampoco tenía idea de donde había aparcado su coche. Avanzábamos
sin hablar, el silencio no era incómodo, pero si seguíamos así el camino se iba
a hacer aburrido. Aunque mi idea cambió al segundo, de enfrente nuestro salió
un flash y luego otro, y otro, y otro, y otro. Aún no me acostumbraba a eso,
cuando era pequeña siempre quería salir por la tele, y que la gente me
conociese, que siempre me persiguieran los paparazzi y esas chorradas. Y a ver,
¿Quién de pequeño nunca ha querido eso? Ahora lo pienso y me parece una
tontería, pero todos de pequeños hemos tenido un sueño, como ser presidente,
astronauta o princesa.
Los paparazzi empezaron a hacer preguntas las
cuales yo no estaba escuchando ya que iba pensando en mis tonterías y me había
olvidado del mundo. Miré a Justin esperando que dijese algo, pero él me miraba
a mi, estaba confundida, a Justin le había cambiado totalmente la cara la que
antes era felicidad ahora se había tornado ¿tristeza y decepción? Si, creo que
era eso.
-
¿Justin?
¿Qué pasa?- logré decir en medio de la confusión.
-
Es
mejor que vayamos en coche.- dijo con voz neutra.
-
¿Qué
te pasa?- dije preocupada y con el tono de voz que solo me pudiera oír él, su
cambió de humor había sido brutal.
-
Tu
solo sígueme.- dijo en el mismo tono de voz que yo.
Me quedé con cara de ¿Qué mierda pasa? Pero le
hice caso y le seguí, tampoco tenía otra opción. Justin aligero el paso, yo le
iba a coger de la camiseta ya que se estaba alejando bastante y pasaba de
correr, pero fue el quien me cogió de la mano y tiro de mi para que fuera más
rápido.
Entre los flashes, las preguntas, el cambio de
humor de Justin y sus prisas me estaba poniendo de malhumor. Y eso me pasaba
por vivir en mi mundo, me hundo en mis
pensamientos y me olvido de lo de fuera ¿a quien no le ha pasado? Justin seguía
aligerando el paso, y dejando poco a
poco los paparazzi atrás.
-
¿Me
vas a contar ahora que te pasa?- me solté de su mano y paré en seco.
- _____ aquí no es el mejor sitio.- se giró y puso las manos en sus bolsillos- espera
que lleguemos al estudio.
-
Esta
bien.- me resigné.
Fuimos caminando en silencio y esta vez si que era
incómodo. No sabía si decir algo o mejor callarme. Así que opté por lo segundo.
Todo el camino estuvimos sin hablar, mirando hacía el lado para evitar nuestras
miradas ¿por qué? Pues no lo sé, no estábamos enfadados ni nada por el estilo pero
la situación era rara.
Al cabo de unos cinco minutos largos llegamos a un
edificio, bastante grande, supuse que ese era el estudio, y no me equivocaba ya
que Justin estaba entrando en él. Me puse detrás de él ya que nunca había
estado ahí, y era raro ya que vivía en Atlanta.
Entramos dentro, en la primera planta había una
cafetería, el recibidor y otras cosas más que no me dio tiempo a ver. Donde
Justin grababa y componía era en el tercer piso, así que subimos por las
escaleras ya que los dos somos claustrofóbicos, yo no lo soy tanto como Justin
pero tengo mis ataques.
-
Me
encanta todo esto.- rompí el silencio que eternos minutos antes se había
formado.
-
Es
increíble.- dijo pensativo.
-
¿En
que piensas?- subimos las ultimas escaleras y por fin llegamos a la tercera
planta.
-
En la
primera vez que estuve aquí.- hizo una pausa y recorrió su mirada por toda la
planta- estaba fascinado, lo primero que hice cuando vi a Usher es cantar para
él- solté una pequeña risotada al imaginarme la escena- estaba cumpliendo mi
sueño.
-
Estás
cumpliendo tu sueño.- le corregí.
-
Cierto.-
me sonrió- ven, te enseñare donde grabo y a veces compongo.
Le sonreí y lo seguí, estaba realmente asombrada,
nunca había estado en un estudio de música y realmente me gustaba. Entramos en
una sala de grabación, no había nadie, según Justin la gente venía más tarde.
Se sentó dejó caer en un sillón y yo hice lo mismo en el de al lado.
-
¿Te
gusta?- preguntó Justin.
-
¿Qué
si me gusta? Me encanta.- eché un vistazo a la sala donde estábamos- debe ser
genial trabajar para la música.
-
Lo
es.- suspiró- y lo mejor de todo esto, son mis fans.- sonrió orgulloso.
-
Son
un encanto.- ahora suspiré yo- siempre te defienden ante todo, te apoyan, te
animan y lo mejor de todo, es que sois una gran piña.
-
Una
gran familia.- acabó de decir Justin.
-
Por
cierto, a todo esto.- fui cambiando de tema ya que me picaba la curiosidad de
lo que había pasado anteriormente- ¿Qué ha pasado antes?
-
Ah,
si.- la cara de Justin cambió por completo, parecía haberse olvidado del tema y
yo se lo había vuelto a recordar- los paparazzi han empezado a hacer preguntas,
lo típico vamos…- hizo una pausa y me miró.
-
¿Y?-
lo miré curiosa.
-
Uno
de ellos ha dicho algo que…- miró al suelo y empezó a toquetearse los dedos,
eso hacía que me pusiera más nerviosa.
-
¿Qué
ha dicho Justin?- Justin no acababa la frase, y no tenía ni idea de que podía
haber dicho ese hombre.
-
Pues
que Selena y Taylor han estado liados.- abrí los ojos como platos, no esperaba
que me dijera eso.
-
¿QUÉ?-
me puse una mano en la frente, me había matado con eso. A parte de afectarle a
él también me afectaba a mí- a ver, no saquemos concusiones precipitadas, ya
sabes lo que dicen, no confirmes con tu boca, lo que tus ojos no han visto.
-
¿Tu
ves el aire?- hundió su cabeza entre sus manos.
-
No,
pero es diferente.- y era verdad, aunque no puedas ver el aire o el viento
sabes que siempre esta ahí.
-
¿Y el
amor lo ves?- sacó su cabeza de entre sus manos para mirarme.
-
No,
pero eso no se tiene que ver Justin, eso se siente.- Justin se estaba poniendo
filosófico. La verdad yo no sabía si creer o dudar. Ya no confiaba en Taylor
pero tampoco quería dudar de él.
-
Anda
ven aquí.- dijo extendiéndome los brazos. Me levanté del sillón donde estaba
sentada para sentarme en su regazo mientras nos dábamos un fuerte abrazo.
-
No
creo que sea cierto.- dije aun abrazada a él.
-
¿Por
qué se lo deberían haber inventado?- acaricié su pelo, y la verdad no se por
qué, estar a tan poca distancia de él hacía que perdiera la cabeza, cosa que
antes no me pasaba.
-
Para
ver lo que decías Justin.- suspiré- hasta que no salgan fotos, o ellos digan
algo o nosotros los veamos no podemos suponer nada.- concluí- así que sonríe.
-
Siempre
quieres que esté sonriendo.- se separó del abrazo y me miró.
-
Normal,
soy tu amiga melón.- le sonreí.
-
Solo
lograras sacarme una sonrisa si cantas algo conmigo.- dijo poniendo cara de
cachorrito.
-
Justin,
tienes que empezar a hacer trabajo, me lo has prometido.- alcé una ceja.
-
Aún
no hay nadie aquí, no puedo grabar.- se encogió de hombros- venga canta algo
conmigo.
-
No.-
me negué.
-
Si.-
insistió.
-
No.-
negué con la cabeza.
-
Si.-
asintió él.
-
No.-
negué esta vez con el dedo.
-
Si.-
intento asentir con el dedo, cosa que me hizo gracia.
-
No.-
me mantuve firme.
-
No.-
hizo el típico no para que te equivoques, y aunque creía que eso ya no
funcionaba esta vez si le funcionó.
-
Si.-
se me escapó sin querer.
-
A
cantar se ha dicho.- sonrió victorioso.
-
¿Por
qué siempre acabo haciendo lo que quieres?- me resigné como muchas veces hacía.
Todo lo que se proponía Justin le salía bien.
-
Eso a
sonado mal.- me miró seriamente Justin, pero se le escapaba la risa a
quilómetros.
-
Tienes
una mente bastante perversa chico.- reí levantándome de su regazo.
-
Nos
tenemos que grabar cantando.- él también se levantó poniéndose a mi lado.
-
Ni
hablar, eso si que no.- me negué, aunque, ¿a quien quiero engañar? Me iba a
convencer igual.
-
Y te
prometo que no dejo de sonreír en todo el día.- sonrió ampliamente. Yo solo
volteé los ojos y me encogí de hombros.
-
Que
remedio.- Justin me abrazo efusivamente.
-
¿Pero
sabes como va todo eso?- dije señalando a la máquina de grabación.
-
Estas
hablando con Justin Bieber.- sonrió.
-
Ui,
perdona, lo había olvidado.- volví a voltear los ojos.
-
Entra
dentro, voy a probar como suena.- se dirigió hacía la máquina de sonido y yo
entré dentro tal y como dijo.
-
¿Seguro
que lo sabes manejar?
Intenté ver a Justin por el cristal que nos
separaba, pero Justin ya no estaba. Y a los segundos entendí por qué. La puerta se cerró de golpe quedándome yo ahí
encerrada. El pánico me empezó a invadir ya que era claustrofóbica. Vi a Justin
de nuevo detrás del cristal cosa que no sé si me producía alivio o más pánico.
Me habló por una especie de micro.
-
Canta.-
sonrió.
-
¿Sola?-
arrugué la frente- ese no era el trato.
-
Canta.-
volvió a sonreír.
-
Justin,
esto no tiene gracia, sabes que soy claustrofóbica y como pase más tiempo aquí
encerrada me va a empezar a venir el pánico.- me eché manos a la cabeza
desesperada.
-
Solo
te tienes que poner los auriculares y cantar la canción que me enseñaste en la
playa.- dijo tan tranquilo.
-
¿Qué?
¿Sin música ni nada? Se te ha ido la olla. Ábreme va.- alcé una ceja y lo miré
mal.
-
Venga,
tampoco es tan difícil. Es lo último que te pido hoy.- se acercó más al cristal
y siguió hablando por el micro- tu solo cierra los ojos, y piensa en algo que
te tranquilice o te guste mucho y canta.- sonrió.
-
Sin
trucos Justin.- le señalé con el dedo amenazándole. No me quedaba otra que
cantar sola, Justin era muy cabezón. Después de esto no le pensaba hablar lo
estaba pasando realmente mal.
Cerré los ojos para concentrarme mejor y así no
estar tan nerviosa. Empecé a cantar la canción que días antes le había cantado
a Justin en la playa. Le había puesto el título de Payphone. Sí, me gustaba ese
nombre para la canción. Seguí cantando con ganas, con fuerza aunque sin música.
Y poco a poco se fue acabando la canción y así mi voz dejó de sonar poco a
poco.
Abrí los ojos después de estar unos minutos con
ellos cerrados. Y ahí casi me muero, juro que más tarde mataría a Justin. Abrí
los ojos como platos, delante de mí estaba ni nada más ni nada menos que el
mismísimo Usher, y a su lado Scooter. Me tapé las manos con la cara, del
impacto y de la vergüenza, Justin sonreía victorioso yo solo quería que la
tierra me tragase.
Mi gran amigo me abrió la puerta de la sala de
grabación, lo miré mal y salí sin decirle nada. Estaba paralizada, no sabía
donde ir, ni que hacer, ni que decir.
-
Ella
es _____.- sonrió Justin.
-
Encantado.-
Scooter me sonrió y me tendió la mano- tienes una voz espectacular.- le di la
mano y sonreí. Las manos me temblaban, estaba desconcertada, no sabía si reír,
llorar, matar a Justin o agradecérselo.
-
Opino
lo mismo.- esta vez habló Usher. Otro de mis ídolos ya no solo por su música
sino por haber creído en Justin- ¿nunca has pensado en dedicarte a esto?
-
Muchas
gracias.- sonreí nerviosamente- no lo sé.- me encogí de hombros.
-
Pues
deberías pensarlo.- volvió a hablar Usher.
-
Tal
vez…- no tenía idea de que contestar, mis nervios aumentaban por segundos.
-
Me
gustaría hablar contigo unos minutos a solas.- Usher me sonrió.
-
Nosotros
dos nos vamos.- Justin le dio a Scooter dos palmaditas en la espalda y estos se
dirigieron hasta la salida- tengo que ponerme a trabajar- rio- esta tarde hemos
quedado para ver una película ¿no?
-
Avisa
tú a los chicos.- dije fríamente. Me parecía mal lo que Justin estaba haciendo
aunque quien sabe, a lo mejor en un futuro se lo podría agradecer.
-
Anda
no te enfades.- me dedicó una perfecta sonrisa y se marcho con Scooter.
La sala quedó sumida en el silencio, miré a Usher y le sonreí. Estaba muy nerviosa, enserio, no os podéis imaginar cuanto. Me devolvió la sonrisa y se sentó en uno de los sillones donde nos habíamos sentado Justin y yo anteriormente. Hizo un gesto con la mano para que también yo tomase asiento.
-
No
estés nerviosa.- me volvió a sonreír.
-
Un
poco difícil no estarlo teniendo a una gran estrella del pop enfrente de mí.-
me toqué uno de los pendientes que llevaba nerviosamente. Usher soltó una
carcajada.
-
Tienes
talento para la música _____.- suspiró- de verdad.
-
Hay
gente que se lo merece más que yo.- dije como tantas veces se lo había dicho a
Justin.
-
¿Por
qué crees eso?- alzó una ceja.
-
No
sé, habrá gente en el mundo que cante mejor que yo y que se lo merezca más ¿no
crees?
-
Puede
ser, pero yo quiero que seas tú la que cumpla tu sueño.- ¿y por qué quería eso?
-
¿Por
qué yo?- habían millones de personas en el mundo y tenía que ser yo.
-
¿Crees
que Justin me ha convencido para que haga esto?- no creía del todo que Justin hubiese
echo eso pero si que había tenido gran influencia.
-
No lo
sé.- me encogí de hombros.
-
Pues
él no ha insistido en nada.- hizo una pausa- solo me contó vuestra historia de
pequeños y me dio su opinión sobre tu voz. La curiosidad me pico y por eso
estas aquí.
-
¿Enserio?-
sonreí enternecida.
-
Enserio.-
me confirmó- tienes algo especial en tu voz y mira que solo te he escuchado
cantar una vez.
-
Muchas
gracias.- dije ruborizada. Que un artista como él me dijese eso me hacía
sentirme orgullosa.
-
No me
las des, solo te estoy diciendo la verdad pequeña. Piénsatelo.- y me había
convencido, me iba a pensar más seriamente su propuesta.
-
Lo
haré.- sonreí- muchas gracias de nuevo.- dije levantándome de mi asiento.
-
Gracias
a ti por haberme escuchado.- nos dimos un abrazo y me acompañó hasta la puerta.
_________________________
Hola chicas, siento no haber subido ayer, hoy
tenía dos exámenes. Prometo subir unos cuantos más este finde ¿vale? Espero que
os este gustando la novela. Pues naaaada os dejo ya que me tengo que ir a
estudiar, la semana que viene la tengo llena de exámenes. Desgraciadita que soy
jajajajaja osquieroooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo.
hay partes hot ?
ResponderEliminarEsta geniaaal :)
ResponderEliminarSuper! Atte:Tama
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